Edición N° 388 - Agosto 2015

Intervención al “corazón” de Asunción

 

Son las cuatro plazas del Centro histórico, “un gran espacio público para una gran ciudad de Asunción”, premisa con la que se abrió la “usina” de ideas que generó el anteproyecto presentado al concurso organizado por la intendencia capitalina cuyo ganador ha sido el arquitecto Gustavo Glavinich y su equipo de profesionales.

En marzo, la Municipalidad de Asunción lanzó el concurso nacional de anteproyecto de arquitectura para la puesta en valor del conjunto de las cuatro plazas (Juan E. O’leary, De los Héroes, De la Democracia y De la Libertad), del Centro Histórico de la ciudad de Asunción, con el fin de hermosear estos espacios públicos y la intervención en los lugares para mejorarlos y remozarlos pero sin perder su identidad histórica, de tal forma a dar realce al casco histórico de la ciudad.

El jurado del concurso lo integraron las arquitectas María Teresa Miranda Encina (presidente) y Stella Maris Azuaga (Municipalidad de Asunción; arquitecto Marcelo Kublick (Secretaría Nacional de Cultura): licenciada Carmen Silva (Consejo Cultural de la Ciudad de Asunción): arquitecta Violeta Pérez Laterra (Asociación Paraguaya de Arquitectos); licenciado  Jorge Villalba (Asociaciones y/u organizaciones civiles del CHA);  arquitecto Sergio Ruggeri (representante de los concursantes).

Y hacia fines de mayo se supo cuál fue el anteproyecto ganador, el realizado por el arquitecto Gustavo Glavinich, la arquitecta Laura Luraschi, Mariana Glavinich Luraschi y Adrián Martínez. Motivo éste que llevó a Mandu’a a conversar con el arquitecto Glavinich en su casa y estudio, encuentro del cual participó Mariana  Glavinich Luraschi, una de las integrantes del equipo.

Al iniciar la charla, quisimos saber qué les inspiró decir sí a la convocatoria.

La palabra la tomó el arquitecto Glavinich quien indicó: “La verdad que el trabajo en sí -que resulta ser las cuatro plazas ese gran espacio público del Centro Histórico de la ciudad de Asunción- surge a partir del llamado a concurso por parte de la municipalidad capitalina que plantea la convocatoria a profesionales arquitectos  dentro de este año 2015 y ahí nos presentamos como equipo pequeño -como somos en este estudio- integrado por  la arquitecta Laura Luraschi, Mariana Glavinich Luraschi y Adrián Martínez (estudiantes de arquitectura en proceso de tesis, nos aclaró Mariana). No obstante, todo esto ya venía siendo objeto de una preocupación que nosotros teníamos, y a nivel personal siempre lo tuve, con respecto a la recuperación del Centro Histórico de la ciudad de Asunción. Siempre tuve en mente que desde las cuatro plazas podíamos decir algo en ese afán de recuperación de un centro que estaba muy deteriorado y que tiene un punto de inflexión con el bicentenario. Las cuatro plazas, un gran espacio público, el espacio de la convocatoria, el espacio del encuentro, el espacio reunitivo, realmente tenía que empezar a adquirir otras connotaciones a partir de un real espacio público con la plaza De la democracia, la plaza Juan E. O’leary, la plaza del Panteón de los Héroes, el hito urbano más importante para la convocatoria, para festejar, o para la protesta, y la plaza De la Libertad, el lugar más en sombra, la de los lustrabotas, la de los espacios más tranquilos; es decir, cada una tiene sus propias características y la tuvo a través del tiempo y la historia. Todo esto nosotros empezamos a hurgar a partir de este trabajo cuando quisimos hacer una propuesta  al respecto. Cuatro plazas, un gran espacio público. Siempre pensamos que tenía que llamarse así, porque ese es el corazón real de la ciudad de Asunción, de su Centro Histórico fundamentalmente, y bueno así surge eso; y de ir al lugar, de leer las bases, de hurgar en su historia, en su memoria colectiva, en las fotos que tenemos, que juntamos siempre, y en el recorrido que siempre lo hacemos, ya sea en grupo o de manera individual. Particularmente me gusta recorrer y rememorar todos esos espacios y evocarlos. Y ahora se planteaba la posibilidad de hacer una propuesta al respecto. Y de eso se trata, de generar un gran espacio público a partir de la recuperación de la memoria pero con un planteo ya nuevo, mirando al futuro, nada nostálgico. Hacerlo incluso más democrático. La plaza De la Democracia, una gran ágora, el espacio que nos convoque para la cultura, para el arte, para las manifestaciones. El Panteón de los Héroes como el espacio de la solemnidad con un paseo de las banderas con un espejo de agua que refleje todo ese gran espacio donde tiene mucho que decir y contarnos a través del tiempo y de la historia, en fin, y rompimos barreras. Las calles… a partir de una quinta plaza que une a las cuatro, una plaza sobreelevada que va cosiendo las demás que están casi a un mismo nivel, por así decirlo”.

 

¿Y dónde se coloca esa plaza sobreelevada?

- También partimos de la base del Plan CHA, que es el plan  del Centro Histórico de la ciudad de Asunción cuyas directivas deja unos lineamientos como un proceso maestro de lo que debería ser el Centro Histórico y su área de influencia. Nosotros tomamos esas directivas y trabajamos en esta quinta plaza sobreelevada que va cosiendo las diferentes plazas, y por arriba es un mirador recorrible, un mirador con un espejo de agua que balconea y ve todo ese entorno muy interesante, muy único de Asunción, un entorno que tiene que ver con edificios patrimoniales como el Banco de Fomento, el edificio del hotel Guaraní, el cine teatro Victoria -con mucho deterioro ya hoy, muy abandonado-, el edificio de la farmacia Domingo Scavone, el Lido bar, los  edificios que hoy están ocupados por bancos como el Visión, el Familiar, por comercios como Nueva Americana, el Ministerio de Hacienda que fue un palacio, un petit hotel, en fin todo un entorno, un borde al que le queremos dar significación, queremos re cualificar todo ese espacio y darle realmente valor a partir de la intervención que podamos hacer o que hemos planteado en este concurso.

 

Todo eso va a cambiar, no quedará nada de lo es originalmente cada plaza…

- Hay intervención, hay cambios. Miramos ya hacia el futuro. Miramos ese gran espacio integrado, serían las cuatro plazoletas que se convierten en un gran espacio público, en una gran plaza congregante, de fuerte convocatoria. Dejan de ser cuatro para convertirse en una sola plaza, en un gran espacio público. Es lo que mucho hay que trabajar en nuestras ciudades, es lo que se plantea en todas las ciudades del mundo. La ciudad en sí misma ya es un desafío porque va a albergar y sigue ya en franco crecimiento dado que el gran porcentaje de la población en todos los países del mundo es absorbido por las ciudades. Entonces la ciudad es nuestro desafío ¿por qué? porque tenemos que otorgar calidad de vida a sus habitantes. La ciudad es lo más inclusivo  que puede haber porque ahí convivimos todos, de diferentes clases sociales, de diferentes religiones o ideologías, pero ese es el valor de la ciudad, el de la capacidad de poder contenernos a todos, ser inclusiva, ser congregante…

En este punto de la conversación se une Mariana Glavinich, para sumar otros conceptos.

“Algo que decimos mucho en la memoria descriptiva sobre cada una de las cuatro plazas es que tratamos de tomar lo que tienen y ninguna pierde su característica, su identidad, reforzamos, y en ésta (señalando una de ellas en un plano) en donde papá contaba que se hacían las retretas, mi abuelo jugaba al ajedrez con sus amigos, pensamos que siga siendo eso, es decir que todas ellas siguen teniendo su identidad, su valor, lo que se hace es agregarle un plus a lo que ya son y están en la memoria de cada uno de los ciudadanos”.

Glavinich agrega: “La que señalaba Mariana ya no será aquella plaza del fotógrafo con su cámara de caja de madera y su trípode y el paño negro que se ponía y te preguntaba si querías en blanco y negro o color, ya no va a ser la del lustrabotas, ya no va a ser esa plaza de antaño,  la tecnología nos ha invado  y tenemos que incorporarla nos guste o no pero para bien de la gente, que eso sirva. Planteamos incluso un museo de sitio en el lugar, para evocar, si queremos recrear esos lugares, pero ya cambia, la de la Democracia ya no va a ser aquella plaza de sentados en el borde de la fuente musical porque todo ha evolucionado, todo va cambiando y no queremos fosilizar ese lugar y mucho menos la ciudad, no queremos tenerlo como un museo fosilizado sino que sea siempre vivo, muy dinámico, cambiante, pero que no deje de perder su esencia que es finalmente lo que pretendemos, pero miramos ya hacia adelante

¿Que plantean respecto del subsuelo de la plaza de la Democracia?

- Eso se mantiene. Esa plaza que nace y surge a partir del primer gobierno democrático municipal que es el de Carlos Filizola. Ahí surge la idea o se genera la construcción de dos subsuelos para subsanar el tema del estacionamiento, cuando en ese tiempo se pensaba que el gran protagonista era el auto. Nosotros pensamos que tenemos que trabajar en el protagonista que es el ciudadano, el que va en un itinerario lento, que disfruta la ciudad, que se encuentra con sus amigos, con sus conciudadanos, el que anda en bicicleta, el que puede sentir más la ciudad y que no todo sea en auto. Se mantienen los dos subsuelos, se refuerza  la idea de un ágora. Es cierto, intervenimos, pero le queremos incluso potenciar más como el lugar del encuentro, de los grandes eventos culturales, artísticos, políticos que se dan ahí porque tiene condición de eso, tiene vocación de ágora. Enfatizamos  la vocación que tiene el lugar en general y cada una de las plazas en particular, seguimos con esa idea. A lo que nosotros apuntamos mucho más es en la gente que va de a pie, que pueda recorrer, en las peatonales, en las bicisendas, es decir, en una ciudad más humanizada, en un espacio público más humanizado.

Y si te referías a las partes de las tiendas, en este anteproyecto sacamos toda esa parte, porque ahí abajo, el espacio casi no se usa y no agrega nada. Y lo que hicimos en esa plaza es darle mucho verde.

 

¿Y las calles aledañas? ¿Se hacen peatonales?

- Ese aspecto está tratado en el Plan CHA. En las bases se decía que lo tuviéramos en cuenta para hacer el proyecto, especialmente lo referente a las calles a las que contempla como corredores: dinámicos, ecológicos y cívicos. Independencia Nacional y Oliva, son mixtas, peatonales pero con un carril para el transporte público, que sirve al ciudadano,  un transporte público de verdad, también soñamos con eso.  Palma y chile quedan totalmente peatonales, por lo tanto, al tener peatonal esas dos y las otras dos parcialmente en esa modalidad, el cruce por dentro de las plazas ya no existe.

Eso amerita todo un reacomodamiento del tránsito en el centro. Nosotros tenemos 14 mil  m2 de plaza, casi una hectárea y media, e incorporamos los 12 mil m2 que corresponden a las calles en toda su extensión para hacer un gran espacio. El tema del tránsito vehicular lo vamos acondicionando y le damos mayor valor al itinerario lento, al de recorrido de a pie, al de recorrido en bicicleta, es decir humanizando más. Tienen bicisendas, espacio para juegos, espacio para ventas, pero acondicionados y diseñados para que sirvan a quienes ofrecen sus artesanías,  queremos que realmente sea todo organizado y que tenga condiciones de visibilidad y que sea un paseo de compras,  hoy es simplemente una maraña de artículos.

Creemos que a partir de muchos otros proyectos que se están haciendo, o de varios aunque sea, Asunción pueda llegar a estar a la altura de las grandes ciudades -de la región por lo menos-, que sea digna, tiene condiciones y creo que a partir del aporte que podemos hacer como ciudadanos en general, como arquitectos y urbanistas en particular, podemos crear  condiciones para mejorar la calidad de vida de la ciudad en la que es fundamental el tema del espacio público. Si apostamos a un mejor espacio público es posible que los del sector privado también se sientan con la necesidad de mostrar lo suyo en buenas condiciones porque a partir de esta valorización o recualificación que se hace del espacio público se va a  generar un esponjamiento y todo lo demás se empezará a poner a tono con la nueva intervención, necesariamente.

 

Hay muchos edificios que es necesario se pongan a tono…

- Creo que aquí es donde más se puede dar algo que parece ser una mala palabra pero hay que saber trabajar en eso, la Alianza Publico Privada. Si desde el sector público apostamos a algo y el sector privado, que son los frentistas, los vecinos, que son los bancos, los hoteles, los restaurantes, también apostarán a ser mejores e incluso generar un padrinazgo porque a todos nos conviene tener una mejor ciudad.

 

Y uno de ellos es el edificio de lo que fue el cine teatro Victoria… Causa angustia pasar por ahí y ver el estado en que está ese edificio en cuya sala hemos disfrutado de tantas películas hermosas…

- Es un pecado realmente el estado lamentable en que está. Y es un edificio de buena arquitectura. Yo les cuento a ellos todo eso. Y fue una de las primeras salas de cine. Nosotros manejamos inclusive toda la historia de cuándo se construyó el Banco de Fomento, el   cine Victoria, cuando se inauguró el hotel Guaraní.

 

¿Tienen idea si ese sector también tendrá intervención?

- Tenemos entendido que todo esto surge -un tiempo antes del llamado a concurso- de un entendimiento entre el municipio y los frentistas, los bancos, Sudameris, Itau, Regional, Familiar, Visión  el Lido bar que si tiene una mejor plaza, un Panteón más iluminado va a tener mejores ventas, uno querrá ir a sentarse ahí a tomar un pira caldo con mucho más sabor que estar en un rinconcito sin mucha implicancia y connotaciones. Todo eso contribuye acá, por eso es que yo creo que tiene que haber una alianza de verdad para beneficio de todos, donde  se apueste a ganar, que todos ganemos y logremos un espacio cualificado   como debe ser el centro de Asunción.

 

¿Y se llevará a la práctica?

- Nosotros suponemos, y ojala no sea un proyecto más que queda guardado.  Queremos que esto evolucione, y así nos han dicho también las autoridades, que se pueda llevar adelante y que contribuya a toda una serie de intervenciones que ameriten  hacerse dentro de Asunción porque está visto que la apuesta tiene que ser grande y fuerte hacia la ciudad que es la que nos contiene a todos, la que nos integra y que lo que hace que a partir de ella podamos construir ciudadanía.

Mariana agrega: “Como hablaste de los edificios patrimoniales que están alrededor de la plaza, no solamente pensamos que el gran espacio se vuelca hacia ellos sino que genera vínculos con ellos y con los comercios que tiene enfrente”.

 

¿Hay  un tiempo de llamado a licitación o tienen alguna promesa de llamado a licitación como para que se lleve a cabo?

- Este era un concurso de anteproyecto que es entrega de ideas en general. A partir de ahí se debería hacer un trato con la municipalidad como para que desarrollemos bien el proyecto para que se pueda licitar la construcción. Son varias etapas.

Esta segunda etapa ¿de quien depende que se concrete, de ellos o de ustedes?

- De la voluntad política y de la disponibilidad que tenga la municipalidad de Asunción, administradora de la ciudad. Yo creo que lo mejor que puede ocurrir es llevar adelante todo estos proyectos que hacen al mejoramiento de la calidad de vida, fundamentalmente, de Asunción. Si en eso estamos y concordamos entonces hay que tener voluntad política, destreza e ingenio como para poder concretar, no son cosas fáciles, obviamente, requieren fondos para el efecto pero hay que saber gestionar, depende de una buena gestión urbana poder llevar a cabo todas estas cuestiones y lo han demostrado otras ciudades… así que… ¿por qué no tener las condiciones Asunción capital de la República? Por el momento estará parado porque coincide con un año electoral, después veremos. Nuestro país es impredecible,  lastimosamente lo más impredecible que hay, pero creo que es cuestión de ser sensatos y trabajar, esto recién es el inicio de una idea con respecto a lo que creemos que debería ser ese gran espacio público que es el corazón, el motor de Asunción y un disparador para otras intervenciones de otros lugares del Centro Histórico. Cierto es que hay otras prioridades, pero también hay  que considerar que la calidad del espacio público genera y construye ciudadanía. Ciudades como Barcelona, por ejemplo, donde el espacio público adquiere relevancia, lo tienen muy en cuenta en lo que hace al diseño y al mantenimiento, que es otro tema, y a la calidad de los espacios;  porque a partir de esto -insisto- es lo que se va construyendo ciudadanía, uno empieza a convivir con los demás y a elaborar las buenas prácticas urbanas, a generar las reglas de urbanidad y eso es lo importante del valor de las ciudades; yo pongo ésta de ejemplo (Barcelona) porque siempre me ha llamado la atención cómo han elaborado todo ese diseño de los espacios públicos, es todo un ejemplo a seguir y tomar en referencia y en Asunción también nosotros podemos y tenemos con qué, si bien no resulta  fácil.

El caso de la costanera llevó 20 años hacerlo  y cuando parecía que todo iba a ser más fácil por contar con los fondos en gran cantidad, por haber autoridades del mismo signo político tanto en la intendencia como en el gobierno central, sin embargo se truncó, pero luego se llevó adelante y ese espacio es muy requerido por la ciudadanía; hoy la mayoría de la gente tiene dónde ir, dialoga con la bahía, y fue el lugar donde se congregó la juventud para el encuentro con el Papa.  Yo creo que toda la gente y todas las empresas quieren hacer algo en la costanera porque es un espacio significativo, de relevancia, empieza a incorporarse a la vida del habitante de Asunción por la calidad paisajística y de diseño. Por lo tato, creemos que esto tendría que ser la segunda parte de una serie de eventos que tienen que darse para que Asunción realmente empiece a ser la ciudad que todos los asuncenos y las visitas se merecen.

 

¿El anteproyecto tiene una denominación en particular?

En la usina de ideas siempre dijimos cuatro plazas un gran espacio público para una gran ciudad de Asunción, o hablamos también de la quinta plaza, la que resume toda la cuestión, la sobreelevada. Siempre manejamos ese criterio,  y creo que puede ser realmente potente. Como digo, estamos  en la gestación de una idea, esto es un trabajo de muchos pasos: el desarrollo del proyecto, el relevamiento,  los datos que tenemos que acumular, el diseño que realmente tenemos que hacer para que esto sea materializable. También la flexibilidad de los espacios neutros, incorporamos una serie de elementos como mucho verde, mucho más de lo que hay actualmente, con plantas nativas, espejos de agua, aspectos que tienen que ver con enfrentar el clima que nos toca sobre todo en los meses de verano -que es gran parte del año-, con la recuperación  de la memoria, con todo lo que hay en el entorno, todo el proceso que ha tenido y las alteraciones que ha sufrido este espacio público, que siempre lo fue, con la evocación a través de todo el desarrollo de la historia de la ciudad… este fue el mercado guasu, el mercado provisorio. Desde el mismo momento en que fue implantado el Convento de la Merced estuvo ahí, a través de los planos; desde el siglo 19 vamos viendo ya cómo ha ido evolucionando. Inclusive  incorporamos un museo de sitio donde podamos conocer cómo se fue transformando. Todo esto pretendemos. Que sea el lugar del anfiteatro, reforzar más la idea de generar eventos ciudadanos, culturales, artísticos… Si tenemos un buen programa de cultura sí nos sirven todos estos espacios. Si estamos vacíos de contenido no nos sirven para nada las instalaciones o toda la infraestructura. Vale decir, que no sea solamente una gran plaza verde sino con actividades ciudadanas cotidianas, que sea dinámica, que tenga vida, que sea intensa y para eso tenemos que generar las condiciones en el diseño mismo como una invitación a que esto sea realmente disfrutable al máximo en las diferentes expresiones tanto culturales  artísticas, ciudadanas, que los eventos se puedan realizar acá. Y todo ello apuntando a una Asunción 2037 que parece lejos pero  está muy cerca, los 500 años de la ciudad. Hay un gráfico donde proponemos un techo liviano en el sector de la plaza de la Democracia, desmontable obviamente,  para los festejos de los 500 años.

 

¿Y el equipamiento?

- El verde era una preocupación y reforzamos la idea. No se saca nada. Y al ir a los recorridos  veíamos que la plaza Juan E. O’Leary tenía chivatos y nos la imaginamos con esos árboles todos encendidos de rojo y esa sería una característica de ella; y la de la Libertad tiene más jacarandás por lo cual sería una plaza totalmente lila; para la de la Democracia usamos un tapiz verde y encontramos unos equipamientos para agregarle verde, le llamamos tacurúes de colores que son como planteras -y a la vez sirven de asiento- donde se puede plantar árboles que crecen de acuerdo a la tierra que tienen y  le llamamos verde democrático.  A esta plaza, que no tiene árboles y que es difícil plantarlos por el subsuelo, la llenamos de estas macetas-asiento.

Todo esto usando nuestra propia mano de obra, con materiales nobles que soporten el paso del tiempo, la longevidad de uso, que sean parte de la historia. Fijáte que toda la gran arquitectura de sociedades y civilizaciones que piensan que la arquitectura es el mudo testigo de la historia o el testigo menos sobornable de la historia, utilizaron materiales que quedaran en el tiempo,  registrado, para que a través de ellos uno pueda leer lo que fue esa civilización, lo que fue esa sociedad, y así aparecen  los mármoles -el de carrara-, la piedra, todo material que soporta el paso y las inclemencias del tiempo (están a la intemperie), pero quedan como mudo testigo de lo que fue vivido o para lo que fue concebido ese edificio. Por tanto, no podemos hacer cosas efímeras porque tiene que ser parte del registro de la historia y ahí empieza a ser fantástica la arquitectura y la ciudad misma. Uno puede leer a través de esos vestigios cómo fue la sociedad que vivió ahí o por lo menos tener una idea y ahí entran ya los aspectos culturales, por eso es que hay que ser celoso en estas cuestiones. No lo hacemos solamente para los próximos años lo hacemos para la posteridad, y también, a partir de eso, vamos a dejar un registro de cómo fuimos nosotros.

 

Memoria descriptiva

 

Asunción 2015, tiempo de grandes cambios y transformaciones, camino a una ciudad amigable y sostenible.

Centro Histórico de Asunción, una mirada diferente, una acción contundente, para que el Centro vuelva a ser centro.

Asunción se vincula al río, con el inicio de proyectos y operaciones urbanas.

Plan CHA, una apuesta decida a pensar Asunción más que en un Plan Maestro, un Proceso Maestro.

Un “corazón” a intervenir, el verdadero corazón del Centro Histórico de Asunción: las cuatro plazas.

Una nueva propuesta: cuatro plazoletas = una gran plaza

Proyectando una Asunción 2037, un espacio para celebrar el quinto centenario de la Ciudad de Asunción.

Las cuatro plazas, una gran plaza, pueden establecerse como “lugar de la memoria” de la ciudad de Asunción, por aquello de que todo cuanto se ha hecho y ocurrido en el transcurso de la historia se encuentra intrínsecamente ligado a las condiciones y características morfológicas y espaciales que fue adquiriendo, producto de la evolución misma de la ciudad de Asunción. Nada de lo que se aprecia hoy del sitio mismo y de su entorno inmediato, como de los antecedentes gráficos y fotos que se conservan, fue producto de acción fortuita, por el contrario, equivocados o no, con aciertos y desaciertos, es legible la clara intención de contar con grandes espacios cívicos interconectados entre sí ante ciertas eventualidades, que tendía a constituirse en el “centro neurálgico”, desde su interior y desde sus propios bordes materializados por arquitecturas propias que traducen el espíritu de la época en fueron concebidos y construidos.

Introducirnos en la historia de estos espacios públicos por excelencia con que cuenta el Centro Histórico de la ciudad de Asunción, requiere observar todo el proceso evolutivo que lo ha caracterizado desde la fundación misma de la ciudad, donde a partir de los planos de Azara y luego el relevamiento que data del año 1869 y elaborado por el Ing. Chodasiewicz, denotan el “genius loci” del lugar que a medida del paso del tiempo se refuerza y se consolida, adquiriendo esa “vocación del lugar” de constituirse en un único espacio, congregante, reunitivo, representativo e identificatorio, lo que puede apreciarse a través de las diversas lecturas de los gráficos y fotos que presentamos.

La nueva propuesta, reestructura el espacio de las cuatro plazas en una gran plaza, un lugar para las manifestaciones de toda índole y envergadura, para los grandes eventos ciudadanos, para los conciertos, sin perder la “esencia” del lugar, que lo hicieron característico y contribuyeron a consolidar la memoria colectiva de la ciudad. Un lugar para evocar el pasado, vivir el presente y proyectar el futuro, es decir, sin caer en “nostálgicas” re-creaciones, porque el concepto y la percepción del espacio público y la de la plaza en especial, ha ido evolucionando en el transcurso del tiempo; ya no es aquella “vista en planta” bidimensional con un espacio central conmemorativo; es hoy la tridimensional, en movimiento, con múltiples y variados espacios, unidos, entrelazados, generando la intensidad de uso; ya no es aquella de los tradicionales juegos de niños, con hamacas, balancín y tobogán, hoy la tecnología digital ofrece otras opciones, enmarcadas dentro de las llamadas “smartcity”; ya no serán la de los fotógrafos con sus cámaras de fuelles, paño negro, caja y trípode de madera, serán las de las “selfies”; ya no del carrito de helados y golosinas, serán las de las “amenities” con cadenas gastronómicas; ya no solamente las del cansino paso de acortar distancias; propiciamos el espacio para el intercambio, el encuentro, el disfrute, la celebración, las variadas sensaciones que se logran con el tratamiento de sus diferentes espacios y la diversidad de usos, acorde a su ”vocación de lugar”. Se recualifica el espacio público, símbolo de la vida citadina del Centro Histórico, manteniendo su identidad y otorgándole intensidad para que cada plaza colabore en la generación de la nueva gran plaza conformada por sus cuatro plazoletas: la conmemorativa y solemne, la del Oratorio y Panteón; la de la contemplación, el descanso y las actividades artísticas, la Juan E. O’Leary; la de los juegos, la diversión, la gastronomía, la de La Libertad; la de los grandes eventos culturales, la del encuentro participativo, la de la Democracia.

Y, como complemento a estas cuatro plazoletas, como símbolo de la multiplicidad, del crecimiento, del espacio tridimensional y pensado a futuro, del dinamismo con que cambia la vida y la participación ciudadana dentro de las ciudades, la nueva propuesta da lugar a la proyección de una quinta plazoleta sobre elevada: la del recorrido y mirador, la de la laguna, las cascadas y los canales de agua.

 

Integración

Un espacio único que se fortalece potenciando la identidad y posibilita la pluralidad de usos. A partir de la transformación de las calles vehiculares en peatonales (Palma, Estrella, Nuestra Señora de la Asunción y Chile) y de uso compartido (Oliva e Independencia Nacional), las plazas quedan integradas en su interior y vinculadas con la ciudad en su perímetro a través de corredores de prioridad peatonal. Permaneciendo de manera subyacente la vinculación intrínseca preexistente de cada plazoleta.

La incorporación de los corredores aumenta el espacio de la plaza, generando mayor vivencia a escala peatonal.

 

Movilidad

Se crea una red dinámica e interactiva, donde el itinerario lento, a partir de la peatonalización, asume real protagonismo y preponderancia. La incorporación de bicisendas o ciclopistas y los espacios de aparcamiento correspondientes, dan al ciudadano una posibilidad de disfrute para el recorrido de los espacios de la plaza. El aparcamiento vehicular existente en los subsuelos de la plaza de la Democracia se mantiene. El ingreso y salida de los vehículos, se hará por la calle Oliva. Por consecuencia, el proyecto propone un replanteo para ese acceso.

La propuesta contempla pavimentos unificados y rampas que facilitan la movilidad de personas discapacitadas. También superficies texturadas en las circulaciones, con el mismo fin.

Pluralidad

La nueva propuesta consolida el uso de los espacios con el carácter propio que a través de la historia y la memoria ciudadana han hecho singular a cada una de las plazoletas. La plazoleta conmemorativa y solemne, la que tiene como hito referencial uno de los monumentos más emblemáticos entre los componentes edilicios patrimoniales de la ciudad, de hecho su ubicación señala un punto gravitacional, el kilómetro 0. Este edificio de doble carácter, cívico-religioso, ha propiciado el encuentro ciudadano en ocasiones de conmemoraciones de triunfos, aniversarios, fechas heroicas, manifestaciones o para despertar la memoria; la plazoleta de la contemplación, el descanso y las manifestaciones artísticas, que ha sido en innumerables ocasiones punto de encuentro de mítines y retretas, haciendo memoria al cuartel ubicado en esta manzana en épocas del Doctor Francia, competencias de ajedrez callejero, exposiciones de artesanos, y otras actividades donde la agrupación de minorías ciudadanas se sentían identificadas para expresar arte o sentimientos. La espacialidad de la nueva propuesta hará posible albergar actividades como exposiciones culturales de arte, artesanías, fotografías, imagen, artes plásticas varias, ferias de libro, puestas de teatro callejero, la posibilidad de escuchar algún pensador, orador o poeta, o simplemente cobijarse bajo el paisaje verde de la ciudad, a contemplar, reflexionar y encontrarse consigo mismo; la plazoleta de los juegos, la diversión, la gastronomía, bajo su frondosa vegetación ha sido elegida para albergar actividades de encuentro con la familia y amigos, comercios, gastronomía, y como centralidad un espacio importante para juegos de niños, recordando y haciendo referencia a aquel espacio que a inicios de 1900 tenía un estanque de agua con la escultura de un niño y un ganso, elemento que fue reemplazado más tarde por la alegoría escultural “la razón y la fuerza” en homenaje a los héroes de la Guerra contra la Triple Alianza; la plazoleta de los grandes eventos culturales, la del encuentro participativo, si existe un espacio público entre estos cuatro componentes que ha albergado siempre grandes masas de gente, es la plazoleta de la Democracia. Otrora Mercado Central, y en la época contemporánea el lugar para grandes espectáculos, conciertos y celebraciones populares. La intención de la propuesta es enriquecer esa vocación de lugar, y si bien estas actividades conllevan a plantear grandes superficies de “plaza seca”, se ha buscado el mecanismo para que el prototipo de “plaza-jardín”, en donde el agua y el verde son atractivos elementos arraigados y, ante su ausencia actual, recordados con nostalgia estén presentes, renovados e intensificados, en esta plazoleta. Además, este espacio por sus condiciones topográficas con respecto a los otros, ejerce una función de terraza y mirador, un punto donde el ciudadano se siente dominador físico y visual del entorno, de allí que la propuesta proyecta a futuro la incorporación de la nueva plaza alta; la plaza del recorrido y mirador, una plaza dedicada a la observación, al contacto visual con la ciudad y la naturaleza. Que multiplica y dota de sombra al espacio inferior. Al mismo tiempo que funciona como enhebrador de entretejido, colaborando con la vinculación espacial y visual entre las plazoletas.

 

Diseño y morfología

Se reformulan las cuadrículas del espacio abierto público que responden al diseño urbano de la ciudad, recomponiendo la mayor cantidad de trazas intrínsecas de las cuatro plazoletas consolidadas en el siglo XX. La lectura del nuevo espacio público será el de la gran plaza con sus cuatro plazoletas vinculadas entre sí por corredores peatonales, verdes y agua, siempre presentes. Las características de diseño potencian la identidad.

En la plazoleta conmemorativa y solemne, el diseño del espacio colabora para remarcar y sacar partido del elemento monumental que es hito emblemático del conjunto. Se opta por un equipamiento, mobiliario o vegetal, que no obstaculice la visual, así como el plano base que, aprovechando el desnivel, permite la incorporación de un “anfiteatro”. Se incorpora un “paseo de las banderas”, que le da el carácter emblemático que exalta el espíritu patriótico, se ubica a lo largo de un espejo de agua. Estos tres elementos: edificio, bandera y agua, hacen referencia al momento fundacional de la ciudad de Asunción, a orillas del río Paraguay. La luz y el elemento verde, remarcan la directriz vertical, que se asocia a lo emblemático, referencial, al elemento hito, al sentimiento más elevado del civismo y la religiosidad.

La plazoleta de la contemplación, el descanso y las manifestaciones artísticas, que además de relacionarse con las demás plazoletas, propone la vinculación con la trama urbana lindante a través de la incorporación de una estructura perimetral de uso comercial, amenities, tiendas, quioscos, a modo de un vértice contenedor. Se plantea un espacio central de mayor amplitud, donde elemento simbólico (monumento) y fuente de agua, colaboran entre sí y contribuyen para dar preponderancia a esta centralidad, recalcando la valoración que se atribuye a las actividades artísticas y creativas que serán albergadas en este sitio, como expresión generosa del artista que comparte su faceta más íntima y original para con los demás integrantes de su comunidad.

3. En la plazoleta de los juegos, la diversión, la gastronomía, el elemento monumental de referencia histórica, “la razón y la fuerza”, se traslada para darle el verdadero realce que merece esta obra escultórica urbana, ubicándose como hito referencial en el eje de acceso sur de la gran plaza. En su lugar, y como esta plaza se consagra especialmente a los niños, al esparcimiento, a las compras, se incorpora espacios lúdicos y juegos de agua. Además en sus bordes se plantea una franja comercial, vinculada al tejido urbano de la ciudad.

La plazoleta de los grandes eventos culturales, la del encuentro participativo, enfatizando su carácter de mirador y su espíritu de reunir grandes masas, propone espacios de “graderías verdes” para el recreo y la permanencia. En contrapunto a esto, la “plaza seca” lanza chorros de agua que enriquecen el diseño paisajístico y equilibran el microclima. En este espacio la presencia del agua es contundente y diversa (cascadas, chorros, canales) que refieren a la presencia de uno de los arroyos más significativos de la Asunción de antaño, el arroyo Pytã o Pozo Colorado. El elemento verde es móvil, de manera que se somete a la libertad de elegir del ciudadano, de allí su connotación de “verde democrático”.

La plaza del recorrido y mirador, sobre elevada, complementa a la plazoleta de la Democracia otorgándole sombra. Refuerza el carácter de mirador de este sitio vinculándose como terraza-balcón a la plazoleta de los Héroes. Morfológicamente se dispone como una plataforma que promueve el enlace y la yuxtaposición de las actividades diversas, así como encarna la recualificación de la plaza del siglo XXI, que ya no es vista como retazo de paisaje verde o vacio urbano de espacialidad bidimensional, sino que representa el espacio tridimensional y dinámico.

 

Equipamiento urbano y mobiliario

Los equipamientos mejoran la calidad del espacio urbano y potencian la multiplicidad de usos del espacio público. De acuerdo a la identidad de cada plaza, se incorporan equipamientos especialmente diseñados.

Se incorpora a las plazoletas lugares de estancia y recreo como parte del plano de base como son las graderías verdes proyectadas en la plazoleta de la Democracia y el anfiteatro en la plazoleta del Oratorio y el Panteón.

En las plazoletas Juan E. O’leary y de la Libertad, se proponen asientos tipo bancos de madera. Se plantean tentativas de diseño para los comercios, quioscos, amenities, con una estructura liviana y flexible. En algunos casos, podrían trabajar en colaboración con los comercios de las veredas próximas.

Los equipamientos lúdicos para niños estarán permanentemente instalados en la plazoleta de la Libertad. Y existe la posibilidad de incorporar, de manera temporal, otros tipos de equipamientos lúdicos e interactivos. Para actos y celebraciones cívicas importantes, se ha considerado la posibilidad de la instalación de un escenario “improvisado” a manera de plataforma sobre elevada a lo largo del espejo de agua en la plazoleta del Oratorio y el Panteón, de manera que se refuerce la idea de elemento significativo incorporado a la escenografía.

Se flexibiliza el uso de los corredores peatonales, con la instalación de parquelets que sirven de apoyo a los comercios vecinos, ampliando las áreas de uso público. Además, estos parquelets sirven para sumar verde a los espacios, y enriquecen la materialidad de los elementos componentes del espacio.

Estructura Verde

Se retoma el concepto de “plaza jardín”, heredada del siglo XX, arraigada en la memoria del asunceno. Se mantiene la vegetación preexistente que da carácter propio y singular a cada una de las plazoletas. Se utiliza el verde como un componente más para definir la espacialidad y la identidad del espacio, además otorga el verde necesario para el hábitat de variedad de especies de pájaros nativos. Con esta finalidad, se intensifica, adicionando, la presencia de las especies existentes, y en el menor de los casos, se sustraen algunas que no contribuyen para esto. Se atribuye al verde un valor conceptual y simbólico, así el proyecto determina que la plazoleta dedicada a los niños sea la que tiene el “bosque” donde priman los Jacarandá, que da cobijo y protege como un “techo verde” y colorido, y que en tiempos de recambio se torna lila o violáceo (lapacho rosado), que es el color de la trasmutación que asociamos a la infancia como componente renovador de las generaciones, y el punto de contacto con el futuro que renueva el presente. También la exuberancia de la vegetación, relacionamos con el suelo fértil, como los niños encarnan esa idea.

El espacio elegido para albergar y para contener el ámbito propicio para las ideas, el pensamiento, las artes, es el otro “bosque verde”, y en este caso, valiéndonos de las características del árbol que impone su presencia, que genera igual que en la anterior plazoleta, una cubierta, y del color preponderante naranja y rojizo, que es como el fuego que enciende pasiones, así como el artista contagia su visión, sus inquietudes, sus ideas, cuando comparte y las hace públicas. En este caso, la fertilidad de la plaza, se asocia a ese “germen” que es capaz de prodigar su producción.

La plazoleta que evoca la nacionalidad y el patriotismo, utilizará como componente verde una especie que tiene líneas verticales y es muy asociado al Paraguay, el cocotero. Y, si bien en esta plaza el espacio no se cubre con un “techo verde”, el espacio se llena de aire, que tiene la carga del aroma de la flor de coco. Intencionadamente se libera el suelo y el cielo, reforzando la idea conceptual tomada cuando se concibe esta plazoleta como si fuese un espejo; en donde el edificio que contiene el recuerdo y la memoria de lo sagrado y de nuestros máximos héroes, se proyecta en el espejo de agua, que cuando me asomo y descubro mi reflejo en ella, la imagen que refleja es la del pasado y el presente en una retrato compartido. Cuando miro al cielo puedo ver en el firmamento las estrellas, que dan luz, de la misma manera que en la historia se destacan y son referentes los héroes nacionales. Reforzando la idea de la “plaza espejo”, estos puntos brillantes del cielo, tienen su reflejo en el suelo de la plaza de las luces. El verde seleccionado colabora para unir esa direccionalidad vertical entre cielo y suelo patrio.

La plazoleta de la Democracia, se divide en dos sectores. En uno, un verde tapiz forra, cubre y se acomoda a los desniveles del suelo. En el otro sector, donde se propone una plaza para las congregaciones populosas, el elemento verde será una alegoría con los “tacurú” desperdigados en las llanuras del paisaje paraguayo, como obra constructiva de la especie animal que simboliza el trabajo mancomunado de las masas, así como en democracia, un pueblo construye respetando al otro y colaborando con sus congéneres, mirando al futuro, que siempre será mejor. El elemento verde que incorporamos a esta plaza, está contenido en unos “tacurú” de colores, que permite la presencia del verde sombra, en nuestro caso utilizamos una especie endémica y nativa, el sibipiruna, que en un espacio de asientos propios cobija a las personas con su sombra, así como permite sumar especies aromáticas y ornamentales, rosas, jazmines, Santa Rita. Además, son componentes que agregan flexibilidad al espacio, ya que pueden migrar y cambiar su ubicación a voluntad. Por eso le asignamos el nombre de “verde democrático”, asociando a la idea de que, en democracia el camino del país es sometido a la voluntad del pueblo.

La nueva plaza alta, tendrá vegetación acuática en el lago que se propone en ella.

Se restituye en todas las plazoletas, el verde perimetral, a modo de recomponer virtualmente la cuadrícula que enmarcada cada plazoleta y que refuerza la idea de los corredores ecológicos.

 

Agua

La presencia del elemento agua adquiere un rol protagónico y vinculante en toda la propuesta. No solo está siempre presente, sino que se crea una red de canales que recorre todas las plazoletas, haciendo alusión al cauce del histórico arroyo Pytã(o Pozo Colorado), de la Asunción de antaño.

En cada una de las plazoletas adquiere una connotación distinta. En la plazoleta del Oratorio y Panteón, será un espejo de agua que proyecte en el espacio horizontal el edificio emblemático, otorgándole mayor realce al hito al multiplicarlo.

En la plazoleta de los artistas, la Juan E. O’leary, el agua es un componente escenográfico para crear la centralidad, a modo de estanque, que colabora con la definición de un espacio de contemplación, y que posibilita incorporar instalaciones artísticas en ella.

En la plazoleta dedicada a los niños, el agua tendrá un comportamiento más dinámico, ya que se relaciona con el movimiento cargado de energía propio de los niños. Se comportará como una fuente de agua, que además puede tener relación directa con los niños.

Así como las plazoletas de los niños y los artistas, se “llenan” de verde, de techo verde y de suelo verde; la plazoleta del Oratorio y Panteón, se “llena” de aire con aroma a flor de coco, la plazoleta de la Democracia se “llena” de agua. En la este sitio el agua es uno de los elementos principales, ya que reinstala en el espacio abierto de la ciudad el arroyo Pozo Colorado. El agua que emana como cascadas y paredes de agua, chorros verticales y surgentes, canales a nivel de recorrido a nivel de pavimento, hacen que el agua adquiera un papel preponderante en esta plaza. La utilización de la luz Led para la iluminación del agua podría otorgar brillo y color al agua, incluso reforzar el color rojo en ella, haciendo énfasis al nombre del cauce.

En la nueva plaza alta, se plantea un lago artificial que contenga biodiversidad acuática propia del Paraguay, que complementa el uso del agua y otorga microclima a este espacio sobre elevado.

 

Conclusión

En definitiva, pretendemos con esta propuesta: una gran plaza, un gran espacio público, significativo y atrayente, donde el ciudadano asunceno se sienta involucrado y consustanciado, se encuentre inmerso en un espacio que proponga alternativas de uso, desde lo conmemorativo o solemne (espacios como el paseo de las banderas, el anfiteatro, el espejo de agua reflejando el monumento, el hito urbano referencial de la nacionalidad y la patria por excelencia etc.) hasta la fiesta ciudadana( el lugar de las manifestaciones artísticas la música, la danza, el baile, el concierto, el teatro); desde la evocación histórica por medio de las simbologías y elementos representativos: el verde, el agua, la recreación y reformulación de espacios inspiradores) hasta la reflexión o la construcción imaginaria y real de sueños pretendidos (la innovación e incorporación de las tecnologías); desde el absoluto reposo o quietud hasta el dinamismo o el movimiento de una Asunción que quiere y sueña ser emergente y sostenible. Parafraseando a Jordi Borja: “La calidad del espacio público, es una condición principal para la adquisición de la ciudadanía. El espacio público cumple funciones urbanísticas, socioculturales y políticas…”, si nos aferramos a estos conceptos tan claramente establecidos, la intencionalidad de la propuesta consiste en otorgar calidad al espacio público, y por ende a la plaza por excelencia como expresión genuina de la inclusión y la “no discriminación”, de la diversidad y de lo abarcante en todas sus manifestaciones, de la exaltación y puesta en valor de la “civis”. Creemos que la propuesta busca identificar los rastros de lo ideal, en cuanto a la ciudad, a la manera de “hacer ciudad” y sus espacios públicos, donde la vida cobre intensidad en su espacio público, precisamente esta gran plaza, que logre ser un lugar de encuentro, que se circule en bicicleta, o “de a pié” en un “itinerario lento” y contemplativo, instancias en el que uno entra de manera natural en contacto con los lugares emblemáticos de la historia, de la memoria de la ciudad.

En cuanto al paisaje, pretendemos “devolverle la palabra al Paisaje”, en tanto y en cuanto, entendemos, al paisaje como la combinación del espacio y las relaciones sociales. Enfatizamos, no existe el paisaje exclusivamente natural, sin cultura. La verdadera ecología es la que invita a respetar al hombre en singular y en plural; al individuo libre y a las relaciones sociales. Una gran plaza en el “corazón” de la ciudad, que busca para sus ciudadanos el “diálogo” con el pasado a través de de los espacios destinados y acondicionados para los adultos mayores; el “diálogo” con el presente, con los congéneres, el “lugar” del encuentro ,de la convergencia; el “diálogo” con el futuro, con los espacios destinados a los niños con sus áreas de juegos, de interacción, de intercambio y contacto con la naturaleza y la tecnología; en síntesis: una plaza para todos….una plaza… ¡una gran plaza para y de la ciudad de Asunción!

 
 

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