Edición N° 413 - Septiembre 2017

Lo mejor que leímos

 

 

La pobreza tiene cara de político corrupto

Un titular periodístico informaba en estos días que la Pobreza (en Paraguay) tiene cara de niño. Lo siento, pero no estoy de acuerdo. Aunque entiendo lo que quería decir, ya que hablamos de un informe sobre pobreza. La verdad es que en el Paraguay la pobreza tiene cara de político corrupto.

Por si se les perdió la información, les cuento que más de 600.000 niños, menores de 10 años, se encuentran en situación de pobreza; y en esos hogares sobreviven con menos de 21.000 guaraníes por día, según el informe La infantilización de la pobreza, realizado por el Centro de Investigación Aplicada (CIA) del Observatorio Económico de la Facultad de Ciencias Contables, Administrativas y Económicas de la Universidad Católica.

Si necesitan más datos, aquí van: el 40 por ciento del total de los niños son pobres; y atiendan bien: 136.000, el 9 por ciento del total de niños del país, viven en pobreza extrema.

Vivir en pobreza extrema no significa solamente vivir en un vecindario feo, sin agua potable, energía eléctrica, ropas de abrigo, internet o alimentos; significa básicamente estar excluido de todo. En el caso concreto de un niño, representa estar excluido de cada mínima posibilidad de bienestar, presente y futuro.

Conocen el discurso de esos predicadores que te dicen: “Si querés, podés...”. Bueno, eso nunca en esta vida se va a aplicar a un niño paraguayo que vive en pobreza extrema, porque esa pobreza y la desigualdad van a perseguirlos a lo largo de su vida y le van a privar de ir a la escuela y hasta es posible que llegue a la escuela, pero como no tuvo los alimentos necesarios, las secuelas de la desnutrición le van a pasar la factura y le va a costar aprender algo. Y, después de eso, si llega a sobrevivir a una mediocre escuelita pública (si no se le cae el techo sobre la cabeza) va a saber que no es fácil, que en este mundo supermegaglobalizado necesitás más herramientas para conseguir un trabajo decente.

Ese niño que vive en pobreza extrema necesitará que la Fuerza le acompañe para desarrollar sus capacidades y sus talentos, y convertirse en un ciudadano feliz.

Cada niñito pobre vive en esa condición por culpa de la niñera de oro y del diputado que la protege; como también por culpa del diputado que les paga a sus caseros con el dinero de la gente.

Todos los políticos mentirosos y corruptos, sus parientes que se aprovechan y consiguen cargos, y cada una de las amantes que también vive de los impuestos que aporta el pueblo paraguayo son responsables de la pobreza. Y también vos, vos que les votaste a ellos.

 

Brigitte Colmán

UH

18.07.17

 

 

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