Edición N° 407 - Marzo 2017

Cuando la austeridad también es bella

 

 

La casa de Dalvina Borges Ramos en una  favela de San Pablo se ha convertido en el ejemplo de que la arquitectura dignifica la vida de la gente. Y recibió reconocimientos a nivel internacional

Decía Oscar Wilde que con una naturaleza confortable, la humanidad no hubiera inventado nunca la arquitectura. Su reflexión es un buen punto de partida para conocer la historia de Vila Matilde, la casa de una mujer  de un barrio humilde de  San Pablo, Brasil, que ha sido reconocida en la Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo y distinguida en la categoría Casas con el Building Of The Year 2016 que otorga anualmente ArchDaily gracias al trabajo del estudio de arquitectura que la renovó, Terra e Tuma Arquitetos Associados, que envió el proyecto al sitio web especializado en arquitectura. 

El Building Of The Year (Edificio del año) es un premio internacional de arquitectura que se entrega a edificios reconocidos en el mundo; y la última edición sorprendió a todo ese mundo con la noticia de que el galardón había sido otorgado a la Vila Matilde de Dalvina Borges Ramos, una trabajadora doméstica de 74 años, residente en Vila Matilde, un humilde y populoso barrio de San Pablo del cual la casa toma su nombre.

El terreno fue comprado hace 25 años y allí la familia Borges levantó  su humilde morada. Hace unos años, una tormenta derrumbó el antiguo techo del hogar de Dalva y su hijo Marcelo Borges quien decidió remodelar la casa con un dinero ahorrado que tenía la familia porque además urgía debido a que la vivienda ya tenía problemas estructurales y la salud de su madre no andaba bien. 

Preocupado por la situación, decidió contactar con el estudio de arquitectos Terra e Tuma sin tener en cuenta ese prejuicio de que solo los privilegiados pueden encontrar remedios a sus apuros en la arquitectura, pues “por lo general, las personas con pocos recursos económicos no recurren a un arquitecto para hacer sus casas, sin embargo este diseño demuestra que fue la solución más eficiente y un motivo por el que esa idea debe cambiar”, según expresan desde el estudio Terra e Tuma, al que se ha confiado todo el trabajo y al que los Borges pidieron un presupuesto económico  y un proyecto lo más rápido posible. Así fue como el equipo de este despacho brasileño decidió tirar la casa y empezar desde cero.

El tiempo apremiaba. Si la obra se prolongaba, el alquiler del espacio al que Doña Dalva se había mudado para evitar los riesgos de seguir en su casa acabaría con sus ahorros (apenas 36.000 euros) y no podría pagar la reforma. ¿Qué hacer con una casa en ruinas, sin tiempo ni presupuesto? Pues combinar todas las variables de esa arquitectura que suaviza la incomodidad de la naturaleza y aprovechar la tecnología, el conocimiento, la sensibilidad estética y la racionalidad económica para ponerlos al servicio de la necesidad humana: “la vieja casa tenía demasiada humedad, las paredes destrozadas, poca ventilación y muy poca luz natural”.

El estudio Terra e Tuma se ajustó a la requisitoria de los Borges en cuanto a presupuesto y tiempo y en el 2014 comenzó la construcción que duró seis meses y al final quedó espectacular. El resultado fue una casa con una mezcla de ambientes, cuenta con grandes espacios y buen gusto en su decoración e incluso tiene un pequeño jardín.

Con techo reforzado, espacios grandes y amplios, iluminación y un acogedor acceso a una terraza, a Dalvina Borges le encantó su nuevo hogar, el cual cuenta también con un bonito jardín acorde armónicamente con el diseño de la casa. 

La iluminación de día y de noche es perfecta; esta casa irradia modernidad y buen gusto en cada rincón de ella, por lo cual no asombra el tan merecido reconocimiento a los arquitectos que lograron materializar el sueño de la casa ideal.

El patio de acceso es un garaje. La poca anchura de la parcela acoge un salón comedor, una cocina, un dormitorio con baño y un lavadero en la planta baja.

Incluso cabe un piso superior con otro dormitorio y otro baño, ambos, como el resto de la construcción, organizados con modestos bloques de hormigón que, lejos de empobrecer la vivienda, la empoderan.

Cuentan los arquitectos que, al principio, doña Dalva se sintió extraña en la vivienda remodelada totalmente. “Había un cierto distanciamiento, porque la casa huye del patrón de viviendas tradicionales de la zona. Pero ahora está muy orgullosa de su casa y también de su propia historia. Ha sido un sentimiento producido de fuera hacia dentro. Con el nuevo hogar conseguimos que Doña Dalva ganase un espacio más amplio, claro y la interacción con el jardín y un huerto que ha significado la mejora de su calidad de vida”, dicen los arquitectos de Terra eTuma.

Y así la casa Vila Matilde cumplió con todos los requisitos de un edificio ideal lo que le valió el premio al Building of the Year en la categoría “mejor casa” por su modernidad, comodidad, iluminación, accesibilidad y por ser construida en muy poco tiempo con el menor presupuesto y con un diseño de interiores totalmente minimalista que pone de manifiesto el concepto menos es más.

 

Fuentes

www.recreoviral.com

www.okchicas.com

www.revistaad.es

 

 

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