Edición N° 430 - Febrero 2019

Argentina y el nordeste

Los vecinos del barrio Cristo Obrero fueron trasladados donde antes se amontonaban pilas de contenedores abandonados y herrumbrados utilizados por delincuentes
Nuevo parque infantil en la Villa 31 de Buenos Aires, en proceso de integración urbana.
Así luce hoy el nuevo barrio de la Villa 31, viviendas donde había un deposito de contenedores.
Antes y después. El trazado actual de la autopista se convertirá en un parque en altura.
Algunas viviendas cuentan con locales comerciales.
Algunas viviendas cuentan con locales comerciales.

Nació un nuevo barrio en la Villa 31

Lo llaman Containera. Son edificios de dos pisos ocupados por vecinos que vivían en la traza de la autopista Illia. Son de planta baja y dos pisos. Tienen departamentos de dos y tres dormitorios con todas las comodidades.

Donde antes se amontonaban pilas de contenedores abandonados y herrumbrados utilizados por los delincuentes como una especie de aguantadero ahora se ven edificios de planta baja y dos pisos que albergan departamentos recién estrenados. Nació un nuevo barrio. En el marco del plan de urbanización del sector se levantaron 110 viviendas nuevas, diez locales comerciales y juegos para niños. A ello se añadió una cancha de fútbol hecha por los vecinos.

La Containera está cerca de donde se construirá el puente que unirá la Villa 31 con el barrio Recoleta, a la altura de la Facultad de Derecho y el Centro de Exposiciones, donde se instalará el edificio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a pocos minutos del Obelisco y de vías de acceso a la ciudad.

En uno de los extremos de la Containera quedan algunos contenedores olvidados entre las bases de lo que será la nueva autopista Illia que, además, marcará los límites de la Villa 31. Los vehículos pasarán cerca de dos edificios educativos: un jardín de infantes y un Centro de formación profesional para adultos, el Centro de desarrollo emprendedor (Cedel).

Allí forman emprendedores y funciona una bolsa de empleo que ya dio trabajo a 500 personas en empresas de seguridad, maestranza y supermercados.

En el ahora denominado Containera fueron trasladados vecinos del barrio Cristo Obrero, el sector más relegado de la Villa 31 que a raíz de la nueva traza de la autopista Illia debieron dejar sus casas las que han sido demolidas y en su lugar se fueron colocando las bases de hormigón donde se asentarán los tramos de la autopista.

“Uno de los principales objetivos del proceso de reurbanización es generar arraigo, condiciones de deseo y posibilidad para que los vecinos puedan desarrollar sus proyectos de vida. No se prohibirá la venta de las casas. Las responsabilidades, tanto para el uso como la transferencia de las viviendas, está aún en discusión”, explica Diego Fernández, titular de la Secretaría de integración social y urbana del gobierno porteño.

El proceso de relocalización comenzó en noviembre de 2017.

Cada grupo familiar decidió en que grupo de edificios vivir: con techos verdes o con azules.

Romina Cardozo, una de las moradoras de la ex Villa 31, tiene cuatro hijos y junto a su esposo, Milder, viven desde noviembre pasado en el Núcleo 1 de la Containera. “Estamos muy conformes con el lugar y con la seguridad que tienen los chicos para jugar en las veredas. No pasan motos. No imaginábamos que iba a ser así de grande y luminoso el departamento. Los chicos tienen sus habitaciones”, describe la joven.

Cada familia propietaria comenzará a pagar por las viviendas a medida que reciban las escrituras. El pago será con un sistema de amortización francés con un crédito a 30 años. Quienes no puedan hacerlo también accederán a las viviendas y a su título de propiedad, siempre y cuando estén en búsqueda laboral activa y asistan a cursos de formación en el Cedel.

Detalles de la construcción

Los departamentos son de dos y tres dormitorios, con baños completos y un amplio living donde también se encuentra la cocina. Las unidades de planta baja cuentan con patios traseros al aire libre y un espacio en la entrada que puede ser utilizado como comercio, mientras que los del primero y el segundo piso cuentan con balcones al frente. Las fachadas de los edificios y las barandas de las escaleras están enrejadas. La calefacción y la energía son generadas a partir de paneles solares instalados en el techo de los edificios que generan energía para alimentar los espacios comunes como las escaleras y los palieres.

Las viviendas están construidas en steel frame, con materiales de alta tecnología que permiten que los vecinos puedan disfrutar viviendas sustentables y de calidad. Dentro de los beneficios de la construcción en seco está la facilidad y rapidez a la hora de realizar reparaciones: sin necesidad de romper paredes ni generar suciedad. Además, las paredes tienen una mayor capacidad de aislación sonora y térmica, lo cual deriva en un ahorro de energía y de costos en el pago de servicios. Los perfiles de steel frame están normalizados y certificados bajo las reglamentaciones IRAM IAS U 500-205 y DNV - ISO 9001:2008.

Cuentan con paneles fotovoltaicos y termotanques solares: un hito de utilización de energías renovables para la Ciudad de Buenos Aires. Los vecinos podrán tener agua fría y caliente aún ante cortes de luz, y ahorrarán en el pago de servicios.

Fuentes
www.buenosaires.gob.ar
www.perfil.com
www.lavoz.com.ar

Revista