Edición N° 429 - Enero 2019

La Medalla de Oro del AIA es para el Barón Rogers de Riverside, Sir Richard Rogers

 
  • Centro de las Artes Georges Pompidou.

  • Asamblea Nacional de Gales en la Bahia de Cardiff.

  • Cúpula del Milenio.

  • The Leadenhall Building.

  • Terminal del aeropuerto Madrid-Barajas.

  • Three World Trade Center.

  • Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

  • Y-Cube, proyecto de viviendas económicas prefabricadas.

 

Es la mayor distinción que otorga el AIA en forma anual a profesionales que han dejado huellas en la teoría y la práctica de la arquitectura

En reconocimiento a su vasta cartera de trabajos, desde el Centro de Artes Georges Pompidou en París hasta el rascacielos Three World Trade Center en Nueva York, la Junta Directiva y el Consejo Estratégico del American Institute of Architects, AIA, otorgaron a Sir Richard George Roberts, Hon. Faia (Honorary Fellowship of the American Institute of Architects) la Medalla de Oro, el más alto honor que concede la institución estadounidense anualmente, reconociendo a profesionales cuyo trabajo ha tenido una influencia duradera en la teoría y la práctica de la arquitectura.

Como el 75º ganador de la presea dorada, Rogers se une a Frank Lloyd Wright (1949), Louis Sullivan (1944), Le Corbusier (1961), Louis I. Kahn (1971), IM Pei (1979), Thom Mayne (2013), Julia Morgan (2014), Moshe Safdie (2015), Denise Scott Brown y Robert Venturi (2016) y James Stewart Polshek, algunos de los que figuran en el palmarés del AIA. .

El jurado destacó su continuo compromiso para resolver problemas sociales, urbanos y ambientales a través del diseño, su activismo político, su perseverancia en el desarrollo de Londres y Nueva York, y su enfoque humanitario.

“Es el constructor por excelencia, comprometido con el dominio de la artesanía y la tecnología de la construcción, aprovechando los edificios eficientes y forjando un lenguaje arquitectónico expresivo”, escribió Moshe Safdie, Faia, en su apoyo a la nominación del arquitecto británico a la presea dorada, agregando: “Antes de que estuviera de moda, era un ecologista que reconoció desde el principio de su carrera los desafíos de la energía y el clima, desarrollando soluciones innovadoras”.

De su lado, Renzo Piano, apoyando la nominación del arquitecto británico, expresó: “Richard Rogers es un amigo, un compañero de aventuras y vida. También resulta ser un gran arquitecto y mucho más que eso, es un planificador atraído por la complejidad de las ciudades y la fragilidad de la tierra; un humanista curioso sobre todo (desde el arte hasta la música, las personas, las comunidades y la comida); un explorador inagotable del mundo. Y hay una cosa más que podría ser: un poeta”.

A través de su guía y visión, su firma, Rogers Stirk Harbour + Partners, con sede en Londres, aborda proyectos que fortalecen los entornos que habitan. Haciendo eco de los ideales encontrados en la constitución guía de la empresa, la fusión de la misión artesanal y social resuena dentro de cada proyecto.

El dominio de Rogers de los grandes edificios urbanos y su marca única de expresión arquitectónica están a la vista en el hotel Marriott World Trade Center, conocido también como Three World Trade Center y en la ampliación del aeropuerto de Madrid-Barajas (premio Stirling 2006).

Cada proyecto está destinado a involucrar a sus habitantes y usuarios en conversaciones profundas sobre cómo usamos y percibimos el espacio.

“Sabemos que la arquitectura es una disciplina de enormes consecuencias políticas y sociales. Y hoy celebramos a Richard Rogers, un humanista que nos recuerda que la arquitectura es lo más social de las artes. A lo largo de sus largas e innovadoras carreras, Rogers nos muestra que, quizás, el papel más duradero del arquitecto es el de un buen ciudadano del mundo”, expresó Lord Peter Palumbo, mecenas de las artes británicas.

A lo largo de una carrera que ha abarcado cinco décadas, Rogers ha sido la personificación de un arquitecto ideal: un diseñador increíblemente talentoso, cuyo trabajo ha tenido un impacto profundo y duradero en las personas y comunidades a las que ha servido.

Esta trayectoria le ha valido ser honrado con casi todos los principales honores arquitectónicos, incluida la Medalla de Oro Real RIBA de 1985, el Premio Pritzker de Arquitectura 2007, el Premio Stirling RIBA 2006 y 2009, el Praemium Imperiale 2000 y la medalla de oro de la Thomas Jefferson Memorial Foundation (1999).

Fue nombrado caballero por la reina Isabel II y recibió la Orden de la Legión de Honor francesa. Se involucró en la política británica siendo nombrado miembro de la Cámara de los Lores -adquiriendo el título de Barón Rogers de Riverside- lo que le significó una invitación por parte del Gobierno para establecer el Grupo de Trabajo Urbano, que en 1998 llevó a cabo una revisión de las causas de la decadencia urbana y describió una visión del futuro de las ciudades británicas en el documento Towards an Urban Renaissance. También ha publicado los libros de referencia como Ciudades para un pequeño planeta y Ciudades para un pequeño país.

La Bienal de Venecia 2006 le otorgó el León de Oro por su trayectoria profesional. Además ha diseñado, con Alonso & Balaguer Arquitectos, edificios tan representativos como el Hotel Hesperia (1999-2006) en Barcelona, el Centro de Negocios de Viladecans (2001-2005) y las nuevas instalaciones de las Bodegas Protos en Peñafiel (Valladolid) (2004-2006).

En paralelo a su actividad principal como arquitecto y urbanista, Rogers ha desarrollado una intensa actividad relacionada con la sociedad británica. Fue presidente de la Tate Gallery (1981-1989), del Consejo de las Artes de Inglaterra (1994-1997) y de la Architecture Foundation.

Es director para la arquitectura y el urbanismo de la Greater London Authority y milita activamente en el Partido Laborista británico

Siendo uno de los líderes del movimiento británico de alta tecnología, se destaca como uno de los arquitectos más innovadores y distintivos de una generación. Hasta el día de hoy, su trabajo juega con motivos similares, utilizando colores brillantes y elementos estructurales para crear un estilo propio, pero también altamente adaptable.

Rogers también es una fuerza influyente en el desarrollo de estrategias urbanas que remodelan las principales ciudades, con planes desarrollados tanto para Barcelona como para Londres.“Rogers ha hecho campaña constantemente por ciudades compactas y de alta densidad que celebran la calidad de la urbanidad y fomentan su capacidad para respaldar la vida en las calles, la diversidad social y el transporte público de alta calidad. Es una postura basada tanto en una idea de lo que la ciudad puede ser en sentido anestésico y social, como en la sostenibilidad”, dijo Deyan Sudjic, director del London Design Museum.

 

Su vida, sus proyectos

Arquitecto británico, responsable de algunos de los edificios más emblemáticos de las últimas décadas, ha mantenido durante toda su carrera profesional un compromiso con la relación entre arquitectura y medio ambiente, cultura y sociedad. Es Richard George Roberts Rogers, nacido en Florencia en 1933, hijo de padres anglo italianos con quienes, aún muy pequeño,  se trasladó a Inglaterra, al estallar la II Guerra Mundial.

Disléxico, según ha contado él mismo en más de una ocasión, no le fue fácil salir adelante. Tras diplomarse en arquitectura en la Architectural Association de Londres (1954-1959), donde tuvo como profesores a James Stirling y Peter Smithson, en 1962 obtuvo una maestría por la Universidad de Yale, donde entabló amistad con Norman Foster y junto con Sue Brumwell y Wendy Foster crearon su primer estudio, Team 4. El primer proyecto del grupo consistió en diseñar la casa familiar de los padres de Sue en Cornualles, llamada Casa de Wimbledon (o Casa de Rogers), destinada a demostrar un nuevo sistema de construcción prefabricado, que permitiría construir casas de manera rápida y económica.

Pero su construcción más ambiciosa resultó, sin duda, la fábrica Reliance Controls Ltd. en Swindon, Wiltshire, en la que se combinaban los preceptos heredados de Charles Eames con nuevos intereses sociales inusuales en aquellos años. Team 4 logró notoriedad por sus diseños de alta tecnología, pese a lo cual el grupo decidió disolverse en 1968. Aunque su participación en este grupo duró solo cuatro años, resultó ser una etapa formativa crucial en la arquitectura británica, ya que tanto Rogers como Foster pasaron a ser los personajes principales de la escena de alta tecnología británica.

En 1967 Rogers representó a los arquitectos británicos en la Bienal de París con la Dr. Rogers House (Wimbledon), y un año más tarde obtuvo el premio House for Today de Dupont Company por el prototipo Zip-Up House, un importante hito histórico dentro del desarrollo de la vivienda industrial.

A finales de la década de 1970, Rogers estableció estrechó contacto con el arquitecto italiano Renzo Piano, a quien conoció cuando impartían cursos en la Architectural Association. Ambos decidieron asociarse y fundaron el estudio Piano & Rogers que proyectó obras como el Pabellón Italiano para la Exposición Universal de Osaka (1970), el centro comercial de Fitzroy Street (1970), el Centro Pats (1975) en Cambridge o el Instituto de Investigación y Coordinación Acústica de Pierre Boulez (1977). Sin embargo, la obra que les llevaría a captar la atención del mundo y les dio mayor renombre internacional sería el Centro Georges Pompidou, cuando en 1970 ganaron el concurso para construirlo en el centro histórico de Paris. La edificación se convirtió en un acontecimiento internacional por su estética industrial y por redefinir el papel del centro cultural tradicional.

En 1977 fundó su propio estudio, Richard Rogers Partnership, con los arquitectos Marco Goldschmied, Mike Davies y John Young, que se convirtió en Rogers Stirk Harbor + Partners en el 2007.

Su estilo, enérgico y alegre, nos muestra estructuras que poseen algo de revival gótico o estilo Tudor, concibiendo al final lo que se podría llamar un “diseño británico” que ha hecho de Rogers el arquitecto más involucrado con la construcción de obras gubernamentales británicas de los últimos cincuenta años. Es responsable de obras como la expansión del aeropuerto de Heathrow (1989-2008) y la Asamblea Nacional de Gales en Cardiff (1998-2005), y la Cúpula del Milenio (1996-2000).

Hablar de Richard Rogers es hablar de un hombre comprometido con su país. Otros edificios y proyectos emblemáticos del equipo capitaneado por Rogers son la sede de la compañía Lloyd’s en Londres (1978-1986), la Corte Europea de Derechos Humanos, en Estrasburgo (1989-1995), el edificio de Channel Four, en Londres (1990-1994), o el Palacio de Justicia de Burdeos (1992-1998).

Durante ocho años también fue asesor principal de arquitectura y urbanismo para el alcalde de Londres.

 

Fuentes
www.aia.org
www.plataformaarquitectura.cl
www.arquine.com
www.biografiasyvidas.com

 

 

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