Edición N° 412 - Agosto 2017

Argentina y el Nordeste

 
  • Los extensionistas universitarios de la Fau/Unne con los arquitectos Ricardo Meyer (cuarto de izquierda a derecha), decano de la Fada, y Solanito Benitez.

  • Edificio San Francisco.

  • Edificio San Francisco.

  • Quincho tía Coral.

  • Quincho tía Coral.

  • Teletón

 

Crónica de una arquitectura paraguaya

Bitácora de viaje de Martín Aramendy, en la que plasmó la visita de estudiantes y graduados de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional del Nordeste (Fau/Unne) a la ciudad de Asunción para tener un mayor contacto y conocimiento acerca de la arquitectura paraguaya.

A lo largo y a lo ancho de la Argentina, el norte es la zona con mayor encuentro limítrofe con países sudamericanos. Las regiones del NOA y del NEA juntas, limitan con cinco países, especialmente la del Nordeste que tiene fronteras con tres de ellos, entre los que encuentran nuestros hermanos paraguayos.

Como extensionistas universitarios, de la Universidad Nacional del Nordeste, construimos puentes y conectamos experiencias argentinas con experiencias paraguayas. Estrechamos vínculos para mejorar la arquitectura regional.

El NEA es posiblemente uno de los mayores canales de intercambio sudamericano, donde el enriquecimiento cultural es una mixtura de ideas y pensamientos, lenguas y costumbres.

 

Arrancamos

El viaje comienza temprano, próximos al crepúsculo de un día de mucha ruta y paisajes chaqueños, formoseños y asuncenos. Somos un grupo de diez graduados y estudiantes distribuidos en dos vehículos, vamos con el principal objetivo de generar lazos con la facultad de arquitectura de Asunción. El paisaje llano y verdoso de Clorinda nos acompaña hasta la frontera con Paraguay, ahí la picardía y la velocidad con los números se hace presente, objetos de todo tipo se nos ofrecen a bajo costo y la lengua guaraní comienza a susurrar.

La brisa costera del río Paraguay nos recibe subiendo el puente, que a modo de mirador nos deleita con el paisaje de Asunción. A lo lejos crecen grandes edificios de comercio y oficinas que representan la vorágine propia de una capital nacional. En una especie de embudo ingresamos a la ciudad, de calles más anchas a calles más angostas, vamos conociendo la periferia y luego el centro, un orden espacial típico de nuestras metrópolis.

Las bocinas y las motos serpentean por las calles como mosquitos, las veredas angostas y las casonas de estilo clásico demuestran como la historia se construyó con rasgos europeos. Al igual que nosotros podríamos ver en Corrientes, aquí las construcciones históricas tienen una gran preponderancia en la urbe. Trama urbana que se abre como la palma de una mano donde las avenidas principales parten del centro a la periferia como si fueran rayos de sol.

 

Facultad de Arquitectura

Exhaustos de tanto movernos sentados, y después de un intenso rastreo, llegamos al campus de la Universidad Nacional de Asunción, más precisamente a la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte. Nos encontramos con los arquitectos Solanito Benítez y Sergei Jermolieff Merlo, del estudio Mínimo Común Arquitectura, quienes nos presentaron al arquitecto y también decano Ricardo Manuel Meyer Canillas, un hombre canoso de pelo largo, sencillo, con termo en mano y de muchas historias y experiencias por trasmitir.

Entre mates pudimos compartir una hermosa charla de anécdotas y formas de ver la enseñanza universitaria. Dimos un recorrido nocturno por el imponente pabellón experimental que están realizando en la facultad, símbolo de la importancia que tiene el ladrillo como objeto empoderado por los constructores, arquitectos y estudiantes paraguayos.

El intercambio de ideas y preocupaciones con estudiantes y referentes de la facultad nos dispone a profundas reflexiones. Nos hacen replantearnos nuestra realidad como universidad del NEA y nos llena de valor para afrontar nuevos cambios que creemos deben enriquecer la formación de futuros arquitectos comprometidos en la construcción de nuevas ciudades.

 

Simpleza de bellos detalles

A media mañana, de a poco, nos vamos encontrando todos en el desayuno, nos espera un día de muchas obras. Ansiosos y con sed de vivir y aprender de la arquitectura paraguaya, emprendemos viaje al Edificio San Francisco, obra del arquitecto José Cubilla, docente de la facultad de arquitectura y referente a nivel nacional por promover una arquitectura con identidad propia. El edificio de cinco pisos nos da una cálida y refrescante bienvenida, sus materiales y su volumen respetan el entorno. Desde la terraza nos recibe Cubilla.

Entre mates y relatos recorremos y experimentamos la espacialidad de los departamentos, nos deleitamos con la armonía y el bienestar que se vive, tanto en el living comedor, como en la habitación y el balcón. La terraza otorga una gran vista a toda la ciudad y ofrece una piscina que toma protagonismo en todo el conjunto, su doble función de piscina y tanque de aguas sanitarias es una solución sumamente funcional.

Vivir estas primeras experiencias nos predisponen de muy buena manera para poder continuar con nuestro city tour y conocer más de la arquitectura paraguaya.

Ya en manos del arquitecto Solanito Benítez, felices y asombrados, visitamos las nuevas obras en construcción del estudio Mínimo Común. El ladrillo, como desde el principio, siempre hace su presencia y marca la diferencia, las múltiples maneras en las que es empleado, este material tan noble y rustico, son inesperadas.

En el juego de luces, sombras, tramas y texturas, se encuentra el poder poético de una arquitectura que con pequeños detalles crea un sinfín de experiencias y percepciones. Los arquitectos en conjunto con los obreros forman un gran equipo de constructores, que se auto enriquecen en la praxis de nuevas soluciones constructivas. La experimentación en el hacer guía a estos constructores, que se animan a crear e innovar.

 

“Una arquitectura que no es experimental es inútil”. Solano Benitez

Al finalizar la tarde nos espera la frutilla del postre, como si hasta aquí no fuera suficiente, por delante nos quedan dos obras del estudio Gabinete Arquitectura liderado por Solano Benitez. Uno de carácter más bien privado, como es el Quincho Tía Coral, y otro de carácter público como Teletón. Dos obras exponentes de la arquitectura paraguaya en auge, sin lugar a dudas referencias nacionales e internacionales, donde lo esencial se hace palpable a los ojos.

Desde grandes vigas flotantes hasta pérgolas abovedadas, este arquitecto moldea el espacio y los materiales, rompe con lo pre establecido a la hora de diseñar cada elemento. Los simples gestos sirven y protegen a las personas, los pasillos de las salas médicas de Teletón tienen por lo bajo pequeñas aberturas que juegan e interactúan con los niños. En el Quincho Tía Coral la luz y la libertad espacial se apoderan del momento. La arquitectura comprende y sorprende al usuario.

Solano Benítez es un gran referente de una nueva arquitectura que se viene dando hace tiempo en Paraguay. Arquitectura que busca fomentar arquitectos constructores de sociedad y no meros operadores de una disciplina, una actividad interdisciplinaria que se aboca a cuidar la vida de las personas. Una arquitectura más social.

 

La otra cara  

Como en toda ciudad metropolitana del siglo XXI, la desigualdad y las polaridades sociales están a la orden del día, barrios como el ubicado en el Yacht Golf Club dan cuenta de esta dicotomía. Inesperadamente nos absorbe este barrio. Burbuja urbana que deslumbra a las claras una pobre y triste realidad latente en Asunción, donde la opulencia, la riqueza y el status quo son cosas que de verdad importan e individualizan la arquitectura de unos pocos, cuando a sólo unos kilómetros la otra cara de la moneda muestra injusticias, marginalidad y pobreza. Una arquitectura más personalista.

 

Despedida

Nos despedimos de Asunción con un almuerzo de domingo y un choque de vasos de por medio, festejamos y nos relajamos después de unas intensas jornadas de aprendizaje. Fueron días de mucha arquitectura revitalizadora que llenó de alegría nuestros corazones y motivó nuestras ideas. Nos volvemos con muchas preguntas y nuevas energías para trabajar, agradecidos por la oportunidad de poder aprender más.

 

Fuente

www.revistanearq.com

10.06.17

 

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