Edición N° 421 - Mayo 2018

Noti Mandu'a

 

 

La sorprendente iglesia construida con árboles vivos

El hacedor es Barry Cox quien ha tardado cuatro años en levantar el colosal edificio “que vive y respira” en Nueva Zelanda y describe la iglesia árbol como un “acogedor refugio luego del ajetreo de la vida cotidiana”.

Se trata de una estructura que está viva y respira. Con 1,20 hectáreas de distintivos jardines, la iglesia fue inspirada por el amor que su autor siente por la arquitectura, particularmente el diseño y la construcción de iglesias.

“Salí de casa por la puerta de atrás y pensé: ese espacio necesita una iglesia”, asegura Cox, recordando cómo comenzó todo un día de abril del 2011. Así que, ni corto ni perezoso, se puso manos a la obra. Lo hizo cerca de Cambridge, en Nueva Zelanda, la misma ubicación donde fue filmada la exitosa trilogía de El señor de los anillos.

Barry ha sido aficionado a la arquitectura religiosa durante toda su vida, una inclinación que atribuye a sus antepasados italianos. Tenía claro que quería que “el techo y las paredes fuesen muy diferentes para poner de relieve las proporciones”. Por eso para la cubierta escogió el aliso, un árbol flexible y capaz de doblarse adoptando la forma de la estructura de hierro temporal. En pocos años, las propias ramas acabarán formando esa armazón. Además, sus hojas caducas permiten la entrada de la luz en invierno, ayudando a conservar el césped del suelo.

Para las paredes, ha escogido un árbol de té australiano. Su follaje es grueso y su color recuerda al de la piedra, algo que ayuda a recrear la atmósfera que el lugar requiere. El interior está decorado por un sinfín de variedades de flores y árboles, como rosas, camelias y abedules.

Día tras día, durante cuatro años, Cox fue capaz de hacer realidad su sueño: hoy puede presumir de una iglesia viva, que respira y florece,  y con capacidad para 100 personas.

Su idea inicial era reservar el templo para él mismo, para tener un rincón apartado y tranquilo donde reflexionar... pero no pudo decir “no” a su sobrino quien le pidió permiso para casarse allí. Después vinieron otros familiares, otros amigos, y otras parejas que también querían disfrutar de la iglesia, al menos durante unos minutos. Así que el artista ha cedido a la presión popular y abrió al público su magnífico edificio. Incluso tiene su propia página web de presentación. Sin duda, un monumento así merece ser conocido.

El video está disponible en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=iIZkvQbB0CU

 

Fuente

http://www.abc.es

 

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