Edición N° 402 - Octubre 2016

Argentina y el Nordeste

 

 

Matéricos Periféricos: docencia al servicio de los sectores populares

Desde la Facultad de Arquitectura de Rosario, este movimiento busca que los estudiantes entren en contacto con el proceso de construcción y promueve una idea de la profesión en sintonía con demandas concretas de la sociedad.

Puestos a analizar qué aspectos de la formación profesional se podrían fortalecer, la mayoría de los estudiantes de arquitectura y graduados de las universidades argentinas parecieran coincidir al menos en una cosa: es necesario asignar mayor tiempo a la práctica en obra. Al igual que en Medicina, el ámbito en el cual se desenvuelve la arquitectura está compuesto de una parte teórica y una práctica, y cuestiones fundamentales que hacen al ejercicio profesional, como aprender a poner una pared a plomo, hacer un replanteo o saber cómo se ejecutan las distintas trabas del ladrillo, quedan incompletas sin una experiencia en obra donde implementar lo aprendido en el aula. Frente a este escenario, conviene detenerse en la tarea que realiza Matéricos Periféricos, un movimiento conformado por un grupo de docentes de la Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseño de la Universidad Nacional de Rosario (Fapyd/UNR) que apunta a que los estudiantes trabajen en obra con demandas concretas, poniéndolos al mismo tiempo en contacto con las necesidades reales de los sectores más postergados de la sociedad.

“Nosotros creemos que el hecho de entender cómo es el proceso de construcción influye en la manera de proyectar. Además, este enfoque también es beneficioso para materias como Urbanismo, que se enseñan desde los libros. La posibilidad de ver cómo se desarrollan distintas situaciones urbanas les da la capacidad de identificar los fenómenos emergentes”, explica la magister arquitecta Ana María Valderrama, encargada de la agrupación junto con el arquitecto Marcelo Barile. Matéricos Periféricos fue creado en 1997, y fue pensada originalmente como una revista con la cual exhibir la producción de taller en la cual trabajaban Valderrama y Barile, lejos del discurso dominante en la Fapyd. “En ese momento, había dos corrientes principales en la facultad; por una lado, estaba la línea de la composición, influenciada por la Escuela de Venecia; el otro polo estaba dominado por un neto corte profesionalista, en sintonía con la obra de Mario Roberto Álvarez. A nosotros nos interesaba lo que hacía gente como Enric Miralles y Solano Benítez, al igual que la vertiente social que encarnaba Claudio Caveri. Nadie nos entendía”, completa Valderrama.

Si bien la iniciativa nació como un proyecto editorial (el cual aún sigue), con el correr del tiempo, Matéricos Periféricos empezó a involucrarse en otros proyectos. La debacle económica y social que desencadenó la crisis de 2001 les permitió poner en práctica su concepción de la profesión, un modelo no tan apegado al éxito individual y más en contacto con los requerimientos de las clases populares. Tras una serie de experiencias preliminares, en el 2004 lograron un subsidio del Ministerio de Educación de la Nación, permitiéndoles así cimentar un programa educativo basado en la producción a escala 1:1, y entendido como un esfuerzo colaborativo entre estudiantes, docentes y organizaciones sociales. “A nosotros nos llegan los pedidos de proyectos, y de ahí los derivamos a las autoridades de la facultad. Los diseños generalmente son encarados por los docentes de nuestras cátedras, Taller Barile en el ciclo superior, y Taller Valderrama en el ciclo básico. Los estudiantes a veces colaboran con el proyecto, y luego participan de un workshop que los prepara para participar de la construcción, donde también colaboran los vecinos”, señala Valderrama.

Además de esas actividades, Matéricos Periféricos también desarrolla tareas académicas de investigación, y organiza ciclos de conferencias, seminarios, concursos y viajes por Latinoamérica. Los docentes rosarinos entraron en contacto con este modelo luego de que Barile hiciera una pasantía en la Escuela de Arquitectura de la Pontifica Universidad Católica de Valparaíso, en Chile.

La agrupación ha construido nueve proyectos hasta el momento en distintas zonas de Rosario y otras zonas de los alrededores. Su más reciente emprendimiento, completado a fines del 2014, fue una copa de leche en Granadero Baigorria que asiste a 150 niños con alimentos, además de ofrecerles apoyo con sus tareas escolares. Trabajaron docentes de las cátedras, además de estudiantes de la Facultad, y diversos vecinos del barrio, entre los cuales había un herrero y un oficial. Desde el 2007 han completado ocho obras más, desde un espacio de integración en Empalme Graneros y un mirador sobre el Paraná, hasta un taller de artes y oficios en el barrio toba Los Pumitas. Tras casi 18 años de existencia, el trabajo de Matéricos Periféricos está empezando a trascender y a cruzar la frontera.

Recientemente, Valderrama fue invitada a exponer acerca del proyecto en la Universidad de Arizona, Estados Unidos, lugar en el que estuvo enseñando luego de completar una maestría en Arquitectura del paisaje en la Universidad de Illinois. Mirando a futuro, Valderrama afirma que su próximo objetivo es tratar de constituir un laboratorio de materiales en la facultad, donde poder experimentar con distintos materiales a implementar en los proyectos, y tratar de constituir una fundación con la cual ampliar la escala del emprendimiento.

 

Fuente

http://arq.clarin.com

 

Revista

Ver ediciones anteriores

Suscribete

Y recibí cada mes la revista Mandu'a

Suscribirme ahora