Edición N° 398 - Junio 2016
Historias y estilos
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Biurle Marx. Residencia Edmundo Cavanellas
El arquitecto Pancho Crosa -consultor sobre áreas verdes, paisajismo, campos deportivos, piscinas, fuentes y cascadas, manejo de aguas, pozos artesianos y sistemas de riego- en esta ocasión nos comenta sobre historias y estilos de jardines
La arquitectura colonial, tan en boga por mucho tiempo, usó pared francesa y tejas españolas… jeje.
Cuando los del viejo mundo nos descubrieron, encontraron especies vegetales jamás conocidas de esos pueblos civilizados. Los amantes de la naturaleza hicieron su América.
Para fundar pueblos nuevos los “conquistadores” talaron un montón de árboles y tuvieron que limpiar de yuyos los terrenos construir sus fuertes y viviendas con troncos.
En el Rio de la Plata hacia un calor infernal. Se cobijaron bajo árboles frondosos cargados de frutas. Encontraron la enramada, quizás el único aporte autóctono a esa arquitectura.
Por aquel entonces los patios de las casas iban hasta donde alcanzaba la vista y todo era verde. O sea, sus patios y jardines eran de estilo natural estrictamente.
Se trazaron caminos, se distribuyeron espacios, se ubicaron las casas alrededor de las plazas centrales, rodeadas por los templos y escuelas, la casa de las mujeres, la de indios y salas de tortura.
América del Sur se ufanaba de mostrar sus bellezas vegetales. Jazmines y madreselvas, sinecias y crotos, palmeras y cocoteros, lapachos, jacarandás y chivatos, flores de estación y plantas de flores duraderas, lantanas y jazmines del cielo, santa ritas y malvecinos, combinaron sus virtudes adornando veredas, murallas, pergolados, portones de hierros y madera, rejas coloniales y vallados dando origen a los jardines funcionales, frentes y patios traseros.
Hacia el norte, los gringos se entretenían por aquellos días sacrificando bisontes y pieles rojas. Quemando tolderías armaban sus fuertes arrasando bosques. Unos siglos más tarde se dieron cuenta del desastre que ocasionaron e inteligentes como son, se propusieron reparar lo dañado, y con afán y tesón, cultivaron su tierra y replantaron sus árboles, reconvirtiendo su country en un verdadero jardín de edén, sueño del pueblo americano. Virtudes y riquezas bien envidiables por estos pueblos del sur de descendencia latina.
La arquitectura descubría el aluminio, los vidrios, los hierros y el hormigón lanzándose a rascar el cielo. Y los jardines tenían revolucionarios cultores y nuevos modelos, cada vez más ordenaditos, con especies plantadas en filas como soldaditos, con manchas y estilos asemejados al urbanismo de las ciudades.
Jardines modernos.
Roberto Burle Marx (1909 -1994), artista plástico brasileño, armonizó magistralmente el diseño de islas verdes y manchas amebianas de brillantes colores, con caminos y veredas en fabulosos diseños de rectas y curvas combinadas con apliques de artesanatos y piedras en mosaicos y espejos de aguas con el mismo lenguaje.
Creó los jardines estilo Río de Janeiro, llenos de curvas. Como las Garotas de Ipanema.
¡Hasta la próxima!
La arquitectura colonial, tan
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