Edición N° 428 - Diciembre 2018

Lo que se debe saber sobre la ventilación

 

Colaboración del ingeniero Adalberto González Torres, presidente de la empresa Tecnocentro.

Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud realizadas en 2009, cada año se producen más de dos millones de muertes prematuras atribuibles a los efectos de la contaminación atmosférica urbana y de la contaminación del aire de interiores (causada por la utilización de combustibles sólidos). Más de la mitad de esa carga recae sobre la población de los países en desarrollo (S&P). Teniendo en cuenta este enunciado más las circunstancias vividas el día a día, es innegable que debemos otorgar un lugar preferencial a la ventilación y el tratamiento del aire.

Antes que nada, es relevante poder reconocer los agentes que afectan la salud, y que deben ser combatidos.

De acuerdo al artículo “Los efectos de la contaminación atmosférica en la salud de las personas” realizado por S&P, los contaminantes son: las partículas sólidas, las cuales aumentan los síntomas de las enfermedades respiratorias, reducen la función pulmonar y son la principal causa de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

El ozono, cuyos altos niveles pero de corta duración pueden afectar de forma temporal a los pulmones, el tracto respiratorio y los ojos.

El dióxido de carbono que se produce como consecuencia del tráfico de rodados, provoca la disminución pulmonar y aumenta el riesgo de aparición de enfermedades y síntomas respiratorios como bronquitis, tos y flema.

Continuando con la lista, nos encontramos con el monóxido de carbono, el cual reduce la capacidad de transporte del oxígeno en la sangre e impide que éste llegue al resto del cuerpo.

Los metales pesados también forman parte de ésta lista, siendo el plomo uno de los más dañinos, y según la OMS “no existe un nivel de exposición al plomo que pueda considerarse seguro”.

Y por último, el benceno, muy utilizado en la industria química, es un contaminante atmosférico potencialmente cancerígeno.

Para reducir los efectos de los contaminantes atmosféricos es muy importante mantener una buena circulación renovando y filtrando el aire. La correcta ventilación juega un papel importante en éste tema.

Se entiende por ventilación la sustitución de una porción de aire, que se considera indeseable, porque aporta una mejora en pureza, temperatura, humedad, etc.

Las funciones de la ventilación para los seres vivos, entre ellos las personas, les resuelven funciones vitales como el suministro de oxígeno para su respiración y a la vez les controla el calor que producen y les proporciona condiciones de confort, afectando a la temperatura, la humedad y la velocidad del aire.

Las funciones de la ventilación en las máquinas o procesos industriales permiten controlar el calor, la toxicidad de los ambientes o la explosividad potencial de los mismos, garantizando, en muchos casos, la salud de los operarios que se encuentran en esos ambientes del trabajo.

Existen dos tipos de ventilación: la general o denominada también de dilución o renovación ambiental, y es la que se practica en un recinto renovando todo el volumen de aire del mismo con otro de procedencia exterior. Y la localizada, que pretende captar el aire contaminado en el mismo lugar de su producción evitando que se extienda por el local.

Las variables a tener en cuenta son la cantidad de polución que se genera, la velocidad de captación y el conducto a través del cual se llevará el aire contaminado hasta el elemento limpiador o su descarga.