Edición N° 385 - Mayo 2015

Jornadas inolvidables en el AMERICAnodelsud Paraguay

 

Con el apoyo y aporte de tres celebridades de la arquitectura y de colegas llegados de distintos puntos de Latinoamérica.

La colecta solidaria que se iniciara el 15 de abril en el Gran Teatro del BCP, con la participación del arquitecto brasileño   Paulo Mendes da Rocha, y continuara el 17 con el arquitecto argentino Rafael Iglesia y el arquitecto suizo Peter Zumthor, tuvo una gran afluencia de público y en las distintas jornadas y se vivieron momentos inolvidables.

Fueron dos días en los cuales las tres celebridades del mundo de la arquitectura internacional (dos de ellos ganadores del máximo galardón que entrega la disciplina, el Pritzker, entre otros premios, y el tercero, también reconocido mundialmente con varios galardones en su haber) convocaron a cientos de personas que llegaron hasta el BCP a pesar de la lluvia que cayera sobre la ciudad el último día.  

 

Bienvenida

En la apertura del conversatorio con Mendes da Rocha, Iglesia y Zumthor, el arquitecto Solano Benítez, alma mater del evento, agradeció la presencia de todos en el lugar y expresó la “indescriptible”  alegría de quienes de una u otra forma compartieron la organización del AMERICAnodelsud   “al ver la sala así, tan llena de complicidades, tan llena de gente que sonríe; para nosotros eso es testimonio de que todo está bien y de que todavía va a esta mejor. Me toca a mí ser la cara visible y fea de un montón de gente linda que ha trabajado y que ha acompañado todo este proceso. Los que nos han recibido por el interior del país, a la gente que nos ha permitido llegar a cada uno de ustedes les agradecemos infinitamente la complicidad”.

En su alocución de bienvenida también expresó: “Nosotros somos seres imaginarios. Los seres vivos interactúan por simpatía, se juntan por simpatía, se repelen por antipatía, logran hasta ponerse en el lugar del otro por empatía. Nosotros, como seres vivos somos conscientes de nuestra individualidad pero la diferencia con nuestra condición es que el ser humano es un acto imaginario, el mínimo humano es dos y la humanidad inicia en el momento que yo soy vos y que necesito protegerte para protegerme,  que necesito que estemos bien para estar bien, y ese mínimo humano de dos puede expandirse hasta encontrar a toda la sociedad humana en el planeta. Esta condición, que hemos perdido en pequeños fragmentos, y nuestra manera de ser en el mundo, lo mejor que ha hecho como colectivo humano-social deja más del sesenta por ciento de la población del mundo viviendo en línea de pobreza; de eso, el 50 por ciento vive en la miseria. Si nos reconocemos como colectivo humano no podemos seguir aceptando esta brecha de exclusión por el simple hecho de poseer o no poseer. Es necesario entonces poder cambiar esto. Si ambicionamos una sociedad distinta para nosotros es fundamental un hacer diferente, estamos obligados a hacer de una manera nueva utilizando nuestra condición constituyente humana, que es la imaginación, para que, imaginando un tiempo nuevo, seamos capaces de vivir en solidaridad y compromiso entre todos. Si no somos capaces de alentar la posibilidad de ser una sociedad distinta y solidaria fortalecida en valores, esos cambios no se van a dar. De ahí que nos imaginamos que, con la complicidad de todos ustedes, con la presencia de todos ustedes acá podíamos hacer esta colecta por adhesiones. Sé que costó muchísimo, sus sonrisas en la cola mostraban el orgullo de poder estar presentes- Nosotros los recibimos de igual manera, les agradecemos ese esfuerzo por estar acá y por colectar, y por permitirnos ser capaces de seleccionar a las mejores inteligencias de nuestro país para otorgar bolsas de trabajo para quienes durante un año sean capaces de producir aquello que no se qué es y que siendo lo mejor que podemos producir, podemos soñar a tener un accionar distinto como sociedad. Nuestro compromiso es ese, nuestro compromiso es intentar acortar la brecha de inequidad social, nuestras acciones son tratar de promover la contratación y la utilización de la inteligencia como recurso, como el vínculo común  de todos nosotros los seres humanos, como nuestra razón constituyente y como nuestra herramienta de cambio para los próximos años. Estamos preparando un protocolo de selección de proyectos y cuando lo tengamos les pedimos que salgamos a buscar a los talentos, a reconocer quién tiene la capacidad y quién está imaginando una condición distinta para, a esa persona, entre todos, darle la oportunidad y el aliento de que puede seguir ejerciendo sin que tenga que abandonar la disciplina, sin que se tenga que dedicarse a otra cosa; si eso podemos hacer les aseguro que en poco tiempo vamos a estar orgullosos de producir nuestra ciencia y nuestra tecnología, vamos a dejar de importar inteligencias e ideas de afuera para, entre nosotros y desde nosotros, ofrecerle al mundo. Si esto lo podemos hacer, entonces, el país que les vamos a dejar a nuestra gente, la América, no del sud porque la América es el territorio donde se fundó el yvy marane’ỹ, “la tierra sin mal”, adonde Ponce de León vino a buscar la fuente de la eterna juventud, adonde todavía se busca hacer la América, como aquel lugar lleno de oportunidades y de recursos, para poder entre todos estar mejor. Y es no del sud porque ya no es una geografía, ya no es un paisaje geográfico, necesitamos construir un paisaje social donde entre todos tengamos la tierra sin mal, la fuente de la eterna juventud, todas las riquezas que podamos compartir en un mundo más solidario mas fraterno y mas constituyentemente humano”.

 

Estar juntos, compartir para generar un cambio

Al finalizar, presentó al arquitecto Javier Corvalán, quien compartió la escena con los mexicanos Javier Muñoz, Mauricio Rocha y Augusto Quijano, el brasileño Fernando Viegas y el argentino Ricardo Sargiotti, quienes, en amena y distendida charla se refirieron al “estar juntos” al “compartir” y a lo que es y el para qué o el porqué de hacer arquitectura.

Abrió el juego el mexicano Javier Muñoz diciendo que “como no creo en los arquitectos aburridos vine para divertirme y porque me estoy uniendo a una causa que creo que es buena, justa, noble, que necesariamente hay que apoyarla. Creo que es bueno juntarse y que juntándonos salen las cosas mejor y además creo que nunca es malo tener ese espíritu de seguir creciendo, y yo quiero seguir creciendo como arquitecto como persona, quiero seguir aprendiendo. Creo que este es un momento muy importante para que nos juntemos, crezcamos y desde luego nos preguntemos otra vez para qué estamos estudiando arquitectura o para qué somos arquitectos, para qué hemos hecho todo lo que hemos hecho. Yo creo que detrás de la arquitectura, detrás del espacio que hacemos hay un motivo y si no tenemos bien claro el motivo que está detrás del espacio, éste carece de sentido”.

Al señalar que hablaría en “perfecto portuñol”, el brasileño Fernando Viegas quiso “celebrar el momento y la vida desde la obra de Eduardo Galeano que se fue ahora y me acuerdo de una frase tan linda que es: nosotros somos lo que hacemos pero somos más que eso, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos; y esta idea de construcción de cambio  de un líder es algo lindo. Para cambiar la realidad tenemos que conocernos, tenemos que unirnos y en este momento de celebración estamos haciendo eso”.

En “buen mexicano”, el brasileño Mauricio Rocha dijo que le “gustaría mencionar que en esta pinche crisis mundial donde nos está chingando todo el occidente nosotros en América Latina hemos fortalecido el músculo sobre la crisis. Toda la  vida hemos trabajado y hemos chingado para hacer buena arquitectura a pesar de las limitaciones, lo que significa que la crisis no es un problema es una realidad constante. Hoy nos damos cuenta con más claridad cómo países que estaban en un confort y ahora se encuentran en problemas, Europa, Estados Unidos, pero sobre todo Europa, tendieron mucho a la arquitectura del edificio hito, a grandes producciones  en beneficio de la ilusión y del espectáculo que ha fracasado a lo largo de la historia pero el hombre no tiene memoria. Hoy, tras el fracaso nos damos cuenta que lo que hemos trabajado constantemente desde nuestra realidad tiene que ver con el espacio, con el vacio, con la construcción de la ciudad, con la construcción de su gente habitándola y confrontándola. En ese sentido, lo que podemos hacer o debemos hacer o nos cuestionamos el porqué hacer arquitectura tiene mucho que ver y por eso con una convicción  absoluta estamos aquí apoyando, sumándonos al esfuerzo de todos los amigos de Paraguay que han arrancado con esta fantástica idea de hermanarnos, en construir en conjunto, en sumarnos, en seguir por lo menos la infraestructura que nos haga hacer estos espacios y que, si bien ya hacíamos, sigamos realizándolos. Es un momento muy oportuno sin la menor duda, es un momento donde si nos sumamos y si entendemos que la gran arquitectura no está en la grandota arquitectura, que  la gran arquitectura está en la calidad espacial que podemos construir en cada sitio, en cada barrio, en cada lugar con nuestro oficio, pero por sobre todas las cosas con una profunda sensibilidad al contexto, a la gente, a las culturas y desde ese lugar, los jóvenes y adultos de diferentes países podemos hacer algo más grande  de lo que imaginamos, o sea que en un mexicano meramente entendido hay que chingarle y hacer algo muy padrísimo”.

Ricardo Sargiotti, aludiendo a la referida cita de Galeano “que me pareció muy justa, cuando dice que ‘nos la pasamos haciendo cosas para ser quienes no somos’ y para eso tiene que haber una cierta disconformidad, hacer cosas para cambiar, para cambiarnos, que también tiene que ver con que si no conocemos lo que queremos cambiar no sirve para nada. Y voy a hablar un poco del AMERICAnodelsud, del origen de lo que fue esto. Nos conocimos todos divirtiéndonos, nos vamos conociendo en mesas postraumáticas o posconferencias, traumamos a toda la gente que está acá, después nosotros nos vamos y la pasamos bárbaro, ahí es donde realmente tenemos la oportunidad de conocernos y creo que ahí fue donde de alguna forma se fue generando este AMERICAnodelsud que estoy segurísimo y viendo esta noche con más razón todavía, que tiene mil posibilidades para seguir creciendo. Existe coincidencias entre nosotros, existe una afinidad personal, humana, para que esto suceda, si no, las cosas no pasan. Los convenios entre instituciones pocas veces trascienden o tienen éxito. En AMERICAnodelsud tenemos esa tremenda suerte de poder implementar. Volviendo a Galeano y a Solano con su inicio, creo que entre los arquitectos podemos pasarnos discutiendo de un montón de cosas y realmente  son la gran mayoría trivialidades, superficialidades que tienen que ver con el edificio grandote y no con el gran edificio. Pero si nos ponemos a pensar que seguimos trabajando para un máximo del 5 por ciento de la población y sin embargo no se plantea ni se pone sobre la mesa, como queremos poner desde AMERICANO a eso, es decir que como arquitectos seamos finalmente útiles a la sociedad,  me parece que todo el resto de los discursos se caen solos”.

A su turno, el mexicano Augusto Quijano, expresó su agradecimiento  “por estar  en este lugar invitado por Solano” y a renglón seguido se refirió a la pregunta inicial ¿para qué sirve la arquitectura? “La arquitectura sirve para elevar la calidad de vida de las personas y punto. Voy a trabajar y lo haré en un lugar más agradable, voy a desayunar en un lugar más agradable, voy a dormir en un lugar más cómodo. Las personas que tienen sueños, ideales, esperanzas, y deseos y al encargar una casa lo hacen con toda esa serie de cosas, y allá voy como arquitecto a poner todo el interés para lograrlo. Creo que en este caso, efectivamente, los arquitectos trabajamos realmente para el 5 por ciento de la población y hay un 95 por ciento que no tienen esta posibilidad de tener una mejor calidad de vida. Les echamos discursos de materialidad, de espacio, de constructividad de planteamiento de lo que sea, y está bien porque es parte de nuestro quehacer el lograr esa calidad en el producto que vamos a hacer para ellos. La gente acude al arquitecto cuando está en su mejor momento, trabajamos con quien quiere mejorar su vivienda, su vida, su hábitat, su negocio,  por lo tanto, socialmente tenemos una importancia muy grande para poder resolver muchos problemas. La arquitectura forma parte de todas las personas, vivimos en la arquitectura, nacemos en la arquitectura, todo el tiempo estamos en espacios hasta que morimos en los mismos espacios de arquitectura. Somos idealistas. Creo que el mundo ha perdido idealismo. En los setenta uno podía salvar al mundo haciendo arquitectura, ahorita ya se piensa otras cosas, el arquitecto está más impresionado con figurar, estar en el reflector y esas cosas, que por, realmente, hacer algo mucho más profundo”.  

Cerrando la ronda, el mexicano Rocha sostuvo  que “todo lo que hablamos se concentra en dos palabras muy importantes en la arquitectura, en que en la disciplina hay que ser éticos y políticos, la arquitectura por sobre todas las cosas es ética y política con oficio y qué mejor que este momento de encuentro, que este momento de reflexión sea con el gran trabajo y la profunda arquitectura del maestro Paulo Mendes da Rocha.

Y entre aplausos y aclamaciones, subió al escenario el arquitecto brasileño para iniciar el conversatorio, en su idioma vernáculo. Sus pensamientos y reflexiones detallaremos en la edición de junio.

El siguiente día previsto para continuar con esta actividad, el viernes 17, el conversatorio fue con el arquitecto argentino Rafael Iglesia quien fuera adjudicado con el primer AMERICAnodelsud y junto con el arquitecto Solano Benitez, presentaron el proyecto arquitectónico esperado por todos. Y con el arquitecto Peter Zumthor, quien desarrolló el conversatorio con la arquitecta compatriota Gloria Cabral y el arquitecto argentino Ricardo Sargiotti, además de dos traductores para los que no manejamos el inglés, idioma en que se desarrolló la charla.

 

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