El Gran Teatro del BCP, sala llena, rostros expectantes ante lo que se daría en el escenario, el conversatorio del arquitecto argentino Rafael Iglesia, que a pesar de su quebrantada salud llegó a nuestra ciudad para apoyar la colecta solidaria AMERICAnodelsud, movimiento del cual es uno de sus iniciadores. Y también para presentar el proyecto que adjudicó el AMERICAno del cual fue el primer seleccionado.
Cabe señalar que Iglesia formó parte de la gira de arquitectos autonvocados -junto con Alejandro Aravena, Solano Benítez, Angelo Bucci, José María Saez y Ricardo Sargiotti-, realizada en el 2013 por tres provincias argentinas para realizar la colecta solidaria y llevando sus reflexiones, afirmaciones, conceptos, pensamientos, y porqué no críticas y autocríticas sobre cómo debe hacerse o transmitirse la arquitectura, a través de los conversatorios.
En el ida y vuelta de Iglesia con Solano Benítez, los profesionales presentaron y comentaron el proyecto que desarrolló el arquitecto Iglesias localizado en las barrancas del río Paraná de su Rosario natal.
Iglesia, con una chispa que causó gracia y aplausos del público durante todo el desarrollo de la charla, la inició señalando que “Me parece que hay que recuperar el encuentro social, me parece que internet nos está alejando. Antes, mi papá era un genio, hoy uno es un tonto porque no sabe usar youtube. La revolución se está dando dentro de la arquitectura, no afuera.
Solano: ¿Por qué?
Iglesia: Los edificios más lindos, cerraditos, las calles se van quedado vacía, la revolución ahora se da dentro de la casa.
S: La gente se encuentra de otra manera.
I: Mas técnicamente, pero se pierde el contacto humano que era la importancia que tenía. Antes yo llamaba por teléfono y decía hola con quien hablo, por dónde estás. Ahora no sabes dónde, puede estar al lado.
S: Pero está igual conectado.
I: Conectado sí, pero de otra manera.
S: En ese debilitar del encuentro con el otro, porque ya la relación espacio tiempo es distinta ¿cómo afecta realmente a la arquitectura´?, porque vos decís la revolución está ocurriendo dentro de los espacios que hicimos; pero nosotros ya estamos trabajando sobre espacios ¿o todavía no nos dimos cuenta?
I: Todavía no nos damos cuenta, yo digo dejar para mañana lo que puedas hacer hoy porque mañana se puede encontrar más barato. Mañana el celular va a estar más barato. Buscás hoy y es caro.
S: Eso también tiene mucho de confianza, porque hay una cierta certeza. Vos confías que cuando evolucionamos vamos cambiando rápidamente.
I: No estoy en contra de la evolución. Yo no estoy en contra de la tecnología, creo que hay que aprender a usarla. Y no nos dimos de los efectos sobre nosotros.
S: Yo te saludaba el otro día desde mi escritorio por skipe y había mil kilómetros de distancia.
I: Si, es cierto, había 1.000 kilómetros, eso es una ventaja. Hay cosas buenas y cosas malas.
S: La cosa mala es que nos vemos y los dos somos feísimos.
I: Si, vos más que yo.
S: Deberíamos hacer una encuesta.
I: De seguro la ganas vos.
S: Emocionante verte siempre. Yo creo que de este encuentro, donde nos hemos dado siempre el tiempo para hablar… Anteayer Paulo estuvo acá también, hablaba del concepto de escuela, que deriva del griego antiguo skholè, que significa tiempo libre; y para mi, el ganar espacio en consideración a acá y acá, en posibilidad, viene de ese tiempo libre, de hacer escuela.
I: Sí, con los amigos, es fundamental. La facultad enseña de una manera que no estoy de acuerdo, porque no se le pregunta al alumno qué piensa, uno tiene que preguntar vos que pensás, te sorprenderías.
S: O te asustarías… o te divertiría una maravilla.
I: Pero, el autoritarismo no enseña eso.
S: Hay mucho miedo, entonces hay que repetir lo que ya se hizo, es como un salvavidas de plomo. Siempre el miedo. El miedo y el control. Cuidado que estás por hacer eso… eso se hace así. No hay confianza en el otro. Hay profesiones que tienen el mandato del optimismo. Imagináte un piloto que dice: señores pasajeros, somos conscientes de la ley de la gravedad, las maquinas las hace el hombre, pueden fallar en cualquier momento, entonces a todos los creyentes les solicito en estos momentos una oración para tratar de llegar… todo el mundo se baja. Está obligado a ser optimista ¿y nosotros?
Hemos perdido ese optimismo. Interesante, porque la materia es en realidad tonta, vos agarras un ladrillo, lo soltás y se te cae, porque es estúpido.
I: A mí no se me caen, no se me cayeron
S: Pero sin embargo la acción transformadora del hombre, la que puede tomar la materia y convertir esa pieza en un monumento y podemos vencer la gravedad, y podemos imaginar, la imaginación, no la fantasía, porque creo que hay una diferencia enorme entre imaginación y fantasía. En la fantasía todo puede ser.
De esta conversación surge la presentación del proyecto al que Iglesia denominó “La barranca”.
I: Es un proyecto social, viviendas para clase media, sobre la costanera.
S: Qué ¿se está loteando el rio ahora?
I: No, se está cayendo.
S: ¿Y cómo es?
I: Son viviendas, apartamento, comercios y cocheras, sobre el río, un programa múltiple. Esto lo está financiando la municipalidad, vamos a ver si sale.
S: Pero también, toda la oportunidad de pensar sobre esto devino del mandato que asumiste de hacer el proyecto eso, y hoy ya lo estás hablando. Esa línea blanca que se ve (señalando la imagen que se ve en la pantalla) acompañando al rio, ¿no es un lote, o sí?
I: Es la barranca que está siendo socavada por el paso de los barcos, de los cerealeros.
S: Yo no vi el proyecto pero sí hablamos de él.
En este punto empieza la explicación del proyecto cuyos planos estaban tallados sobre madera y expuestos en el hall del Gran Teatro, como también su descripción, realizada de una manera muy peculiar: escrito al revés y puesto frente a un espejo llevarla al derecho. Durante el conversatorio, mientras daban detalles del proyecto, en un momento Solano le pregunta por qué daba vuelta las cosas y su respuesta fue simple: “Porque quiero hacer así, me gusta dar vuelta las cosas, pero no todo”.
Acompañado de diapositivas, tanto Solano como Iglesia explicaban las imágenes que pasaban en la pantalla.
“Esta es la aproximación desde la ciudad, hay una isla enfrente… y después están los cortes. Lo que tenemos acá son estructuras que se apoyan en el espacio que esta hoy consolidado y expulsa sobre el territorio del río un programa. Los programas están colocados en estos prismas que están flotando aparentemente sobre el rio y tienen en el medio una estructura que la está jalando para atrás. El voladizo es para sostener. Acá se ve el departamento y el cruce de los barcos. Esa es la estructura del edificio, sí, lo que vemos para nosotros hacia adelante es la estructura que propuesta que está vinculado a un programa que se encuentra al otro lado y le hace de contrapeso”, explicaban mientras las imágenes se iban sucediendo una tras otra.
S: Por lo que vemos en la axonometría primera que está a la izquierda, hay una viga superior que hace de solape, como tu edificio y ahora empezás a bajar y se ancla aparentemente al prisma que está allá, esas son las cocheras… Pero eso no es un terreno, eso es el aire ¿de quién es eso, de la gobernación, del departamento naval, de la municipalidad?
I: Del Estado, de la Nación, de todos. Aparte, la barranca se está desmoronando y es importante porque nosotros somos geográficos e históricos, por lo que cuidar la barranca es una cuestión fundamental
S: ¿Por memoria o por qué?
I: Por todo, porque somos americanos. Yo digo siempre que tenemos que mirar más Wright y no a Le Corbusier, porque es americano.
S: Entonces te aproximás incluso cuando usas la conexión estructural entre el estacionamiento y lo que ponés en el programa ya como plaza y la terraza para que todo sea público, como que ganas un nuevo balcón sobre el rio. Ahora vemos la palanca accionada colgando el edificio, es la misma viga, la misma lógica que Altamira. ¿Por qué das vuelta las cosas, de dónde te viene el hecho de hacerlo?
I: ¡Qué sé yo, no sé! Porque quiero hacer así, me gusta, me encanta dar vuelta las cosas.
S: Tiene que ver con el hecho de la risa como vínculo, el hecho de mirar la cosa al revés siempre es sorprendente y en esa sorpresa siempre hay un motivo de alegría
I: pero no todo lo doy vuelta…
S: ¿Qué no darías vuelta?
I: El tenedor…
Y las láminas iban pasando una tras otras y así se vieron las fachadas, la ciudad de fondo, el primer parque, la imagen del río, el río, ante las cuales el público reacciona con un sonido de sorpresa: ¡uh!
S: ¿Escuchaste eso? La reacción de la gente haciendo ¡uh! Te gusta hacer que la gente se sorprenda ¿por qué esa búsqueda?
I: Porque me aburro si no.
S: Si volvemos al tema de la escuela, la gente sigue pensando que lo más importante es adquirir cierta cantidad de conocimiento, que te coloca como erudito. Pero si acá entra internet otra vez, la carrera por la erudición desapareció, nadie puede ser más erudito que John, Google que lo sabe todo. Entonces otra vez nos pone ante el conocimiento de una manera corrompida.
I: ¿Dónde vive John Google?
S: ¿Dónde? En el cyber espacio… no, no existe, era un chiste. Google, dentro de la máquina, el enanito que mueve las cosas. Ahí es donde aparece otra manera la otra manera de aproximarse al tiempo libre, con libertad, donde se hace para aprender y se aprende haciendo y eso tiene que ver con el experimento, pero el experimento no es interesante por sí mismo en términos de a mí me gusta experimentar cosas, yo puedo experimentar dar un grito ahora y no es muy simpático, no tiene ningún sentido. El hacer, la experiencia de ir siendo capaz de ir haciendo y aprendiendo y lo contrario, también, eso tienen sentido. Esa es una manera de liberar opinión y generar oportunidades para todos. Pero es un riesgo, te coloca en una zona insegura.
I: Sí. Pero a mí me gusta correr riesgos.
S: Por eso la valentía, el miedo… porque si solo nos atesoramos adentro nuestro y lo único que buscamos es esa zona de confort, no salimos, necesitamos del otro porque en realidad estamos trabajando…
I: Fíjate que todos mis trabajos son con riesgos, Altamira es puro riesgo. Quise sorprender…
S: Vivimos básicamente en una sociedad donde lo que se jerarquiza es el precio y no el valor y las cuestiones que tienen valor son difíciles de transmitir, hay que hacer una pedagogía del valor, y esa pedagogía del valor es la que se transmite. No tiene nada que ver con lo agregado, sino con la capacidad de construir algo que sea de valor; si vos vas a hacer un regalo no querés que sea cualquier cosa, debe tener valor, que tenga valentía y eso se usa con la experimentación. ¿Cuando haces un proyecto, cuánto tiempo lo dejas reposar?
I: Yo sueño mucho…
S: vos estas queriendo disimular que te pasas el día durmiendo y decís que estás trabajando.
S: ¿Cómo sujetás, cómo atajas el sueño para que no desaparezca en el despertar?
I: Te levantás a la mañana y anotas la idea… eso es constante en mil trabajo…Antes hacía maquetas con cajas de whisky y ahora con cajas de remedios.
S: ¿Sos de guardar cosas? ¿Por qué guardas los libros?
I: Porque me gusta tenerlos.
S: Yo conozco tu biblioteca, nadie la tenía que tocar, todo estaba ahí donde tenía que estar, era como un lugar de encuentro. Y también donde guardabas la plata para que nadie se entere.
I: Solo la empleada. Me decía, por qué atesora usted los libros y yo le decía que el saber ayuda.
S: Y eso cómo funciona en tu proceso. Cuánto de eso que lees no es de arquitectura, también es como una suerte de subconsciente que está ahí dando vueltas.
I: Últimamente estoy leyendo poco, estoy… interpretándolo de otra manera.
S: ¿Cómo?
I: Leo la parte en blanco, entre párrafo y párrafo, eso me hace reflexionar sobre lo que leí para cuestionarlo o aceptarlo. Un ejercicio que estoy haciendo ahora.
S: ¿Y cómo vas con eso?
I: Y ahí andamos…
S: Tengo la sensación que desde que apareció la abstracción y nosotros nos empezamos a preocupar en otro tipo de… ya no era lo figurativo que tenía que parecer a algo y adoptar una suerte de lenguaje, sino que podíamos comenzar a interpretar las cosas, el soporte de eso era el propio soporte de lo que fue el Art Nouveau, Art Decó, etc.; pero si eso es soporte de la abstracción nosotros seguimos siendo Art Nouveau porque seguimos usando eso.
I: Seguimos usando eso exactamente, y somos posmodernos en el sentido literal del término, nos guste o no.
S: No tiene nada que ver con una cuestión de estilo. Cambiando de tema, a mí lo que me gustó muchísimo de este proyecto, cuando me contaste, fue que abordabas con mucho valor una cuestión de entender que nosotros habitamos nuestro mundo y recordaba un encuentro que tuve con un chamán guaraní en un asentamiento porque los indígenas estaban enfrentándose con los campesinos porque les tocaban sus bosques, etc. y él hacía la siguiente reflexión: yo sé que nadie es dueño de las aguas que van por el río como nadie puede ser dueño del aire alrededor y nadie podría ser dueño del suelo que pisamos todos que es nuestro planeta, no es mi planeta, no es tú planeta, aun así como tributo a convivir juntos aceptamos que limitemos esta porción del planeta y es tan ridículo como limitar la cantidad de metros o decir que esta cantidad de metros cúbicos que está pasando ahora por este rio me pertenece pero la aceptamos entendiendo que esa es la posibilidad de por lo menos coexistir pacíficamente en este planeta.
I: Sí, coexistir, convivir, vivir con el otro.
S: Ayer uno de los muchachos contaba su definición de amabilidad, decía habilidad para amar.
I: Amar, amabilidad, yo de eso sé bastante. Tengo habilidades amatorias, ahora no tanto. He sido muy amable.
S: ¿Con que asiduidad?
I: Seguido, muy seguido. Soy una persona muy amable.
S: A me parece interesante, pero la gente tiene una perspectiva prejuiciosa de relacionamiento, como que todo le esta facilitado, todo tiene que ser muy dinámico y eso es muy triste porque se vacía de oportunidades. Yo no puedo entender que soy una exageración en todo sentido, soy muy alto, tengo ojos grandes, soy muy feo, muy exagerado. Pero eso también te permite ser exagerado en tus haceres, en tu manera de relacionarte con la gente y la gente tiende a hacer prejuicios: está nervioso, está así, esta asa… pero apenas uno se aproxima recibe el regalo del otro, de mostrarle un camino que le libera una perspectiva que antes no tenía. Una especie de ogro bueno.
I: Ogro bueno, sí.
S: Y antes te gustaba asustar a la gente.
I: Ahora ya no asusto a nadie.
S: Te gusta ser más amable.
I: Si, más amable
S: En qué momento se hace el cambio consciente.
I: Los tiempos cambian también, eso tiene mucho que ver.
S: No todo es igual, todo va cambiando, pero eso no es justificativo de nada, uno tiene la obligación de vivir la vida.
I: Ya sé, pero igual cambia todo.
S: Y cómo es ese proceso de resiliencia, vamos para adelante,
I: Luchando, peleando, unos días mejor que otros, pero bien
S: Y estas acá, a sala llena, escucha el sonido.
I: Sí, se están yendo…
S: A mí me gusta mucho la idea de ganar un espacio, si nosotros hubiésemos hecho un encargo, de decir acá está el lote, nosotros los AMERICAnodelsud, los que hicimos el primer giro, los que encomendamos mirá Rafa, trabajá en el tiempo que puedas, tranquilo, con este soporte y ahora hubiese pensado… bueno a ver vamos a elegir este lote, esta ubicación; si hubiésemos utilizado esos límites el resultado hubiera sido nada. Lo primero que hiciste fue borrar todos esos límites para crear un espacio que no existe, que no es de nadie, inventar una hipótesis y trabajar optimistamente sobre eso, nos regalás oportunidades que tal vez se puedan dar también acá, en el frente de la Chacarita, en Paraguay; tal vez se puedan dar en Fuerte Olimpo, que la barranca del rio es aún mayor. Tal vez no tenga que tener cocheras, podría tener simplemente algo que le jale para abajo, pero la reflexión, el hecho de regalar ese mejor espacio… Yo me imagino estar ahí y abrir la ventana y tirar una liñada y sacar un dorado para comer un rato y que eso a la gente qué le costaría tener un lote en el centro de la ciudad y ahora sale, está la plaza, están los vecinos y está el equipamiento y que se yo. Es una maravilla, realmente sorprendente. Me gusta. Yo lo dibujé diferente cuando hablamos y me contaste por teléfono, de hecho tengo dibujado por ahí, pero no importa porque nos podemos imaginar con más vigas, con menos vigas, eso no es lo importante, lo importante es habilitar un camino de oportunidades que si no se trabajaba no aparecía, ¿sos consciente de eso?
I: Sí, soy consciente, trabaje para eso.
S: Yo creo entonces que llego el momento de darte, de darnos las gracias. Porque para que vos puedas hacer eso tuviste el soporte de la gente, eso es mágico. Pensar que dentro de la propia disciplina donde lo que hacemos es competir, cómo empezar a imaginar la oportunidad de colaborar y de generar la colaboración en un territorio que antes no estaba, que necesitaba ese aliento de la propia sangre.
Al finalizar el conversatorio, el arquitecto Solano, en señal de reconocimiento, pidió a todos los que de una u otra forma trabajaron para que AMERICAnodelsud tanto del 2013 como éste, subieran al escenario, “pueden venir los que estuvieron de acompañantes, los que prepararon los micros, los que hicieron colectas, rifas, los representantes de instituciones, los que nos auspiciaron, los que pusieron combustible, los que nos llevaban a distintas ciudades, los que nos abrieron sus casas, todos los que hicimos esto realidad. Los amigos que vinieron de distintos lugares, la gente que sonríe y que nos permitió imaginar que podíamos mediante la solidaridad y mostrando que el conocimiento es la clave para abrir puertas. Todos, los que nos dieron de comer, todos los que colaboraron, y todos nosotros, Rafa, a todos infinitas gracias. Paulo envió saludos y agradecimientos desde su propia escuela. Y si Peter también está por ahí, sería lindísimo que nos ayude a dar las gracias a todos. Pero no termina acá, porque tenemos una sorpresa para vos Rafa”
La sorpresa fue la entrega del título de doctor honoris causa por la Universidad Nacional de Asunción al arquitecto rosarino.
Y así se cerró una jornada más del AMERICAnodelsud Paraguay.