Edición N° 418 - Febrero 2018

Consejos para diseñar paradas de ómnibus accesibles y seguras

 

No es descabellado pretender que nuestras autoridades municipales y nacionales tengan en cuenta estas recomendaciones, con la debida adaptación a ciudades de nuestro país; que las hagan seguras y accesibles, es decir, que el usuario sepa a ciencia cierta dónde subir y bajar del transporte público, no como es hoy día, un albur, una total incertidumbre, pues depende de la prisa y las ganas que tenga el conductor, dado que solo algunas paradas están señalizadas y son respetadas por conductores y pasajeros

El diseño de espacios urbanos para mejorar la movilidad de todos los habitantes es uno de los objetivos principales de la Nacto (Asociación Nacional de Funcionarios de Transporte Urbano). Fundada en 1996, esta organización sin fines de lucro reúne a más de 40 ciudades de Estados Unidos y Canadá para compartir sus consejos y prácticas de diseño que buscan elevar los estándares de diseño en políticas públicas para espacios públicos, movilidad y transporte.

Ellos han desarrollado una serie de guías en las que proponen directrices de diseño para que las calles, ciclovías, intersecciones y otros espacios urbanos sean más accesibles y seguros para todos los usuarios. Una de las más recientes es la “Guía de diseño de la calle de tránsito”, donde ofrecen, entre otras cosas, seis recomendaciones a tener en cuenta al diseñar paradas de ómnibus.

 

Las estaciones son puntos de enlace.

La relación que el tráfico vehicular tiene con las aceras y edificios es un punto que debe recibir atención especial al diseñar una parada o estación de ómnibus. Esto se debe a que la manera en que una parada interactúa con su entorno determina si es o no un punto de acceso adecuado al sistema de tránsito.

Además, si las paradas tienen elementos para hacer más agradable la espera de los pasajeros, tales como árboles, asientos y un refugio para protegerlos de la lluvia, es posible influir positivamente en la percepción del transporte público para los peatones y conductores en los alrededores.

 

Facilitar el movimiento, facilitar las interacciones

El papel que las estaciones de transporte público pueden jugar en un vecindario va mucho más allá de sólo ser donde la gente se sube y se baja de un ómnibus. De hecho, si el diseño y la localización de las paradas están bien planificados es posible reducir los tiempos de viaje y aumentar así la confianza en el sistema de tránsito.

Esto es posible si las paradas se convierten en centros intermodales distribuidos por toda la ciudad que ofrecen alquiler de bicicletas públicas, así como oportunidades para compartir paseos y otros servicios. De esta manera, cualquier inversión que se realice beneficiará el funcionamiento de la estación y la actividad a nivel de la calle.

 

Las paradas en el mismo carril ahorran tiempo

Las paradas sobre los carriles exclusivos de buses permiten reducir los retrasos para el otro tráfico, concentrando las paradas a un solo carril. Esto también ofrece la oportunidad de crear un espacio más seguro donde los pasajeros pueden abordar los autobuses con más calma. También contribuyen a la condensación de la actividad a un solo punto en la acera sin afectar el flujo de peatones.

 

El diseño universal es un diseño equitativo

Es posible asegurarse de que los pasajeros y personas de cualquier edad puedan viajar a bordo de los autobuses si los diseños de los paradas están centrados en la gente y son accesibles a todos desde el principio.

Es por eso que Nacto cree que el diseño inteligente mejora la experiencia de viaje en el transporte público no sólo para aquellos que tienen movilidad reducida, sino para todos los usuarios. La planificación de un diseño desde sus inicios puede reducir el tiempo dedicado a revisiones futuras, así como los costos de mantenimiento o reparación de accidentes.

 

Diseñar para la seguridad

Nacto define tener rutas peatonales seguras del tráfico y socialmente seguras desde el lugar de origen hasta las paradas como un elemento “vital para lograr un sistema de transporte seguro”.

Por esa misma razón, ofrecen algunos elementos de diseño que ayudan a lograrlo, incluyendo la consideración de que las paradas estén cerca de áreas de actividad durante todo el día, que los refugios y los puestos sean vistos como lugares de espera e iluminación a escala humana. En otras palabras, luminarias diseñadas para personas y no para automóviles.

Al hacerlo, la organización afirma que los pasajeros pueden tomar mejores decisiones cuando planean dónde y cuándo tomar el transporte público.

 

Integrar el diseño de vehículos y plataformas

El diseño de paradas para estar al nivel de los autobuses y las aceras es una característica básica para que el abordaje sea ante todo accesible y rápido. Esta situación, que Nacto considera como parte clave de cualquier sistema, requiere que tengan un diseño flexible capaz de ser utilizado con diferentes tipos de autobuses.

 

Fuente

www.plataformaarquitectura.cl