19-03-2020

Dos semanas hasta el impacto

Una comparación de respuestas incrementales y respuestas de choque a la pandemia del COVID-19, junto con sugerencias a autoridades y pensamientos para los ciudadanos de Paraguay, sobre cómo usar los quince días que, aproximadamente, tenemos antes del impacto total del COVID-19 en Paraguay.

Por: Msc. Arq. Juan C. Cristaldo, (FADA UNA / CIDi, UNLA, Harvard GSD)
Con revisiones y comentarios de:
PHd Walter Sandoval (FACEN, North Carolina State University, Harvard); Stephania Spitale (FCA UNA, MSc Management of SDGs (LUMSA) and MSc Environment and Sustainable Development (UCL); Juan Pablo Benítez (Dordt College, University of Pennsylvania); Guillermo Britez (FADA UNA); Alejandra Lezcano (FADA UNA).

Este artículo se actualiza constantemente. Estamos abiertos a recibir aportes y comentarios científicamente fundados de todos los sectores de la sociedad para enriquecerlo de modo a que brinde la mejor directriz posible a esfuerzos individuales y políticas públicas. Este artículo representa exclusivamente la opinión del autor y los aportes de los colegas que han actuado como peer-review.

Debo empezar aclarando las limitaciones de mi posición. Por oficio, trabajo en investigaciones urbanas, y he elaborado antes reflexiones sobre cómo la ciudad afecta a la salud pública. Sin embargo, mi interés ha estado más orientado hacia cosas como la epidemia de accidentes de tránsito, la obesidad y la relación que estos problemas tienen con el modo predominante de movilidad urbana en Paraguay. No soy médico, no soy epidemiólogo, sino arquitecto, urbanista e investigador.

Sin embargo, he pasado bastantes horas en las últimas semanas, buscando información de fuentes autorizadas, y científicamente válidas. En función de los datos que he encontrado, elaboro y comparto los siguientes pensamientos, que toman la forma no de un artículo académico sino de una carta abierta a autoridades y ciudadanos. El objeto de esta carta es evaluar el mejor modo de prepararse para el impacto del COVID-19. Esta carta asume el esfuerzo conceptual de resumir una situación extremadamente compleja — y cambiante — en 5 puntos. Esta carta ha sido generosamente revisada y discutida con colegas y profesionales de diversos ámbitos de la sociedad paraguaya, incluyendo la academia, las ciencias médicas y el sector productivo.

Introducción — Esto es nuevo: No hemos enfrentado nada que se parezca al COVID-19, en por lo menos, un siglo.

El COVID-19 es una realidad nueva no solo para Paraguay, sino para el mundo. Prácticamente desde la pandemia de la denominada Influenza española (1) que afectó a todo el planeta entre 1918 y 1920, no hemos visto nada que se parezca, en alcance y transmisión, al COVID-19. Hemos sufrido otras epidemias, por supuesto, incluso algunas relacionadas con el COVID-19, tales como el SARS (Severe Acute Respiratory Syndrome), que afectó al mundo en 2003 (2) o el MERS (Middle East Respiratory Syndrome) que afectó al Oriente Medio en el 2012. El SARS y el MERS también son ocasionados por un coronavirus, pero sus características son diferentes al COVID-19.

La letalidad y gravedad de los casos es menor en el COVID-19 que en el SARS. El 81% de los casos de COVID-19 detectados en China fueron leves, el 14% severos y el 5% críticos, requiriendo internación en cuidados intensivos y en ocasiones, asistencia mecánica para la respiración. En relación a los casos de China, la mortalidad es del 2.3%. (3)

Muchos autores señalan que probablemente la letalidad del COVID-19 sea menor, porque, hasta donde sabemos, el número total de casos es mayor que el número de casos clínicamente confirmados. Como referencia podemos evaluar el caso de Corea del Sur. Este país ha realizado 248.647 tests hasta el 13 de Marzo, siendo el segundo país en el mundo en número total de estudios diagnósticos luego de China. (4) Según la universidad John Hopkins, a partir de estos estudios se han confirmado 8.162 casos confirmados en Corea del Sur, y 75 muertos, lo que resulta en una mortalidad del 0,92%. (5)

En contraste a estos números de letalidad del COVID-19, que se sitúan entre el 2,3% de China, o el 0,92% de Corea del Sur, el SARS registra una letalidad del 10% y el MERS una letalidad del 34%. (6)

Sin embargo, la transmisibilidad del COVID-19 es mayor que la del SARS, porque como hemos explicado, muchos de los pacientes que se enferman de COVID-19 sólo presentan síntomas suaves y actúan como agentes de transmisión de la enfermedad. (7) Dicho de otro modo, si bien el COVID-19 produce mayormente enfermos de menor gravedad, desafortunadamente, éstos siguen caminando, trabajando y contagiando, muchas veces sin saber siquiera que están enfermos.

Adicionalmente, la no realización de pruebas diagnósticas en amplios sectores de la población nos indica que los denominados casos confirmados a nivel mundial, se concentran en análisis realizados a los enfermos graves. En consecuencia es razonable suponer que hay muchos enfermos más, con síntomas suaves, que no están contabilizados. Los casos confirmados, por tanto, no representan el total de casos, y esto es extremadamente importante de tenerse en mente (8). Una vez más, el problema de estos enfermos leves y asintomáticos no se relaciona con su salud individual, sino a su -involuntario- comportamiento como vectores de contagio.

Esto resulta en que, sin vigorosas políticas de salud pública, nos enfrentaremos a lo que se denomina un crecimiento exponencial de la propagación, lo que resulta radicalmente diferente de un proceso lineal. En un proceso de crecimiento lineal (o aritmético), la serie crece sumando o restando siempre un valor constante (ej: 2 +2=4 4+2=6, 6+2=8). En un proceso de crecimiento exponencial (o geométrico) la serie crece multiplicando o dividiendo un valor constante (ej. 1 x2 =2 2X2 =4 4X2=8 8X2=16).

¿Qué implica esto? Que en procesos lineales, el crecimiento o decrecimiento es estable, mientras que en los procesos exponenciales, como la epidemia del COVID-19, el crecimiento o decrecimiento no es estable sino que se acelera. Se puede iniciar con muy pocos casos, como los que ahora tenemos en Paraguay, y en poco tiempo — como ilustran ejemplos que veremos en este texto — llegar a miles de casos. Este es el motivo por el cual se ha venido hablando tanto en los últimos días sobre aplanar la curva (9): reducir el ritmo de transmisión, para que no entremos rápidamente en un ritmo exponencial de contagio que sobrecargue al sistema de salud pública al punto del colapso.

1- ¿Es imprescindible el sufrimiento para aprender? Qué lecciones nos deja la comparación entre respuestas incrementales y respuestas de choque.

Esta es una pregunta que frecuentemente salta al discutir experiencias a nivel individual o social. ¿Es imprescindible pasar por experiencias malas, a veces traumáticas, para aprender? ¿Puede la observación de experiencias en las que otras personas o sociedades han sufrido indicarnos cómo proceder?.

Demás está decir que la apuesta fundamental de un académico es que no, que no es imprescindible el sufrimiento para aprender. Que podemos — a nivel individual y social — observar lo que pasa y extraer conclusiones a partir de conocimiento científico válido, que minimicen el sufrimiento.

En este caso, los ejemplos de sufrimiento que debemos observar vienen de los países que han demorado tomar medidas severas de aislamiento social y otras políticas de contención de la epidemia. Excluyo explícitamente de este grupo a China, pues si tenemos en cuenta que fue el primer país afectado, podría considerarse que era mucho más difícil, al inicio, establecer qué protocolos seguir.

Sin embargo, como el virus ya se ha expandido a muchos otros países, estamos en condiciones hoy, de evaluar qué medidas han resultado más efectivas. Este texto pretende conceptualizar y comparar dos tipos de respuestas: las incrementales y las de choque.

Las respuestas incrementales son aquellas que se implementan progresivamente, con la intención de balancear los costos económicos y sociales de una cuarentena, versus los costos económicos y de salud de dejar que el virus siga transmitiéndose. Este es el camino que ha sido seguido por países como Italia, Francia, España y Estados Unidos.

Las respuestas de choque son las que se implementan pronto, de modo preventivo — y se sostienen por el tiempo necesario — estableciendo niveles rigurosos de políticas públicas que frenan a la epidemia. Las respuestas de choque son generalmente consideradas como económicamente onerosas e incluso, innecesariamente restrictivas de las libertades civiles.

2 — Qué podemos aprender de las respuestas incrementales? Italia, España, Francia y Estados Unidos.

Italia sólo impuso el cierre de la Región Norte, motor económico del país, después de tener 5883 casos confirmados el sábado 7 de marzo (10). Para el día 10 de marzo, las autoridades de Italia han extendido la cuarentena a todo el país (11), pero para entonces, el número de casos confirmados ya ascendía a 9127 pacientes confirmados y 463 muertos. Para el 14 de marzo, Italia tenía 17.660 casos confirmados, y duplicaba este número cada 5 días (12). El 15 de Marzo, la universidad John Hopkins señalaba que Italia tenía 21.157 casos confirmados y 1441 fallecidos. (13)

Al parecer España, Francia, Alemania y Estados Unidos, han demorado también en incorporar las medidas rigurosas de distanciamiento social, probablemente por una legítima preocupación por el impacto que estas medidas tendrán sobre la economía. Sin embargo, las consecuencias de dicho atraso han sido severas. Al 14 de marzo del 2020, España tenía 4321 casos, Francia tenía 3640 casos, Alemania 3062 casos y Estados Unidos 1678 casos. De vuelta, estos son los casos confirmados, que legítimamente podemos suponer son significativamente menores al total de casos.

En estos cuatro países, España, Francia, Alemania, y Estados Unidos, el número confirmado de casos se duplica cada 3 días.

En principio, esto indica que el enfoque incremental en la respuesta, parece no haber dado los resultados deseados en términos de mantener la expansión de la epidemia controlada.

3- Respuestas de choque: qué podemos aprender de quien ha frenado exitosamente la transmisión: Taiwán, Singapur y Hong Kong.

Básicamente, la experiencia de estos tres países puede ser resumida en una línea: fueron mucho más rigurosos, mucho antes. Esta voluntad activa de soportar impactos económicos e incomodidades personales y sociales mucho antes, en realidad deriva de los duros aprendizajes obtenidos, justamente en la epidemia del SARS, en el año 2003.

Taiwan, Hong Kong y Singapur implementaron restricciones de viaje a China continental, ya el primero de febrero, yendo incluso en contra de recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (14).

Taiwan localizado a apenas 130 kilómetros de China continental, enfrentaba previsiones de tener el segundo mayor número de casos de COVID-19, debido a su proximidad y estrechos vínculos con China (15).

Taiwan trabajó en varios frentes para contener la expansión de la epidemia, a saber:

a) Control de fronteras, identificación de casos y contención;

b) Gestión de recursos: garantizando la provisión de mascarillas quirúrgicas, mascarillas N95 (que filtran el 95 por ciento de las partículas del aire), entre otros; e

c) Informar al público con claridad y combatir la desinformación (16).

El aspecto de la gestión de recursos merece destacarse. Taiwan hizo enormes esfuerzos para aumentar la provisión de mascarillas, involucrando al ejército, creando nuevas líneas de producción, prohibiendo la exportación, confiscando la totalidad de la producción y estableciendo regímenes de racionamiento, garantizando que las mascarillas estén disponibles de modo a proteger a la población en general y a los equipos médicos. Volveremos sobre este punto, más adelante en el texto.

El caso de Singapur también es emblemático. Para mediados de febrero, había registrado ya 80 casos, el mayor número fuera de China Continental. Sin embargo, esto parece indicar que en realidad Singapur fue mucho más riguroso en los estudios a casos sospechosos. Un estudio de la universidad de Harvard afirma que Singapur detecta tres veces más casos (17) que el promedio global (18), en función de su riguroso seguimiento de contactos y control de pacientes enfermos. Datos indican que la duplicación del número de pacientes confirmados en Singapur ocurre cada 14 días, en comparación con la duplicación cada tres días que hemos descrito en relación a España, Francia Alemania y Estados Unidos. (19)

Singapur también invirtió en medidas económicas, garantizando un ingreso de 100 dólares de Singapur (73 US$ dólares) a las personas que son trabajadores autónomos, con miras a que respeten la cuarentena y prohibió a los empleadores que descuenten los días de cuarentena de los trabajadores de las vacaciones anuales. La idea de la necesidad de apoyo económico a trabajadores autónomos parece especialmente relevante para Paraguay, donde una gran parte de la población económicamente activa tiene empleo informal (71%, según el Banco Mundial). (20)

Esta realidad económica debe ser tenida en cuenta, bajo el riesgo de que todos los pedidos de auto-aislamiento caigan en oídos sordos si la población paraguaya debe decidir entre aislarse del COVID-19 o pasar severas dificultades económicas quedándose en casa.

Hong Kong, por su parte, invirtió en el tipo de medidas a las que ha apostado Paraguay hasta el momento: distanciamiento social e higiene personal. Las escuelas han permanecido cerradas, y las calles están vacías de peatones. Se han suspendido todos los eventos que impliquen la reunión masiva de personas. Las medidas parecen estar dando el resultado esperado: La provincia vecina de Guandong, en China, ha reportado 1356 casos mientras que en Hong Kong, el número de casos se ha mantenido en 131. (21)

4 — Lo que se ha hecho es bueno, pero no suficiente.

Paraguay ha optado por impulsar una política pública de distanciamiento social, muy pronto en el proceso de la epidemia. El primer caso de COVID-19 fue confirmado en Paraguay el día 8 de marzo, y se trataba de un caso importado de Ecuador (22). El día 10 de marzo, se confirmaba el segundo caso, también importado de la Argentina, y el gobierno nacional por medio del Ministerio de Salud emitía la resolución 90/2020 que determinaba la suspensión de las clases en todos los niveles académicos, y la suspensión de eventos que impliquen la concurrencia masiva y aglomeración de personas. (23)

Adicionalmente, el 13 de marzo el gobierno ha anunciado un paquete de estímulo económico y preparación a la crisis. Dicho paquete incluye recursos para la adquisición de equipos, contratación de médicos, y pagos adicionales en el programa Teko Porã.

Estos esfuerzos, altamente positivos, son insuficientes, de dos maneras. La primera es inherente a la naturaleza de la crisis del COVID-19, pues en general los esfuerzos — como la suspensión de las actividades educativas — apuntan a quince días, cuando en realidad, nada permite suponer que el ciclo del coronavirus en Paraguay, o en el mundo, vaya a durar quince días.

Planteamos aquí que se debe pensar en medidas de aplicación inmediata y sostenida, que permitan al país soportar una crisis de tres a cuatro meses. Esta hipótesis de un plan a cuatro meses, se relaciona con la posibilidad de que en tal plazo existan tratamientos antivirales, pero no vacunas. Por ejemplo, el que está en desarrollo por la universidad Erasmus (24) en los Países Bajos (25), o que existan evidencias de que otros tratamientos como clorquina, o Remdesivir (26) son efectivos. Las estimaciones más racionales sobre disponibilidad de vacunas, refieren a un periodo entre 12 a 18 meses. (27)

La segunda manera en que las respuestas positivas deben mejorarse refiere a las condiciones de desarrollo social e institucional de Paraguay. Es importante entender las condiciones que son específicas en éste país, y que requerirán políticas públicas que se adecuen a nuestra realidad. Citamos algunos puntos fundamentales:

5 — Todo se define en los próximos quince días. Debemos actuar ahora por que cuando llegue el impacto total, será tarde para construir capacidades.

Ahora bien, el punto clave — y la urgencia que impulsa a escribir este texto — es que tenemos como sociedad una ventana temporal extremadamente pequeña para implementar estas medidas de fortalecimiento. Esta vez, la historia nos ha brindado la oportunidad de que el brote pandémico se haya originado en China, un país relativamente distante. Esta distancia nos ha proporcionado tiempo para observar y evaluar las dinámicas de la epidemia.

Adicionalmente, podemos comparar la efectividad de las medidas incrementales de respuesta a la pandemia (Italia, Francia, Alemania, Estados Unidos) y la efectividad de las estrategias de choque (Taiwan, Hong Kong y Singapur). Queda claro que los casos de Taiwán, Hong Kong y Singapur han tenido una efectividad mucho mayor.

Hemos explicado en detalle dos factores fundamentales de esta epidemia. La primera es que el número de casos de enfermos leves y no diagnosticado es alto y que esto facilita el contagio. Esto lleva a inferir que para el momento en el que detectamos a los primeros casos confirmados, hay todo un grupo de enfermos leves actuando como vectores involuntarios de contagio. Es decir, si paramos las actividades y los encuentros públicos el primer día que detectamos un caso (y este es prácticamente el escenario de Paraguay) igual la naturaleza exponencial — no lineal — del contagio, nos enfrentará a un número importante de casos en los próximos días.

Miremos los números de los cuatro países con mayor número de contagios luego de China:

Estos números informan como se ha pasado de un único, o unos pocos casos, a miles de casos en alrededor de un mes.

Consideremos ahora la cantidad presente de lechos de terapia intensiva que existen en los sistemas público y privado de salud. Se estima que existen 732 camas (29). Sin embargo, calculemos que todas las otras dolencias ocupan la mitad de los lechos. Esto dejaría disponibles apenas 366 lechos. Si consideramos 366 lechos como el número equivalente al 5% de los casos totales que evoluciona hacia una dolencia grave que requiere internación en cuidados intensivos, vemos que el total máximo que el sistema de salud paraguayo puede soportar es de 7320 enfermos de COVID-19. Cualquier número superior representa un sistema sobrepasado.

Son estas dinámicas las que justifican la urgencia de actuar en los próximos quince días. Sin una intervención, luego de quince días los casos irán aumentando exponencialmente, y la sobrecarga del sistema de salud, pondrá al gobierno y a la sociedad paraguaya en una situación insostenible, en la que no se podrá hablar de construir ninguna capacidad.

Nuestra ventana de tiempo para prepararnos antes del impacto pleno del COVID-19 en Paraguay es de aproximadamente quince días, y debemos usarla con diligencia.

Conclusión — Necesitamos un plan para tres o cuatro meses, que cuide la salud y la economía, de todos los sectores de la población. Este es un esfuerzo de tal escala que requiere la colaboración irrestricta de todos los sectores de la población.

El plan que necesitamos implementar enérgicamente, desde mañana, es uno que permita aplanar la curva de la epidemia, y construir capacidades de respuesta a la emergencia médica, ayudando, simultáneamente con la mitigación de los impactos económicos y sociales.

Este plan no puede durar apenas quince días y debe concebirse, y comunicarse como un esfuerzo de varios meses. En este sentido, no hay ningún factor que permita pensar que la crisis mejorará en el horizonte inmediato, salvo el desarrollo de antivirales, previsto para 4 a 6 meses. Es lícito inferir que la gravedad del COVID-19 realmente tendrá un impacto más duro en los próximos meses considerando que estamos por entrar en el otoño- invierno en Paraguay (30), lo que representa incluso en casos normales un periodo de mayor de contagio y complicaciones de enfermedades virales y respiratorias (31). La proximidad del invierno combina la exposición de la población a contraer el COVID-19, con la sobrecarga del sistema de salud que de por sí ya se encuentra a cargo de paliar el resto del espectro de enfermedades de esta índole (32) (influenza, bronco-pulmonía, neumonitis)

En consecuencia, es necesario que se tomen las medidas, desde ya, para prever la disponibilidad de recursos financieros, y pedir ayuda a países con los que se tienen relaciones históricamente positivas y que tuvieron experiencias de éxito en la gestión de esta crisis, como Taiwán o Corea del Sur. Los próximos quince días son el espacio para que se gestionen las compras que deban hacerse, con miras a constituir una capacidad médica mejor distribuida en el territorio, que pueda hacer frente a la crisis de salud pública de la mejor manera posible.

Por otra parte, el sector público y privado y los profesionales de la educación deben pensar en transicionar de modo radical e inmediato al trabajo remoto todo el trabajo que sea posible en áreas urbanas.

La cuestión de la protección social y económica de la población trabajadora informal o cuentapropista será fundamental para mantener la cuarentena, pues sin apoyo económico, estos ciudadanos ciertamente terminarán rompiendo el aislamiento sugerido para buscar ganarse el sustento. En este sentido, debemos considerar opciones que van desde la moratoria en el cobre de servicios públicos como agua o energía, o el refinanciamiento de obligaciones fiscales, hasta las transferencias directas en efectivo o la distribución de packs de alimentos para los sectores socialmente más vulnerables. Adicionalmente, sería deseable que el gobierno apoye a las entidades de crédito, pues es de esperar que se incrementen los niveles de morosidad, y estos organismos pueden requerir asistencia financiera del Estado.

A estos factores deberemos sumar, indefectiblemente, la provisión adecuada de transporte público en áreas urbanas, para los trabajadores que desempeñan oficios inherentemente presenciales, y el adecuado refuerzo y mejora de las condiciones sanitarias en barrios precarios.

Un plan de esta escala y magnitud requiere nada menos que un esfuerzo de unidad nacional, desde el gobierno y todos los sectores de la sociedad. Ningún actor o sector de la sociedad paraguaya solo, tiene la capacidad de hacer todo lo que se debe hacer, en el tiempo que tenemos disponible. Es momento de que todos trabajemos juntos para hacer esto posible, disminuyendo el impacto económico, el sufrimiento de las familias y la pérdida de vidas humanas.

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Referencias:

(1)Erkoreka A. (2009). Origins of the Spanish Influenza pandemic (1918–1920) and its relation to the First World War. Journal of molecular and genetic medicine : an international journal of biomedical research3(2), 190–194.

(2)Breiman, R. F., Evans, M. R., Preiser, W., Maguire, J., Schnur, A., Bekedam, H., & MacKenzie, J. S. (2003). Role of China in the quest to define and control severe acute respiratory syndrome. Emerging Infectious Diseases9(9), 1037.

(3)Max Roser, Hannah Ritchie and Esteban Ortiz-Ospina (2020) — “Coronavirus Disease (COVID-19) — Statistics and Research”. Published online at OurWorldInData.org. Retrieved from: ‘https://ourworldindata.org/coronavirus' [Online Resource]

(4)Max Roser, Hannah Ritchie and Esteban Ortiz-Ospina (2020) — “Coronavirus Disease (COVID-19) — Statistics and Research”. Published online at OurWorldInData.org. Retrieved from: ‘https://ourworldindata.org/coronavirus' [Online Resource]

(5)https://www.arcgis.com/apps/opsdashboard/index.html#/bda7594740fd40299423467b48e9ecf6

(6)Max Roser, Hannah Ritchie and Esteban Ortiz-Ospina (2020) — “Coronavirus Disease (COVID-19) — Statistics and Research”. Published online at OurWorldInData.org. Retrieved from: ‘https://ourworldindata.org/coronavirus' [Online Resource]

(7) “Clear differences are emerging, such as in transmissibility and severity pyramids; COVID-19 has a higher transmissibility than SARS, and many more patients with COVID-19 rather than SARS have mild symptoms that contribute to spread because these patients are often missed and not isolated.”

Wilder-Smith, A., Chiew, C. J., & Lee, V. J. (2020). Can we contain the COVID-19 outbreak with the same measures as for SARS?. The Lancet Infectious Diseases.

(8) Max Roser, Hannah Ritchie and Esteban Ortiz-Ospina (2020) — “Coronavirus Disease (COVID-19) — Statistics and Research”. Published online at OurWorldInData.org. Retrieved from: ‘https://ourworldindata.org/coronavirus' [Online Resource]

(9) https://elpais.com/ciencia/2020-03-11/objetivo-numero-uno-aplanar-la-curva-del-coronavirus.html

(10) https://www.bbc.com/news/world-middle-east-51787238

(11) https://www.theguardian.com/world/2020/mar/09/coronavirus-italy-prime-minister-country-lockdown

(12) Max Roser, Hannah Ritchie and Esteban Ortiz-Ospina (2020) — “Coronavirus Disease (COVID-19) — Statistics and Research”. Published online at OurWorldInData.org. Retrieved from: ‘https://ourworldindata.org/coronavirus' [Online Resource]

(13)https://www.arcgis.com/apps/opsdashboard/index.html#/bda7594740fd40299423467b48e9ecf6

(14) https://time.com/5802293/coronavirus-covid19-singapore-hong-kong-taiwan/ Fecha de acceso, 15 de Marzo de 2020.

(15) Wang CJ, Ng CY, Brook RH., 2020 Response to COVID-19 in Taiwan: Big Data Analytics, New Technology, and Proactive Testing. JAMA. Published online March 03, 2020. doi:10.1001/jama.2020.3151

(16) Wang CJ, Ng CY, Brook RH. 2020. Response to COVID-19 in Taiwan: Big Data Analytics, New Technology, and Proactive Testing. JAMA. Published online March 03, 2020. doi:10.1001/jama.2020.3151

(17) https://time.com/5802293/coronavirus-covid19-singapore-hong-kong-taiwan/

(18) Rene Niehus, Pablo M De Salazar, Aimee Taylor, Marc Lipsitch medRxiv 2020.02.13.20022707; doi: https://doi.org/10.1101/2020.02.13.20022707

“Among countries with substantial travel volume, Singapore showed the highest ratio of detected imported cases to daily travel volume, a ratio of one case per 5 daily travelers. Singapore is historically known for exceptionally sensitive detection of cases, for example in SARS 6 , and has had extremely detailed case reporting during the COVID-19 outbreak 7 . We therefore use Singapore in this work as the upper limit of case detection capacity. And we estimate this capacity of other locations relative to Singapore.”

(19) Max Roser, Hannah Ritchie and Esteban Ortiz-Ospina (2020) — “Coronavirus Disease (COVID-19) — Statistics and Research”. Published online at OurWorldInData.org. Retrieved from: ‘https://ourworldindata.org/coronavirus' [Online Resource]

(20) Banco Mundial (2019), Informe sobre el Desarrollo Mundial 2019: La naturaleza cambiante del trabajo, cuadernillo del “Panorama general”, Banco Mundial, Washington, DC. Licencia: Creative Commons de Reconocimiento CC BY 3.0 IGO.

(21) https://time.com/5802293/coronavirus-covid19-singapore-hong-kong-taiwan/

(22) https://www.lanacion.com.py/politica_edicion_impresa/2020/03/08/primer-caso-de-coronavirus-en-paraguay-provino-de-ecuador/

(23) https://www.mtess.gov.py/documentos/resolucion-mspbs-sg-n-902020

(24) https://www.erasmusmagazine.nl/en/2020/03/14/unique-discovery-in-erasmus-mc-antibody-against-corona/

(25) https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2020.03.11.987958v1

(26) https://www.healthline.com/health/coronavirus-treatment#potential-treatments

(27) ““ Like most vaccinologists, I don’t think this vaccine will be ready before 18 months,” says Annelies Wilder-Smith, professor of emerging infectious diseases at the London School of Hygiene and Tropical Medicine. That’s already extremely fast, and it assumes there will be no hitches”

https://www.theguardian.com/world/2020/mar/15/when-will-a-coronavirus-vaccine-be-ready-human-trials-global-immunisation

(28) To face such a tsunami, Italy is learning from China. Intermediate care units will be opened both in the hospitals and in other areas, such as exhibition pavilions in the Bergamo and Milan Fair. They will be equipped with ventilators coming from China and with special helmets to facilitate non-invasive ventilation support that seems to be very useful for patients who can manage without invasive ventilation. “We need such tools because 33% of the people in intensive care are between 50 and 64 years old: they are fit people who do not have pre-existing conditions. If we put them in invasive ventilation, they occupy an intensive care unit for 2–3 weeks,” says Pesenti. “Any alternative is useful to relieve ICUs.”

https://www.medscape.com/viewarticle/926777#vp_2

(29) https://www.lanacion.com.py/pais_edicion_impresa/2020/03/11/covid-19-paraguay-tiene-100-camas-por-cada-millon-de-habitantes/

(30) https://www.bbc.com/mundo/noticias-51705064

(31) https://www.bbc.com/mundo/noticias-51705064

(32) https://www.mspbs.gov.py/portal/18758/iquestcuales-son-las-enfermedades-prevalentes-en-invierno.html