Edición N° 400 - Agosto 2016

El invierno y las podas

En esta edición, el arquitecto Pancho Crosa nos orienta sobre la poda de las plantas en esta época invernal para que, a su tiempo, broten con más bríos y sanas

Cuando  hace frio la gente permanece más tiempo  dentro de sus casas y las plantas aprovechan para descansar de su ardua labor de dar sombra.

Es la hora de podar los árboles  antes de que caigan sus hojas y  ramas por sí solas.

El corte deberá  estar destinado a modelar la morfología de modo orgánico: conducir las ramas hacia arriba en forma de brazos que se eleven al cielo para elevar sus plegarias y dejar penetrar los debilitados rayos del sol hasta el suelo.

Cuide que los cortes sean limpios procurando no desgajar, acompañando al anillo de savia que se  forma en los cortes, evitando que el  agua penetre al tronco. Una pinturita con hidrófugo,  tipo asfalto líquido y algún  fungicida completarán la tarea.

Los residuos de las podas constituirán pronto un buen abono. Cavando pozos o surcos se depositarán las hojas y ramas pequeñas y se los cubrirá con tierra. Deje que el paso del tiempo haga lo suyo  y prontamente  (aunque no tanto) tendrá un buen abono.

En el invierno, los fertilizantes minerales nitrogenados no sirven. Solo el abono natural de descomposición orgánica podrá ejercer eficientemente su labor, recuérdenlo.        

Muchos podan sus enredaderas y sus viñas el 26 de julio, día de Santa Ana, la abuelita materna de Jesús. Seguramente ella bendice esas plantas y dan mejores frutas y más lindas flores.

La  poda de formación se ejecuta en los primeros años del árbol y tiene la misión de guiar su estructura para que el crecimiento sea fuerte y sus ramas bien distribuidas, además de definir la copa del follaje y su altura.

La poda de mantenimiento se realiza cuando el árbol ya está crecido y necesita eliminar los elementos perjudiciales, compatibilizarlo con cables aéreos, despojarle del follaje excesivo, balanceando el peso y la orientación, brindando luz y aireación necesarias.

Una poda que no me gusta, pero que existe, es la poda figurativa que con formas geométricas van buscando alcanzar algún aspecto casi escultórico.

En la temporada invernal  recrudecen los vientos y se desprenden las caducifolias (de hoja caduca), las florecillas se marchitan, pero mientras tanto, las plantas preparan sus nuevos  brotes  para el estallido de colores en la vigorosa primavera que se acerca. Las semillas se contraen, se concentran, para explotar en cuanto llegan los primeros calores.

Prepare ya su primavera

Aproveche este tiempo para limpiar a fondo el jardín. Airee las rastreras y los suelos apelmazados. Retire todo lo marchito, que suele ser mucho.

Es el momento de diseñar y rediseñar nuestro espacio verde. Llegó la hora de cultivar lo que nos alegrará la vida en los próximos tiempos de temperaturas elevadas.

De los pastos ni se preocupe. Los trebolitos  y otros yuyos harán su agosto en julio, je je je…  pero esperen nomás que lleguen los calores y verán cómo el césped recupera el terreno perdido.  Entretanto, dele un  mantenimiento a la segadora de pasto, límpiela, engrásela y afílela que la necesitará  próximamente.

Hasta la próxima.

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