Edición N° 436 - Agosto 2019

Las casas más importantes para la arquitectura del Siglo XX

 

De Le Corbusier a Niemeyer, hagamos un recorrido arquitectónico por viviendas icónicas que anunciaban una nueva forma de habitar y que hoy son obras de estudio obligado par arquitectos.

Una casa es un lugar donde la vida de una persona se define.

Gracias a su sentido de la estética y el espacio, el habitante puede tener motivos suficientes para asumir con pasión su vida, o para abandonarse en lo cerrado y hermético que sea su naturaleza.

El siglo XX dio oportunidad a muchos arquitectos de construir hermosas viviendas, cuya funcionalidad como hogar quedó más que clara.

Más allá de lo que esto representó en términos de arquitectura funcional, existen obras que hoy son consideradas auténticas obras de arte.

Obras que merecieron ser habitadas por sus mismos diseñadores, considerados hoy como los mejores del siglo XX.

 

Resumen de cada una

La máquina de habitar - Villa Savoye

Ubicada en Poissy, Francia, esta obra fue desarrollada por Le Corbusier. A más de medio siglo después  de su construcción, continúa siendo uno de los edificios más significativos del país. Su belleza obedece al concepto de los espacios fluidos, donde los techos planos y las ventanas permiten apreciar de manera hermosa el paisaje que rodea a la casa. Aquí Le Corbusier demostró la utilidad, y vigencia, de sus cinco puntos de la arquitectura (Pilotis, planta libre, fachada libre, ventana horizontal, techo ajardinado).

 

El minimalismo al extremo - Glass House  

Lo más hermoso de esta obra situada en Connecticut, Estados Unidos, es el modo en que se le da importancia total al cristal. Es una obra similar a una urna de cristal que le da una esencia exclusiva a todos sus espacios.

Philip Johnson buscó que fuese una construcción que simbolizara la fuerza del Movimiento Moderno de su país, integrando la casa con el paisaje que la rodea.

 

Artesanía local + funcionalismo= belleza: Casa Aalto

Representó en su momento el hogar de los diseñadores Alvar y Aino Aalto. Actualmente la vivienda es un auténtico imán que atrae turistas de todo el mundo.

En el 2015 se registró un total de alrededor de 10.000 personas.

El estilo de esta casa es muy sencillo, donde lo funcional prima sobre lo estético. Esta funcionalidad siempre va hacía el lado humano, hacia la tranquilidad que se fusiona con el ambiente externo de la vivienda.

 

Casa de la Cascada

La residencia Kaufmann, más conocida como “la casa de la cascada” (Fallingwater) es una vivienda diseñada por el arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright y construida entre 1936 y 1939 sobre una cascada del río Bear Run, en el condado de Fayette del estado de Pensilvania (Estados Unidos). Hoy en día, Fallingwater es un monumento nacional en Estados Unidos que funciona como museo y pertenece al Western Pennsylvania Conservancy. Frank Lloyd Wright (1867-1959) es ampliamente considerado como el mejor arquitecto estadounidense y, a su vez, la Casa de la cascada su obra maestra, así como uno de los hitos principales de la arquitectura del siglo XX. El American Institute of Architects la ha juzgado como “la mejor obra de la arquitectura estadounidense de la historia”. Fallingwater sigue los principios de arquitectura orgánica enfatizados por Wright en su escuela y estudio Taliesin. Básicamente consiste en integrar en una unidad (edificación) los factores ambientales del lugar, uso y función, materiales nativos, el proceso de construcción y el ser humano o cliente.

 

Espacio, luz, hierro y madera: Villa Tugendhat

Foto: Mandu'a

Esta obra se encuentra en Brno, República Checa. Sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial y la posterior invasión soviética hasta que fue restaurada a comienzos de los años 80. Muchos críticos de arte y arquitectura aducen que es un homenaje a la luz y a la funcionalidad del espacio. Mies Van de Rohe aprovechó materiales naturales y nobles para darle un efecto traslucido a cada lugar que orgánicamente se combinan gestando espacios únicos. El uso de maderas, cueros, pisos de linóleo y tubos de acero también aportan a su belleza decorativa.

 

Fantasía oriental: Dar Sebastian o Ville Sebastién

Quizá el aporte más mágico que tiene esta impresionante villa es el hecho de que se ubica próxima al mar, en Hammamet, muy cerca de algunas de las mejores playas de Túnez. En este país del Norte de África se esconde un rincón del paraíso en la tierra. Dar Sebastian es sin duda un canto a la fantasía oriental de la arquitectura árabe, llena de armonía y de belleza. La idea nació del millonario George Sebastian y durante sus primeros años albergo a artistas, celebridades, líderes mundiales y sesiones fotográficas en el siglo XX. Queda poco del lujo de antaño pero la piscina central porticada, su bóveda de arista y el baño de fiesta -espejos y un baño para cuatro estilo baptisterio- aún reflejan la belleza original.

 

Un estudio bohemio: Case Study House 8

Esta casa estudio pertenece a Charles y Ray Earnes.  Sencilla, ubicada en un prado entre eucaliptos en Pacific Palisades, cerca de Los Ángeles, abierta al sol y la brisa del mar, fue construida en 1949 dándole un estilo típicamente californiano. La casa tiene un diseño muy inspirador, sin descartar lo funcionalidad. Los inteligentes métodos de construcción maximizaron el volumen con materiales mínimos, en su mayor parte prefabricados. Las habitaciones están diseñadas, premonitoriamente, para múltiples usos. Es un símbolo de los diseños de mitad del siglo XX. 

 

La huida del ángulo recto: Casa Das Canoas

El mejor arquitecto de Brasil, Óscar Niemeyer, diseñó esta vivienda en la selva tropical en 1951, en São Conrado cerca de Río de Janeiro, donde lo moderno irrumpe con muchísima fuerza. En su Casa das Canoas, Niemeyer ignoró la arquitectura de la “regla y el ángulo recto” y buscó la inspiración en la plasticidad del vertido del hormigón y el medio ambiente más próximo: sus playas blancas, sus enormes montañas, sus antiguas iglesias barrocas y las bellas mujeres bronceadas. Su erotismo tropical es un desorden de curvas, vacíos e incursiones sorpresa en el propio paisaje; una roca traza una escalera a los cimientos y se eleva para formar parte de la piscina exterior. El medioambiente que la circunda, es decir, las playas, las montañas y los arboles le dan un toque mucho más liberador. La Casa das Canoas es totalmente propia de su época y lugar.

 

La casa de cristal con patas: Casa Rose Seidler

Harry Seidler, un refugiado austriaco, formado por Breuer y Gropius, proyectó esta casa para sus padres a finales de los años cuarenta. Enclavada entre arbustos al norte de Sídney, la “casa de cristal con patas” contribuyó a moldear la futura arquitectura australiana. Seidler realiza un homenaje a sus profesores europeos, pero también una reinvención de las antípodas de los principios de la Bauhaus. Una hábil reelaboración de las casas tradicionales de la costa de Australia, cuyos interiores, claros y abiertos, conservan muebles y electrodomésticos originales de los años cincuenta. Una forma esquelética suspendida se ancla al paisaje mediante una larga rampa, muros de arenisca y persianas de láminas.

 

Movimiento Moderno a la japonesa: Casa de Kunio Maekawa

La pionera casa de Maekawa forma parte del Museo arquitectónico al aire libre Edo-Tokyo. La obra es un ejemplo maravilloso del fértil diálogo entre la estética tradicional japonesa y las filosofías del Movimiento Moderno de la arquitectura europea. La casa brilla por su simplicidad y su pequeño tamaño, donde los espacios poseen una gran iluminación y llenos de intimidad, una habilidad muy desarrollada en el arquitecto Kunio Maekawa.  Construida en 1942, su diminuto tamaño, simplicidad contenida e inteligente uso de columnas interiores deben algo al tiempo que Maekawa pasó en el estudio de Le Corbusier (trabajó en la Villa Savoye). El mobiliario original, diseñado por el arquitecto específicamente para la casa, y los objetos personales restaurados, permanecen in situ.

 

Vacaciones californianas: Kaufman Desert House

Pocas personas pueden darse el lujo de presumir que dos grandes arquitectos les diseñaron sus casas de descanso: Edgar J. Kaufmann, el propietario de la Casa de la Cascada (ya señalada antes), mandó construir esta casa en 1946. Richard Neutra, el autor del diseño, creó una conexión con el paisaje desértico de Palm Springs. La estancia y el comedor son en el centro de la casa; desde allí, cuatro alas largas se extienden en diferentes direcciones, con habitaciones más grandes al final.

Cada espacio contiene grandes paredes corredizas de vidrio que aseguran una conexión cercana con el paisaje desértico y el jardín, en el que se pueden encontrar todo tipo de cactus. En el 2008, Los Ángeles Times incluyó a la Kaufmann Desert House en una lista de las diez mejores casas de todos los tiempos aunque su ubicación esté en Palm Springs.

 

Fuente
https://noticias.arq.com.mx