Edición N° 379 - Noviembre 2014

La Fada finaliza el ciclo La arquitectura y el cine de este año

 

 

Con las exhibiciones de este mes, se cierra el ciclo 2014 de esta actividad presentada por la Facultad  de Arquitectura, Diseño y Arte de la Universidad Nacional -Fada UNA-, que todos los martes, a partir de las 18, reúne a los amantes del séptimo arte en el Aula Magna del campus de San Lorenzo, para disfrutar de verdaderos hallazgos de la cinematografía universal.
Para el cierre del ciclo se proponen las películas El rey danza, La tormenta de hielo, Corre Lola corre y Fanny y Alexander.

Programa

 

Martes 4. El rey danza (Le roi danse, 2000). Esta coproducción franco-belga-alemana dirigida por Gérard Corbiau tiene como protagonistas a Benoît Magimel, Boris Terral, Tchéky Karyo, Colette Emmanuelle y Cécile.
El film narra la vida de Luis XIV -conocido como el Rey Sol- quien tiene dos pasiones: el establecimiento del poder absoluto por derecho divino (luego de décadas de guerras religiosas) y la brillantez artística como bailarín, motivos por los cuales comienza a imponerse al entorno de su madre Ana de Austria (una Medici), construye el complejo palacio de Versalles y estrena espectáculos musicales barrocos, con el apoyo del  ambicioso compositor florentino Jean-Baptiste Lully y la del dramaturgo Molière. Los tres dejan estupefactos a la aristocracia reinante y a los nacionalistas que apoyan su absolutismo.
En 115 minutos, Gérard Corbiau -un director de cine dedicado al cine musical de época- nos presenta aspectos poco conocidos de Luis XIV, su maniática exquisitez, su protección de artistas nuevos, su opulencia barroca, su ideal arquitectónico, su absolutismo total. El rey danza, en este caso, además de representar a la monarquía en una época de grandes conflictos políticos, despliega  un  barroquismo de inusual intensidad. Las caracterizaciones y los demás elementos visuales son de primer nivel.
Es una de las lujosas y dramáticas películas de  este director belga, el mismo que nos dio en Farinelli il castrato una exquisita meditación sobre el arte y la originalidad, entre otras cosas.

Martes 11. La tormenta de hielo (The Ice Storm, 1997). De procedencia estadounidense y 112 minutos de duración, el guión del film se basa en la novela homónima del escritor estadounidense  Rick Moody. La historia es interpretada por Kevin Kline, Joan Allen, Sigourney Weaver, Tobey Maguire, Christine Ricci, Elijah Word y Catie Holmes, y dirigida por Ang Lee.

La familia Hood pierde el control el fin de semana posterior al Día de Acción de Gracias de 1973, en un pequeño pueblo de Estados Unidos, mientras se desata una de las peores tormentas de hielo del siglo, que conllevará el corte de carreteras y de suministros de luz, teléfono y agua.
Ben Hood -el padre- anda a los tumbos de copa en copa para tratar de olvidar los problemas que tiene en su oficina. Elena -la madre- lee libros de autoayuda y pierde la paciencia con las mentiras del marido. El hijo Paul llega de vacaciones escapando de la ciudad para tratar de conquistar a una seductora compañera del preparatorio, en tanto que la joven y precoz Wendy -la hija- vaga por el vecindario en busca de algo nuevo.
Ang Lee -un director taiwanés que se adapta fácilmente a la situación de cualquier país- ha dirigido una película coral en la cual todos los personajes tienen la misma importancia, a fin de realizar un acre comentario sobre el “american way of life”, tangencial pero  preciso. La tormenta de hielo es un cuadro familiar -o varios- no tan halagüeño pero incisivo e inquietante.
Para las escenas del hogar de los  Hood se utilizó la Spotts House del arquitecto Richard Henderson.
La película obtuvo el premio al Mejor guión cinematográfico (James Schamus) en el Festival Internacional de Cannes 1997.

Martes 18. Corre Lola corre (Lola rennt, 1998). Escrito y dirigido por Tom Tykwer, este film de origen alemán es interpretado por Franka Potente, Moritz Bleibreut, Herbert Knaup y Nina Petri, y dura 81 minutos.
Lola recibe una llamada telefónica de su novio Mani, quien ha perdido 100.000 marcos que pertenecen a un jefe de la mafia por olvidarlos en un tren subterráneo. Lola tiene 20 minutos para conseguir esa suma y encontrarse con Manni, de lo contrario él está dispuesto a asaltar un negocio para reponer el dinero. Tres diferentes alternativas pueden suceder dependiendo de algunos acontecimientos menores mientras Lola corre por las calles de Berlín.

La idea de Tom Tykwer en el momento de su realización fue muy acertada, trasladar al cine el mundo de los juegos electrónicos alternativos, para lo cual se sirvió de una peripecia alocada, febril y cronométrica. Los jóvenes han sido los destinatarios principales de la película, pero los mayores también disfrutan de la “teoría de las posibilidades”, siempre y cuando tenga un buen fin.

Corre Lola corre cuenta con una corriente subterránea que satiriza el mundo moderno de las diversiones banales, por lo demás.
Presenta tres veces un periodo de tiempo de veinte minutos, en que la acción comienza igual; pero cada vez se dan ciertas diferencias de detalle, que hacen que el final sea completamente diferente (efecto mariposa). Fue un éxito de taquilla en Alemania y obtuvo numerosos premios en todo el mundo, entre ellos el Premio del Público en el Festival Internacional Cinematográfico de Sundance 1999.
Ha sido muy bien valorada por la crítica y es un excelente ejemplo de ritmo cinematográfico.

Martes 25. Fanny y Alexander (Fanny och Alexander, 1982). Es una película sueco-franco-alemana escrita y dirigida por Ingmar Bergman, ganadora de cuatro premios Oscar -de la Academia de Ciencias y Arte Cinematográfico de Hollywood- como Mejor película extranjera, Mejor fotografía (Sven Nykvist), Mejor dirección artística (Anna Asp y Susanne Lingheim) y Mejor vestuario (Marik Vos-lunhdh). Bergman fue nominado como mejor director y mejor autor de guión original y se llevó el premio  Fipresci del Festival Internacional Cinematográfico de Venecia 1983. Sus intérpretes son Pernilla Allwin, Bertil Guve, Pernilla August, Jan Malmsjö, Jarl Kulle, Erland Josephson, Harriet Andersson, Gunnar Björnstrand y Lena Olin.

Ambientada a comienzos del siglo XX en una ciudad sueca innominada, la familia Ekdhal se destaca por su exuberancia y su manera de ser pintoresca. Fanny y Alexander son los hijos de Oscar y Emilie, los directores de la compañía local de teatro. Debido a la temprana muerte de Oscar, Emilie se casa con un obispo luterano y los tres se mudan a una austera 

casa religiosa. Madre e hijos llevan una vida miserable durante mucho tiempo debido al autoritarismo y arbitrariedad del clérigo; en tanto, los niños hallan refugio en la casa de Isak Jacobi, el dueño de un bazar que resulta ser el amante de la abuela. La vida los pondrá a prueba pero ambos tienen una gran capacidad de resistencia.

Con esta cinta de 188 minutos, el reconocido Ingmar Bergman se despidió del cine, por lo que la Academia de Hollywood se apresuró a premiarlo muy merecidamente.
Fanny y Alexander es una de las películas más sencillas del relizador sueco, el gran público la ha entendido, dado que su fuente de inspiración es Charles Dickens, el escritor inglés de finales del Siglo XIX que presentaba melodramáticas historias de niños controlados por los mayores.
En el caso de Bergman, el filme es un sentido homenaje a su propia vida familiar, una historia que no tiene fin (la película es muy larga), pero con una carga emocional como no tienen otros del maestro sueco. Fanny y Alexander es una película para el corazón, no tanto para la razón.

 

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