Edición N° 432 - Abril 2019

Los cinéfilos de parabienes, La arquitectura y el cine viene con cinco títulos

 

El ciclo de cine organizado por el área de extensión universitaria y coordinado por el arquitecto Adolfo Escobar tiene lugar todos los martes a partir de las 18 en el Aula Magna de la Fada/UNA en el campus de San Lorenzo con acceso libre y gratuito.

En esta ocasión los amantes del séptimo arte disfrutarán de películas de distintas procedencias como la belga El niño de la bicicleta, la británica Ex machina, la brasileña Doña Flor y sus dos maridos, la turca Tres monos y la francesa El odio.

 

Martes 2. El niño de la bicicleta (Le gamin au vélo). Dirigido por los hermanos Jean Pierre y Luc Dardenne, el filme de procedencia belga franco italiana, producida en el 2011 y 87 minutos de duración, tiene como intérpretes a Thomas Doret (Cyril), Cécile de France (Samantha), Jérémie Renier (Guy Catoul), Fabrizio Rongione (El librero), Egon DiMateo (West) y Olivier Gourmet.

Los hermanos Dardenne toman en éste caso el segundo tema importante de sus carreras, las relaciones parentales frías y vulnerables. El mundo de la infancia abandonada es recurrente en el cine europeo aunque ellos están a la cabeza del género por su sensibilidad y comprensión, con un hálito de esperanza y confianza, pese a todo.

En el 2011ganó el Gran Premio del Jurado (Ex-aequo) del Festival de Cannes.

 

Martes 9. Ex machina (Ex Machina). Esta película de ciencia ficción británica del 2014 y 108 minutos de duración, escrita y dirigida por Alex Garland, ha sido protagonizada por  Domhnall Gleeson (Caleb), Alicia Vikander (Ava), Oscar Isaac (Nathan), Sonoya Mizuno (Kyoko), Corey Johnson (Jay) y Claire Selby (Lily).

En un mundo dominado por la tecnología y con un humanismo ya en la retaguardia de todo, el director Alex Garland nos presenta una experiencia científica que obsesivamente el hombre está llevando a cabo, en la que ese estudio nos lleva nuevamente al cine como metáfora sobre nuestra realidad actual y reflexión sobre lo que podría pasar, sin duda.

 

Martes 16. Doña Flor y sus dos maridos (Dona Flor e seus dois maridos).Esta producción brasileña de 1976,  y 111 minutos, ha sido dirigida por Bruno Barreto tiene como intérpretes a Sônia Braga (Doña Flor), José Wilker (Vadinho), Mauro Mendonça (Doctor Teodoro Madureira), Dinorah Brillanti (Rozilda) y Nelson Xavier (Mirandao).

La adaptación al cine de una novela del popular escritor Jorge Amado conquistó rápidamente al público de muchas latitudes por la sátira social que envuelve a la historia. Doña Flor es una mujer luchadora y postergada que tiene que decidir entre el amor carnal o el amor espiritual, propio de la sociedad latinoamericana, con un elenco inmejorable y con la picardía que el director logró imponer a esta lograda comedia que hasta hoy se celebra.

 

Martes 23. Tres monos (Üç Maymun). Es una película dirigida por Nuri Bilge Ceylan con la actuación de Yavuz Bingo (Eyüb), Hatice Aslan (Hacer), Ahmet Rifat Sungar (Ismail), Ercan Kesal (Servet) y Cafer Köse (Bayram). Esta coproducción turco franco italiana del 2008 tiene 109 minutos de duración.

Nuri Bilge Ceylan representa en la actualidad la vanguardia del cine turco y con el reconocimiento que le corresponde. La historia es muy actual aunque no tan original; sí es original en este filme el tono asumido, la calidad de sus imágenes y los apuntes certeros sobre una sociedad basada en el privilegio y el dinero.

En el Festival de Cannes 2008 fue galardonada en el rubro mejor director; y en el Festival de Gijón, fue distinguida en la Sección oficial de largometrajes a competición.

 

Martes 30. EL odio (La haine). Interpretado por Vincent Cassel (Vinz), HubertKoundé (Hubert), Said Taghmaoui (Said), Abdel Ahmed Ghili (Abdel), Solo (Santo) y Héloise Rauth (Sarah), este drama francés de 1995 -también calificado como película de culto- tiene como director  a Mathieu Kassovitz y una duración de 95 minutos.

Aunque ya tiene unos buenos años de realización, El odio en este momento es más actual que nunca, un problema urbano que se vive constantemente y al parecer no tiene solución: la convivencia de etnias diferentes y sus enfrentamientos en las grandes urbes. El odio es un drama potente y cuestionador, realizado en blanco y negro para acentuar su intemporalidad y la violencia de las acciones humanas descontroladas y desoladoras. Indudablemente hay que verla con una actitud comprensiva y crítica.

En 1995 logró el premio al mejor director en el Festival de Cannes y el premio de juventud de la Academia de Cine Europeo.