Edición N° 420 - Abril 2018

Habitat

 
  • Mike Reynolds arquitecto y fundador de Earthship Biotecture, durante la construcción de la escuela.

 

Un edificio que está vivo

Educación, medio ambiente, y comunidad en un solo lugar.

Buscando conjugar la educación tradicional con el respeto hacia el medio ambiente, el uso responsable de los recursos y el desarrollo de relaciones humanas sustentables, desde el 2014  América Latina tiene su primera escuela sustentable y está ubicada en la localidad costera de Jaureguiberry, departamento de Canelones, Uruguay.

Es una escuela de modelo rural destinada a la educación pública construida bajo el método desarrollado por el arquitecto norteamericano Michael Reynolds conocido por sus Earthships, o casas fabricadas con materiales reciclados, quien lo ha aplicado durante las últimas décadas en distintos puntos del planeta.

 

El sueño se volvió realidad

La idea surgió de Tagma, una organización uruguaya sin fines de lucro hace unos años y esa idea se convirtió en el proyecto “Una escuela sustentable”, que contó con el apoyo de las instituciones educativas uruguayas Anep (Administración Nacional de Educación Pública), Ceip (Consejo de Educación Inicial y Primaria), la intendencia de Canelones, y con aportes de empresas públicas y privadas que hicieron posible su ejecución. 

El edificio de 270 m2 fue levantado en tan sólo siete semanas utilizando  aproximadamente un 60 por ciento de materiales reciclados (cubiertas, botellas de plástico y de vidrio, latas y cartón) y un 40 por ciento de materiales tradicionales.

Ellos son: maderas y vidrios (dobles, con una cámara de aire y gas inerte), paneles solares, 8.000 latas de aluminio, 5.000 botellas de vidrio, 2.000 envases de plástico, 2.000 m2 de cartón, 2.000 cubiertas, y tanques para almacenar el agua de lluvia

 

Descripción de los arquitectos

Las earthship (naves tierra), como los denomina el propio Reynolds, buscan obtener el máximo aprovechamiento de la energía del sol, del agua, del viento y de la tierra. Para ello, la envolvente es sensible a las orientaciones, abriéndose al norte para aprovechar al máximo la luz y la energía solar a través de un ancho corredor vidriado que actúa como organizador de las tres aulas y de las dos baterías de servicio de la escuela, proyectando al exterior una simple y contundente fachada dominada por el vidrio y la madera.

El corredor al norte habilita a su vez la producción de alimentos a través de una huerta interior. La generación de energía eléctrica proviene de paneles foto voltaicos y de un banco de acopio de energía.

Al sur, el edificio se cierra con un espeso muro de contención resuelto en base a cubiertas rellenas de arena y pedregullo compactados, que contiene el talud de arena y tierra que oficia de espalda de la edificación. Esta estrategia, además de aumentar la inercia térmica, permite cubrir todo el sistema de reserva y recolección de agua de lluvia proveniente del techo, además de implantar una secuencia de caños que, a partir de naturales procesos convectivos*, provocan en verano la circulación cruzada de aire fresco a través de las aulas. En invierno, los caños pueden cerrarse y el calor provocado por el efecto invernadero del corredor norte permite climatizar las aulas.

Además de ser autónoma en su consumo de energía y de impulsar la producción orgánica de alimentos en su interior, Una Escuela Sustentable utiliza el agua de lluvia para consumo humano, lavado de manos, riego de huertas y finalmente para las cisternas, contando con un proceso de tratamiento de aguas negras que incluye un pozo séptico también creado con materiales de reciclado (en este caso cubiertas de tractor) y un humedal en el exterior del edificio.

La estrategia constructiva involucra un aceitado mecanismo de participación social, el que además de viabilizar la construcción de la escuela en plazos acotados, busca transferir conocimiento de las claves del propio sistema utilizado e involucrar fuertemente a la comunidad local, previa, durante y posteriormente a la finalización de las obras. Participaron en la construcción alrededor de 200 voluntarios y estudiantes de Uruguay y de otros treinta países.

 

Características que hacen sustentable al edificio

La escuela construida bajo el método constructivo de Earthship cumple con los seis principios básicos de este tipo de construcciones: materiales reciclados, calor solar y masa térmica, electricidad a partir del sol, cosechando agua, aguas residuales, y producción de alimentos

Enlace para un recorrido virtual y conocer mejor esta escuela sustentable: https://www.unaescuelasustentable.uy/el-edificio-1

 

Fuentes

Earthship Biotecture  Tagma www.plataformaarquitectura.cl

www.hosteluruguay.org

www.unaescuelasustentable.uy

www.fundacionirradia.org

 

* Es una de las tres formas de transferencia de calor. Se caracteriza porque se produce por medio de un fluido (líquido o gas) que transporta el calor entre zonas con diferentes temperaturas. 

 

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