Edición N° 399 - Julio 2016

El León de Oro para el ingenio y la creatividad del pabellón español

 

En Unfinished, una selección curada de arquitectos mostró “cómo el compromiso y la creatividad pueden superar los límites” en una exposición llamada. Les valió el premio a la Mejor Participación Nacional superando a 37 países

 

Hacía 16 años que España no conseguía un galardón tan importante, pero en esta ocasión el Jurado Internacional de la XV Bienal de Arquitectura de Venecia no tuvo duda. Reconoció el pabellón de España con el León de Oro a la mejor participación nacional. El pabellón, titulado Unfinished y dirigido por los arquitectos Iñaqui Carnicero y Carlos Quintáns, demuestra que, a pesar de la crisis económica y las circunstancias, se puede continuar haciendo arquitectura de calidad. Se agudiza el ingenio y la creatividad.

Cuenta con cerca de 67 propuestas y siete series fotográficas que presentan respuestas a los problemas que surgieron después de la crisis inmobiliaria de España, en el 2008. Esta situación ha dado lugar para que muchos estudios de arquitectura reflexionen sobre el paso del tiempo en la arquitectura y para responder desde la serenidad y la sabiduría contra los excesos del pasado.

El comisario de la XV Muestra Internacional de Arquitectura, el arquitecto chileno Alejandro Aravena, pidió que cada participante presentara en la Bienal de Venecia un problema con el que se encuentra en su país. “Nosotros decidimos poner de manifiesto el problema de las edificaciones que se han dejado sin acabar en España por falta de presupuesto”, explica uno de los comisarios del pabellón español, el arquitecto madrileño Iñaqui Carnicero. No se trataba de hacer crítica política, aclara, sino de poner en evidencia algo que salta a la vista en nuestro país.

De ahí que el pabellón español se bautizara con el nombre de Unfinished (inacabado, en inglés), porque expone en su parte central siete reportajes fotográficos sobre arquitecturas inacabadas o abandonadas en España. Pero en los laterales del pabellón, se puede ver toda una serie de proyectos propuestos por cincuenta y cinco estudios de arquitectos, también españoles, que ofrecen soluciones por un coste reducido para esos edificios a medio hacer.

“Demostramos que esos edificios se pueden acabar a través de pocas acciones y que es posible una respuesta responsable”,  destaca Carnicero.

En definitiva, en época de vacas flacas, se agudiza el ingenio. Además, doce de las 55 soluciones arquitectónicas propuestas en el pabellón español fueron realizadas por arquitectos jóvenes. En el pabellón también se da terreno a las nuevas generaciones.

“Fue un orgullo que la gente valorara nuestra exposición”, comenta Carnicero, que detalla que ministros de Cultura de países como Chile, Bélgica y Francia visitaron el pabellón español en la inauguración de la Bienal y coincidieron en destacar que los problemas planteados por los arquitectos españoles también existen en sus países. Tal vez por eso las soluciones innovadoras que se proponen llamaron tanto la atención.

Esta edición ha contado también con el arquitecto Francisco Mangado Beloqui, responsable de las Bienales española e iberoamericana.

 

Fuentes
www.elmundo.es
www.bienalesdearquitectura.es