Edición N° 402 - Octubre 2016

Noti Mandu'a

 

 

Un arquitecto convertido en arte

La inusitada obra de la artista y escritora estadounidense Jill Magid  que convirtió en diamante -que adorna un anillo de compromiso- las cenizas del arquitecto mexicano Luis Barragán y a la que califica “una idea poética”. Artículo publicado -en septiembre- en la revista Ñ de Clarín por el periodista Eduardo Villar. ¿Concordarán con la artista los lectores de Mandu’a?

 

Algunos artistas contemporáneos parecen embarcados en una competencia para ver quién produce la obra más extravagante.

El mes pasado  (agosto) se llevó merecidamente la medalla de oro la artista y escritora estadounidense Jill Magid (Connecticut, 1973). Para llevarse el oro tuvo que poner un diamante. Pero no uno cualquiera: este es un diamante fabricado con los restos incinerados del cuerpo del arquitecto Luis Barragán y montado en un anillo.

No es una metáfora: la artista retiró las cenizas de la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres (un monumento que guarda los restos de las figuras más importantes del estado de Jalisco) y se las llevó a una empresa que fabricó con ellas el diamante y lo montó en el anillo.

Perdonen si estoy siendo reiterativo. Es que cuando uno no puede creer algo, tiende a repetirlo como un estúpido: arquitecto-Barragán-cenizas-diamante-anillo.

El anillo se llama The Proposal (La propuesta de matrimonio) y es una obra de arte que formó parte de una exposición realizada con el mismo título en la Kunst Halle Sankt Gallen, en Suiza.

Pero vayamos por partes, como dice el chiste que decía Jack, el destripador. Luis Barragán (1902-1988) fue un arquitecto venerado en México y admirado en todo el mundo, creador de un estilo especialísimo y de obras icónicas. Es el único mexicano y el primer latinoamericano que recibió el premio Pritzker (1980).

Acá viene la parte -con permiso de Jack- que presuntamente explica esta obra conceptual: en 1995 Rolf Fehlbaum, presidente de la empresa Vitra, compró el archivo profesional de Barragán -incluidos los derechos de su nombre y su obra- y los ofreció como regalo de compromiso a su novia Federica Zanco. Desde entonces el archivo está en Suiza, cerrado al público. A Jill Magid se le ocurrió entonces ofrecer este anillo de compromiso a Federica Zanco, a cambio -no de su amor- sino de la devolución del archivo del arquitecto a México y al público.

En una entrevista con la revista mexicana Código, Magid cuenta: “El 23 de noviembre de 2015 retiré de la urna depositada en la Rotonda, 525 gramos de los restos cremados de Barragán. Inmediatamente volé con ellos a Coira, en Suiza, donde fueron cristalizados en un diamante de 2.02 quilates”.

Hay mucho más discurso, pero ese es el centro de la cuestión, que concluye ahora con The Proposal en Suiza y Ex-Voto, otra muestra relacionada, en la galería Labor, de México. Ella dice que es una idea “poética”. A mí me parece una ocurrencia extravagante.

 

 

Fuente

www.revistaenie.clarin.com

 

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