Edición N° 429 - Enero 2019
La arquitectura paraguaya nuevamente en el podio de Quito
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La obra Villa Cerro Corá 2373 está ubicada en las calles Cerro Corá entre Vicepresidente Sánchez y Coronel Aguiar de Asunción
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Arquitecto Keiji Ishibashi
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Premio de la BAQ 2018
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Arquitectos Miki González Merlo y Emmerick Braun
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Galeria
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Sebastian Blanco, curador nacional de la BAQ, recibe el premio correspondiente al primer lugar en la categoría Rehabilitación en representación de Arquitectava.
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Galería de la planta baja y escalera que lleva a la planta alta.
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Detalle. El kambuchi recoge el agua de lluvia.
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Preparación del jardín vertical de la fachada.
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Interior de la segunda planta, lista para habitar.
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Particular timbre ideado por los autores de la rehabilitación de la vivienda.
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La vivienda en el contexto del barrio donde se ubica.
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Caja de Tierra
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Interior de la Caja de Tierra
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Vivienda CAD
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Interior de la Vivienda CAD
En la categoría Rehabilitación de la BAQ 2018, la obra Villa Cerro Corá, del arquitecto Keiji Ishibashi de Arquitectava, se alzó con el premio mayor.
El pasado 21 de noviembre se anunciaron los ganadores de la XXI Bienal Panamericana de Arquitectura de Ecuador realizada en Quito (BAQ 2018), separados en seis categorías de participación cuyos jurados seleccionaron una serie de proyectos y publicaciones que se destacaron por ser un aporte real en sus respectivos ámbitos, entregando lecciones pertinentes para la disciplina. Esas categorías son Diseño arquitectónico, Diseño urbano y arquitectura del paisaje, Hábitat social y desarrollo y Rehabilitación arquitectónica y precisamente en este segmento del concurso Bienal, ocupó el primer lugar la obra Villa Cerro Corá 2373, ubicada en las calles Cerro Corá entre Vicepresidente Sánchez y Coronel Aguiar de Asunción, proyecto del estudio Arquitectava formado por Keiji Ishibashi, Mauricio Amarilla, Giselle Montanholi Kevin Estepa, Laura Medina y construido por el grupo Culata Jovai formado por Miguel González Merlo y Emmerick Braun.
Mandu’a conversó con tres arquitectos del equipo ganador, Keiji Ishibashi -“nacido y malcriado en la ciudad de Encarnación”, comentó al inicio de la entrevista, y al frente de Arquitectava-, Miguel González Merlo (Miki) y Emmerick Braun, del estudio Culata Jovai, pero antes, y para abrir el fuego, felicitamos por el logro en tan importante evento panamericano, tras lo cual hicimos el requerimiento de rigor: que nos hablara de la obra.
- Keiji Ishibashi. El proceso es un poco largo pero voy a resumir. Tuvimos mucho tiempo de proyecto y luego de ejecución de la obra, por su tamaño y complejidad, se trata de la intervención de una edificación antigua de alrededor de noventa años, y también por una cuestión de flujo de caja, todo era a cuentagotas; entonces el ritmo de trabajo fue, diríamos “a fuego lento”, pero así salen las cosas más ricas, cuando se cocinan a fuego lento, y tuvo su fruto.
La historia empieza como proyecto. Allá por el 2011-2012 habíamos hecho propuestas para ese terreno pero todo quedó en reposo, pero entre el 2014 y 2015 el proyecto resurge. Con Miki, del estudio Culata Jovai, ya nos conocíamos, ellos habían ganado el primer premio en esa categoría en una anterior edición de la BAQ, así que ni pensamos en ninguna otra alternativa más que trabajar con ellos.
El primer paso fue desmantelar los techos, que estaban bastante deteriorados, ver lo que se podía recuperar, acopiar materiales; esto mientras terminábamos el proyecto el cual, sufrió modificaciones por cuestiones de logística, ejecución y presupuesto. Estaba pensado hacerlo con contenedores pero por las razones que mencioné antes, decidimos modificarlo y una vez terminado, empezaron la obra dirigida por Miki y Emmerick Braun.
El proyecto en sí me llenó muchísimo. El veredicto del jurado de esta categoría de la BAQ 2018 fue tal cual la esencia de lo que pensamos para el proyecto, lo de generar espacios intermedios colectivos y espacios interiores para viviendas muy compactas, estamos hablando de una casa en planta baja preexistente de 90 años de antigüedad y poco mas de 60 metros cuadrados nomás, 62 metros cuadrados aproximadamente, a la que le hicimos una intervención mínima con mucha recuperación pero sobre todo para realzar la esencia de la tipología que es como una casa chorizo de espacios contiguos en una organización lineal, pero en ese terreno que era tan angosto no teníamos una galería entonces surge la idea de, aparte de darle esa limpieza a la planta para que se organice y se vea bien la tipología, hacer una planta alta que a su vez le brinde una galería, un buen espacio intermedio a esa casa, consolidando la tipología. Esa planta alta cuenta con dos departamentos monoambientes de 30 metros cuadrados cada uno o sea que en total ahí hay en construcción 120 metros cuadrados no más, no parece considerando que hay una casa y dos departamentos, dos de 30 para estudiantes, lo hicimos todo equipado para que lleven solamente la ropa y puedan habitar pero sobre todo consolidar la casa como una tipología de casa chorizo, poder darle una galería y ampliarla, y ponerla en vigencia en el mercado inmobiliario para que empiece a competir, en una zona tan antigua de una época casi rural, a pesar de ser un terreno tan pequeño (6 m de ancho por 29,70 de largo, ni la mitad de un terreno mínimo) en un sitio tan viejo que cambió tanto desde que existe esa casa. Hoy en día se permite media y alta densidad, siete pisos de altura, alrededor hay embajadas, edificios de oficina, universidades. Una impronta que quisimos darle a nuestro proyecto fue que tuviera un gran patio, mucha superficie libre, priorizar área de infiltración. En resumen esa es la idea principal del proyecto.
- Miki González Merlo. Cabe acotar que hay diferencia entre área libre y superficie de infiltración porque acá se dice área libre pero al patio le llenan de piso lo que acarrea problemas pues eso escurre a la calle y sabemos los problemas de raudales que tiene nuestra ciudad.
- Ishibashi. Entonces, evitar esa escorrentía y tener superficies de infiltración y sobre todo el hecho de poner en vigencia para competir en el mercado inmobiliario un terreno que los vecinos tenían sumo interés en comprarlo, antes de que existiera el proyecto inclusive, ya que lo veían como residuo, que no serviría más que para ampliar sus terrenos y que la propietaria nada interesante podría hacer en él.
Por eso me llenó mucho el veredicto del jurado, porque textualmente dijeron lo que nosotros consideramos la teoría del proyecto, o ellos le dieron en el clavo o nosotros en poder plasmar ciertas cuestiones teóricas
¿La obra se realizó tal cual el proyecto modificado hasta el final?
- En realidad sufrió modificaciones sobre la marcha también, por una serie de contingencias, tuvo muchísimo que ver la capacidad que ya tiene Culata Jovai para este tipo de obras; en el camino de reutilizar hay que ver todo lo que se pueda rescatar, cómo volver a usar y darle valor a cada pedacito de material que hay porque, de hecho, literalmente son pedacitos de materiales como los escombros para los pisos, armado de dinteles y de estructura del techo, ésta hecha con puntales que eran del encofrado, es decir que la misma estructura del techo existente se convirtió en puntal de encofrado y después volvió a ser estructura de techo, hubo toda una metamorfosis que terminó en un edificio multifamiliar que hoy en día compite en el mercado inmobiliario en un terreno del que la mayoría pensaba que era nada más que residuo que había que venderle al de al lado.
¿Cuándo se puede hablar de rehabilitación de una obra y no remodelación por ejemplo?
- Por un lado la propietaria quien insistió en que no lo vendería porque quería desarrollar algo allí y por otro también en la oficina Mauri Amarilla, mientras que yo estaba viendo cómo reutilizar los materiales pero no así la edificación y ante la escasez de presupuesto, en un debate interno me dijo que si lo que no había era plata, reutilizar los materiales no es que te ahorre tanto, mejor sería reutilizar la casa. Y así se inició el viaje real de la rehabilitación arquitectónica de lo contrario iba a ser nomás un reciclaje de materiales y gracias a la decisión de mantener la mayor parte de la vivienda existente es que se puede hablar de rehabilitación.
¿Qué costo tiene el metro cuadrado de construcción?
- No hicimos números finos porque fue un viaje largo, si bien realmente la construcción en sí se puede decir que sale re barata, el flujo de caja a cuentagotas y sostener a veces con muy poco, para no parar la obra y mantener al personal, encarece a veces innecesariamente, pero era la única forma en que podíamos hacerlo. Igual, no deja de ser una construcción súper económica, no llega a los 2 millones por metro cuadrado ni llega al millón ochocientos, está por ahí. Está al mismo precio que una construcción económica aunque con una estructura de hormigón, un diseño bastante no convencional, no tan económico, pero lo que brinda es la espacialidad que buscamos para la planta baja y sobre todo independizar la estructura, porque apoyar la planta alta sobre las paredes de una casa de 90 años de antigüedad hecha con mezcla de barro no era lo más recomendable y si llegó al millón ochocientos es solamente porque se hizo con un flujo de caja a cuentagotas, si disponíamos del capital todo junto y mucho de una vez se habría hecho más rápido y definitivamente se bajaba el costo.
- Gonzalez Merlo. Y seguramente otro iba a ser el resultado también. Porque lo que hablamos con Keiji, que también es músico, es baterista, es que esto fue una improvisación pero a modo de jazz, donde vos sabes más o menos por dónde podes moverte y con esos recursos vas siguiendo. Pero no improvisado de desbolado, en término criollo.
- Ishibashi. Él puede decir jazz porque es mas pro, yo soy muy amateur todavía en la música entonces yo digo zapada nomás, jazz es un nivel musical muy alto.
Y el resultado fue que un terreno residual en este momento está valorizando la zona, porque es una casa que tiene un premio internacional muy valioso
- Si, también. Ese es un valor agregado, deseado, no tanto esperado, pero hoy en día podemos decir que disfrutamos.
Y lo que les decía, una de las cosas que decidimos de entrada como una reutilización era que tenía que haber superficies vegetadas no solo en el suelo sino en pared, sí o sí, como también somos paisajistas. Y como el techo de la casa tenía diferentes cubiertas, en parte era fibrocemento, en parte chapa y en otra, tejas, decidimos usarlas como un jardín vertical en la fachada, esa es una de las cosas más pintorescas.
¿Cómo te presentarías?
- Me gusta decir que soy injertado, criollo, mi mamá es paraguaya y mi papá hijo de japoneses, Keiji Guillermo Ishibashi Torres, o sea que puedo ser Keiji Ishibashi o Guillermo Torres, mi alter ego (risas). Nací en 1984, tengo 34 años, estudié en Encarnación, en la Universidad Católica, terminé la carrera de Arquitectura en el 2008 y presenté la tesis en el 2010. Desde entonces tenemos el estudio que se llama Arquitectava, es una inspiración de Taliesin West, la casa de invierno y la escuela del arquitecto Frank Lloyd Wright, es lo que esperamos sea Arquitectava alguna vez. Armar una aldea, un pueblo de experimentación arquitectónica.
Era un buen negocio de Wright, cobraba carísimo a los alumnos
- No sé si por negocio o por lo que genera eso que es conocimiento. Hice una maestría en Arquitectura del paisaje con una tesis de Planificación territorial en el 2013-2014 en la Universidad Columbia en Asunción. Con Miki tenemos amigos en común y venimos trabajando mucho en esta onda de arquitectura, me gusta incorporar la vegetación a la edificación misma, trabajar un poco con algunos aspectos de sustentabilidad, no llegamos ni por si acaso a hacer permacultura pero nos gusta mucho recolectar el agua de lluvia para su reutilización en limpieza, riego; también trabajar mucho con los aspectos bioclimáticos siempre que se pueda y de alguna manera darle esta impronta de arquitectura paraguaya, de la plástica, de los materiales que tienen que ver con la tierra y mantener siempre las cosas en su estado natural. A veces el cliente quiere una fachada que tenga piedra y hacen un muro de ladrillo y lo revisten con piedra, a nosotros nos gusta hacer el muro de piedra y no revestido. Estamos en la búsqueda. Una vez Miki en conversación utilizó la palabra sinceridad, esa sinceridad de no esconder, no maquillar, se ve lo que es y punto.
También soy docente en la Universidad Católica de Encarnación.
Hablános de esa experiencia
- Estoy en la cátedra de Taller, sería en el séptimo y octavo semestres y en la cátedra Teoría y crítica de la arquitectura; de hecho este año con Miki desarrollamos todo el octavo semestre, sería el taller 7, y estuvo yendo a Encarnación como docente visitante. Fue una experiencia muy buena. Teníamos ya una dinámica armada pero a partir de la participación de Miki como docente visitante pudimos incorporar muchísimos otros docentes y profesionales con los seminarios y charlas como por ejemplo la visita de Hernán Kiss que hace maquetas, Federico Cairoli fotógrafo de arquitectura, el grupo del estudio Mínimo común, y que pudo ser aprovechado por estudiantes de otros semestres.
Armamos toda una planificación del semestre trabajando a partir de investigaciones previas en base a la tesis de Miki, como para tener un marco teórico contextualizado a una realidad concreta sobre los temas de rehabilitación y reutilización y en base a la tesis de Kevin Estepa sobre un plan maestro de normativas y loteamientos para el tema de la intervención en tierras recuperadas en la ciudad de Encarnación. El concepto del semestre fue desarrollar algo que tiene un marco teórico bastante concreto en cuanto a la realidad y tratar de llegar a niveles adonde se pueda demostrar que esas investigaciones son válidas, por un lado, y por otro, brinda un gran apoyo a lo que venimos impulsando desde el 2016 con muchísima gente en Encarnación que es el Plan Encarnación Mas el cual, básicamente, comprende dos planes: de ordenamiento urbano y territorial y de desarrollo sustentable que son exigidos en los artículos 224 y 225 de la Ley Orgánica Municipal del 2010. Estos planes se elaboraron entre el 2015 y 2016 con la empresa Ecosistema urbano y es desarrollando sus lineamiento que Estepa hizo su tesis, con lo que ayuda a visibilizar dado que cuando se habla de lineamientos y normativas la gente generalmente no entiende cuál es la propuesta pues es muy técnico. Entonces, trabajar con los alumnos del Taller para que desarrollen propuestas a partir de los lineamientos y hacerlo visible en forma de proyectos hace que se entienda mucho más qué es lo que se quiere para la ciudad. Encarnación es la primera ciudad en tener dos planes que se complementan y que parten de la ley orgánica municipal del 2010.
Ese es un tema que da para otra nota.
- Y sobre todo porque todavía está en proceso de estudio para su aprobación. Entendiendo lo sustentable como el equilibrio entre lo social, lo económico y lo ambiental es imposible, hablando de un desarrollo social que busca disminuir la desigualdad sin entrar en el comunismo, es imposible buscar la igualdad, o disminuir la desigualdad por lo menos, sin tocar intereses y ahí es donde se hace difícil la aprobación de estos planes (Paraguay es uno de los países más desiguales del mundo según el índice de Gini*).
Y la arquitectura tiene mucho que ver con eso.
- Sobre todo creemos que si podemos hacer arquitectura siguiendo ese tipo de lineamiento vamos a ayudar a visibilizar cómo queda la ciudad cuando eso se tiene en cuenta. Dejar esa superficie de infiltración, tener las cuestiones bioclimáticas, reutilizar las edificaciones existentes no simplemente pensar que lo que existe y se considera muy viejo o muy pequeño ya hay que demoler. En realidad todo, si uno va hilando, esta obra, el desarrollo de la cátedra y nuestro ejercicio profesional inclusive antes del plan, tiene que ver con lo que propone el mismo. Entonces ayuda muchísimo a decir, así se ve.
Eso que acabas de decir es lo que pasó en Asunción fundamentalmente en la era de Stroessner donde todo lo antiguo era considerado feo, viejo, no servía para nada, y Asunción, que tenía una personalidad propia la perdió a consecuencia de la intervención que se hizo tirando todas las edificaciones coloniales y construyendo, muchas veces, adefesios.
- Ahí hay algo muy interesante. Personalmente para mí fue muy bueno hacer esta obra de rehabilitación de una casa vieja de algo entre comillas histórico, porque Encarnación perdió su zona histórica. Con la transformación y el embalse de la represa se perdieron más de 80 hectáreas de lo que era el casco antiguo, la zona baja de la ciudad. Entonces, allí hay muy poco que rehabilitar en término de edificaciones antiguas, hay muchas en desuso o no concluidas, pero antiguo para intervenir, muy poco; por eso esta obra tiene mucho valor en lo personal. Cuando se le pregunta a la gente de Encarnación qué representaba la zona baja, responden todos que era la identidad de la ciudad, es decir, perder ese territorio significó prácticamente perder la identidad de la ciudad.
Y conste que antes Encarnación ya había perdido, había sido una reducción jesuítica y de todo lo histórico no quedo nada.
- Hay apenas unos vestigios arqueológicos en el centro de la ciudad, en propiedad privada, zona alta, la de la Plaza de Armas que fue un fuerte jesuítico,
Siete arquitectos japoneses, de seis estudios, ganaron el Pritzker de arquitectura, ¿alguna influencia tuvieron ellos en tu forma de ver la arquitectura? Desde Kenzo Tange a Shigeru Ban en el 2014, varios integran la lista de ganadores.
- En la Universidad me gustaban muchos, casi todos, nunca tuve fanatismo por algo en especial, por un estilo, me gusta mucho la diversidad.
Antes expresaste, sin embargo, que tuviste la influencia de Wright.
- Por Taliesin; a la larga es influencia japonesa porque Wright empezó a hacer la arquitectura que empezó a hacer, lo de los espacios integrados y todo lo demás, después de volver de Japón donde estuvo unos años por lo del hotel Imperial de Tokio. Si uno mira la casa Jacobs 2, que sintetiza bien todos los conceptos de su nueva arquitectura y ve una casa tradicional japonesa ya sabemos más o menos de dónde sacó la onda.
Lo lamentable es que ese trabajo tan importante que Wright hizo en Japón se demolió, ya no existe.
- Pero es indudable que esa esencia de los espacios integrados o integrables súper fluidos, esa relación interior exterior, las grandes galerías, tiene que ver con la arquitectura tradicional japonesa, los grandes espacios intermedios, los aleros prolongados, sin decir que realmente que a mí me influencia la arquitectura tradicional japonesa, pero por algo me gustaba Wright y para mí tiene mucho que ver con nuestro clima, los espacios intermedios son súper necesarios en nuestro país por el calor en general, por algo el paraguayo siempre dice que su sueño es tener la casa “mango guýpe”, estar a la sombra todo el año y que corra el viento.
Y sí, durante la Universidad me encantaba Wright por muchas razones, pero dentro de estos estudios japoneses mi favorito es Shigeru Ban por su impronta en la reutilización de materiales, sí, lejos mi favorito. Me parece un capo. Igual, no soy fanático de nadie pero si vamos a hablar de estudios japoneses me parece que él es el mejor.
¿Pero hay influencia de Shigeru en tu obra?
- No sé. No sé digo porque a la hora de proyectar es algo personal, no pienso mucho en referencias, pienso más en el sitio, quizás eso tiene que ver con Wright. Pienso en el sitio y en las cuestiones intangibles del sitio desde el apellido de las personas y la raíz de esa palabra, cualquier cosa intangible que pueda aportar y para mí lo bioclimático siempre es la pauta, cómo ventilar, asolear de la mejor manera posible.
- Gonzalez Merlo. Keiji nos pidió -dado que por la distancia no iba a poder construir esa obra- que nosotros la construyamos, que le pasáramos un presupuesto, que nos contrataría para hacerlo. Y yo, realmente, desde el inicio me di cuenta de que eso iba a ser imposible porque si íbamos a cobrar, como constructora no íbamos a poder terminar la obra. Imagináte que terminamos en dos años, la hubiéramos terminado en cinco por ahí, porque nosotros cobramos caro (risas), por qué tenemos que hacer que la obra sea barata (risas).
Por lo que estas contando, vos como dice Solano: yo no cobro, yo me regalo (risas)
- Gonzalez Merlo. Ahí le dije a Keiji, vamos a hacerlo y olvidáte de los honorarios, vamos a hacerlo como una investigación, una cuestión colaborativa, por lo tanto dejáme meter mano también, me iba a regalar, pero algo quería a cambio.
- Ishibashi. De hecho era necesario, porque no había un súper proyecto ejecutivo, había un anteproyecto ajustado dando vueltas y se empezó con eso.
- Gonzalez Merlo. El proyecto ejecutivo fue la obra. Desde el inicio empezar e ir probando y hacerlo juntos, creo que lo que ganamos con esta obra fue una escalera que está por ahí y que tuvimos que comprar para hacer las cosas (risas) y lastimosamente, la Bienal a partir de este año no paga o sea que tampoco vamos todos a ganar más que la satisfacción de poder haber realizado la obra con muy poco, con casi nada realmente, estuvo bueno. Hubo grandes problemas que tuvimos que resolver, era nuestro trabajo, y Emmerick estaba todos los días en obra, viendo, resolviendo, un poco como tener hijos, a mi no me tocó -a ninguno de nosotros tres en realidad- pero me imagino que es un poco así, los querés hacer desaparecer, de repente, por los nervios, pero es tanto el amor que le ponés que seguimos… amor es lo que hay en esa obra, muchísimo cariño, se siente esa energía, se siente al estar ahí inclusive con herreros de Mundo Aparte (barrio) que está ahí cerca. Se trabajó con herreros de la zona porque eran cosas chiquitas que uno acostumbrado a hacer cosas más grandes no las quiere hacer, y así, ingenieros que venían a darnos su opinión ante ciertas cuestiones como la estructura que se movía un poco, cómo reforzarla, empezando a investigar eso, dejando todos estos vestigios y después, gente que viene de afuera para ir a verla. Estuvimos mostrando la obra a unos arquitectos que vinieron de Ecuador.
Así que buenísimo fue haber participado en la Bienal, la sentimos muy nuestra también, nosotros normalmente construimos nuestros propios proyectos, en este caso fue el único que no hicimos pero lo vemos como un proceso colectivo colaborativo de pensamiento y de construcción, como juntarnos a componer y después salir a tocar juntos, así.
Emmerick ¿qué agregarías a todo lo dicho?
- Para mí la obra fue un tremendo aprendizaje y en el proceso constructivo sé todo lo que tuvimos que atravesar para que sea una realidad, se evidencia en la obra. Es interesante, sincera, ves y ves lo que es, y entendés las cosas que ocurrieron en el transcurso de la ejecución y para mí eso es importante, que sea sincera, que muestre lo que realmente es, sin miedo, sin ocultar las partes feas, sino mostrarlas y eso nos trae algo bello.
- Ishibashi. Y la obra, hay que decirlo, está inconclusa. Hay un proyecto de paisajismo integral, hasta ahora se hizo solo la fachada, hay un proyecto de Giselle Montanholi. Lo que se hizo hasta ahora de ese proyecto es el diseño de solados exteriores, toda la parte de vegetación no se pudo terminar porque por la excavación de la obra de al lado se desmoronó un poco la medianera y se tuvo que sacar la muralla, por ende, la jardinería no se terminó.
- Gonzalez Merlo. Tuvimos que volver a hacer los timbres… (risas)
- Ishibashi. ¡Ah! Los timbres. Nosotros estuvimos literalmente en la obra, desde el proyecto hasta la mano de obra. No sé si estuvo desde el comienzo en el proyecto o se me ocurrió por el camino, pero puede ser que me haya dado cuenta de que me olvide del timbre en la instalación eléctrica, lo que quedaba era inventar el timbre. Entonces visite a un herrero del barrio -en Encarnación- y le pedí que me armara algo con la chatarra que tenía, no quería que comprara ningún material, y el herrero -un capo- armó unos timbres que tienen una palanquita con un resorte que golpea un tubo, hay tres tubos, dos son circulares y para que suenen diferentes le hizo perforaciones, uno suena más agudo y el otro más grave. El de la casa en planta baja es un tubo rectangular y suena como un cencerro. Eso no tiene electricidad funciona con piolitas que están colgadas en la fachada y tienen una manija que uno estira, es low tech (baja tecnología) y produce los sonidos. Como acá la Ande anda tan bien, no hay problemas si se producen cortes de energía (risas).
Igual, hoy día la gente se maneja de otra manera. Con Miki fuimos a la casa de una alumna donde nos ofrecieron una cena por la finalización del semestre, nos miramos y dijimos “tocamos el timbre, o mandamos un mensaje de estamos afuera”. Ya no se usa más el timbre, pero eso es pintoresco. Y hay que volver a colocarlo porque como fue un experimento usamos unas piolas que con la fricción se soltaron, las vamos a cambiar por cabos metálicos.
Los cántaros, kambuchi, se hicieron en una alfarería de Itá y la mano de obra es nuestra; como no había forma de pedirle a un plomero que pusiera un caño con un cántaro y una canilla lo tuvimos que hacer con nuestras propias manos, son seis cantaros en total para todas las bajadas de las canaletas que recolectan agua de lluvia. Todo esto no está en los planos pero aparecieron en la obra, y es lo que dijo Miki, el proyecto ejecutivo fue la obra porque a medida que la hacíamos íbamos tomando esas decisiones que le dieron un toque muy particular, muy pintoresco, porque recolectar el agua de lluvia está bueno y poder hacerlo en algo que es tradicional en el Paraguay como un kambuchi está mucho más bueno. Otra de las cosas con las que estuvimos sudando y armando juntos con Giselle fue todo el jardín vertical de la fachada, donde tampoco había mucho que pedirle a un jardinero. Son cosas que ni nosotros sabíamos ni cómo hacer, dijimos vamos a probar y lo fuimos armando.
Volviendo al tema de la docencia ¿cómo resultó la labor para ambos?
-Ishibashi. Me gustaría escucharlo a Miki opinar sobre el semestre.
- Gonzalez Merlo. Los alumnos lo quieren mucho a Keiji, de hecho la promoción de este año lo eligió como padrino, no sé si no había alguien más a quien elegir (risas) pero sí, se nota, se siente. Yo me voy a Encarnación hace bastante tiempo por otras cuestiones y tengo amigos allá, y los alumnos te hablan, te dicen que quieren llegar al semestre con Keiji, porque ahí quieren medirse, pueden proponer cosas distintas. Haber formado parte de ese semestre fue muy satisfactorio para mí. Y vamos a ver si seguimos porque tenemos la idea de hacer un libro, es decir vamos a hacerlo, si construimos esa casa…. el libro es demasiado fácil (risas). Vamos a hacer una publicación sobre el contenido y lo que estuvimos haciendo en el semestre, un resumen.
En este punto, Ishibashi preguntó a Gonzalez Merlo qué le había parecido enseñar en Encarnación con respecto a Asunción.
- Hay una diferencia abismal entre los alumnos de ambos lugares. Hay una principal y es que acá los alumnos de Asunción consumen arquitectura, están pendientes de esto, de ver qué pasa, en forma real y virtual, calculo que es porque los docentes le despiertan ese interés; en Encarnación en cambio, me dio la impresión, salvo excepciones como Keiji y un par de docentes más, tal vez no despierten esa curiosidad y lo que consumen de arquitectura los alumnos es lo que se les enseña en la cátedra y lo que ven en la ciudad que no es mucho. En las ciudades del Paraguay no hay mucha arquitectura como para decir esta es mi referencia, en base a esto voy a desarrollar mi obra.
Y también creo que la idea de este intercambio es descentralizar; y personalmente, seguir desarrollando esta escuela de arquitectura paraguaya que creo que los dos pilares más fuertes que tiene son Javier Corvalán y Solano Benitez, es indudable; obviamente, sin desmeritar ni un ápice lo que vino antes, Pablo Ruggero es un referente creo que de todos y muchos otros también, pero Solano y Javier son pilares fundamentales. Empezar a conectar esa arquitectura, esa escuela de arquitectura. Así como los paulistas tienen una escuela de arquitectura creo que en el Paraguay ya se puede hablar de eso, pero si nosotros hablamos mucho tenemos que escribir, tenemos que producir, y en eso estamos, tratando de hacerlo para que la experiencia sirva para visibilizar esas cuestiones y creemos que hace falta teorizar un poco más.
Vos este año también presentaste una obra.
- Si, este año enviamos una obra que está justamente una cuadra antes de Villa Cerro Corá y que se construyó en simultáneo en el barrio Ciudad Nueva. Es un estudio de grabación -que de hecho se llama Ciudad Nueva- que también es una reforma sobre una casa no tan antigua, será de los sesenta, setenta. La transformamos, la convertimos en estudio de grabación y vivienda y también tiene todo un discurso tangible de rehabilitación, reciclaje, restauración.
- Ishibashi. Con las personas que vinieron de Ecuador fuimos a la obra y Miki realizó una visita guiada. Yo ya la conocía, nos tocó grabar ahí con la banda. Creo Miki que le erraste al entrar en la categoría Rehabilitación, tendría que haber sido en Diseño y ganabas porque a nivel de proyecto y el nivel de detalles que tiene, por las cuestiones muy complejas de acústica, es impresionante; el nivel de desarrollo de proyecto, de soluciones técnicas y detalles constructivos opaca a la reforma.
El arquitecto Ishibashi dijo que recién está empezando a dimensionar lo sucedido, en cambio vos lo viviste ya en la misma categoría en el 2012. ¿Qué cambió, qué te recordó esta nueva distinción, qué efecto causó en vos?
- Primero, darte cuenta que hay otra gente que creen en lo mismo que vos, por eso premian algo que hiciste, si es sincero lo que hiciste. Tienen muchísimas similitudes esas dos obras. Con la Casa WF ganamos el premio en el 2012, también tuvimos una mención en esa misma categoría en el 2014. En las tres ocasiones fueron obras súper sinceras en las que los honorarios fueron una cuestión de segundo plano -de hecho no existieron en ninguna de las tres-, eran cuestiones reales, fue decir “esto tiene que suceder, vamos”, como los niños que juegan por jugar, de eso se trató las tres veces y vino el reconocimiento del exterior. La primera vez ni titulo de arquitecto tenía todavía, bastante anárquica la cuestión, como nuestro país también… un poco.
Pero hay un cambio
- Hay un cambio más que nada en creer y reafirmar que creemos en lo que hacemos y que vamos a seguir haciendo. Obviamente también vienen las publicaciones lo que conlleva a que más gente se entera de tu trabajo y llegan más pedidos de proyectos, gente que te pide una casa en un terreno ideal donde no hay nada que reciclar y hay que saber también intervenir ahí y en todas las situaciones. Es un gran reconocimiento a la labor de uno.
Desde luego que a la gente le gusta contratar a un arquitecto que tiene estos antecedentes.
- Pero en ello hay una gran responsabilidad. Como dice Spiderman, el superpoder conlleva a una gran responsabilidad también, según el filósofo contemporáneo Peter Parker (risas).
Souto de Moura cuenta cuando le preguntaron qué había obtenido con el Pritzker, dijo, bueno, justamente estábamos discutiendo con los capitalistas franceses los honorarios por un edificio y la discusión terminó cuando nos otorgaron el premio. Esto ayuda…
- Gonzalez Merlo. Sí, ayuda, aquí a Keiji esperemos que le ayude a que le crean un poco más en que desarrollar la ciudad de manera consciente es lo mejor.
- Ishibashi. Hay muchísima gente involucrada, muchísimos actores que participaron en el plan del que hablábamos antes. De Arquitectava nos involucramos Laura Medina, quien fue uno de los técnicos locales contratados por la empresa Ecosistema Urbano durante la elaboración del plan, y yo porque fui director de planificación de la municipalidad en ese entonces.
Algo más que quieran agregar a esta charla
- Ishibashi. Agregaría, hablando de lo que se siente al recibir este reconocimiento, que para mí es muy grande. En Encarnación, hasta ahora, un solo medio de prensa se hizo eco de ello, de un logro internacional, En Asunción fueron más los medios de comunicación que dieron publicidad al reconocimiento. Creo que por eso es que dijo Miki respecto de consumir arquitectura y que se valore más otro tipo de arquitectura; este premio puede llegar a ser una puerta que se abre y en cuanto a la sensación… en lo emocional… así se puede llegar a sentir un cerrista cuando gane la Libertadores (risas).
(*) El índice -o coeficiente- de Gini es una medida económica que sirve para calcular la desigualdad de ingresos que existe entre los ciudadanos de un territorio, normalmente de un país.
Memoria Villa Cerro Corá 2373
Evolución de una preexistencia
Para entender la esencia de la preexistencia nos basamos en la historia de su existencia narrada por los antiguos usuarios, buscando que la propuesta sea como el siguiente paso en la evolución de esta pequeña casa ubicada próxima al centro de Asunción en un terreno de apenas 6 metros de ancho.
La construcción original es de 1930 aproximadamente en el entorno suburbano o cuasi rural de la Asunción de aquel entonces, con solo una habitación, un baño, una sala y un pequeño zaguán donde estaba la cocina a leña; en la década de 1940 se le agregan 2 habitaciones, extendiendo linealmente la casa en el estrecho terreno, ya entrada la década de 1990, se agrega al fondo una cocina moderna configurando la tipología de “casa chorizo”, pero con la particularidad de que debido a lo angosto del lote la casa no tenía una galería sino que los espacios contiguos se comunicaban saliendo a la intemperie y para el 2014; año en que se desocupó, la construcción se encontraba en un avanzado estado de deterioro, ya inhabitable.
Más allá de las patologías y deficiencias funcionales que pudimos encontrar, se buscó mantener la esencia de la tipología y consolidarla, a la par de mantener vigente la edificación como producto inmobiliario en una zona que hoy día es de media-alta densidad con universidades e instituciones públicas alrededor. Para ello se optó por dotarle a la casa de una galería y construir departamentos para estudiantes en una planta alta, todo sin comprometer los antiguos cimientos mediante un volumen separado de la casa y con estructura independiente; flotando sobre ella, generando la galería pero de manera que permita la entrada de luz a la planta baja desde varios ángulos así como la optimización de la ventilación por convección.
La Planta Baja se mantuvo casi en su totalidad reutilizando los materiales y con mejoras en la distribución espacial que permitieron ponerla en vigencia ante el mercado sin perder su esencia y evidenciando las cicatrices de ampliaciones a lo largo de los años legibles en la diferencia de tamaño de sus ladrillos. También se incorporó la recolección de agua de lluvia para riego y limpieza con la adaptación de unos kambuchi (cántaro de cerámica), elementos tradicionales de la artesanía paraguaya que armonizan con la plástica de la construcción y aportan un toque de sustentabilidad además de todos los ladrillos viejos que se volvieron paredes nuevas, las tejas que pasaron a ser jardín vertical en la fachada, tirantes devenidos en dinteles y viejas puertas convertidas en escritorios. Todo apostando a la evolución antes que la tabula rasa de una demolición.
Los premiados de la BAQ 2018
Además de otorgar premios y menciones de honor en cada una de las seis categorías del Concurso Bienal, la Bienal Panamericana de Quito selecciona otros proyectos que se incluirán en una publicación que verá a la luz el año que viene.
En este sentido, destacamos dos obras paraguayas que han sido seleccionadas para el catálogo de la BAQ en la categoría Diseño arquitectónico: Caja de Tierra del estudio Equipo de Arquitectura integrado por Horacio Chermiavsky y Viviana Pozzolio; y Vivienda cad, primera etapa del estudio tda compuesto por Miguel Duarte, Larissa Rojas y Enrique Granada.
Diseño arquitectónico
Premios internacionales
El primer lugar lo ocupó el Centro Cultural Teopanzolco / Isaac Broid + Productora (México); y el segundo, Casas El Ciprés / Surreal Estudio (Ecuador). Las menciones fueron para Fundación Santa Fe de Bogotá / Equipo Mazzanti (Colombia) y el Edificio Pueyrredón 1101 / Estudio Pablo Gagliardo (Argentina).
Fueron seleccionadas la publicación, el Centro Cultural Comunitario Teotitlán del Valle / Productora (México). Edificio Matorrales / Santiago Arango Largacha (Colombia). Caja de Tierra / Equipo de Arquitectura (Paraguay). Escuela de Música de Candelaria / Espacio Colectivo Arquitectos (Colombia). Ágora Bogotá / Bermúdez Arquitectos + Estudio Herreros (Colombia). Vivienda cad / tda (Paraguay). Vivero Guayacán / Ambrosi-Etchegaray (México) y Capilla Centinela / estudio ALA (México).
Premios Nacionales
En primer lugar, Casas El Ciprés / Surreal Estudio; y en segundo, Plataforma gubernamental de desarrollo social / Boris Albornoz + Ana Rodas Beltrán. Las menciones fueron para Casa Naranja Limón / Santiago Vaca Jaramillo, Daniel Moreno Flores, Cristian Navarrete, Xavier Navarrete, Nicole Montero de Howitt, Luis Guamán y Andrés Villota; y Casa entre Bloques / Natura Futura Arquitectura
Fueron seleccionaas en este ítem: Casa El Camarote / Sebastián Calero Larrea; Casa Zancos / Natura Futura Arquitectura; Conjunto Buena Esperanza / Jaramillo van Sluys; y El Guardián del Chimborazo / Alejandro González + Juan Carlos Bamba + Ignacio de Teresa + Robinson Vega.
Diseño urbano y arquitectura del paisaje
Premios Internacionales
Revitalización de la Albarrada de Mompox / Opus (Colombia), en primer lugar; y Parque Lineal Ferrocarril de Cuernavaca / Gaeta-Springall Arquitectos (México), en segundo.
La mención fue para Jardín Ciudadano / Práctica Arquitectura (México).
Seleccionadas para la publicación: Costanera Puerto Ballivian / Edwin Bause Villar (Bolivia); y Mechanized River Valley Access / Dialog (Canadá).
Premios Nacionales
El premio lo llevó El Patio Escolar- Escuela Marista / Espinoza Carvajal Arquitectos. La mención, el Salón del Café / Architekten. Y la selección fue para la obra Parque Las Vegas / Gustavo González + Tiago Fernandes + Nelson Dias + Ana Teles.
Hábitat social y desarrollo
El primer premio (ex aequo) fue para Ausbauhaus Neukölln / Praeger Richter Architekten (Alemania) y La Comuna / Natura Futura Arquitectura + Frontera Sur Arquitectura (Ecuador).
La mención fue para St. Louie de Marillac Bamboo Village / Base Bahay Foundation (Filipinas) y el Proyecto Fitekantropus / Coordinadora de la Ciudad (Perú).
Fueron seleccionadas para la publicación, entre las internacionales: Less / Aavp Architecture (Francia). Y Casa Sdlac 2015 Cultural Machine / Carlos Hernández, Martin Anzellini y colaboradores (Colombia).
Y entre las nacionales: Centro Cultural Chamanga / Atarraya Taller de Arquitectura + Hochschule München + Portland State University (Ecuador)
Rehabilitación arquitectónica
Premios Internacionales
El primer premio fue para Villa Cerro Corá 2373 / Arquitectava (Keiji Ishibashi, Mauricio Amarilla, Giselle Montanholi Kevin Estepa y Laura Medina) y Culata Jovai (Miguel González Merlo y Emmerick Braun) y el segundo para Viviendas María Ribera /JSa (México).
La mención fue para el Museo Regional de Cholula / Alejandro Sánchez García (México).
Seleccionadas para la publicación: Escuela de tiempo completo N° 55 de Cebollati / Paepu/Anep Arq. (Uruguay) y Estadio Fray Nano / ADG (México).
Premios Nacionales
El primer premio lo llevó La Tejedora / Pata de Gallo; y el segundo, Casa de las camas en el aire / Al Borde.
La mención fue para La Casa de Oración / Natura Futura Arquitectura.
Seleccionada para la publicación: Rehabilitación del Edificio Nova / Estudio A0.
Teoría, historia y crítica de la arquitectura, el urbanismo y el paisaje
Premio Internacional
El primer lugar fue para Catálogo arquitectura movimiento moderno Perú / Alejandra Acevedo y Michelle Llona, Perú. Y el segundo para el Proyecto experimental de vivienda (Previ), Lima diseño y tecnología en un nuevo barrio / Peter Land (Colombia).
La mención honorífica fue para Hijos de la Rue de Sèvres - los colaboradores latinoamericanos de Le Corbusier en París 1932-1965 / Ingrid Quintana Guerrero (Colombia).
Seleccionados para publicación: Agujeros Negros Urbanos / Jean Pierre Crouse (Perú); y Felipe Uribe - en sección / Miquel Adrià, Teodoro Fernández, UdeB Arquitectos, Arquine (México).
Premio nacional
Catálogo de madera estructural Ecuador / Universidad del Azuay, Pedro Espinosa, Diego Proaño, Luis Barrera, Eva Arpi, Ana María Ugalde, Ismael Lazo, Juan Francisco Morejón, María José Palacios y Anthony Crespo (Ecuador).
Mención honorífica nacional: Cartillas Hágalo usted mismo para el mantenimiento de edificios de valor patrimonial / Proyecto Vlir-CPM, Universidad de Cuenca, Fausto Cardoso, Sebastián Astudillo, Gabriela Barsallo (Ecuador).
Publicaciones periódicas especializadas
Premio Internacional
El primero fue para la revista Bitácora arquitectura, números 34-35-36 / Facultad de Arquitectura, Universidad Nacional Autónoma de México (México); y segundo para la revista Materia arquitectura, números 15-16-17 / Escuela de Arquitectura, Universidad de San Sebastián, Mario Marchant (Chile).
Mención honorífica: Dearq números 21-22-23 Revista de arquitectura / Departamento de Arquitectura, Universidad de los Andes, Juan Pablo Aschner, Lucas Ariza, Melissa Ferro, Juliana Pinto (Colombia).
Medalla de Oro
Último año Urbanismo (UU)
Proyecto Chocó andino – paisajes etéreos / Pontificia Universidad Católica del Ecuador / Nicole Michelle Andrade Aragón, Vanessa Lizbeth Buitrón Donoso, Jaire Alejandra Cagigai Camacho, Juan Sebastián Cardona Maldonado, Katherine Adriana Granda Chico, Daniela Jarrín Sánchez, José Gabriel López Cabrera, José Enrique Pérez Aldaz, David Lenin Rodriguez Camuendo, María Fernanda Moreta, Dennis Ricardo Solá Duque, Stefany Carolina Soria Pacheco, Gabriel Sebastián Troncoso Aldás.
Último año Arquitectura (UA)
Proyecto Polideportivo La Magdalena / Universidad de las Américas / Esteban Jácome
Fin de carrera Urbanismo (FU)
Proyecto Intervención en áreas naturales protegidas, caso Puerto Ayora en Galápagos. Equipo comunitario como paisaje – Universidad San Francisco de Quito / Usfq / Paolo Caicedo Guijarro Jarro.
Fin de carrera Arquitectura (FA)
Proyecto Hinterland: infraestructura termal como límite formal del páramo andino / Usfq / Johanna Medina Ordoñez
Fuentes
http://baq-cae.ec
www.plataformaarquitectura.cl