Edición N° 435 - Julio 2019

La Biau 2019, una bienal con innovaciones

 
  • Conversando con el arquitecto Joseto Cubilla.

  • Ferrocarril central, PC de la XVI BIAU.

  • Teatro Municipal de Asunción.

  • Centro Cultural Juan de Salazar, Asunción.

 

El arquitecto José Cubilla, coordinador por Paraguay, nos cuenta cómo marcha la decimosexta edición de la Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo, que tendrá lugar en Asunción del 7 al 11 de octubre, y que viene con algunas particularidades.

“Estamos preparando una bienal distinta que rompe con el esquema tradicional de este evento, no queremos una bienal convencional, esperamos que todo salga bien”. Con estas palabras el arquitecto José Cubilla, Joseto, abrió la charla con Mandu’a, lo que, vamos a confesar, nos intrigó un tanto.

“Postularnos como país para ser sede de esta edición de la  Biau surgió de una invitación del arquitecto Arturo Franco, el comisario general. Sería inédito realizar un evento así en Asunción,  nos pareció un desafío, desafío que emprendimos con la intención, en primer lugar de que no sea solo un acontecimiento sino una oportunidad para reflexionar sobre el oficio en sí, sobre la arquitectura misma. Lo que queremos hacer es trabajar en donde la arquitectura generalmente está ausente, es una paradoja hacer un acontecimiento de arquitectura en donde falta la arquitectura, llegar a lugares  que no lo hace y de esa forma producir un cambio importante que mejore la vida de las personas. Hay como una desconexión del oficio en si con los verdaderos problemas que existen en las ciudades. Y empezar a pensar o repensar sobre las ciudades  para poder mejorarlas. Aceptado el desafío, también para España lo es; desde un comienzo decidimos que no sería una bienal convencional, planteamos una filosofía distinta con algunas innovaciones, lo que fue recibido con entusiasmo por el comisario Arturo Franco. Será una bienal abierta con actividades que no se desarrollarán en un solo lugar, sino en diferentes y hasta en las calles. Invitamos a los mismos arquitectos que están trabajando para mostrar la arquitectura de cada país, a bajarse a la cancha a trabajar en esos espacios donde la arquitectura no llega.

 

¿Cómo trabajan teniendo en cuenta el eje conceptual de este año?

- La Bienal siempre trabaja sobre un lema,  el de este año es paragua y  que significa estar o habitar, el habitante, es como un juego de palabras paragua y, es la relación con el agua, cómo habito con respecto a algo tan importante como el agua, el tiene que ver con el habitar, el ser que está en un lugar, tiene que ver con la ciudad y el y tiene que ver con el agua, uno es el artificio y el otro es lo natural, cómo tenemos que coexistir con ambas cosas, es un mensaje muy profundo, sobre todo para el asunceno. Y estas dos palabras no son solo pertinentes a nuestras ciudades sino muy universales, porque hoy existe un problema grave que tiene que ver con el calentamiento global, la posibilidad de que el agua haga desaparecer las ciudades mismas y cómo prepararse para estos cambios que se producen.

 

Al principio hablabas de trabajar en espacios donde la arquitectura no llega  ¿cómo es eso?

- A partir de esa filosofía que inyectamos a esta Bienal se generó una gran movida que deriva en proyectos para distintos puntos de la Chacarita, en la zona alta del barrio, aunque también hay una propuesta de emergencia para la zona baja, pero eso trabajamos con el grupo Aqua Alta y no pertenece a los trece proyectos que son de la Bienal, aunque sí lo vamos a mostrar en esta ocasión. De esta gran esta movida participan los curadores de los países participantes que no solamente proyectan desde sus lugares sino que trabajan con equipos locales. Hemos incorporado una cantidad de estudios de jóvenes arquitectos paraguayos que tienen la oportunidad de empaparse de esa posibilidad de  conocer a estos grandes arquitectos y juntos desarrollar los proyectos en pequeños puntos. Tampoco es que vamos a resolver el mundo sino simplemente poner un pie en donde no lo hacen los grandes proyectos porque no les interesan los pequeños nodos. Son plazas, esquinas o escalinatas, los lugares de encuentro donde se generan todas las posibilidades del habitante y del habitar -que es nuestro eje en esta Bienal. Todos los acontecimientos de la vida tienen que ver con esos cruces, donde los niños pueden jugar, donde la gente puede salir nuevamente a disfrutar del aire y no estar escondidas por el miedo a la inseguridad, hay una cultura del miedo que queremos romper. La Bienal trabaja ese ámbito, el de poner un pie en los lugares que creemos que hace falta la arquitectura y que realmente pueda haber un cambio paradigmático.

El mensaje es muy potente porque sin ningún presupuesto soñamos en que podamos empezar a reflexionar sobre lugares tan obvios tan sencillos y que podamos discutir si están bien o no los grandes proyectos que todo el mundo sueña, las grandes infraestructuras. Aunque no estemos de acuerdo con muchos de los (proyectos) que se desarrollan en la ciudad, queremos trabajar en el disenso, para generar una posibilidad de diálogo. Hemos invitado  a las universidades para que también puedan trabajar en lugares en donde se necesita una especie de mirada académica,  porque a veces la academia está un poco alejada de ciertas realidades. Nosotros intentamos trabajar realidades desde el Taller E del que formo parte en la Fada, pero también hay que trabajar utopías para originar nuevas posibilidades de mejorar los lugares y no simplemente aceptar modelos que realmente no funcionan en los nuestros (lugares). Lo importante es que podamos poner sobre la mesa lo que pensamos nosotros y los que piensan que armar un desmantelamiento  del territorio para albergar rellenos para vehículos o un puerto nuevo; perfecto, discutamos porqué está bien o no y en base a ello proponer alternativas, no quedar en el simple no.

 

Una vez finiquitados todos los requisitos y los proyectos salen a la luz ¿Cuáles son las posibilidades de concretarlos?

- Es la parte más difícil, conseguir el dinero para materializarlos, y no son muy costosos porque cada plaza maneja un presupuesto de bajo costo, eso es lo interesante, que con poco dinero los arquitectos podemos ser muy útiles, esa es la fuerza de la arquitectura, la creatividad la posibilidad de mejorar un lugar con esta idea de aportar desde lo esencial con presupuesto de bajo costo para que podamos hacer más cosas, esa es un poco la filosofía que tenemos. Pero, ojo, con calidad, no estamos haciendo nada de cartón ni plástico, hay muy buenos y actuales proyectos. Van a sorprender realmente.

Hablé con todas las instituciones gubernamentales pertinentes, con el Ministerio de Urbanismo donde me recibieron muy bien y nos apoyan en esta movida, con la Municipalidad de Asunción, que nos abrió las puertas e hizo posible que podamos entrar en los lugares, conocer a la gente y trabajar sin ningún problema con todos los líderes de la comunidad, hemos recibido el apoyo también del director de Itaipú que nos había recibido para conocer lo que soñamos para este lugar.

Los proyectos están totalmente terminados. Están en la etapa de presupuesto. Para llegar a este feliz término -vamos a decirlo así- se hicieron talleres  con la gente; primero para contar lo que queríamos, segundo para mostrarles el resultado y fueron todos aceptados, eso es lo increíble, que apoyen  ideas nuevas, porque realmente son muy buenas, no son simplemente ideas que aterrizan sino que tienen una tensión local. También hemos trabajado con la oenegé Hábitat para la humanidad Paraguay.

 

¿Cuáles son los puntos que encaran los proyectos?

- Hemos elegido trece espacios públicos  con mucho cuidado y con mucho respecto a todos los proyectos que existan. Es interesante además porque aparte de rehabilitar esos pequeños espacios públicos, tenemos la oportunidad para conocer realmente nuestra ciudad, porque, como sabemos, para la generalidad la ciudad termina en el Ferrocarril, pasamos de largo, miramos a los costados y no sabemos qué pasa más allá, y más allá hay un mundo increíble con sus aspectos negativos  -las drogas, la basura, la inseguridad- pero también con muchos aspectos positivos. Estos problemas existen y es importante que la Bienal se sincere y cuente la realidad. No es que vamos a ir a limpiar, pintarle la cara para el acontecimiento, no, vamos a conocer nuestras realidades latinoamericanas y a reflexionar sobre ello desde el problema, generando ideas, es el mundo donde tenemos que estar los arquitectos, el de la concreción de las ideas, de los sueños y donde la gente pueda participar, apoyar, y donde la colaboración sea completa, desde los organismos estatales, municipales, los representantes mismos de la sociedad, los que viven en el sitio, los estudiantes, los arquitectos, una serie de actores que hacen posible que algo sea aceptado. En el Paraguay realmente esto es un inicio de ciertas cosas, porque no conozco un acontecimiento que genere tantas ideas, tantos proyectos como los que vamos a realizar ahora.

 

¿Y en qué punto se encuentra el trabajo?

De los trece puntos elegidos, once ya han sido aprobados por Ministerio  de Urbanismo y los trece ya por la Municipalidad, que quedaron encantados con los proyectos. Y aquí quiero agradecer a Carla Linares (de la Municipalidad) quien fue la que nos hizo el nexo con la gente del barrio, al arquitecto Gustavo Glavinich y a María Elena Mas, que nos apoyaron en el Ministerio de Urbanismo.

Esta es una de las patas de la Biau.

 

¿Y cuáles son las demás?

- La idea es realizar todo en el microcentro de Asunción, que todo se haga caminando, que sea un evento sin estrés de distancias. El PC es el Ferrocarril donde estarán expuestos los trabajos elegidos para el Panorama de obras y algunas otras actividades. También habrá actividad en el Teatro Municipal, el Centro cultural Juan de Salazar para mesas redondas y charlas.

Esto lo que tiene que ver con los lugares y una filosofía de una Bienal distinta, porque no queríamos repetir el esquema tradicional de armar un gran acontecimiento que se desmonta  y no pasa nada. Queremos dejar una huella, una reflexión una discusión, quedan proyectos para la ciudad y eso es inédito y un logro por la predisposición, primero de los curadores de aceptar el desafío de armar una especie de Bienal extramuros, habrá actividades en la calle, cine iberoamericano, sonido iberoamericano, música que tenga que ver con estos lugares.

 

Y con aî-habitar

- Totalmente. Lo más lógico hubiera sido tomar el Banco Central, realizar allí todas las actividades tradicionales, las conferencias de los grandes arquitectos, aplaudir, salir cada uno con su bolsito y se terminó, pero yo particularmente, como coordinador, no quería eso, no me interesaba, quería, no digo aprovecharnos de los grandes arquitectos, sino encontrar la manera de que podamos reflexionar sobre un tema, produciendo. Es ahora cuando tenemos la posibilidad de conectarnos y poder hacer, queremos que se empiece a abrir los ojos a partir de pequeñas cosas.

 

Me imagino que para los curadores nacionales es un gran desafío.

- Están entusiasmadísimos. Encantados. Pagar a los grandes arquitectos, me refiero a los curadores,  los honorarios te desalienta, sale mucho dinero, pero cuando los ves a todos juntos entusiasmados en producir algo en conjunto a través de la tecnología, skype, videos, y proyectar con grupos paraguayos, con jóvenes a los que elegí porque les conozco y les pedí que se animen y todos se subieron al barco sin pedir nada a cambio, ni los curadores, ni los actores locales, ni todo lo que viene detrás. Y la mayoría, más del 80 por ciento de los chicos, no conocía la Chacarita. Para mí esto es una gran cosa, porque después vamos a tener un ejército de chicos que puedan empezar a repensar nuestro actuar en la ciudad, es el mayor legado para mí, la posibilidad de poder encontrar un grupo humano y volver a conectarnos, porque estamos vueltos a nosotros mismos, atrapados por el egoísmo, la falta de solidaridad, es un mundo enrarecido donde perdimos mucho el contacto humano, y a partir de ahí vienen todas las reflexiones que tienen que ver con la creatividad, la imaginación, las posibilidades, lo medioambiental, la investigación, la tecnología por qué no, la incorporación de nuevas posibilidades para mejorar los lugares. Esto es lo que puedo comentar de este sueño, que es muy amplio…

Pero lo mejor de todo es poder dotar de espacios públicos a la ciudad porque tenemos un tremendo déficit en ese sentido en el Paraguay. Y cambia la mirada cuando lo que uno hace afecta al otro para bien, es muy importante, te vuelve más autocritico en la manera de hacer y esta es una oportunidad de repensar  lo que hacemos, es una crítica al oficio.

Cuando empezamos a trabajar con pequeños lugares te das cuenta de que la arquitectura produce un verdadero cambio no solamente para una familia o una persona arreglándole su casa; te das cuenta de que la arquitectura puede realmente cambiar la vida de muchas personas, me parece importante esa reflexión, no sabemos si lo vamos a lograr pero, por lo menos los proyectos van a ser un regalo para la ciudad y tenemos el sí de las autoridades pertinentes y el sí de la gente que vive en los lugares, y eso no es fácil.

Quiero aclarar que uno de esos espacios es privado pero tras la intervención será de uso público para actividades culturales. Es el que está a cargo del curador, Lukas Fúster y que también será un lugar de actividad de la Biau, pues  habrá una exposición de Arquitectura paraguaya y de maestros iberoamericanos, una exposición en medio de la Chacarita,  vamos a estar dentro de un sitio que tememos, es maravilloso porque ese temor es con el que queremos romper. 

Otra de las patas de la Bienal es académica donde queremos exponer la temperatura del país con respecto al tema, están invitados todos los talleres de las universidades para que trabajen sobre esto, espero que se prendan, conocer eso a través de exposiciones o mesas redondas.

Una actividad interesante incorporada este año a la Bienal tiene que ver con la fotografía Habitando Iberoamérica, y tendrá premio.

También se entregará el Premio Biau a la trayectoria de maestros iberoamericanos. Esto lo decide un jurado en donde están Arturo Franco, comisario general de la Biau, yo, como coordinador en el Paraguay, Gloria Cabral y Solano Benítez, presidentes del jurado Panorama de Obras y Javier Corvalán, entre otras personas de instituciones españolas como Arquitectura, Vivienda y Suelo, el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos, el coordinador general de las Bienales.

Como el tema es el habitante, no solamente habrá exposiciones de obras de arquitectura, habrá música, en las plazas, en las calles, se exhibirá cine iberoamericano. Que el habitante participe de esta manera. Estamos tratando de sorprender en ese sentido, es un desafío muy grande que va a romper el esquema y esperamos que todo salga bien. 

 

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