Sin dudas, sean agnósticos, no creyentes, ateos o como se quiera, y les guste o no, crean o no, la visita del papa Francisco a nuestro país dejó una profunda huella no solamente a nivel espiritual, también a nivel material. Y si no, a las pruebas nos remitimos.
Si, hasta a través de las redes sociales, el pueblo clamó porque sea nombrado ministro de Obras Públicas o aunque sea intendente de Asunción y algún titular de un diario online señaló que “antes de venir ya el Papa había hecho su primer milagro en el Paraguay”.
Apenas se supo de su visita a nuestro país, los engranajes de la maquinaria estatal nacional y municipal empezaron a moverse a full y el popularmente denominado “camino de la suegra” (aunque en este caso del Sumo Pontífice), se empezó a poner a punto. Pero… ¿y el resto? ¡Dios nos libre! Quizás tengamos que esperar otro “milagro” de Francisco o una próxima venida.