Edición N° 433 - Mayo 2019

Quyquyhó: ¿patrimonio vence a “progreso”, esta vez?

 
  • Calle aún empedrada donde se aprecia la arquitectura colonial.

  • Milda Rivarola en amena charla con Mandu’a, en su casa de Quyquyhó

  • Residencia de Milda Rivarola.

  • Dormitorio de la vieja casona restaurada.

  • La máquina frente a la casa de Rivarola intentando iniciar los trabajos.

  • Guardias privados custodiando la seguridad de la historiadora y su vivienda tras el violento escrache.

  • Panorámica del pueblo con el templo en primer plano.

  • Mapa del casco centrico de Quyquyhó que delinea el perimetro declarado patrimonio cultural nacional por la SNC.

  • 1. La antigua iglesia franciscana Natividad de María.

  • 2. Casa familia Carreras.

  • 3. Casa familia Bareiro.

  • 6. Casa parroquial.

  • 4. Tira de casas a la derecha de la iglesia.

  • 8. Casa familia Ortíz, ex Samaniego.

  • 7. Casa familia Bareiro Barreto.

  • 9. Casa familia Derenne.

  • 11. Escuela Básica Nº 76, General Fulgencio Yegros.

  • 10. Casa familia Cabañas Seall.

  • 12. Casa familia Cano.

  • 13. Casa familia Ortíz, ex Rivarola.

  • 14. Casa familia Avalos.

  • 15. Casa familia Fanego, ex Aponte.

  • 16. Casa familia Barreto Derenne.

  • 17. Vivienda de Milda Rivarola, ex Aponte.

  • 19. Casa familia Caballero.

  • 20. Casa familia Domecq.

  • El asfalto ya en el pueblo.

  • Asfalto sin terminar de la Ruta que une Quyquyhó con Caapucú.

 

En la entrevista con Mandu’a, la historiadora Milda Rivarola cuenta los pormenores de la lucha en la defensa de los valores patrimoniales de la localidad, que ha tenido sus frutos. La SNC ha declarado patrimonio cultural nacional al centro histórico de la localidad

“Atropellan la vivienda de la historiadora Milda Rivarola”, titular de la noticia aparecida en los distintos periódicos locales el pasado lunes 25 de marzo, de la que se hicieron eco los medios radiales y televisivos, aunque como estamos en la era digital, internet tuvo la primicia. El suceso se dio el domingo 24. ¿Que causó semejante desmán? El Mopc puso en marcha el proyecto de asfaltar 122 kilómetros de empedrados en el departamento de Paraguarí y el primer tramo es el de Caapucú -Quyquyhó, de 31 kilómetros. La cuestión es que la obra, si llega a entrar al  pueblo mismo,  perjudicaría al patrimonio histórico, lo que provocó la crítica de la historiadora, quien tiene su residencia en Quyquyhó, sin ser la única que rechazaba el proyecto por el motivo expuesto.

Mandu’a viajó hasta esa localidad para entrevistar a la víctima del atropello y así conocer de primera mano qué y cómo se sucedieron los hechos.

Tras los saludos de rigor y un breve recorrido por la casa, una centenaria edificación, “de los primeros años del siglo pasado”, según comentó durante la charla, le pedimos que nos relate cómo se inició su relación con la ciudad y sobre todo la historia de los acontecimientos.

Y así comenzó a desgranar lo sucedido.

- Mis abuelos vivieron mucho tiempo en Caballero, departamento de Paraguarí, que hasta las décadas sesenta-setenta era un pueblo hermoso y hoy está muy destruido. Como la casa del abuelo fue donada al Ministerio de Educación, los primos Rivarola quedamos con la idea de comprar otra parecida en algún pueblo de ese departamento.

Andrés Rivarola Casaccia, uno de los tantos primos, entonces viceministro de Obras Publicas, me ofrece pasar por Quyquyhó y ver si hay por ahí una casa antigua. Fue solo llegar y enamorarme perdidamente del lugar, era todavía camino de tierra. Empecé a buscar una casa de fin de semana, en principio. El inconveniente que tienen las propiedades en muchos pueblos del Paraguay es que como hay que abrir sucesión de bisabuelos, las casas no tienen título, te ofrecen la venta por contrato privado. Al final vi que esta casa estaba en venta, era de los Aponte, la compré a una biznieta de Juan Ascencio Aporte, uno de los fundadores del partido Liberal, héroe de Acosta Ñu, eso fue en 2011.

 

¿Hubo mucho que restaurar?

- La restauración significó básicamente rehacer la electricidad, agua, área de servicio con cocina, pieza y baño, de ambos espacios hice uno solo: un baño grande, cambié algunas ventanas de maderas dañadas, las paredes tenían varias capas de pintura, levanté todo y se pintó de nuevo, hice canaletas abiertas de corrida de agua. En ese entonces me estaba haciendo una casa en Asunción para mudarme allí, en el barrio Los Laureles. Pero en el 2012 decidí que no quería vivir más en Asunción, alquilé la casa recién terminada y me vine a comienzos del 2013.

Colombino, mi padre adoptivo, planteó hacer un baño adentro de la casona, pero le pedí que no interviniera nada, mantendría el baño afuera, que es el hábito de casonas rurales antiguas.

Parte de las losetas de cerámica estaban destrozadas, pedí a la empresa Pozzi el modelo original, es la misma empresa que había hecho los pisos originales en 1900. Supongo que esta casa es de 1910 más o menos, en una foto de 1935 ya se la ve con parte del cemento caído, vale decir que no pudo haberse deteriorado en tan poco tiempo. Habiéndome mudado acá, compré el terreno de al lado porque este era un terreno pequeño, e hice un facsímil de una casa antigua, con herrería antigua, con las tejas que fui comprando de la gente que las desecha porque cambian por tejas más modernas, las cerámicas, y maderamen de época; una casa de huéspedes con dos habitaciones y un baño en el medio. Al mudarme traje mis muebles, y como eran todos de esa época parece que esta casa siempre fue así…

Tuve que hacer una canaleta en torno a la construcción -aquí hay agua superficial a un metro y medio- una canaleta abierta de piedra molida envuelta con media sombra y canto rodado encima, no sepulté, es una trincherita; y ya le vi funcionar, el agua confluye allí, luego va un aljibe abierto y de ahí a la calle.

Esta casona es muy buena (la casa antigua donde se desarrolló la conversación), las paredes son amplias, nunca tuve problema de humedad, en la nueva, donde hay piedra está empezando a aparecer humedad, me construyó un maestro local, don Lampiu, constructor de larga data. Ese trabajo lo controlé totalmente porque ya vivía acá.  Y es gracioso, la gente fotografía la casa nueva creyendo que es la antigua. 

Algo muy interesante es que hay dos casas así acá en el pueblo, ésta y una casita de Aponte ubicada en la esquina, que no están paralelas a la calle.

Esto es viento (dice parándose para explicar), viento dominante, abro todas las ventanas y empieza a correr. Esta ubicación invertida repetí en la otra casa; no son casas direccionadas como en las ciudades, mirando la calle, sino que están de chanfle, en dirección al viento dominante y a la luna y al sol o sea hacia donde amanece y hacia donde anochece.

 

¿Hace cuanto tiempo te mudaste?

- Hace cinco años y medio que estoy viviendo acá.

 

Y desde acá realizás todas tus actividades.

- Tengo acá mi biblioteca que es realmente importante porque yo invertí en libros lo que la Biblioteca Nacional no puede hacerlo,  tengo casi todo lo que hay del Paraguay en alemán, francés, inglés, italiano; tengo una colección cartográfica muy grande. Somos dos coleccionistas de mapas, el otro es Joaquín González Brun, juntos tenemos cerca de mil mapas antiguos originales, me interesa mucho la ilustración visual,  tengo todos los grabados europeos y americanos que se hicieron sobre Paraguay desde finales del Siglo XVIII, fotografías, tengo mucho material; me interesa todo lo que es registro en papel del Paraguay, además de mi fichero y archivo digital.

Me dediqué, desde hace dos años  más o menos, a escribir la historia de Quyquyhó y es muy interesante. En término de historiografía es otra mirada a nuestra historia la que se hace desde el interior que la que se hace desde Asunción, hay como una herramienta metodológica interesante que no se usó antes en historiografía en el Paraguay. Estoy contenta con este trabajo.

 

¿Y cuánto tiempo más te llevará hacerlo?

- No sé. Ahora tuve un paréntesis (risas) aunque en realidad ya está terminado, faltan algunos registros de memoria oral, entrevistar a alguna gente que ya no vive en Quyquyhó pero que me pueden hablar de eventos importantes que sucedieron acá.

 

Ahora contános qué pasó y a qué se debió.

- Compré esta propiedad cuando el camino desde Caapucú hasta acá era un trecho de tierra y otro empedrado, se empedró muy lentamente con muchos defectos y resultó no muy bueno, pero a pesar de todo, se terminó de empedrar.

A comienzos de este año, desde la intendencia nos viene la información que se iba a asfaltar, ocasión en que le dije a la intendenta que no entrara (el asfalto) al pueblo, que entre en un ramal de circunvalación, y el camino vaya hacia Mbuyapey, que se haga un desvío en torno al pueblo para no tocarlo.

 

Que lo circunvale…

- Exactamente. Que circunvale el pueblo. Le di planos aéreos, le mostré en dónde podría ser… ni caso. Después vino la notificación que ya se asfaltaría el pueblo. Con residentes que tienen casas patrimoniales, gente que tiene casa acá, gente que vive en Asunción pero va y viene en las fiestas, parientes y gente de origen quyquyense organizamos una nota y firmas pidiendo que el asfaltado no entrara al casco histórico y a su área de influencia. Comenzamos en febrero de este año. Pero el ramal se asfaltó en dos meses, aun no se terminó, no tiene el espesor que debe tener una ruta, solo le echaron la primera capa de asfalto, uno o dos centímetros nomás.

Cuando vine, el día del escrache gua’ú, todavía había un tramo de piedra después de Fulgencio Yegros, (de Loma como le llaman acá), había partes de la ruta que aún tenía empedrado.

 

Esa colonia Fulgencio Yegros ¿Es donde nació Fulgencio Yegros?

- No, Yegros nació en una estancia inmensa. Los Yegros, porque hay cuatro de los cuales tres son próceres, dos son reconocidos y otro que  también estuvo en Asunción en 1811. Todo lo que es Estancia Barrerito y otros campos -que no están en Barrerito- donde está la gran casa familiar, todo era de ellos porque era del padre de los próceres, Joseph de Yegros que fue encargado de justicia acá, al final de la colonia. Ellos están acá desde que se fundó Quyquyhó, aunque parece que no hubo fundación oficial, quizá se convirtió en un pueblo, antes era quizá un casco de la inmensa estancia jesuítica de Paraguarí. Tal es así que los Yegros no tienen casa en el pueblo, ellos eran grandes señores que vivían en su estancia.

 

Me estabas diciendo que hace una semana y media se terminó la ruta. Digamos que la primera etapa. Y después entraron al pueblo.

- Así es. Después empezaron ya a entrar al pueblo con las máquinas, hace más o menos quince días.

Al tiempo que asiente, Milda nos muestra en un mapa el recorrido de la obra de pavimentación dentro del pueblo, motivo del conflicto, lo que ya se asfaltó, lo que se plantea asfaltar, y un área del pueblo que no tiene siquiera empedrado.

Finalizada la indicación, continúa con el relato de la cronología de los hechos. 

  - El 12 de marzo cerramos la lista de firmas, el 13 entregamos la nota en la intendencia con 130 firmas de dueños de casonas, quyquyenses y familiares, con nombres, documentos de identidad. Cuando la intendenta se entera de lo que se está haciendo, manda a los concejales y operadores a recoger firmas a favor de asfaltar todo el casco urbano, no solo en el pueblo sino en todo el distrito.

El 13 a la mañana dejamos la nota en la comuna, el 14 entregué copia al Ministerio de Obras Públicas y a la Secretaría de Cultura, a Arnoldo Wiens y Rubén Capdevila. Y nada, ni caso, la intendenta dijo que contaría las firmas que juntaron ellos y nosotros  y si había mayoría de ellos, seguiría el asfalto.

Después vemos que las maquinas están entrando, a pesar de toda la solicitud a autoridades que hicimos.

 

¿Las máquinas son del Mopc?

- No, son de la constructora Talavera Ortellado (empresa que hace la ruta). En febrero le escribí al ministro (de Cultura) Capdevila, lo conozco desde hace rato, y le pedí de nuevo que viniera a catalogar esto como patrimonio, desde el año pasado le insisto en eso,  desde que subió como ministro, le estoy pidiendo  que venga a hacer la catalogación correspondiente como patrimonio, y nada. Al ver que están entrando las maquinas, nos desesperamos porque todo el procedimiento formal no sirvió para nada.

Al volver de un viaje a Asunción, veo a las maquinas ya trabajando delante de mi casa, le pregunto al capataz qué están haciendo y me responde, de mala manera, asfalto; le digo que no se puede asfaltar, que la obra se está parando porque hay que hacer un procedimiento antes, y le empecé a sacar fotos, y el capataz retiró las máquinas. Esa tarde del domingo 24 me avisan, de varias fuentes, de la organización del escrache; un audio de una operadora llamando a “incendiar”. Llamo a la Policía local, estaban en un partido de fútbol en La Colmena.

La comisaría de aquí es muy pequeña, tiene pocos policías como personal. Entonces, llamo a Asunción pidiendo protección porque iba a haber un ataque. Viene a mi casa el yerno de una amiga -que es de una familia antigua de acá- que también estaba informado sobre lo que iba a pasar, con su equipo de tereré y me dice que iba a quedarse conmigo, luego llegan dos policías. Cuando ya viene el grupo con altoparlantes, bombas de estruendo, salgo a mirar y me disparan la “doce por uno” al cuerpo; yo estuve en el Marzo Paraguayo y sé lo que produce una de esas en la cara; entro de nuevo, no sin antes encerrar a los perros en la otra casa; en eso, el muchacho (que vino para acompañarme) sale a enfrentar a la turba que estaba dirigida por un concejal, los dos policías estaban parados, sin poder hacer gran cosa frente a 200 personas. Estuvieron cerca de una hora, amenazando que me vaya del pueblo, que iban a venir todos los días a hacer lo mismo hasta que me fuera, que no iba a poder salir a la calle porque me iban a tirar huevos, etc., Esa hora y media que duró la agresión fue muy violenta, petardearon la casa, lanzaron huevos podridos y otros objetos.

 

Vi en fotos que había cosas rotas ¿rompieron ventanas o algo así?

- No, no. Lo que se veía eran huevos podridos. Llenaron todo de huevos, arrojaron papel higiénico, incluso las “doce por uno”, no sé si estaban cargadas -tiré varias de esas bombas que estaban dentro de la casa, después- y luego se fueron a festejar al complejo municipal.  Se trajo gente de compañías, no pudieron, movilizar la gente del pueblo, solo a sus operadores y empleados, salvo un matrimonio no acarreó gente del pueblo y trajeron dos camionetas cuatro por cuatro para arrear gente de dos compañías alejadas, Cerro Frente y Mboi Ka’ê. Vinieron muchas mujeres y niños, pocos hombres y alcoholizados. Después se fueron a festejar con más alcohol. Ahí llega un comisario de Paraguarí que hizo un informe favorable a ellos diciendo que la manifestación fue pacífica. Llamé a abogados amigos, de Asunción, y me dijeron que haga una denuncia”, la hice, y luego se envió a la fiscalía de Quiindy.

Es que si se repite, yo puedo tener protección posterior; pero también se amenazó a varias familias que habían firmado y que viven acá y están desprotegidas. Los organizadores deben ser castigados porque si no, harán eso todo el tiempo con otra gente, impunemente.

 

¿Quyquyhó tiene algún estatus de ciudad protegida?

- Nada. Una vez, en época del Gobierno de Lugo vino gente del Mopc a restaurar el retablo de la Iglesia que estaba en malas condiciones al igual que los pisos que también estaban destrozados, se pintó con los colores originales, se hizo una muy buena restauración en la iglesia y se la declaró patrimonio.

 

¿Y esas casas cuyas fotos enviaste no tienen ningún estatus de protección?

- No, nada tampoco.

 

O sea que a todas ellas habría que darle alguna declaración de forma tal que se puedan preservar.

- La gente tiene miedo, no se atreve a enfrentar al cacique local. Hay que hacer  una campaña explicando qué es patrimonio, que eso es ventajoso incluso para ellos, que dará empleo a través del turismo centrado en la cultura, la historia y los valores ambientales. Hay que concientizar sobre la ventaja de que sea patrimonio y que no se asfalte porque destrozan estos atractivos y valores únicos del pueblo.

Hay una tesis de Adriana Barreiro Soto, es arquitecta por la Fada. Ella hizo una tesis muy buena centrada en convertir esto en un centro de turismo, con anexo fotográfico, planos, etc. Ella también está en la campaña de defensa del casco histórico contra el asfalto.

 

Estábamos hablando del tema de ciudad protegida

- La Unesco puede considerar esto como conjunto patrimonial; no es el palacio de López, no es la basílica de Lyon, pero coincide con el conjunto de patrones patrimoniales que son edificaciones modestas pero que reproducen el patrón de vida y de arquitectura de un tiempo pasado y que están bien conservados. Se trata de declarar conjunto patrimonial y la Unesco tiene normativa  de protección muy fuerte al respecto.

 

¿Tenés algún trabajo sobre patrimonio?

- No. Tengo la historia de Quyquyhó que estoy terminando. No es mi tema, yo soy historiadora.

 

¿Qué crees que se puede hacer para parar esto? Decíme tu opinión al respecto.

- No quiero que se centre todo en mi persona. Se armó una comunidad en Facebook denominada “Yo te cuido Quyquyhó”, en la que hay mucha gente, no soy yo contra el mundo, pese a que mi figura haya servido para convocar al repudio por lo que se estaba haciendo. Lo bueno sería, y me gustaría, que viniera un equipo técnico en serio a catalogar, no es más que el vecindario se reúna para votar si es patrimonio o no, puede sumarse la Fada, que ya se ofreció desde el inicio del conflicto. Ellos tienen una cátedra de patrimonio y pueden venir con los estudiantes y acompañar lo que van a hacer el Mopc y la SNC (Secretaria Nacional de Cultura). Lo otro que se debe atender es que deben ser técnicos, especialistas en patrimonio, tienen que precatalogar, entrar a las casas a ver la distribución, las intervenciones que ya hubo, etc.; ahora es el momento de que entren lo técnicos, que no se siga politizando.

 

¿Y una vez que se tenga la valoración, la conclusión de los técnicos?

- Que se declare conjunto patrimonial

 

De acuerdo al trabajo que se haga según el criterio de la Unesco

- Acá hay una ley de protección, queremos salvar lo que se tiene de histórico y valioso en Quyquyhó. No es solamente decir que no se toca nada, eso tiene que suponer también inversiones. La basura de este pueblo se tira a la vera de un arroyo, en el cementerio, la última vez que el municipio entró fue hace 20 años, tiene un cementerio con un área muy linda que se está cayendo, es decir, que haya apoyo para iluminación, pintura, arborización, algo más que solo llegar, declarar patrimonio e irse.

 

El objetivo de esta lucha sería que se pueda concretar alguna tarea como para preservar Quyquyhó

- La vieja zona campesina ganadera se está despoblando en el Paraguay, esto sucede también en Quyquyhó, se ve a través de los censos, en el siguiente ya se nota que hay menos gente que en el anterior. No hay universidad, ni siquiera de garaje, cajero, mercados sino almacenes y el macatero que trae los productos del abasto, el centro de salud requiere insumos y médicos, derivan a los enfermos a Carapeguá o Asunción. Entonces, la tesis de Bareiro es convertir el pueblo en un centro turístico patrimonial que respete las normas de patrimonio, hay ciudades pequeñas así en el Brasil y en Europa. No tiene otra salida económica el pueblo.

 

Con esta última reflexión finalizamos la entrevista con Milda Rivarola, deseando también que sus deseos se hagan realidad en cuanto a la catalogación de Quyquyhó como conjunto patrimonial, bueno para la zona y para el turismo a nivel local e internacional.

 


Declaración de patrimonio nacional

El pasado 5 de abril, tras un relevamiento realizado en el centro histórico de la ciudad de Quyquyhó y viendo “la necesidad de contemplar la preservación, rescate, salvaguardia y protección”,  la Secretaria Nacional de Cultura (SNC) declaró “Bien del Patrimonio Cultural Nacional al Conjunto Urbano que Conforma el Centro Histórico de la Ciudad de Quyquyhó, con su Iglesia, Plaza y Edificaciones de los Siglos XVIII, XIX y XX.

La resolución delinea los límites para su protección bajo la ley 5.621/2016.

El área protegida comprende las calles Presidente Bareiro, al norte;  Estero Bellaco, al sur; 15 de agosto, al este; y Presidente Franco al oeste, por ser la que contiene el núcleo generador del poblado: la Iglesia y su plaza y la mayor concentración de edificaciones antiguas.

La resolución dictamina como zona de amortiguamiento, “aquella definida entre el perímetro anterior y un perímetro paralelo ubicado a 100 metros del primero, cuya finalidad es la de definir un cinturón de transición para el desarrollo urbano”.

El documento debe ser tratado en el Congreso.


Solicitan ley para cuidar Quyquyhó

Instituciones y personas del ámbito de la enseñanza, la gestión cultural y las ciencias sociales que defienden el patrimonio cultural e histórico del país, firmaron una nota dirigida al senador Silvio Adalberto Ovelar Benítez, presidente de la Cámara de Senadores y del Congreso Nacional en la cual piden que se otorgue por ley la categoría de “Patrimonio Cultural Nacional” al centro histórico de Quyquyhó.

Citan como antecedente, la Ley 1181/97 “Que declara Patrimonio Cultural de la Nación el Casco Histórico de la Ciudad de Areguá”.

Solicitan además, “que ante el riesgo de que se continúe el asfaltado que arriesgaría el valor patrimonial del centro histórico de Quyquyhó, el Congreso Nacional disponga las indagaciones tendientes a determinar el cumplimiento de los requisitos establecidos por la ley para llevar a cabo la ejecución de dicho asfaltado”.

El crítico de arte y exministro Ticio Escobar, explicó la coyuntura crítica que motivó a solicitar la mediación del Congreso Nacional. “Ante el contexto actual, nos hemos organizado como ciudadanos que apostamos a la protección del patrimonio cultural, Requerimos la mediación del Congreso Nacional para respaldar legislativamente esta declaración”.

La nota lleva más de un centenar de firmas.


Solidaridad de la Spap

La Sociedad Paraguaya de Arquitectura del Paisaje, Spap, como otras entidades de profesionales de la arquitectura, se solidarizó con la historiadora Milva Rivarola, ante el atropello sufrido en marzo pasado en su residencia de Quyquyhó, por oponerse a la llegada del pavimento al casco histórico del pueblo en defensa de un valor  patrimonial.

“La Spap rechaza el proyecto de una pavimentación indiscriminada solapando ‘progreso’ sin tener en cuenta leyes de preservación vigentes; apoya y ofrece colaboración para planificar intervenciones que lleven a la ‘apropiación comunitaria’ como precedente para generaciones futuras basadas en el respeto a nuestra Historia y Paisaje Urbano”, reza uno de los párrafos de la nota solidaria. 

 

Revista

Ver ediciones anteriores

Suscribete

Y recibí cada mes la revista Mandu'a

Suscribirme ahora