Edición N° 383 - Marzo 2015
Los Pritzker Mendes da Rocha y Zumthor en el AMERICAnodelsud
El AMERICAno del sud es una gira de autoconvocados continentales que tiene por finalidad sostener la producción de proyectos arquitectónicos ajenos al ámbito financiero y en compromiso con la expansión disciplinar. Los miembros de esta agrupación son: Alejandro Aravena (Santiago de Chile), Solano Benítez (Asunción del Paraguay), Angelo Bucci (San Pablo, Brasil), Rafael Iglesia (Rosario, Argentina), José María Saez (Quito, Ecuador) y Ricardo Sargiotti (Córdoba, Argentina). La iniciativa cuenta con el apoyo de la Fundación En Obras (organización independiente y sin fines de lucro), cuyos fundadores son los arquitectos Silvana Codina y Mario Corea. Su amplio espectro de incumbencia le permite a esta fundación ser anfitriona de iniciativas vinculadas al quehacer arquitectónico.
Con el fin de reunir los fondos necesarios para llevar adelante el objetivo se realizó el tour AMERICAnodelsud 2013, consistente en tres encuentros en diferentes ciudades de la Argentina.
Este año Asunción será la sede de la próxima colecta que tendrá lugar el 15 de abril. “En celebración de esta acción constituyentemente humana, los arquitectos Paulo Mendes da Rocha y Peter Zumthor han aceptado sumarse a la causa, motivo por el cual vendrán a nuestro país, y su presencia servirá para recaudar los fondos que aplicaremos a nuestro accionar de compromiso. El AMERICAno buscará constituirse y promover sus fines, de integridad humana, restaurando la América y no del Sud como territorio social donde radicar la equidad como razón fundadora del existir”, señala el arquitecto Solano Benítez.
Esta causa disciplinar de la arquitectura -involucrada con la equidad social, promotora de investigación y desarrollo para la producción de nuevos conocimientos, como accionar restaurativo de la integridad humana- colecta solidariamente, en periodos bienales, comprometiendo los recursos obtenidos en contrataciones para la elaboración de proyectos destinados a zanjar la brecha de exclusión social.
Dos terceras partes de los recursos resultantes constituirán los fondos para las contrataciones de proyectos del america[no] local, en asignaciones referenciales a los 20.000 dólares a jóvenes y/o colectivos practicantes de la arquitectura, que sean seleccionados en convocatoria nacional y a resultas de juzgamiento, por electores referentes de connotada condición ética y competencia científica.
Una sexta parte constituirá un parcial en integración del fondo para la contratación del proyecto del AMERICAno global, referido a la más importante bolsa de premiación vigente en la disciplina a nivel mundial, a quien sea seleccionado en convocatoria internacional y a resultas de juzgamiento, por electores referentes de connotada condición ética y competencia científica.
Y la otra sexta parte se destinará en apoyo a la gestión de constitución de la siguiente sede donde se celebre la convocatoria.
“Nosotros somos seres imaginarios”
El arquitecto Solano Benítez, reflexiona y explica el significado de fondo del AMERICAnodelsud.
Los seres vivos se aproximan por simpatía, se repelen por antipatía, interactúan por empatía, como todos los seres vivos somos conscientes de las definiciones que hacen a nuestro carácter de individuo, pero los humanos somos seres imaginarios porque asumimos que nuestra condición mínima constituyente es dual, el mínimo humano es dos, nuestra humanidad inicia al momento que imaginamos que somos nos-otros; y el nos-otros me constituye, emprendiendo mi cuidado cuidándonos, necesitando el que estemos bien para estarlo. Esta construcción imaginaria que minimiza en dos, se extiende hasta en grandeza al todos, al nos-otros los seres humanos.
Lo mejor que hemos hecho como colectivo social, expresado en la manera en que habitamos, ha dejado a mas de nuestra mitad existiendo en pobreza, y a un cuarto de quienes somos subsistiendo en miseria; solo quienes por mucho se distancian en esta brecha de inequidad social, un número muy reducido de personas, consigue ser asistido por un médico, un abogado, un odontólogo o un arquitecto; y si estos practicantes profesionales predisponen atenciones a sus próximos opuestos en inequidad, la sociedad penaliza su accionar, cortándoles la luz, el agua, o el teléfono, y en insistencia les sentencia a integrar pobreza, y perseverando miseria.
Lo mejor que hemos hecho en el repetir de acciones sobre nuestros conocimientos disciplinares, perpetúa el presente escenario de celebración individual y de agonía humana, -amparo del privilegio jerárquico de un número cada vez menor de personas-. En nuestra salvaguarda, debemos confrontar la presente realidad con un hacer distinto, el que tenga por anhelo un resultado distinto, el que genere un paisaje distante al de la complaciente resignación. Debemos producir conocimientos nuevos instrumentalizando investigación y desarrollo, motorizando las oportunidades que logren acortar la brecha de exclusión social, promoviendo equidad, como acto constituyentemente humano.
De alentar prácticas pertinentes, trata un pequeño número de premios a lo largo del planeta, surgidos desde fines del siglo XIX, cuando en números éramos siete veces menos que a la fecha y en general desde el arrepentimiento y los buenos deseos de enmienda. La vara referencial la impuso Nobel y sus fondos fiduciarios a ser aplicados en las primeras 5 disciplinas, unos 100.000 dólares por premio en promedio desde su instauración, dedicados a la paz, la física, la química, la medicina y la literatura y que sectarios grupos sucesivos en expansión y por elocuente contagio se fueron sumando, Pulitzer, Pritzker, etc.
Sin connotados mecenas y como consiente colectivo, nuestra sociedad se moviliza con fuerza restauradora ante las causas que logra hacer propia, rememorando sus razones fundacionales como… construcción, auxilio y defensa, y su gesta no invisible motiva banderas que se despliegan como expresión de su fortaleza tutelar, colectando firmas y conciencia, dinero y especias a favor de ballenas, techo, prevención, género, identidad, enfermedades, rehabilitación y muchos otros etcétera.