Edición N° 455 - Marzo 2021
Calidad: cinco consejos prácticos para las obras
En nuestro país el nivel de informalidad y la falta de capacitación hacen difícil para los profesionales constructores que los trabajos sean ejecutados de forma seria y responsable. Errores, que algunas veces tacharíamos de infantiles, están a la orden del día y arruinan la calidad del trabajo.
¿Pero qué es la calidad? Esencialmente es la capacidad que tenemos de cumplir con los requisitos del cliente y aun mejor, superar sus expectativas. Hacer el trabajo con calidad tiene sus costos, pero hacerlo sin ella, generalmente, lleva a costos muy superiores.
Considerando los costos de la falta de calidad, que son los trabajos que se ejecutan erróneamente y que requieren demoliciones y reejecutar el trabajo. Esto implica pérdida de tiempo, de materiales, de dinero y de confianza.
El padre de la calidad, el norteamericano William Deming, formuló el principio que la calidad no es otra cosa que una manera constante de pensar en la mejora continua. Es decir que tenemos que analizar permanentemente todos los procesos, identificar lo que hacemos mal y tomar las medidas para no repetirlo.
En las obras de construcción, permanentemente se ejecutan procesos, generalmente llamados rubros en nuestros sector, los que son realizados por diferentes empresas especialistas (fundaciones, hormigón, albañilería, electricidad, etc.) y éstos, a su vez, lo efectúan con diferentes equipos de trabajo y personas. Los niveles de dificultad de los rubros pueden llegar a ser muy complejos y los errores muy comunes.
Dejamos unos consejos que pueden mejorar la calidad en la obra (y evitar errores), de forma práctica.
Siempre, siempre y siempre mantener el orden y la limpieza
Una obra en la cual los obreros tienen que sortear obstáculos (maderas, varillas, tierra) tendrá mala circulación y con ello pérdida de tiempo permanente, a más de mayor riesgo de accidentes y el mal aspecto del lugar de trabajo que siempre es observado por los clientes. Una obra limpia y ordenada es sinónimo de profesionales competentes. El orden y la limpieza deben ejecutarse durante toda la jornada y no solamente al final del día, es decir debe ser permanente. En este aspecto recomendamos la lectura del método de las 5S.
Contratos por competencia
La manera más práctica de no cometer errores es la contratación de personal más competente. Todos pueden hacer el trabajo, pero algunos lo efectuarán de manera más ordenada y rápida, y con menos errores. Muchas veces caemos en el error de contratar por el menor costo y es posible encontrarnos con los costos de la no calidad que pueden ser muy superiores a los inicialmente previstos.
Control de calidad
La dirección de obra NO debe esperar la finalización de un proceso para inspeccionar los trabajos (Ejemplo: si se hizo una pared debe verificarse que esté en el sitio adecuado y con el plomo y alineación correctos. Si esto no se inspeccionó y se ejecutó mal, el revoque llevará mucho más material y tiempo). Cabe recalcar que todas las actividades deben ser revisadas y no dejar a la buena voluntad de los ejecutantes. Cuantas más actividades examinemos menos errores tendremos.
El control de calidad empieza con la correcta planificación, sigue el control en la ejecución y finaliza con el control al concluir los trabajos.
Inducción a la calidad
La construcción emplea a personas de diferentes niveles educativos, cultura y valores. Muchas de estas personas ejecutan su trabajo de manera incompetente o negligente que es peor. Por eso la importancia de reiterar permanentemente al personal a que cumpla con las buenas prácticas al realizar sus labores, para lograr una conciencia hacia la ejecución con calidad de los trabajos.
Evaluación
Todos los sistemas de calidad apuntan a la mejora continua, esto es imposible alcanzar si no conocemos los errores que se cometen. Éstos deben ser identificados para tomar las medidas adecuadas y evitar que se repitan.
Concientizar a nuestros colaboradores de la importancia de la ejecución con calidad de los trabajos es, definitivamente, la forma de entrar en la ola mundial de las buenas prácticas de ejecución de obras de construcción y obtener mejores resultados para los clientes y la rentabilidad empresarial.
Ingeniero Aníbal Alarcón