Edición N° 421 - Mayo 2018

Una “capilla nómada” paraguaya representará al Vaticano en la Bienal de Venecia

 
  • El arquitecto Javier Corvalán mostrando la maqueta de la "capilla nómada".

  • Render de la Capilla Nómada

  • Plano de la Capilla Nómada

  • Capilla en el bosque de Eric Gunnar Asplund

  • Plano de ubicación de las “Vatican Chapels” en el bosque de la isla de San Giorgio Maggiore.

  • Plano de ubicación de las “Vatican Chapels” en el bosque de la isla de San Giorgio Maggiore.

  • Capilla San Miguel Arcángel Foto: Federico Cairoli

  • El arquitecto Corvalan explicando porqué el estudio se llama Laboratorio de Arquitectura.

  • Render de la Capilla Nómada

  • Capilla para el pabellón de la Santa Sede. Bienal de Arquitectura de Venecia 2018.

 

Así denominada por el equipo del estudio Laboratorio de Arquitectura, con el arquitecto Javier Corvalán al frente, encargado del proyecto se concretará en un parque contiguo a la iglesia San Giorgio Maggiore, en la isla homónima, junto a otras diez capillas de otros tantos arquitectos de diferentes países, las que serán reubicadas en distintos sitios donde la comunidad católica precise un espacio ecuménico.

Para conocer con mas detalles todo lo relacionado con el encargo, para la construcción de las capillas vaticanas, que representará a la Santa Sede en la Muestra Internacional de Arquitectura de la Bienal de Venecia 2018, en marzo pasado llegamos al Laboratorio de Arquitectura, entramos y nos dispusimos a conversar con el arquitecto Javier Corvalán, al frente del estudio en el que trabajan otros arquitectos y pasantes de arquitectura tanto de nuestro país como del exterior, que en ese momento se encontraban “visitando obras” según comentó, y toda la charla fue acompañada  de una suave melodía que armonizaba con el tranquilo ambiente de trabajo que reinaba en el lugar.

Abrimos fuego requiriendo toda la información acerca de cómo un proyecto de su autoría darán forma al Pabellón del Vaticano en la decimosexta edición de la Bienal de Arquitectura de Venecia. Antes de comentar cómo fue el proceso que desencadenó esa participación, tan peculiar además, aclaró: “Toda la información, completa y acabada aun no la tenemos, hay que tener en cuenta que cada curador organiza la muestra de acuerdo a sus ideas y a sus conceptos. Y acá hay diez arquitectos de diferentes partes del mundo involucrados o sea algo muy complejo, no es como otro pabellón que generalmente está a cargo de un equipo de arquitectos o de uno solo. Generalmente los pabellones designan a un profesional que trabaja con un equipo. La idea que hay que aclarar del pabellón del Vaticano es que lo hace un conjunto de equipos de arquitectura, por lo tanto es un conjunto de proyectos, son diez capillas que se construirán en un parque;  posteriormente, como todas las construcciones que suelen ser efímeras en la Bienal, pasarán a ser cedidas y montadas en otros lugares que el Vaticano designará en base a la necesidad de comunidades afectadas por los terremotos.

 

¿Y cómo llegó el proyecto a ese conjunto?

- El año pasado, como todas estas cosas, se nombra con anticipación un curador y el Vaticano que tiene estatus de Estado, decide participar por primera vez por lo que entra con un pabellón nacional. Mediante un equipo formado, que no sabemos quienes lo integran, designa como curador al arquitecto, historiador y crítico e arquitectura Francisco Dal Co, quien sin dudas es una de las personas más conocidas  en el contexto de la Bienal de Venecia ya que fue mucho tiempo curador general del evento internacional y del cual no hace falta dar referencias, en Italia por lo menos. 

Como todo curador, propone una idea de cómo seleccionar y de qué idea desarrollar como concepto y acuerda con el Vaticano que su pabellón consistirá en diez capillas de las cuales ellos seleccionaran a su criterio y sabio entender. Sobre los criterios de selección será cuestión de preguntarle a él, ya que es personal de cada curador elegir a los arquitectos que diseñarían las capillas. Seguramente hubo más propuestas, pero finalmente seleccionan a los diez profesionales de Sudamérica, Estados Unidos, Europa, Japón, entre los cuales estoy yo, del Paraguay.

En un principio me consultan sobre mi disponibilidad, luego me comunican la decisión de haber sido seleccionado y hacen formal la invitación. Fue más o menos en septiembre del año pasado. Imagínense ustedes, gestionar la construcción de diez capillas, coordinar el trabajo de diez equipos de diferentes partes cada uno con su modalidad, con sus requerimientos, con sus ideas, un trabajo importante y arduo del  curador. A partir de la comunicación y definición de los diez proyectistas, hemos empezado a trabajar en el proyecto, primero elaborando una idea preliminar, discutiendo con el curador sobre la factibilidad del proyecto, él no opina sobre las ideas sino sobre la factibilidad de construcción porque hay muchas restricciones allá. Estamos hablando de un centro  histórico, donde hacer un pozo es complicado dado que todos los espacios están muy tutelados, protegidos por el patrimonio histórico. Así que todas las ideas fueron pasándose por el cedazo de la cuestión técnico constructivo y su factibilidad real de construcción.

 

¿Cómo fue ese proceso hasta llegar el proyecto definitivo?

- Todo el proceso, la mayor cantidad, se dio vía, internet, conversaciones telefónicas, y la modalidad skype, con los constructores porque hoy día la tecnología nos da una amplia gama de posibilidades.

Como voy anualmente a Venecia a dictar un curso pues tengo un cargo de profesor visitante en el Instituto Universitario de Arquitectura de Venecia (Iuav), donde también inicié mi doctorado, el Phd, en mi último viaje ya tuve una conversación preliminar, me mostraron el sitio y me preguntaron qué me parecía esa idea, simplemente eso. Obviamente di mi opinión, visité el lugar  y después recibí la comunicación oficial, a partir de la cual toda la comunicación se dio a través de los medios tecnológicos nombrados.

 

¿Y cuál es la situación actualmente?

- A esta altura, está totalmente entregado el proyecto ejecutivo, con cálculos, definición de materiales, con todo lo que implica un proyecto que está basado en la madera, porque la obra se tiene que  hacer -de hecho ya se está  construyendo- en un parque que prácticamente es un bosque donde ese material es la cantera conceptualmente hablando; y hay que agregar, muy importante, que el curador ha puesto a los proyectistas  -no un reglamento, porque no se acostumbra eso- un proyecto histórico de referencia que es prácticamente un homenaje a un arquitecto noruego llamado Asplund* quien construyó una capilla en un bosque, y tanto él como la obra son muy conocidos en el ámbito internacional de la arquitectura.

Un curador no impone reglas, son pautas, propone un ejemplo, y capilla en el bosque de Asplund es el referente a partir del cual cada uno tiene una libre interpretación y también proposición del tema.

El proyecto está en fase de permisos de todas las instituciones que protegen el sitio, el Centro histórico, la municipalidad, el  transporte. Venecia no es  igual a cualquier otro lugar en el mundo, hay que transportar materiales por agua, hay factores de seguridad. A la Bienal de Arquitectura acuden un promedio de 400 a 500 mil personas, es un evento abierto durante seis meses  durante los cuales la obra tiene que estar en pie en perfectas condiciones y que también sufre o va atravesando diferentes épocas: de lluvia, sol, nieve; si bien es un evento temporal, dura mucho tiempo.

El trabajo que nos ocupa ahora es a distancia, con los constructores que son todos de allá, son empresas designadas por ellos, nosotros ya tenemos la nuestra y trabajamos con ellos en conferencias vía skype, son trabajos de coordinación de las decisiones constructivas.

 

¿No tendrían que estar presente en su construcción?

- No, para eso hay un equipo de profesionales que piensan, en este caso, que lo harán en coordinación a distancia, como todo. Entonces, por ahora no hay necesidad y no tenemos la comunicación de ir a hacer el trabajo de una dirección técnica. De eso se encargan ellos.

 

¿Todas las capillas estarán en el mismo predio?

- Todas las capillas se montarán en un parque que se encuentra  al lado de la iglesia San Giorgio Maggiore, que tiene categoría de basílica, muy conocida en Venecia porque fue diseñada y construida por Palladio**, que simbólicamente, luego de la de San Marcos, forma parte de la postal paisajística de Venecia, y que relacionado a la laguna norte, a la parte abierta, no a los canales. En este sitio estarán colocadas en diferentes puntos. Nosotros simplemente  tuvimos un mapa con las posiciones genéricas, pero ellos, de acuerdo a las potencialidades de cada proyecto verán los lugares precisos.

 

Es la primera vez que este parque es parte de la Bienal… ¿o no?

- Yo no tengo conocimiento de que haya sido así, pero la Bienal tiene tres posibilidades. Toda la ciudad está abierta, generalmente en palacios, fundaciones, iglesia. El pabellón de Paraguay, el del 2014, estuvo en el claustro de la Escuela de Arte, y muchos otros eventos colaterales y oficiales se hacen fuera del predio de los Jardines de la Bienal. Todas las sedes cuentan con un contexto diferente en cuanto a posibilidades las que, generalmente, están en directa relación con la factibilidad  de construcción. En los Giardini, el predio clásico de la Bienal, se encuentran los pabellones permanentes que datan de hace mucho. Y el otro es espacio contiguo, Corderie, es un grupo de galpones donde se encuentran los pabellones temporales de la mayor cantidad de participación de países de todo el mundo, es como una enorme nave industrial muy antigua  donde se instalan todos los países que no tienen un pabellón permanente. Tanto los Giardini como el Corderie  están en los Arsenales de Venecia y  son los predios clásicos, pero siempre la ciudad ha estado abierta y propone -aleatoriamente y de acuerdo a gestiones o ideas particulares que tengan- acoger pabellones oficiales.

 

La Bienal se inaugura el 25 de mayo y ustedes para ese entonces tienen que estar allá…

- Sí, claro. Para esa fecha tenemos la comunicación y todo coordinado para estar allá. Es más, un tiempo antes, no mucho, yo estaré allá viendo los últimos detalles de la puesta a punto de la obra. Y hasta ahí es donde participamos y podemos dar información, hay detalles que se conocerán más adelante.

 

¿Qué dimensión tiene la capilla?

- Todas son capillas y como tales son de medidas reducidas, no son iglesias. Los diez proyectos varían bastante en forma y dimensiones.

 

¿El tamaño también lo dieron ellos o fue libre?

- Ellos dieron una superficie aproximada

 

Y deben ajustarse a ellas…

- Claro. En el caso de nuestro proyecto, la capilla, como es circular, tiene un diámetro de 12 metros más o menos, para dar una medida exacta, y dentro de esas medidas está todo el proyecto.

 

Si son proyectos que deben viajar a lugares de desastres naturales los que generalmente se dan en sitios de climas no tan benévolos, caluroso, lluvioso, ¿previeron esos factores en el proyecto o no influyeron?

- Creo que en estos casos la idea que propusimos  y que propone todo el mundo… Más bien, nosotros propusimos la idea de una capilla nómada como concepto. La idea también es que estos lugares son sísmicos como factor natural al cual te réferis y la capilla propone un solo punto de apoyo de manera que también pueda solucionar ese problema sísmico, o sea que es una capilla que tiene un movimiento flexible que trata de tener el menor daño posible ante un contacto con la tierra por eso está a cierta distancia del suelo. Y también, entendiendo que todo el tiempo que está en Venecia está en un sitio muy tutelado, muy cuidado, la capilla tampoco toca esa tierra, ese suelo. Tiene un solo punto de apoyo, el trípode central.

 

¿Por dónde se accede?

- Por la parte más elevada, dado que está inclinada, y las medidas que tiene el sector más bajo no permite el acceso a una persona, la que tiene en el sector más elevado sí lo hace, y como esta en un parque se entra por donde naturalmente el objeto permite ser ingresado. No es una capilla que tiene una puerta clásica de entrada, o sea, es un objeto con el cual por su movimiento natural y posición la cual se visualiza deja acceder en la altura posible, las otras entradas se limitan con trabajos de paisajismo, de obstáculos naturales, pero de hecho es una estructura interpretada como una que estará en un parque y no en un medio urbano, también en ese sentido tiene un carácter especifico, es una capilla en un parque , es el tema que nos dieron como referencia de la Capilla en el Bosque de Asplund, y no una puesta en un centro urbano.

Ella cuenta con los elementos básicos representativos de una obra así: el altar, los bancos, la cruz. Todo el arte sacro representativo va incluido o no de acuerdo a la propuesta de cada equipo del proyecto.

 

 ¿Y eso que significa?

- Me refiero a la cantidad de elementos que van adentro, eso es a propuesta del equipo y cada uno lo hace en forma más o menos completa o mas sintética. Más simple o con mayor cantidad de elementos.

 

¿Y la de ustedes está en la categoría de simple?

- Trata de tener la menor cantidad de elementos, porque también maneja el concepto de que esto debe ser transportado, por lo que considera integrar los elementos esenciales, y el resto se sabe que está un poco libre a quienes van a utilizar y dónde. 

 

¿Del Laboratorio quienes van al evento?

- Todavía no tenemos definido. Realmente es un evento del que, obviamente, quiere participar la mayor cantidad de personas, pero en el Paraguay tenemos siempre limitado el recurso,  y no es que el Vaticano solvente los pasajes de todo el equipo que acá tiene un promedio de diez personas trabajando. Además hay que seguir produciendo proyectos, ir a obras…

 

¿Quienes participaron de este proyecto?

- Los más importante son los ingenieros calculistas que son suizos, Andrea Pedrazzini y Roberto Guidotti, son, entre todos, casi los principales porque por el concepto y el cálculo estructural de una estructura de un solo punto de apoyo hay que dar crédito a quien lo hace, una cosa es proponer pero otra es sostener en la realidad. Los demás son parte del equipo del estudio: Joaquín Corvalán, Agostina Vacca, Magdalena Oddone, Maria Gloria Gutiérrez, una paraguaya que trabajo mucho tiempo con nosotros  y ahora vive en Italia y hace un poco de nexo, y Juan Bidart. Todos son arquitectos menos Magdalena que es licenciada. También tuvimos la participación como consultor especialista del arquitecto Sergio Ruggeri que trabajo mucho en capillas en Italia con el tema de la arquitectura sacra, y fue más bien un consultor especialista en ese tema.

 

 ¿La maqueta quien la hizo?

- Todas las maquetas hacemos nosotros. De paso les quiero mostrar la carpintería que tenemos aquí al lado. De hecho este lugar fue antes una carpintería, por eso tiene esta fisonomía, que se mudo hacia las afueras dado que el sitio se convirtió en barrio residencial. Trajimos los libros, las mesas las silla y se convirtió en nuestro estudio donde estamos desde los inicios.

Todo nuestro sistema se basa en proyectar con maquetas de gravedad,  maquetas estructurales. Y la de la capilla no es maqueta que trabaja simplemente como representación, es una que trabaja estructuralmente, se puede ver,  es así de grande porque está construida como realmente va a trabajar y con los esfuerzos que requiere, por lo que  lleva una cantidad de piedras, de peso cargado en la parte de arriba, en ese sentido, la maqueta es una forma, un estilo de trabajar, como hay muchas que están guardadas en un andamio, por eso existe ahí ese árbol (señalando un sector del estudio), esa  bolsa de agua (cerca de la maqueta anterior)  que es de la Bienal de Venecia del 2014, son pruebas de carga, no son solo representaciones.

Tenemos una carpintería donde trabajamos, por eso aquí hay muchas herramientas de carpintería. Y todo lo que utilizamos son materiales usados.

 

Es realmente un laboratorio de arquitectura entonces…

- Así es, no tiene el nombre solo porque suena lindo e interesante.

 

¿En la elección suya tuvo algo que ver la capilla San Miguel que proyecto construyo en el barrio Cerrito?

- Informalmente se puede decir que si, no consta en ningún informe, pero sin dudas todos sabemos que pudo ser un precedente para mi selección ya que esa capilla, San Miguel de Cerrito, tuvo dos eventos internacionales en la cual participó y se dio a conocer. Uno fue su publicación en la revista internacional Casabella, de la cual el propio arquitecto Francesco Dal Co es director y ahí entró en conocimiento con la obra, y esa publicación llevó una crítica y un escrito del propio Dal Co. Obviamente estamos hablando de una revista muy conocida en Italia y gran parte de Europa. Posteriormente, el año pasado, fue seleccionada  como finalista para el premio Mies van Rohe de la Bienal de Arquitectura de Chicago. Esto se puede mencionar que fue un precedente y por comentarios del arquitecto Dal Co, fue una carta de presentación de nuestro trabajo.

 

Esa capilla fue hecha de cemento

-  Es totalmente de hormigón armado, pues fue pensada para un sistema de autoconstrucción de la comunidad de Cerrito, al lado de Tablada, arroyo Mburicaó de por medio, donde la mayoría de los varones trabajan en la industria de la construcción en hormigón. Uno de los factores muy importante de esa capilla es que gran parte de su encofrado fue construido y completado con restos de basura, con los medios disponibles que había.

La capilla fue construida hace mucho tiempo, y hay veces que tenemos que llegar a instancias como ésta de tanto impacto, de tanta prensa o que la información tiene que venir de otro lado para enterarnos de lo que tenemos acá en materia de obras arquitectónicas. 

Este trabajo se realizó con la participación de la arquitecta Violeta Pérez con la que compartíamos oficina en ese entonces, la invitación vino de parte del padre Jesús Montero Tirado (jesuita). También debemos dar crédito a  un gran grupo de arquitectos jóvenes hoy conocidos y  en ese momento algunos eran estudiantes que trabajaban en nuestro estudio.

 

¿Cuándo se hizo?

- Tiene ya diez años, fue un proceso largo de autoconstrucción que no tiene el mismo ritmo que una construcción normal. Fue con financiamiento de una iglesia católica alemana, y aportes de la comunidad, no fue fácil es la historia de todas las iglesias y capillas.

 

Hablando de tiempo, ¿en cuánto tiempo se tiene que construir la capilla en Venecia?

- Lo único que podemos saber es que tiene que estar lista para el 25 de mayo. En cuanto tiempo lo hacen depende del grupo constructor.

 

Pero ustedes al hacer el proyecto previeron eso

- No. Ellos sí. Nosotros podemos prever según los recursos que tenemos acá.

 

¿Y para cuanto estará lista la obra?

- No. Ni previmos eso, ni hicimos una consulta con ningún constructor porque no tiene sentido, digamos. Si alguien está interesado en construir algo así acá, tendríamos que hacer el estudio. Pero con un sistema tan experimental no podemos decir a ver… miremos la revista Mandu’a y hagamos un presupuesto y… no hay que, verdaderamente, hacer un exhaustivo estudio.

 

Es decir que no tienen idea en cuanto tiempo ellos podrán construir…

- Sobre todo es un sistema de construcción en seco y ensamblado que lleva totalmente otro proceso. En Paraguay estamos más acostumbrados a trabajos con construcción en húmedo con ladrillo, mezcla, hormigón.

 

Pero acá hay también construcción en seco…

- Si, hay. Es un campo que se está desarrollando y hoy día es una propuesta válida, pero hay que decir que todavía estamos más acostumbrados a un sistema tradicional de albañilería de hormigón armado, eso es lo que se puede comentar sobre el tiempo de construcción allá en Venecia, yo pienso que nos irán informando en el trascurrir de los días, pero es un poco el ingrediente, el sabor de hacer las cosas desde lejos.

 

Y que no depende de ustedes…

- Y que no depende de nosotros. Y, por otro lado, también asumimos que hacerlo y concretarlo no es fácil, hay diez proyectos que construir no es solamente el nuestro. Imagino que por los nombres de los profesionales que han sido seleccionados, hay otros estudios con muchísimas demandas y exigencias de estándares y de cuestiones…

 

Bueno, a lo mejor no tanto tampoco, tal vez uno piensa que si, es así y luego se lleva una sorpresa

- Si, a lo mejor, esas cosas están rodeadas de tanta ficción. Yo conozco los otros proyectos como ideas

 

¿Y cómo los ve? ¿Complicados?

-No, tal vez el nuestro sea uno de los de mayor complejidad…

 

Tenemos que esperar entonces

- Si, veremos el momento cuando estén todos construidos para decirlo porque con el tiempo todos los proyectos van ajustándose y teniendo su definición completa

 

Y su complicación o descomplicación para ir ajustando todos los detalles…

- Asimismo.

 

En cuanto a su cargo como profesor visitante ¿cuándo va y por cuánto tiempo?

- Generalmente es un curso de verano, vendría a ser la despedida del año académico, en julio, un curso que dura aproximadamente 20 días.

 

¿Es un taller?

- Es un curso internacional bastante conocido, se llama Wave, que quiere Workshop de Arquitectura de Venecia, en el que se abren un promedio de 20 talleres con la misma cantidad de invitados, en parte son profesores locales, estables de la Iuav y el resto la mayoría son invitados internacionales. Y participo desde el 2006, once años que me ha permitido también tener intercambio y visitas de jóvenes arquitectos hoy, en su momento estudiantes. Es parte muy importante de mi trabajo y de mi trayectoria como profesional.

Se podría decir también que este trabajo (el de la capilla nómada) de una u otra manera es fruto de haberme enfocado bastante en una ciudad y una universidad como la de Venecia al cual hasta ahora le sigo poniendo muchas energías. Y bueno, son resultados que se dan…

 

No en vano se dice que se cosecha lo que se siembra

- Si, así es y espero que la capilla llegue a un buen resultado y uno sabe que los procesos de construcción no son fáciles y traen consigo toda una historia y para nosotros los paraguayos la vocación de construir, tal vez es mucho más importante que para otros, nosotros estamos muy acostumbrados a construir nuestros proyectos y en este caso es algo que lo vamos a vivir desde lejos por lo que estamos un poco, por así decirlo, privados, en sentido metafórico, por la distancia de poder participar como nos gustaría. Pienso que para un gran grupo de paraguayos, somos mitad arquitectos  mitad constructores, no lo entendemos, como en otras sociedades, que se ven solo como proyectistas y como directores. En el Paraguay estamos acostumbrados a sentir el peso de la materia, el tiempo de la construcción y el compromiso social que siempre hay en medio de esto con todos los constructores, es parte de nuestra cultura como profesionales y creo que también es lo que nos da una ventaja -si alguna ventaja podríamos tener sobre el resto- ya que tenemos tantas desventajas, porque hay que decir que tenemos precariedad de medios, de recursos, muchas críticas a la escuela, a las instituciones, a los gremios, pero bueno, es una ventaja que tenemos, entre otras

 

Como muchas veces sucede, en la casa no valoran pero ese tipo de cosas afuera si lo hacen

- Claro que si, de hecho creo que hay una comunidad de jóvenes arquitectos y estudiantes extranjeros que buscan un lugar en muchos estudios, no solo en el nuestro, para hacer su experiencia. Hoy día en nuestro estudio, entre jóvenes arquitectos de afuera, tenemos un grupo de ocho personas y sé y me consta que hay en otros estudios de colegas. Y también se podrá acceder a publicaciones constantes. Pero el hecho de la valoración de nuestra  producción y de nuestros profesionales creo que hoy día no debe ser un descubrimiento ni una sorpresa. Ustedes mismo en Mandu’a publicaron notas con otros arquitectos que han sobresalido. 

Cerrando la charla felicitamos al arquitecto teniendo en cuenta que el trabajo compartirá protagonismo con colegas de gran notoriedad como son Norman Foster y Eduardo Souto de Moura dos Pritzker y otros que también han logrado trascender sus fronteras como Smiljan Radic, Chile; Carla Juaçaba, Brasil; Eva Prats & Ricardo Flores (Flores & Prats), España; Sean Godsell, Australia; Andrew Berman, Estados Unidos; Teronobu Fujimori, Japón; y Francesco Cellini, Italia.

 

(*) Proyectada y construida por Eric Gunnar Asplund entre 1918 y 1920, este pequeño edificio en madera es una síntesis perfecta de cabaña escandinava y templo. La capilla se subordina al bosque y lo evoca con un gran tejado triangular; la volumetría prismática de la cubierta de tejas de madera es pura, sin ornamentos, molduras o cornisas. Solo la escultura de un ángel nos observa desde el tejado.

Las técnicas constructivas y los materiales son autóctonos pero con detalles y recursos que sugieren un profundo conocimiento de la cultura arquitectónica moderna. Algunos de estos recursos son su concepción como volumen puro, una franca tendencia a la abstracción y la casi total ausencia de ornamentos.

(**) Andrea Palladio o Andrés Paladio, de nombre Andrea di Pietro della Góndola (Padua, 1508 - Maser, 1580) fue un importante arquitecto italiano de la República de Venecia. Trabajó fundamentalmente en la ciudad de Vicenza y sus alrededores, y también en la misma Venecia.

 

Perfil

Javier Corvalán nació en Asunción en 1962. Es arquitecto por la Facultad de Ciencias y Tecnología de la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción (UCA-1987). Trabaja en forma independiente desde 1990 y eventualmente asociado a arquitectos amigos en concursos públicos o privados. En 1997 viaja a Roma para realizar cursos de restauración. Se desempeña como profesor invitado del Instituto Universitario de Arquitectura de Venecia. También ha colaborado con la Escuela de Arquitectura de América Latina y el Caribe (Isthmus) y la Escola da Cidade de São Paulo. Es docente de las cátedras de proyecto en la Facultad de Ciencias y Tecnología de la UCA y en la Facultad de Arquitectura, Diseño, y Arte de la Universidad Nacional de Asunción (Fada/UNA).

 

 

Capilla nómada: memoria técnica descriptiva

La construcción responde a conceptos de sostenibilidad y bajo impacto ambiental, tanto en su sistema constructivo como en el origen de los materiales elegidos para su construcción.

La fundación propuesta para su único apoyo es un conjunto de tres piezas de madera de sección circular de 30 cm estructuradas como trípode atornilladas al suelo, similar al sistema de “briccola” veneziana.

El trípode cuenta con un cabezal en forma de vínculo que sirve a su vez como apoyo del único brazo metálico de acero que sostiene el volumen circular de la capilla y la cruz en el plano virtual superior o techo.

El volumen principal de la capilla es circular y está compuesto por dos círculos, uno mayor o externo visible como fachada y otro interior, ambos se relacionan con un solo punto de contacto tangencial definiendo un punto por donde pasa un eje este-oeste como diámetro de los mismos dando un total de 11.20 metros de diámetro y un perímetro de 36 metros.

Los círculos corresponden en planta a dos grandes cilindros de madera de tres metros de altura cada uno. Los cilindros se construyen con dos vigas anillos de madera multilaminada de 60 cm de altura vinculadas entre dos pieles de placa multilaminada.

Las vigas contienen una planchuela interior donde se fijan de forma casi radial unos tubos metálicos que vinculan estructuralmente ambos cilindros. Completan este conjunto dos cabos acero que encadenan estos tubos, uno en la parte superior y otro en la inferior.

El volumen circular se apoya con un gran brazo de acero en forma de “L” invertida que se ubica sobre el eje descripto en forma radial y que se apoya sobre el trípode de madera.

Este brazo de acero tiene un soporte que puede ser cargado con peso adicional con piezas de piedra de 20 toneladas como contrapeso.

 

 

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