En el mundo de la construcción, el cemento es un elemento esencial que da forma a nuestras edificaciones. Sin embargo, pocos reconocen la compleja y vital química que se esconde tras este material. En colaboración con Cementos Concepción S.A.E., exploramos los compuestos principales del cemento, formados durante la calcinación en el horno de la mezcla cruda, y su papel fundamental en la creación de una infraestructura resistente.
El Silicato Tricálcico (C3S), también conocido como alita, constituye entre el 50% y el 70% del clinker. Es crucial en el proceso de fraguado y resistencia temprana del cemento. Su rápida hidratación y endurecimiento lo convierten en el motor inicial del fraguado, otorgando al cemento una solidez temprana imprescindible.
Por otro lado, el Silicato Dicálcico (C2S) contribuye al aumento de la resistencia en etapas posteriores, aportando fortaleza a largo plazo. Su hidratación y endurecimiento más lentos hacen que su efecto en la resistencia se manifieste especialmente después de una semana del inicio de la hidratación.
El Aluminato Tricálcico (C3A) y el Ferroaluminato Tetracálcico (C4AF) complementan la composición principal del clinker del cemento Portland. El primero libera calor en los primeros días de hidratación y contribuye a las resistencias iniciales, aunque en menor medida que el C3S. El segundo participa en menor medida en estas propiedades y contribuye al color gris característico del cemento.
La calidad de la materia prima, como la piedra caliza y la arcilla, es crucial en la química del cemento. Estas materias primas son molidas finamente hasta convertirse en harina cruda que luego se transforma en clinker en el horno. Esta transformación es donde nacen los compuestos químicos que definen las propiedades del cemento.
El conocimiento profundo de esta química, proporcionado por la colaboración con Cementos Concepción S.A.E., enriquece nuestra comprensión de un producto tan cotidiano como el cemento, permitiendo la elaboración de morteros, carpetas y hormigones de excelentes prestaciones. La química del cemento es, en última instancia, la base sobre la cual se levantan nuestras construcciones, asegurando su resistencia, durabilidad y calidad.