Edición N° 415 - Noviembre 2017

Habitat

 

 

Bolsas que se beben

Un emprendedor indonesio ha creado unas bolsas de almidón de mandioca (yuca) que se convierten en comida para los peces si acaban accidentalmente en el mar

¿Quién podría pensar que un día podríamos beber plástico? Esta inverosímil idea cruzó la mente del biólogo indonesio Kevin Kumala cuando, tras una década en Estados Unidos, volvió en el  2009 a su Bali natal y encontró que lo que antes eran paradisíacas playas se habían convertido en montañas de este material.

Se estima que 3,2 millones de toneladas contaminaron las aguas indonesias en el 2010, según una investigación de Jenna Jamback (profesora asociada de Ingeniería Ambiental de la Universidad de Georgia en Estados Unidos, experta en el manejo de desechos y contaminación del océano por microplástico) publicada en la revista Science en 2015, situando a este país como el mayor contaminador del mundo, solo por detrás de China.

“Cuando iba a surfear o a bucear ya no era un placer para mí, encontraba plásticos en todas partes”, explica Kumala haciendo referencia a uno de sus pasatiempos favoritos. Así, el científico comenzó a trabajar en una solución y considerando que es “demasiado tarde para cambiar nuestros hábitos” y hacer que la gente utilice menos plástico o recicle más, centró sus esfuerzos en encontrar un reemplazo para las bolsas hechas de petróleo que pueden tardar hasta 300 años en biodegradarse.

Kumala encontró lo que estaba buscando en la mandioca, planta abundante en Indonesia donde se cultivan alrededor de 25,2 millones de toneladas cada año.

Utilizando almidón de mandioca replicó el proceso que se utiliza para fabricar bolsas de petróleo, incluso utilizando las mismas herramientas: una máquina de moldeo por soplado, una máquina de corte y una máquina de sellado.

El precio de cada bolsa es de cinco céntimos de dólar, más del doble de lo que costaría una bolsa de plástico normal, pero hay más en juego que el costo inmediato. Las de almidón de mandioca pueden convertirse en compost en menos de 100 días -en contraposición a los cientos de años de las de petróleo- y se disuelven en minutos en agua caliente sin toxicidad oral. Un video de Kumala bebiendo una bolsa disuelta en agua se ha hecho viral en la red.

En el 2014, Kumala y su socio Daniel Rosenqvist crearon la empresa Avani y abrieron una fábrica principal en la isla de Java. La compañía produce otros productos como envases desechables para comida hechos de caña de azúcar y pajitas para beber hechas a base de almidón de maíz que se biodegradan relativamente rápido y no dejan residuos tóxicos.

 

Fuente

Diario El País-Planeta Futuro

 

 

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