Edición N° 422 - Junio 2018

La FIUNA: en busca del tiempo perdido, la transparencia y la excelencia

 

La Revista Mandu’a se acercó a la Facultad de Ingeniería de la UNA (FIUNA) para conocer la situación actual de la institución, los principales cambios y propuestas pendientes, además de saber por qué es importante la formación de ingenieros en nuestro país. Para esto, conversamos con el decano, Ing. Pedro Ferreira, el vicedecano, Dr. Rubén López y el director académico, Ing. Carlos Sauer.

A más de un año de asumida la nueva administración luego de la crisis desatada en la FIUNA, el decano, el vicedecano y el director académico nos hablaron de las principales acciones impulsadas a corto y largo plazo.

 

Recuperar el tiempo perdido

Aparte de tratar de bajar el nivel de conflicto en la Facultad, el Ing. Pedro Ferreira indicó que uno de los trabajos principales fue –y sigue siendo– recuperar el tiempo perdido.

El decano estima que esta situación terminaría aproximadamente en junio del 2019 cuando se logre empatar el cronograma académico con un cronograma normal de la Facultad. «Vale decir que nosotros estamos recuperando todavía clases perdidas. Y estamos todavía teniendo semestres más cortos, lo cual es muy tenso para los alumnos».

Ese nivel de estrés, aclara el Ing. Ferreira, se da porque la exigencia no baja, pero el tiempo para aprender una materia sí baja. Entonces, el nivel de estrés en los alumnos está alto, el nivel de sacrificio por parte de los docentes está alto. Y, por otro lado, el país no espera, tiene sus requerimientos.

 

Planificación estratégica participativa

Una acción importante de esta administración es, tal como explica el vicedecano, Dr. Rubén López, impulsar la definición de un Plan Estratégico Institucional dentro de un ambiente participativo. Para esto, fueron convocados los diferentes actores internos y externos vinculados a la institución. Este plan pretende marcar la hoja de ruta de la institución para los próximos años. Esto, aclara el Ing. Pedro Ferreira, se realiza para dar a la Facultad una visión mucho más de largo plazo.

 

RRHH basados en el mérito

«Se está tratando de instalar el concepto de la meritocracia dentro de la institución», explica el vicedecano. Este sistema, que se basa en el mérito, se instala desde el mismo ingreso a la institución. «Hoy en día, todos los funcionarios de la Facultad tienen que entrar por concurso y tienen que ascender por concurso. Se terminó ese tema que entra por una cierta recomendación», enfatizó el Ing. Ferreira.

«Por primera vez se instalaron los concursos para profesores encargados de cátedra. Además, se elevaron un poco los requisitos académicos para ser auxiliares de enseñanza. Asimismo, todos los cargos vacantes de docentes investigadores también se llamaron a concurso. Gracias a eso, tenemos ahora profesionales con posgrado y un potencial de investigación incorporado que ya está empezando a dar frutos a corto plazo», indicó el vicedecano.

Al respecto, el Ing. Ferreira considera que se terminaron las injusticias. «Antes se llamaban a concurso algunas cátedras y otras no. Nosotros ahora llamamos a todas las cátedras, sin distinciones. Las cátedras que están ocupadas por profesionales que nos apoyaron en esta lucha y también las que estuvieron en contra. Todas. Se terminó la injusticia. Se terminó el hecho que un decano o un Consejo Directivo elige a quién se le puede beneficiar o a quién se tiene que hacer un concurso porque resulta que en base a eso voy a tener un voto político más en el Consejo o podría tener un voto político menos en la siguiente elección», explicó.

Además, en cuanto a los cargos de confianza, el decano indicó que ahora están bien establecidos, se accede a ellos pero se pierden y se vuelve al cargo anterior cuando deja uno de ejercer el cargo. «Eso está establecido en una reglamentación que se aprobó por Consejo Superior Universitario y también por todas las resoluciones que salen del Decanato, para que quede plenamente establecido que no es un derecho adquirido el obtener un rubro de director o de jefe de departamento», aclaró el Ing. Ferreira. Finalmente, declaró su esperanza: «Estos son cambios que esperamos sean irreversibles, de manera tal de forjar una institucionalidad de largo plazo dentro de la Facultad».

 

Gestión en busca de la transparencia

El mencionado sistema de méritos es ya un paso importante hacia la transparencia. Trabajar por ella es fundamental, porque, tal como lo explica el decano, parte de la crisis fue una cuestión de transparencia.

Además, otro paso es la disponibilidad de información. Al respecto, el vicedecano, indica que para esto «se ha puesto a disposición de la sociedad toda la información relevante de la gestión institucional a través del sitio web. De esta manera, tanto el Consejo Directivo como la Administración, desean transparentar su gestión para que sea evaluada y controlada permanentemente por la sociedad».

El Ing. Ferreira agrega que «la aplicación de la Ley de Transparencia, que obliga a reportar un cierto dato, en el caso de la Facultad de Ingeniería, casi no es necesario. Al que nos pregunta “quiero saber tal cosa, tal cosa y tal cosa”, lo único que le decimos es “está en la página web, en tal lugar”. Él tiene el acceso pleno a prácticamente toda la información. Y creo que en el futuro vamos a subir absolutamente toda la información disponible. Hay cosas que todavía no lo están o no son  tan fácilmente disponibles, pero en la medida que todo esté bien informatizado, así será».

El decano cree, asimismo, que esto ayudará a que los cambios sean duraderos. «Será una protección para que el día mañana, si alguien accede en estos puestos, tenga que necesariamente seguir con el mismo trabajo transparente. Lo cual de alguna manera blinda que no se pueda regresar. Porque cada vez que uno realiza un cambio, no solamente tiene que realizarlo, sino que aparte tiene que tratar de asegurarse de que no se regrese de ese paso dado».

 

Autoridades y docentes en la frontera del conocimiento

Establecer la meritocracia para la contratación de personal docente permitió mejorar el porcentaje de docentes con doctorados, maestrías y/o especializaciones. Indica el vicedecano que se está realizando el mayor concurso de títulos, méritos y aptitudes para cubrir las necesidades de docentes escalafonados de todas las carreras.

«Hoy en día –voy hablar un ratito como profesor de la Facultad de Ingeniería–, para mí es un honor que un doctor en Ingeniería sea vicedecano, que un doctorando en el MIT sea director académico, y que otros doctores o masters estén al frente de las direcciones de la Facultad de Ingeniería. Si las máximas autoridades de la Facultad no están en la frontera del conocimiento, es muy difícil que el resto se alinee», agregó al respecto el decano.

La designación del Dr. Rubén López como vicedecano fue «a votazo limpio», como lo explica entre risas el decano: «Le elegimos y punto». Los demás casos fueron producto de una negociación.

La reincorporación de algunos docentes es de destacar. Tal es el caso del Dr. Benjamín Barán. “Él ha vuelto a ser contratado por la Facultad de Ingeniería después de muchos años; logramos volver a traerle acá para que él vuelva a enseñar Física II, Física III, Física IV, las materias que son de su alta competencia. Y así como él, todas las personas que estén en el límite el conocimiento, nosotros queremos que estén con nosotros. A veces las condiciones económicas o las condiciones –vamos a ir así– de desarrollo intelectual desde acá, no son las que requiere un profesional de tan alto prestigio. Un profesional de ese nivel quiere estar rodeado también de personas que le empujen y le ayuden a seguir creciendo y un marco económico que le proteja y le dé la estabilidad en el largo plazo”, explica el decano.

 

La meritocracia: una realidad

Para atraer a docentes en las fronteras del conocimiento, el Ing. Pedro Ferreira considera que influyen las acciones que se vinieron tomando. «El hecho de que ellos regresen a nuestra Facultad o que estén con mayor responsabilidad en la conducción, es fruto también de que se dieron señales claras de que el tema de la meritocracia no era un discurso, sino que era una realidad. A nadie acá se le ha preguntado si votó por mí, si votó por otro, si votó por quién…, si a quién apoya políticamente… eso salió del lenguaje, salió de la conversación. No se hace ninguna mención al hecho. Los profesores, los ingenieros sobre todo, no son nada tontos. No te miden por tus palabras, sino por los hechos. Entonces, la gente se da cuenta de cómo van sucediendo los hechos: quién empieza a ganar concursos y quién ya no gana concursos, quiénes son las personas que están más tiempo enseñando y cuáles son a las que se les baja la cantidad de horas que enseñan a los alumnos. En base a eso te miden. Además, gran parte de estos profesionales tienen hijos en la Facultad, saben lo que ocurre. Entonces, nos miden y en alguna manera nos radiografían día a día y este es un proceso que queremos que sea irreversible».

 

Doctorados y maestrías

«Históricamente –comenta el vicedecano– tuvimos algún que otro docente que tenía el título de doctor, como el Profesor Benjamín Barán y después otros pocos docentes que tenían también título de Maestría, pero nosotros no ofrecíamos cursos de posgrado. Prácticamente, la mayoría de los profesionales que tienen título de posgrado en el Paraguay lo adquirieron en el extranjero. Ahora estamos queriendo justamente potenciar nuestros posgrados institucionales, para que nuestros profesionales también lleguen a tener la posibilidad de cursarlos aquí sin el desarraigo, y también para investigar o tener líneas de investigación que sean de interés del país».

Indica el Dr. Rubén López que en estos últimos años, aumentó significativamente el número de masters y algunos doctores en Ingeniería. «El número exacto no tenemos… pero está el caso de Sergio Gavilán que el año pasado terminó su doctorado; el profesor Andrés Wehrle que es ahora nuestro director de posgrado; Jorge Esteban Rodas que tiene un doctorado en cotutela entre la UNA y la Universidad de Sevilla; el profesor Darío Alviso que hizo un doctorado en cotutela con Francia y la UNA; y tenemos varios alumnos egresados que hicieron el doctorado pero que se están quedando en el exterior. Infelizmente, lo que nosotros les ofrecemos todavía dista mucho de lo que les ofrecen en el extranjero. Pero siguen siendo para nosotros una herramienta de vinculación con otras universidades y también constituyen otras posibilidades para que se abran las puertas a nuestros estudiantes. Nosotros tenemos también algunos alumnos que por movilidad están yendo a algunas universidades alemanas, algunas brasileñas… Por el tema de acreditación que tenemos, eso nos permite tener movilidad de estudiantes y docentes entre carreras acreditadas».

 

Todas las carreras acreditadas

Hablando de carreras acreditadas, con orgullo afirman que todas las carreras están siendo sometidas a los procesos de acreditación en el sistema Nacional y en el sistema ARCU-SUR. «Creo que es la primera Facultad que tiene todas sus carreras acreditadas y vamos a tratar de que eso se conserve así”, afirmó el decano.

 

Las carreras que ofrece la FIUNA son:

1. Ingeniería Civil

2. Ingeniería Industrial

3. Ingeniería Electromecánica

4. Ingeniería Electrónica

5. Ingeniería Geográfica y Ambiental

6. Ingeniería Mecánica

7. Ingeniería Mecatrónica

 

Potenciación de la investigación

Según nos explicó el vicedecano, la FIUNA busca potenciar la investigación para, no solamente aumentar la productividad científica de la institución, sino también, finalmente, para ayudar a acrecentar la calidad científica ante la sociedad. Para esto, indicó que se concretaron –y están previstas más– adquisiciones importantes de equipos para la investigación. En este sentido, como muchos trabajos de proyectos de investigación se están llevando a cabo, el Dr. López cree que contar con mejor equipamiento en los laboratorios va a ayudar, no solo a los proyectos de investigación en curso, sino también a la formación de los alumnos en el futuro.

Por ejemplo, indicó asimismo, el año pasado se concretó la adquisición de un equipo triaxial estático y un equipo triaxial dinámico (el primero del país). «Estos equipos son muy útiles en la caracterización del comportamiento mecánico de los suelos ante acciones de cargas estáticas y dinámicas que se están utilizando en proyectos de iniciación científica y proyectos de investigación de alumnos de posgrado del Programa de Maestría en Ingeniería Civil, especialmente en el estudio de suelos del Chaco que tienen diversas particularidades, por lo que tienen un interés científico muy importante para nosotros y que además pueden ayudar a mejorar las condiciones de infraestructura del Chaco en el futuro», puntualizó.

Asimismo, se destaca el gran aporte que está haciendo el Conacyt. «Sin dudas, está marcando un impulso importante al desarrollo de la ciencia en el país», asegura el Dr. López y agrega que «está apoyando bastante que haya proyectos de investigación, programas de posgrado, vinculación de especialistas del extranjero al país y también que nuestros especialistas y científicos vayan al extranjero. Creo que el Conacyt está apoyando bastante a todas las universidades que están intentando fomentar su producción científica».

El decano subraya, igualmente, el incremento notorio de investigación este año: se presentaron 30 proyectos en la última convocatoria del Conacyt. E indica que «ese es un número récord que también ilustra el hecho que los docentes y los ingenieros –para decir así, porque no todos son docentes de aula–, hoy en día encuentran en la Facultad de Ingeniería mejores condiciones para desarrollar investigación. A corto plazo, los resultados de esto no se van a ver. Pero tarde o temprano, esto va sembrando una semilla, no solamente para que tengamos alguna vez una patente o tengamos una mejora notoria, una colaboración en esa área también con la sociedad, sino en colocar en nuestros estudiantes desde muy jóvenes la idea de que no necesariamente ellos vienen a asimilar el conocimiento anterior sino para crear nuevas barreras… o sea, para quebrar la barrera existente y agrandar las fronteras del conocimiento desde su trabajo profesional en el campo de la investigación».

 

Extensión universitaria

Con respecto al relacionamiento de la Facultad con instituciones públicas, el vicedecano indicó que el Consejo Directivo sentó una línea de priorizar ese vínculo. Esto, aclaró, «toda vez que se reúnan ciertos requisitos y los trabajos también tengan incorporado un componente de formación, además de los profesionales especialistas en cada área que van a estar ayudando en los trabajos». Un ejemplo ya se dio el año pasado cuando la FIUNA realizó la evaluación del desempeño estructural de la parte dañada del Congreso Nacional, lo que permitió posteriormente que se realicen las intervenciones necesarias para su rehabilitación.

Además, indicó, que es prioridad «interactuar más con la sociedad, con los entes económicos que se nutren de los ingenieros recibidos».

 

Innovación en la sistematización de datos

Además, el director académico, Ing. Carlos Sauer, afirmó que se está realizando un gran trabajo de sistematización de datos en casi todos los frentes del área académica: en los trabajos finales de grado, en las pasantías, en las becas. Esto ha sido necesario porque, tal como él lo explica «había muchas dificultades para tomar decisiones ejecutivas en el área académica porque no teníamos datos disponibles para tomar decisiones. La forma de almacenar datos es desordenada; por un lado, es manual –está todo en papeles– y no está sistematizada»”.

Esta sistematización también abarca a los concursos y becas que generalmente se hacían en papel, ingresando por mesa de entrada. «Estamos migrando hacia un sistema en línea para que los postulantes puedan concursar en línea. Así, no solo se facilita a ellos, sino que también nosotros podemos tener una sistematización de datos automática. O sea, no tenemos que disponer de funcionarios que carguen esos datos. En el caso de becas, también los estudiantes ahora postulan en línea», explicó el Ing. Sauer.

 

Control académico mejorado y más justo

Igualmente, se ha mejorado el control académico. «Teníamos un montón de funcionarios que estaban dedicados a cargar asistencia de docentes y asistencia de estudiantes. Entonces, estamos migrando a un sistema de control biométrico para estudiantes y un sistema de control mucho más automatizado para docentes. Ahora requerimos más o menos la mitad del plantel de funcionarios dedicados a eso y podemos usar nuestros recursos humanos mucho más eficientemente en otras funciones», afirmó el Ing. Sauer.

Este sistema biométrico tal vez no sea del agrado de todos, pero el decano lo considera necesario. Por ejemplo, en cuanto al control de entrada y salida a clases de los alumnos, indica el Ing. Ferreira que «necesitamos que ellos practiquen desde temprano el hecho de comportarse éticamente. El tema de llenar listas a mano se presta mucho a que uno firme por el compañero. Si nosotros no vamos formando una nueva ética desde la práctica y nos empecinamos en la teoría nomás, no vamos a conseguir que las personas cambien su conducta a largo plazo».

En cuanto al control de los docentes, también llevó a tomar decisiones importantes. Y así lo explica el decano: «Primero hay que controlar que la gente verdaderamente venga a trabajar. Y, si no viene, hay que tener la capacidad, a veces hasta la valentía, de cortarle el sueldo. En los últimos meses, se les dio de baja a más de 100 cargos de personas que no entendíamos en qué horario tenían que venir. Eso dio oportunidad a que podamos contratar otros docentes. Y eso también es colocar un nivel de control, un nivel de justicia, para que todos empujemos más o menos de la misma manera».

 

Mallas curriculares vigentes

Actualmente, los estudiantes de Ingeniería siguen con las mallas curriculares de 2009 y del 2013. Sobre si habría cambios en este sentido, expresa el director académico que «no es tan fácil en nuestra estructura cambiar de currículum de un año para otro. Eso requiere un análisis profundo, una consulta con los empleadores para saber hacia dónde está yendo el mercado. Y ese trabajo se va a realizar este año porque ahora mismo estamos con una malla curricular que se hizo en el año 2013. Entonces, todavía no pasaron 5 años siquiera de la última revisión curricular. Estamos previendo que para el 2019, más o menos, cuando se normalice nuestro calendario académico, nosotros podamos tener una propuesta de nueva malla curricular con ciertos ajustes para tratar de alinearnos a lo que el mercado está buscando hoy en día».

Sobre la situación actual, afirma el decano que «tener dos mallas al mismo tiempo ya es luego una complicación notoria en el momento de inscripciones de los estudiantes, en el momento de saber cuáles son las condiciones para egresar. La malla de 2009 recién va a terminar a finales de año. Entonces, una vez que se termina definitivamente y se extingue la malla 2009 y queda solamente la malla 2013 es que nos animamos a volver a trabajar sobre una siguiente malla, de manera que contemple las variaciones que existieron en el mercado los últimos años y las correcciones necesarias y detectadas sobre la malla 2013. Ahí recién podremos hacer un nuevo planteamiento».

De todas maneras, las mallas vigentes fueron bien trabajadas en su momento. Al respecto, afirma el Ing. Ferreira que «se trabajó con bastante coordinación y bastante participación también. Las mallas no las hacen el decano o el Consejo nomás. Normalmente, requieren de la participación de los mismos profesores. Y eso se fue realizando y se hicieron algunos cambios. Lo que ahora se va a volver a hacer es una nueva mejoría de esos cambios y se va a volver a hacer también seguramente dentro de 5 años. Cada tanto tiene que cambiar nuestra malla, se tienen que introducir nuevas carreras y también ir adecuándonos al mercado laboral».

 

Innovaciones de infraestructura y equipos

Las innovaciones en la parte académica incluyen una mejora de infraestructura. «Se duplicó la capacidad de enseñar con computadoras a lo que era antes. Tenemos de mejor calidad y mayor cantidad: se subió al doble», afirmó entusiasmado el decano.

En el marco de estas mejoras, se colocó una mayor cantidad de computadoras de primer nivel en la biblioteca. «De esta forma, los estudiantes tienen mejor posibilidad de estudiar, no solamente en sus casas sino acá mismo en la Facultad», sostuvo el Ing. Ferreira.

Según el nivel de estudio requerido, las computadoras en las aulas contienen los programas necesarios. Esencialmente tienen Excel, por la necesidad de trabajo con planillas electrónicas, y otros programas útiles para informes, como Word y PowerPoint. Algunas computadoras tienen softwares específicos para cálculo o dibujo, conforme se requiera.

Sobre el acceso a internet, indica el decano que «en alguna medida es todavía una restricción. No estamos llegando ni a la tercera parte de lo que queremos tener de disponibilidad de internet para nuestros estudiantes. Pero estamos encaminados. Yo estimo (hay una licitación relativamente grande al respecto), que antes de fin de año, eso va a estar mejorado en más del 100%, acá en particular en San Lorenzo...»

Otra incorporación fue la apertura de salas de estudio para los estudiantes. «Los estudiantes de Ingeniería, son casi estudiantes a tiempo completo. Pero a veces, por la situación particular de cada uno, tienen materias de un semestre, materias de otro semestre, y en el medio le quedan horas libres. No da el tiempo a la mayoría de ellos para que vayan a sus casas y regresen. Entonces se quedan a estudiar acá. Ahora hay salas de estudio que antes no existían», aclara el decano.

Igualmente, hay mayor disponibilidad de aulas en las tres sedes (San Lorenzo, Luque y Ayolas). Esto tendrá su impacto en la cantidad de ingresantes y, por ende, en la cantidad de egresados.

 

Aumento de ingresantes

Comenta el Ing. Pedro Ferreira que hubo un aumento en postulantes a la carrera de Ingeniería. «El número que tuvimos este año creo que es récord. Ahora, la cantidad que finalmente ingresen, depende de la infraestructura disponible y también depende de los docentes disponibles», aclaró.

Sobre cuántos pueden ingresar, el Ing. Ferreira expresó que se está estudiando la manera de aumentar la cantidad de ingresantes. «Principalmente, el planteamiento es tener dos ingresos: el previsto y otro ingreso más tempranero para que el que está terminando el colegio pueda intentar ingresar a Ingeniería al terminar su bachillerato o su Educación Media, sin esperar tanto tiempo para tentar ingresar en la Facultad. Para el efecto tiene que cursar, aún sin terminar, una serie de cursos de nivelación y cursos de preingreso que son los que se están diseñando ahora».

Sobre cuándo sería esto, indica el decano que la idea es comenzar con eso hacia finales de año o inicios del año que viene, para elevar notoriamente la cantidad de ingresantes. «Podemos pasar de algo más de 400 a un número cercano de 600, mediante esa forma de trabajar», indicó.

Esta sería una forma de dar también una oportunidad más tempranamente a los jóvenes de seguir Ingeniería y también recibirse más temprano. Y esto, afirma el Ing. Ferreira «es uno de los objetivos que tenemos dentro de nuestro plan estratégico institucional: acortar el tiempo desde que el estudiante sale colegio hasta que sale como ingeniero».

 

El mercado necesita más ingenieros

Expresa el Ing. Ferreira que todavía no tienen claro cuál es el número de ingenieros que deben egresar para cubrir las necesidades del mercado. «Pero sí somos conscientes de que hoy en día nuestros egresados están a pleno empleo. O sea, si nosotros sacamos 200 ingenieros, con seguridad hay 200 que van a obtener trabajo. Inclusive, están teniendo trabajo antes de egresar, que ya empieza a ser también un problema… porque como hay tanta oferta laboral, muchos de nuestros estudiantes ya prefieren trabajar antes que terminar y presentar la tesis. Entonces, ese inconveniente –por decir, así– por un lado es positivo porque significa que estamos educando estudiantes con capacidad para los trabajos que está requiriendo el país. Pero, por otro lado, hace que esos estudiantes no terminen tan pronto como nos gustaría. Sabemos que ese número es mayor a 200, probablemente pueda ser 1000, a lo mejor 500… El punto de equilibrio exactamente no se puede determinar, pero vamos por ese camino».

 

Para más ingenieros, más recursos

Lograr sacar al mercado más ingenieros requiere más recursos. Y así lo aclara el decano: «Necesitamos los recursos. Pasó que durante unos 3 o 4 años continuados también se redujo el presupuesto de la Facultad de Ingeniería. Más o menos desde el 2012 a esta parte, se aumentó un año porque se inauguraba la sede de Ayolas y después empezó a bajar. Y la cantidad de estudiantes aumentó. La cantidad de matriculados aumentó y nosotros tuvimos menor presupuesto. Eso se empezó a revertir recién desde este año».

Esto es necesario no solamente para lograr mayor infraestructura, también para elevar la cantidad y calidad de los docentes. Por un lado, para darle un nivel más justo a los salarios y, por el otro, para lograr repatriar profesionales con doctorados y maestrías del exterior.

Con respecto a esto, explica el decano que «hay todavía algunos profesores que enseñan 4 horas, otros enseñan 2 y ambos cobran lo mismo. Hay todavía muchas injusticias que va a tener que pasar algún tiempo hasta poder ir resolviendo. Por suerte, el Ministerio Hacienda y el Parlamento nos apoyaron con nuestro presupuesto en lo que respecta a los rubros docentes y hoy en día tenemos suficiente cantidad de rubros. Lo que falta es la calidad de esos rubros, porque están conformes a unos valores que están fijos desde más o menos hace 10 años. Entonces, se pretende que hoy un profesor titular gane igual que lo que ganaba diez años atrás, siendo que hay otras facultades a las que ya se les ha ajustado eso y hoy en día ganan mucho más. Son los pasos que faltan para que nosotros podamos colocar condiciones atractivas para que los profesionales no solamente vengan por amor a la Facultad de Ingeniería –que así lo hacen en su gran mayoría– sino también porque se les dan las condiciones económicas para que lo hagan».

En cuanto a repatriar profesionales, reafirma el Ing. Ferreira que es necesario darles las condiciones económicas adecuadas. «Nuestros sueldos de docentes siguen siendo sueldos de docentes medios, por decir así de alguna manera... No acordes a la excelencia que deberíamos de tener para atraer a los mejores paraguayos en las áreas de mayor competencia. Estamos en esa lucha... Tenemos un buen plantel pero queremos mejorarlo».

Los recursos, igualmente, deben extenderse a los estudiantes. Para el Ing. Ferreira está claro que se precisa mayor apoyo para que los estudiantes que quieran cursar Ingeniería –o que el país necesita que cursen Ingeniería– puedan hacerlo independientemente del nivel económico. Explica que es imperioso este apoyo porque «el sistema de becas es insuficiente, nos falta un albergue más grande y falta que esas personas no dejen el colegio y puedan ingresar en Ingeniería por cuestiones económicas. Ese sistema falta. Falta interactuar con los centros educativos del interior, también de la capital, de Central, para garantizar que cualquier paraguayo que tenga aptitudes para la Ingeniería, logre en alguna manera llegar hasta la Facultad».

Todo esto hará que la FIUNA pueda estar capacitada para tener mayor cantidad de ingresantes y mayor cantidad de egresados. Pero, como afirma: «Hay cambios que van a ser lentos».

 

Cantidad de estudiantes matriculados

Según comentó el director académico, la carrera de Ingeniería Civil es la que tiene más alumnos y en segundo lugar está Electromecánica. Sobre el porqué, el vicedecano cree que «esta relación probablemente se dé porque ambas carreras son tradicionales y reconocidas en el mercado laboral, y que a su vez están asociadas a una alta demanda en el mercado por las necesidades de infraestructura que existe a nivel país».

El Dr. Rubén López nos aclara que en el último semestre del 2017 se matricularon más 2 600 alumnos, casi 2900 alumnos en total en la Facultad y de estos, son casi 2700 alumnos, pero son casi 3000 matrículas porque hay un número de 300 más o menos que están cursando dos carreras al mismo tiempo. Civil es la que tiene 37% de los matriculados, más de 1091 alumnos. Después está Ingeniería Electromecánica, tiene 775 alumnos, 26%. Y en este momento, Ingeniería Mecatrónica pasó a ocupar el tercer lugar teniendo 327 matriculados, por encima de Industrial con 304.

Agrega el Ing. Ferreira que «hay un auge de todo lo que es Mecatrónica, así como hay una disminución también de Ingeniería Electrónica. Pero sí, en Electrónica hay un ajuste a la malla que debemos hacer en forma urgente, de manera que tenga un énfasis diferente al que hoy en día tiene, que es muy a telecomunicaciones. Así, tendremos una oferta más acorde a lo que el mercado solicita».

 

Mujeres en Ingeniería

Normalmente se asocia la idea del estudio de Ingeniería más a los varones que a las mujeres. Al respecto, afirma el decano que «la relación se mantiene, vamos a decir así. Cuando uno mira desde los mismos postulantes a ingreso, los ingresantes y los egresados, ya en la elección de quienes quieren seguir Ingeniería hay mucha mayor cantidad de varones que de mujeres. Más o menos, la relación es de cuatro a uno».

Como se puede ver en la tabla anterior, y aclara el vicedecano, «justamente, en el semestre anterior, 23% de las matrículas eran de mujeres».

Como los postulantes son en su mayoría varones, significa que las mujeres optan por otras carreras. Sin embargo, aclara el decano que «la proporción se mantiene durante toda la carrera. O sea, si hubo 23% de ingresantes, probablemente el porcentaje de egresados va estar en ese orden, un poquito por arriba, un poquito por debajo, según la situación, pero se mantiene ese porcentaje. Nosotros tenemos unas cuantas carreras donde los varones tienen una alta preferencia».

Sobre esto, amplía el vicedecano que «hay carreras que tienen mayor porcentaje de mujeres, entre ellas Ingeniería Industrial es la que mayor porcentaje de alumnas matriculadas. Y Geográfica y Ambiental… Desde que la carrera de Ingeniería Geográfica tuvo un énfasis también en el área ambiental, logró captar también muchas mujeres que empezaron a escoger esta carrera. La tercera es Ingeniería Civil. Prácticamente casi el 30% de los estudiantes de Ingeniería Civil son mujeres».

El Ing. Ferreira comparte su experiencia como docente de Industrial comentando: «llegué a tener un caso raro en que todas mis alumnas eran mujeres. Ahora, no…Ahora cambió un poco la situación».

 

Estudiar Ingeniería: una necesidad

Nuestro país requiere contar con ingenieros. ¿Por qué? El Dr. López nos explica que es necesario potenciar el estudio de Ingeniería porque necesitamos todavía como país ir creciendo, desarrollándonos. Y afirma que «para que el país se desarrolle, la sociedad necesitará de un porcentaje cada vez mayor de profesionales con formación asociada a la Ingeniería y Tecnología. Los ingenieros han marcado los avances de la civilización a lo largo de toda la historia, y en las últimas décadas se han generado grandes avances tecnológicos procedentes de la Ingeniería que han mejorado cada aspecto de la vida humana. Con cada uno de estos avances, por otro lado, se han generado una serie de desafíos sin precedentes. A medida que la población crece y necesita expandirse, el problema de la sostenibilidad sigue aumentando, al igual que la necesidad de mejorar la calidad de vida. Las tendencias indican que en el futuro con el crecimiento de la población, la necesidad de infraestructura irá en aumento y en cuanto a recursos se demandará de nuevas fuentes de energía, se enfrentará escasez y disponibilidad de agua, y por otro lado, también se tendrán que buscar soluciones que detengan y reviertan la degradación medioambiental. Y para el ingeniero va a haber y va a existir mucha demanda de trabajo».

Esta situación indica que la Ingeniería es una carrera como mucha salida laboral y bien remunerada. «Típicamente –explica el Ing. Ferreira–, un egresado de esta Facultad inicia actividades profesionales con un salario por encima de los 1000 dólares, lo cual, pocas carreras pueden ofrecer... Y, aparte, prácticamente a pleno empleo».

Ese es un gran incentivo para estudiar Ingeniería. Y, aunque, tal como aclara el vicedecano, prácticamente sin realizar ningún tipo de marketing institucional, la Facultad de Ingeniería está teniendo una gran cantidad de postulantes año a año, en este momento, infelizmente, las estadísticas indican que solamente el 20% de los estudiantes universitarios estudian carreras vinculadas a la Ingeniería y Tecnología. En los países desarrollados –amplía el Dr. Rubén López–, normalmente la relación es inversa: el 80% de los estudiantes universitarios están en carreras vinculadas a Ingeniería y Tecnología. Pero, la necesidad está: «Yo creo que por mucho tiempo los ingenieros van a ser necesarios, van a tener una alta tasa de empleo e inclusive se asegurarán una buena calidad de vida porque es un empleo bien remunerado. Pero llegar a ello requiere esfuerzo y disciplina. Es una carrera que no es fácil, que requiere mucha dedicación. Pero creo que todos finalmente ven la recompensa después del esfuerzo realizado».

Además, otro incentivo constituye la posibilidad de seguir un curso en el exterior. El director académico, Ing. Carlos Sauer, afirma al respecto: «Nuestros egresados generalmente están muy bien formados en cuestiones de ciencias básicas, en razonamiento lógico. Tenemos muchos egresados que tienen el nivel de competitividad y son motivados ahora con la incorporación de profesores que están haciendo repatriados (doctores, profesores con maestría). Se estimulan a postular a becas en el exterior. Nosotros tenemos una cantidad interesante de egresados de la casa que están haciendo posgrados ahora mismo en el exterior, que nosotros estamos tratando de crear las condiciones como para que a su regreso ellos puedan competir por un espacio en la institución como docentes o como docentes investigadores».

 

Quiénes son bienvenidos

¿Qué tipo de estudiantes requiere la Facultad de Ingeniería? En primer lugar, el Ing. Ferreira convoca a los mejores alumnos del país: «Normalmente son chicos que son buenos en Matemática, que les gusta Física, a lo mejor se presentaron alguna olimpiada matemática... Entonces, esos son para nosotros los chicos que queremos que no pierdan la esperanza, que estudien desde muy temprano, que profundicen en todo lo que es Matemática, Física, para que puedan llegar en condiciones para ingresar en la Facultad de Ingeniería. También, esperamos que no estudien de memoria, que traten siempre de prevalecer en el razonamiento más que en recordar lo que ocurre. Si hacen eso desde la Media, inclusive desde antes, entonces van a tener todas las posibilidades de en algún momento poder ingresar en nuestra Facultad y que no pierdan la esperanza. Somos difíciles, acá no es fácil entrar. No es fácil egresar. Pero si uno logra realizar ese esfuerzo de quebrar el énfasis en recordar las cosas de memoria y hacer énfasis en todo lo que es razonamiento y pensamiento lógico, que es lo que se requiere para ser ingeniero, entonces van a ser bienvenidos acá en la Facultad».

Pero, aclara, el Ing. Ferreira que «el Paraguay necesita muchos ingenieros, no necesita muchos jóvenes con título de ingeniero. Por eso es que hice mucho énfasis en el razonamiento lógico. Nosotros somos en ese sentido muy estrictos. No permitimos que nadie salga con el título si no ha desarrollado ese profundo énfasis en el razonamiento, que es lo que se requiere».

 

Sin el ingeniero, se muere el obrero

La canción «Lunes», del cantautor paraguayo Pablo Benegas incluye en sus versos la afirmación: «Sin el ingeniero, se muere el obrero». ¿Qué hay de cierto en esto? El Ing. Ferreira refirió: «Hago mías las palabras… y en varios sentidos. No solamente en el sentido de que los ingenieros tenemos la responsabilidad de generar nuevos proyectos y hacer realidad esos proyectos. Y en base a esos nuevos proyectos se generan durante la construcción o durante la implementación, nuevos trabajos. Pero, además, tenemos la responsabilidad de que esos proyectos sean rentables y sean sustentables. De manera tal que si son esos proyectos de industria u otro tipo de proyectos, generen trabajo a largo plazo y mejoren las condiciones de infraestructura del país. Un país que no tiene la infraestructura adecuada, no puede tener la competitividad que hoy en día se requiere. Y, aún aquellos que no trabajan en el ambiente de la construcción, van a sentirlo tarde o temprano. Nosotros tenemos acá en el Paraguay la gran posibilidad de construir todo prácticamente desde cero. Hay un déficit de infraestructura tremendo. Desde dragar mejor nuestros ríos, hasta hacer mejores rutas que sean de mejor calidad en el largo plazo, que requieran menos mantenimiento, pasando por la construcción de nuevas represas, pasando por la utilización de nuevas formas de generación de energía eléctrica. Todo eso es trabajo de los ingenieros. Y generar nuevas fronteras del conocimiento… Y eso produce trabajo a corto plazo para los obreros y produce condiciones de competitividad internacional que permite que todo el mundo tenga mucha mayor cantidad de trabajo que antes».

Esta frase de la canción también hizo reflexionar al vicedecano. «El impacto no repercute directamente solo en el obrero, sino en cualquier obra de infraestructura, cualquier obra de ingeniería… O sea, está demostrado que los proyectos de ingeniería, los proyectos de infraestructura, requieren normalmente de mucha inversión. Y esa inversión no solo repercute directamente en la mano de obra directa, sino también en una cadena logística y de suministros que hace mover la economía de una manera muy dinámica. Por ejemplo, Brasil en este momento está con muchas obras paradas por la crisis que tiene a nivel de instituciones públicas, precisamente muchas empresas están cerrando, muchas obras están parando, muchas multinacionales están volviendo a sus sedes centrales. Porque justamente, al caer o al cortarse las obras, esto repercute de manera muy significativa en muchos actores de la sociedad. Por eso, yo quisiera ir un poquitito más y decir que no solo el obrero, sino mucha gente está vinculada y mueve bastante la economía cualquier obra grande de infraestructura o de ingeniería que se realice en el país».

Y, agrega el decano: «Y, tiene una acepción más literal el verso de la canción. Cuando no hay un ingeniero, el obrero, siempre va a correr mayor peligro en su trabajo. Porque el ingeniero también tiene la capacidad de prever contingencias que el obrero no tiene posibilidad de prever».

Entonces, se le da la razón al compositor: «se muere el obrero»… «Sí, ahí se muere –asiente el Ing. Ferreira–. Y en todos los ambientes es eso. Un ingeniero industrial, un ingeniero civil, el hecho del uso del casco, el uso de zapatones, el respeto a las normas de seguridad, el respeto a la disciplina requerida para un trabajo en equipo, de manera tal que todos trabajemos bajo cierto rango de seguridad, eso es responsabilidad del ingeniero. Nosotros tenemos que implantar eso y tenemos el liderazgo técnico suficiente y tenemos que tener el suficiente temperamento para no dejarnos llevar por el “así nomás”. Y el liderazgo es una de las cosas más difíciles. Pero para eso se les prepara acá».

En su experiencia docente, el decano comparte lo que suele decirles a sus alumnos para que adquieran conciencia de la importancia de la labor del ingeniero: «Yo les suelo decir a ellos que si nosotros no lo hacemos, ¿quién lo va a hacer?... ¿Quién es el que está ahí y se percata de que una losa que siempre se suele hacer a 2,40, 2,60 m, 2,80, cuando se está haciendo a 4 o 5 metros de altura entre el nivel de losa y losa, requiere de cierto apuntalamiento diferente. ¿Quién se va a dar cuenta de eso? ¡El ingeniero! A lo mejor se da cuenta alguien en base a alguna experiencia pero cuando hay una frontera nueva que el equipo de trabajo está encarando, el ingeniero es clave. El ingeniero es el que sabe que una longitud de pandeo de un puntal es muy diferente y tiene una situación muy diferente cuando es 2,40 que cuando es 4 metros. Que la forma en que se tiene que eso rigidizar para esa situación es muy diferente y tiene que prever las condiciones. Si no, mueren los obreros… textualmente».

 

Lento, pero seguro…

Tras la crisis, se generó mucha expectativa y, tal como afirma el Ing. Ferreira, «en la función pública las expectativas no se pueden cumplir fácil y mucho menos rápidamente. Los procesos son largos. Y creo que esa ha de ser la mayor crítica que nos pueden hacer a nosotros, que vamos demasiado lento. Ahora, que vamos en la dirección consistente con todo lo que se dijo, eso, creo, a esta altura, ya estará bien claro».

Además, otro campo de acción es seguir trabajando por la excelencia de los egresados, disminuir la retención de los alumnos (tardan mucho en recibirse) y mejorar la calidad de los ingresantes.

 

 

Texto: Rebeca González Garcete