Edición N° 406 - Febrero 2017

La Arquitectura, y el discurrir como método para el proceso del conocimiento

 

 

“Si quiero contratar a un empleado, y se presentan dos personas, les pido que lleven una encomienda a un lugar raro. Después de un tiempo, cuando ambos retornan, les pregunto cómo hicieron para llegar. Uno me dice que ya sabía. El otro contesta, que no conocía, pero preguntando, llegó. ¿Qué hago? Voy a contratar al que preguntó. Ese va a llegar, siempre”

Este es uno de los ejemplos que comparte el Arquitecto Julio Decoud, Director de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Columbia, para expresar cómo es el proceso de aprendizaje que implementan con los alumnos.

Para Decoud, el individuo que depende del conocimiento o de lo que el maestro le haya enseñado no podrá triunfar en la vida. Sólo podrá hacerlo, “aquel que sabe salir del paso en cualquier oportunidad, y esto no es solo para la Arquitectura, en cualquier caso que se te presente en la vida, podrás lograrlo gracias a la información, a la pregunta y al aprendizaje propio”

En esta carrera de la Universidad Columbia, el método académico es el aprendizaje y el auto aprendizaje. Sus directivos defienden la idea de que este método debe ser más importante, que la enseñanza. Lo que no aceptan es que el alumno no participe en clase y se convierta en un espectador, “uno no sabe si está durmiendo o pensando en quién”.

La diferencia está en que los estudiantes siguen la clase con la computadora, conectados a internet, para investigar. No son receptores, sino participantes, expresa Decoud, con mucho énfasis.

Como el alumno tiene la independencia total de la información, está habituado a buscarla, al recibirse, ya tiene una competencia en su vida profesional. Porque  “no debe existir una diferencia radical entre el aprendizaje y la práctica, una salida en la que no se note el cambio, es eso lo que buscamos”

Otra característica de esta Facultad acreditada en el 2015 por la Aneaes, Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (http://www.aneaes.gov.py/), por el período 2015-2020, es la posibilidad de que los estudiantes puedan trabajar solos. Porque se capacitan desde el primer año con el programa BIM (Building Information Modeling) donde ya no se les exige dibujar un montón de láminas dependientes unas de otras que además les absorbe mucho tiempo. Este sistema es una representación digital de procesos de construcción en tres dimensiones y en tiempo real. “Toda la información está ahí y si cambio una cosa, se cambia todo. No puedo mentir. Esto demuestra integridad y veracidad de la información. Eso es BIM”, explica Decoud

Para él, es claro que el mundo ha evolucionado, “no podemos tener una Facultad del siglo XX, en el siglo XXI”

Con estos elementos, el profesional tiene una independencia absoluta, si quiere trabajar solo, lo puede hacer, no necesita ayudantes. “Tenemos alumnas, profesionales con dos hijos, sin niñera y sin mucama, trabajando y haciendo un proyecto por semana…por qué? Porque está en la computadora, llora el bebé, va le da la leche, y luego sigue trabajando, y lo termina.

 

¿Pero cuáles son los ejes fundamentales de la carrera?

Además del método de aprendizaje y el trabajo con el programa BIM, los estudiantes deben presentar sus proyectos en cuatro campos fundamentales.

Uno de ellos, es la sujeción absoluta a las condiciones socio comunitarias, donde la estructura social es importante. “Trabajamos con problemas reales, no trabajamos como en una isla en el Caribe, trabajamos una casa en la Chacarita, una casa en tal barrio, para tal gente, para tal otra”.

Los proyectos deben ser económicamente sustentables en todo el proceso, no solo en la concepción de la obra, también en la conservación y utilización en el tiempo. Adaptados a las personas que vivirán en ella. “Porque si tenemos que tirar abajo a los cinco años, la obra fue un fracaso”

Otro de los elementos, incluso trasversal a todo el proceso de aprendizaje, es el determinante ambiental, el aprovechamiento de los vientos y de la luz solar, “a los efectos del ahorro en energía eléctrica y al bolsillo”

En relación a la tecnología, estudian la que tenemos en el país, pero además traen profesionales que vienen con conocimientos de nuevos métodos constructivos.

Desde el primer curso, los estudiantes manejan estos cuatro campos en sus proyectos: el ambiental, económico, sociocultural, y tecnológico, explica la Arquitecta Beatriz Franco Paats, Vicedirectora de la carrera.

Otra característica de la Facultad de Arquitectura de Columbia es que en el quinto, -el último año-, ya están preparados para presentar trabajos de un nivel profesional de excelencia. Realizan su proyecto final de carrera, la tesis, bajo la dirección de seis profesionales en cada campo. Y la redacción con las Normas APA, Asociación Psicológica Americana (American Psycological Association) (conjunto de reglas, requisitos necesarios con estándares internacionales de redacción, presentación y publicación) que acompañan el análisis teórico.

Durante el trabajo, los estudiantes realizan un seguimiento de planes municipales, departamentales o del Ejecutivo, así adquieren un conocimiento real para plantear soluciones acordes. 

En el campo tecnológico, deben presentar las instalaciones, sistemas constructivos, lo que sumado a la evaluación del impacto ambiental, el plan vial, la seguridad en la construcción, un cronograma y un presupuesto, -tratando de ajustarse a la realidad-, les hace competentes a la hora de salir. “No están en una burbuja, tienen mucha práctica”

 

Discurrir

Pero el eje de la enseñanza, insisten los directivos, es el método del discurrir, cuyo proceso es: información, discurrir, entender y aplicar.

Incluso, plantean para el año próximo, el aprendizaje multietáreo, donde dos cursos que tienen la misma materia pero con distintos niveles, serán dirigidos por tres o cuatro profesores.

Para el Arquitecto Decoud, este modelo permite que los docentes se preparen mejor, porque tendrán que leer y coordinar todos los pensamientos y la diversidad. En tanto, el estudiante tendrá la posibilidad de analizar lo que dice el docente, y “si no está de acuerdo, entra el método del “discurrir”, la discusión del tema es lo que les hace pensantes, no son simples observadores”

Y la materia no termina hasta aplicarla. “No tenemos ni un solo punto donde no exijamos que nos muestren en proyectos, y como decían los chinos desde hace cinco mil años, hasta que uno no se involucra, no aprende. Cuando hace algo con lo que sabe, ahí recién se aprende”

 

¿Y quiénes son los docentes que aplican los métodos de aprendizaje exigidos en esta carrera?

Ese es el desafío enfrentado con un planeamiento que fue incorporando rápidamente a sus egresados. Hoy tienen casi el 50% de profesores de la misma carrera, explica la Vicedirectora Franco. “Son nuestros egresados, quienes entienden la metodología de trabajo, comprenden la gran diferencia, valoran y pueden transmitir con conocimiento de causa”

La Arquitecta comenta que los jóvenes educadores se actualizan rápidamente. “Hay un crecimiento simultáneo del conocimiento en la tecnología, entre el docente y el estudiante, van investigando y construyendo  juntos el conocimiento”.

Y recomienda que los profesores permitan el uso de la tecnología, la herramienta que el joven utiliza permanentemente. Deben “animarse a hacer esa prueba para ver cuál es la diferencia en tiempo y en calidad del aprendizaje. Este es el desafío para los docentes”

En la misma línea, el Director Decoud recomienda a los profesores, que “vivan el mundo de hoy, que vivan el siglo XXI y que vean lo que hacen los jóvenes. No los miren como unos fenómenos raros, los fenómenos raros somos los viejos cuando no nos aggiornamos.”

Y sentados bajo la sombra de algunos árboles de mango en la Universidad Columbia de Paraguay, complacidos, aseguran que un egresado de esta carrera de Arquitectura, es “una persona independiente, competente, porque no dice que eso no le enseñó el profesor, él sabe buscar la información desde el primer día de clase y como el mensajero, preguntando llegará al lugar.”

Para ellos, el conocimiento es integral, completo.  El aprendizaje en la cabeza se ordena como el árbol que tiene ramas; pero qué pasa con las hojas, se cambian, y las hojas son las informaciones, antes se decía que la tierra era plana, y luego dijeron que la tierra era esférica y que giraba, entonces se saca la hoja y se pone una hoja nueva, pero la estructura del conocimiento es el mismo, lo que se debe renovar siempre son las hojas. Ese es el conocimiento.

 

Desafíos

Todavía existe el pensamiento de que la Arquitectura es como una moda de vestido lindo que uno tiene que lucir, y la Arquitectura es más que eso, asegura el Arquitecto Decoud. Es categórico al expresar que con ese pensamiento “de pronto se toman edificios de Suecia, todos de vidrio y lo ponen acá, y resulta que Suecia tiene un problema de iluminación muy distinto al nuestro y una temperatura de verano de 25° y nosotros tenemos 40°, con el 90% de humedad. Y aquí lo corrigen, con elementos artificiales como  los acondicionadores de aire, que a la larga cuesta caro”

Entonces, uno de los desafíos de la Arquitectura, es la exigencia socio cultural de nuestro medio, al aprovechar las condiciones del  medio, sin destruirlo y utilizar al mínimo la energía no renovable. Utilización de los elementos más constructivos, el uso de los materiales más adecuados y la sostenibilidad económica de la obra proyectada en su fase de diseño, construcción, mantenimiento y duración útil. El respeto de estos puntos es fundamental, para el Director Julio Decoud

Explica que la Arquitectura es una solución espacial para que el ser humano  pueda realizar dentro de ella sus necesidades fundamentales, como habitar, recrearse, también educarse, circular. 

Ahora bien, desde el punto de vista de una disciplina artística es muy especial, porque no es un arte libre. “El arquitecto no puede hacer lo que se le antoja, tiene que hacer lo que necesita el hombre y su estructura social, el medio ambiente y sus potencialidades, sus características, la tecnología que tiene que utilizar, los materiales que tenga disponibles, y  la economía que tiene que regir, en todas sus fases, hasta en la conservación , eso es Arquitectura

Entonces, la Arquitectura para nuestro país, tiene que ser adecuada a nuestro clima, y “la forma estética tiene que surgir de nuestras cosas, porque la forma estética en todo el mundo es el resultado de la manifestación cultural”, de la aplicación de lo mejor para ese lugar, entonces la estética en un lugar de clima cálido debe ser justamente la protección ante la naturaleza.

En nuestro caso, la incorporación del vegetal, la utilización racional del vidrio, con espacios externos e internos de ventilación y de recogimiento. Cita como ejemplo, al campesino que hace una enredadera y es el lugar más fresco que tiene, donde toma tereré o almuerza. Para los Arquitectos Decoud y Franco, esa es la belleza! Y ese concepto se discute desde el primer día con los alumnos.

“Toda la preocupación del mundo es esa, no agredir a la naturaleza y aprovechar al máximo la energía natural,  renovable, la numero uno… el sol.”

 

Enseñar a  aprender y desaprender

Nuevamente, la educación se torna imprescindible. Plantean que los alumnos investiguen en las escuelas, sobre el significado del clima, que puedan salir a la calle y cuestionarse si se sienten mejor en uno y otro lugar, y cuáles son los elementos que le permiten  liberar el calor. Aquí el ambiente vegetal, es muy importante.

El Arquitecto Decoud, es categórico. Se precisan cambiar todos los programas de aprendizaje y de enseñanza. Enseñar a aprender las cosas y desaprender lo que no hace falta. “Por ej. La escuela debe tener el baño, mejor que el Sheraton. ¿Por qué? Porque así cuando el niño vaya a su casa y vea el baño que tiene, se enoje, y pelee por tener uno mejor. Si ve que el de su escuela es igual al de su casa, dirá… y bueno, si también en la escuela es asì.

Decoud defiende que el aprendizaje se da con el ejemplo. El Estado debe tener escuelas modelos, donde enseñar, “hay que enseñar lo que la gente tiene que pelear para tener, pelear para subsistir”

La Arquitecta Franco cita al proyecto “Horizonte 2020”, http://www.educacionjesuitas.es/noticias/248-horizonte-2020-un-nuevo-modelo-pedagogico como una revolución en el aprendizaje. El estudiante debe ser el protagonista de su propia elección, de lo que quiere aprender, investigar en ambiente de libertad reconociendo la diversidad de estudiantes, donde cada uno tiene su tiempo, y en ese rumbo se lo orienta. El objetivo es terminar el proyecto, respetando la diversidad. También es multietáreo. “Distintas edades en un aula, allí está el aprendizaje. Nosotros ya nacimos con el proyecto 2020”

En este esquema, explica Decoud, el examen debe ser una aplicación, “y no… saber en qué año murió Napoleón. Lo que interesa es saber cómo preguntar para llegar adonde quiere ir, no que sepa de memoria los lugares adonde debe ir”. Se precisa saber cómo enfrentar y solucionar el problema.

Durante la carrera, el proceso tiene una puntuación del 80% y solo 20% es el  examen, donde nuevamente es aplicación del conocimiento.

La Arquitecta Franco recuerda, a la artista y educadora paraguaya, Olga Blinder http://66.147.244.127/~schvartz/olgablinder/Olga_Blinder/Inicio.html como una innovadora, porque en el Instituto Superior de Arte, ISA, que ella dirigía, “nunca hubo examen, todo fue y es proceso y ganaron  premios internacionales”. Para ella esto no es algo nuevo en Paraguay, “lo que pasa es que hay como una resistencia al cambio.”

El concepto que también trabajan es el menor tiempo posible en la Universidad, el alumno tiene que salir enseguida y salir competente para trabajar en la profesión.

La idea fuerza que defienden, es que, en Paraguay debe haber una revolución, un cambio de mentalidad en torno al proceso de aprendizaje, porque de lo contrario “seguiremos caminando lentamente, mientras el mundo va a pasos agigantados, defiende la Vicedirectora Franco.

Para ello se precisa cambio de actitud y “entender que el colegio no tiene que ser una carrera militar sino un espacio donde el niño desarrolle su creatividad y que realmente sepa lo que el día de mañana quiere aprender, no tener más individuos frustrados, porque pintó un árbol de una manera, y le dicen que solamente tiene que ser verde”

Para ella, el maestro no solo debe estar enseñando, dar lo que tiene en la mente, también debe “permitir que el alumno aprenda con sus propias herramientas, hablamos de libertad de capacidades, de competencias”

En tanto Julio Decoud recuerda a Albert Einstein, cuando dijo que todos los niños potencialmente son unos genios, hasta que van a la escuela. Allí le cortan la iniciativa. Lo atemorizan.

Por eso plantea “una renovación del sistema, hay que cambiar totalmente, y la escuela pública debe tener el papel más importante, porque está dirigida a la mayoría de la población. Necesitamos cambios en la mayor parte, la menor parte cambia sola, tiene posibilidades de viajar a Europa, EEUU. Pero nosotros necesitamos que el pueblo cambie, y la escuela pública tiene que ser una herramienta de educación, no de enseñanza, sino de aprendizaje”.

 

Beatriz Franco Paats

Arquitecta, egresada de la Universidad Nacional de Asunción. Máster en Ciencias Ambientales y Políticas Públicas. Máster en Educación. Máster en Arquitectura del Paisaje.

Julio T. Decoud

Arquitecto graduado en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República Oriental del Uruguay. Además Town and Country Planning Certificate (Certificado de Planificación Urbana y Territorial) en la Universidad de Newcastle upon Tyne, Gran Bretaña.

Ejerció la profesión por más de 50 años y la docencia Universitaria en la Universidad Nacional por 33 años (jubilado como Profesor Titular en la Facultad de Arquitectura).

Ejerce hoy la Dirección de la Carrera de Arquitectura en la Universidad Columbia desde su fundación en 2006. Carrera Acreditada por Aneaes  por el período 2015-2020. Aparte de la Dirección tiene la Cátedra de Tecnología Ambiental Sostenible  y Taller Integral, ambas del primer año.

Profesor arquitecto Roque Cabral Sánchez

Arquitecto graduado de la Universidad Nacional de Asunción, donde también ejerció la docencia durante 30 años.

Actualmente, es profesor de Tecnología y Procedimientos de Construcción II y III, y Matemática I, en la Universidad Columbia del Paraguay, UCP y docente de tiempo completo de la Carrera de Arquitectura en la misma Universidad.

Obtuvo el Posgrado en Didáctica de la Educación Superior, así como también en Metodología de la Investigación, cursado con el doctor Anton Baron en la UCP.

Encargado del Laboratorio de Arquitectura y de la Coordinación de Investigación y Extensión para los estudiantes de la carrera de Arquitectura de la UCP.

Se capacitó en Arquitectura Bioclimática con el doctor arquitecto Gernot Minke en Práctica de la construcción sostenible, Emboscada, Paraguay, 2013.

 

 Texto y fotos de Estela Núñez

 

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