A pesar de no haber sido nombrada en la lista del sitio “El viajero”, del diario español El País, Mandu’a considera que la represa de Itaipú, Paraguay-Brasil, también es uno de los hitos de ingeniería que asombran al mundo y que ha sido incluida en una lista de las Siete Maravillas del Mundo moderno.
Presa hidroeléctrica de Itaipú (Paraguay-Brasil).
Itaipú (del guaraní, ‘piedra que suena’) se ubica en la frontera entre ambos, sobre el río Paraná. El lago artificial de la represa contiene 29 millones de m³ de agua, con unos 200 km de extensión en línea recta y un área aproximada de 1.400 km². Es la central hidroeléctrica más grande de América y la segunda más grande del mundo después de la presa de las Tres Gargantas, en China por tener una potencia de generación electrohidráulica de 14 mil MW con 20 turbinas. Su construcción se inició en 1974, en 1984 entró en operación la primera turbina, y la última turbina, en mayo del 2004. Consta de 20 unidades generadoras con una capacidad de 700 MW cada una, habiendo llegado a lograr una producción, en 2014, prácticamente igual a la de Tres Gargantas, al alcanzar los 98,5 TWh, lo que la convierte prácticamente en colíder mundial por generación de energía, aunque no lo sea por potencia instalada. Tiene 7.744 metros de extensión y un alto máximo de 196 metros, el equivalente a un edificio de 65 pisos. Su construcción consumió 12,3 millones de metros cúbicos de hormigón, que representa quince veces el volumen utilizado para construir el Canal que conecta a Francia e Inglaterra, mientras que el hierro y acero utilizados permitirían la construcción de 380 Torres Eiffel, dimensiones que transformaron a la central en referencia para los estudios de hormigón y de la seguridad de represas. En 1995 Itaipú formó parte de una lista de las Siete Maravillas del Mundo moderno, de acuerdo a la encuesta internacional llevada a cabo por la Asociación Americana de Ingenieros Civiles. El artículo menciona que “Para construir la represa de Itaipú, los trabajadores igualaron la labor de Hércules: ellos cambiaron el curso del río (Paraná) que ocupa el séptimo lugar en tamaño en todo el mundo y removieron más de 50 millones de toneladas de tierra y roca”. Hoy por hoy se ha convertido en una gran atracción turística y en un objeto de admirar por parte del gremio ingenieril.
El ascensor Bailong (China).
Construcción de triple récord en China, el país asiático de la megalomanía: el ascensor Bailong (de los Cien Dragones, en chino) es el elevador exterior, y el dedicado a excursionistas, más alto del mundo. También el más rápido y de mayor capacidad destinado a pasajeros. Está anclado en un acantilado en el parque Nacional de Zhangjiajie, dentro de un territorio dominado por enormes pilares rocosos que inspiró las montañas colgantes de la película Avatar, declarado patrimonio mundial. Hay quienes lo critican por destruir el paisaje y quienes salen extasiados de la ascensión de 326 metros hasta la cima, con sus vistas espectaculares.
Gemini Wind Farm (Holanda).
Desde mayo de 2017, los holandeses se dedican a cultivar aire además de tulipanes. Gemini Wind Park es una granja eólica acuática situada en la zona con vientos más fuertes y constantes del Mar del Norte, a 85 kilómetros de la costa holandesa, y no visible desde ella. Este parque eólico de 600 megavatios de capacidad, el segundo más grande de Europa (y del mundo) está dividido en dos partes, de ahí el Gemini (gemelos) de su nombre: 75 turbinas están al norte de Ameland y otras tantas a 55 kilómetros de Schiermonnikoog (ambas en las Islas Frisias Occidentales).
Golden Gate (Estados Unidos).
Se llama “Dorado”, aunque está pintado de naranja, por el estrecho de Golden Gate que da entrada a la bahía de San Francisco desde el Pacífico. Este puente de unos 1.280 metros de longitud, que cuelga de dos torres de 227 metros de altura, no es el más grande de la ciudad estadounidense, pero sí su principal icono. Fue construido entre 1933 y 1937, por un número indeterminado de trabajadores, once de los cuales fallecieron en accidente laboral, y se convirtió en la mayor obra de ingeniería de su época. Cuando se inauguró, el San Francisco Chronicle tituló: “¡Un arpa de acero de treinta y cinco millones de dólares!”. Ahora costaría 1,2 billones americanos.
Canal de Panamá.
Desde el 1 de noviembre del 2017 circula en Panamá una colección de monedas conmemorativas de su Canal, que celebró su centenario en el 2014 y vio inaugurada su ampliación en junio de 2016. El Canal de Panamá, construido en una de las áreas más estrechas del continente americano para unir el Atlántico y el Pacífico, transcurre durante más de 80 kilómetros a 26 metros sobre el nivel del mar: un sistema de esclusas eleva el barco desde el océano hasta el lago artificial de Gatún, para después hacerlo descender hasta el nivel del otro océano.
Aeropuerto internacional de Kansai (Japón).
Osaka necesitaba una nueva infraestructura aeroportuaria pero, como el resto de ciudades de Japón, tenía problemas de espacio. Así que la mayoría de las 10.000 personas que visitaron el aeropuerto internacional de Kansai a lo largo del primer mes tras su inauguración, en septiembre de 1994, solo quería conocer ‘in situ’ cuál había sido la espectacular solución: construir el primer aeropuerto del mundo en una isla artificial, proyectado por el arquitecto Renzo Piano. Mide cuatro kilómetros de largo por 1,2 de ancho y está unida a los fondos de la bahía de Osaka, a cinco kilómetros de la costa, y comunicada con ella por el puente Puerta del Cielo. En 2016 saltó la voz de alarma porque se detectó que la isla se hundía a un ritmo mayor del previsto, lo que motivó obras de relleno para tratar de detener el fenómeno.
Grand Canyon Skywalk (Estados Unidos).
Se trata de una plataforma o pasarela de vidrio situada a 1.300 metros de altura sobre el abismo en la zona oeste del Gran Cañón del Colorado, en Arizona. El Grand Canyon Skywalk no conecta las dos orillas de la garganta sino que tiene forma de herradura, de manera que el visitante camina durante algo más de 20 metros sobre el vacío con el río Colorado muy por debajo, gira en su recodo y regresa al punto de origen. Este impresionante mirador fue inaugurado en el 2007 y está gestionado por la tribu de nativos norteamericanos Hualapai, que cobra la entrada.
El Gran Colisionador de Hadrones (Ginebra, Suiza).
La Organización Europea para la Investigación Nuclear, conocida como Cern (sus siglas en francés), es el mayor laboratorio de investigación en física de partículas del mundo, construido en 1954 cerca de Ginebra y de la frontera con Francia, bajo el auspicio de doce países europeos (España se unió en 1961). Cuenta con varios aceleradores de partículas, entre ellos Gran Colisionador de Hadrones, que confirmó la existencia del bosón de Higgs (o partícula de Dios, tipo de partícula elemental que se cree tiene un papel fundamental en el mecanismo por el que se origina la masa en el Universo, una teoría sobre su origen). Para explicar esto y más cosas, hay dos exhibiciones permanentes y visitas gratuitas guiadas por los propios científicos del Cern.
Vía férrea White Pass & Yukon (Canadá).
Considerada una de las 36 maravillas de la ingeniería civil, la vía férrea White Pass & Yukon sigue funcionando como tren turístico. Comenzó a construirse en 1898 por la necesidad de unir los campos de oro de Alaska con el noroeste de Canadá. Hacerla de vía estrecha permitía curvas más cerradas, algo muy necesario teniendo en cuenta el rocoso territorio de montañas que atraviesa: glaciares, gargantas, cataratas, desniveles, túneles, puentes colgantes. Su longitud total, 177 kilómetros, se completó en el verano de 1900: lo que muchos habían tildado de obra imposible acababa de hacerse realidad en 26 meses.
Torre CN (Canadá).
La Torre Nacional de Canadá, o Torre CN, se alza a 553,33 metros de altura en pleno centro de Toronto, con el restaurante 360º, un mirador panorámico a 447 metros, y la punta de la antena de transmisión en su cima. Dispone de unas excelentes vistas sobre la ciudad y el lago Ontario, abre de día y de noche, y organiza experiencias como caminatas nocturnas. Abrió al público en junio de 1976 para resolver los problemas de comunicación que estaba causando la proliferación de rascacielos cada vez más altos. La Sociedad Americana de Ingenieros Civiles la ha catalogado como una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno.
Islas Palmera (Dubai).
Una isla artificial con forma de palmera en medio del golfo pérsico. ¿Un proyecto de enorme complejidad técnica? ¿Ostentoso? ¿’Kitsch’? ¿Demasiado impacto sobre la ecología marina local? Pues en vez de una, Dubai ha construido tres: Palm Jumeirah (en la foto), la primera y más pequeña; Palm Jebel Ali y Palm Deira. Todas con su tronco, donde se localizan la vía y accesos principales; su follaje, de uso residencial y plagado de ‘frutos’ en forma de casas y apartamentos, centros comerciales, parques temáticos y hoteles de lujo, y por último de una luna creciente que la rodea a modo de gigantesco rompeolas. El conjunto aumenta en más de 520 los kilómetros de costa del emirato árabe.
Puente de la isla de Russki (Rusia).
Cuando fue inaugurado con motivo de la reunión del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico que tuvo lugar en Vladivostok (Rusia) en el 2012, este puente atirantado pasó a ser el más largo de su clase, con las torres más altas y los cables atirantados más largos. Atraviesa el estrecho del Bósforo Oriental, conectando la isla de Russki con Vladivostok, ciudad de la que es su símbolo. Está preparado para soportar condiciones climáticas muy duras: las temperaturas oscilan entre los 31 grados bajo cero y los 37 grados, los vientos soplan a más de 100 kilómetros por hora, hay olas enormes y en invierno la superficie del mar se congela.
El Transiberiano (Rusia).
La línea férrea que conecta las ciudades de Moscú, capital de Rusia, en el continente europeo, y Vladivostok, en la costa rusa del océano Pacífico, en el mar de Japón, es la más extensa del mundo con 9.288 kilómetros y ocho husos horarios recorridos. La ruta principal fue inaugurada el 21 de julio de 1904, después de trece años de trabajos; toda una proeza con los medios existentes entre finales del siglo XIX y principios del XX. Se adentra en el corazón de Siberia y se ha convertido en una gran meca viajera, pero el Transiberiano es, sobre todo, una ruta comercial que vertebra el vasto país de oeste a este y que sigue siendo muy utilizada por los rusos para sus viajes domésticos.
El nuevo puente SR520 (Estados Unidos).
Uno de los últimos hitos de la ingeniería contemporánea ha sido el nuevo puente sobre el lago Washington de la carretera estatal SR520, inaugurado en 2016, que une las ciudades de Seattle y Bellevue y sustituye a su predecesor, de 1963. Es más ancho, con un carril para bicicletas y peatones, y el más largo del mundo de su categoría. Una enorme serpiente sobre el agua cuya estructura está reforzada con pontones de estabilidad y que en 2017 se ha llevado el Premio Nacional de Ingeniería de Estados Unidos.
G-Cans Project (Japón).
A 40 metros por debajo de Edogawa City, región de Saitama, uno de los grandes sectores de Tokio (Japón), existe una futurista ciudad subterránea a la que llaman La Catedral por sus 59 columnas de 500 toneladas de peso cada una. Es G-Cans Project, el sistema para desviar y canalizar las aguas de una inundación más grande y sofisticado del mundo. Cinco silos de 32 metros de diámetro, conectados por una red de túneles de 6,4 kilómetros de longitud y un tanque principal de 177 metros de largo por 25 de alto y 78 de profundidad. Está preparado para hacer frente a un tsunami, aunque su eficacia real solo se pondrá a prueba en caso de catástrofe. Mientras tanto, ya ha sido escenarios de anuncios y películas y se puede visitar gratis.
Gran Puente Danyang-Kunshan (China).
Con sus 164,8 kilómetros, el gran puente Danyang-Kunshan es el más largo del mundo. Este campeón absoluto se ubica entre Shanghai y Nanjing, al este de la provincia china de Jiangsu, y forma parte de la autopista entre Pekín y Shanghái. Pasa por distintas poblaciones -Danyang, Changzhou, Wuxi, Suzhou, Kunshan-, por paisajes de arrozales, tierras bajas, ríos y lagos, y durante nueve kilómetros flota sobre las aguas del lago Yangcheng. Su construcción comenzó en 2008 y fue inaugurado en 2011.
Lago Kariba (frontera entre Zambia y Zimbaue).
El mayor embalse creado por el hombre en África inundó la garganta de Kariba, en el curso del río Zambeze, a principios de 1959. El lago, que hace frontera entre los países de Zambia y Zimbaue (donde se encuentran las infraestructuras turísticas que existen en la zona), tiene 280 kilómetros de largo y llega a alcanzar los 40 kilómetros de ancho. Una enormidad de aguas turbias de la que sobresalen las copas de enormes árboles muertos y por la que nadan hipopótamos y cocodrilos (se estima una población de unos 25.000 ejemplares). Recomendable quedarse a ver sus espectaculares puestas de sol.
Eurotúnel (Francia e Inglaterra).
El sueño de Napoleón y de la Inglaterra victoriana se vio hecho realidad el 6 de mayo de 1994, cuando quedó inaugurado el Eurotúnel, túnel ferroviario que atraviesa el Canal de la Mancha y une Coquelles, en Calais (Francia) y Folkestone (Reino Unido). Atrás quedaban más de cinco años de obras y el esfuerzo de más de 13.000 trabajadores de ambos países. Por delante, algo más de cincuenta kilómetros de trayecto de los que 39 kilómetros son submarinos. El viaje dura unos 35 minutos y se puede hacer en Eurostar o en un tren Le Shuttle que transporta vehículos.
La presa de las Tres Gargantas (China).
Una obra que los propios chinos definan como descomunal tiene que serlo. La Presa de las Tres Gargantas lo es. Comenzó a construirse a finales de 1994 en el curso del río Yangtsé, junto a la ciudad de Yichang, en el centro de China, con el doble propósito de responder a la creciente demanda energética de Shanghái y alrededores y de reducir las inundaciones y crecidas del mayor río de Asia. Es la planta hidroeléctrica más grande del mundo en extensión y en capacidad instalada. También obligó al desplazamiento forzoso de entre uno y dos millones de personas, aunque eso es algo que no se suele contar en las visitas turísticas guiadas que organiza.
Túnel Marmaray (Turquía).
En 2013 se inauguró el primer enlace submarino ferroviario del mundo entre dos continentes: el túnel Marmaray (apócope de “Mar de Mármara” y de “ray”, que significa raíl en turco) conecta Asia y Europa, algo con lo que ya soñaban los sultanes otomanos hace más de un siglo. Tiene una extensión de 13,6 kilómetros y cruza el estrecho del Bósforo, con 1,4 kilómetros sumergidos a una profundidad máxima de 62 metros. ¿Su misión? Aligerar el tráfico de Estambul, la ciudad más poblada de Europa. La prensa turca no ha tardado en calificar el proyecto como ‘la Ruta de la Seda del siglo XXI’.
Metro de Hyderabad (India).
Cuando se complete, el de la ciudad india de Hyderabad será el mayor trazado de Metro elevado del mundo, con sus 72 kilómetros de recorrido a lo largo de tres corredores, estaciones en cada kilómetro y conectividad con otros medios de transporte público. Pero la idea no es solo que este moderno sistema que se está haciendo realidad gracias a una alianza público-privado venga a solucionar el tráfico caótico de esta urbe, según las propias autoridades regionales, sino que vertebre toda una transformación urbana con nuevas zonas verdes, espacios públicos y mejor accesibilidad.
Fuente
https://elviajero.elpais.com