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Año XXXVIII - N° 453 - Enero 2021

Editorial

Los desafíos del 2021

Si el año que pasó fue sumamente difícil de sobrellevar por la pandemia y sus consecuencias en los diversos órdenes de la vida, el 2021 también se presenta con múltiples desafíos.

El Covid19 sigue siendo el obstáculo número uno a vencer, o al menos a disminuir significativamente para poder vivir lo que ya se está dando en llamar la “nueva normalidad” que consistirá en mantener vigentes algunas de las normas de cuidados para proteger la salud.

La vacuna se presenta como la gran esperanza para ir superando de a poco el peligro de la enfermedad. Las autoridades sanitarias locales han afirmado que a mediados de este año comenzará a aplicarse inicialmente a las personas más vulnerables y en situación de riesgo.

Lograr que la inmunización llegue cuanto antes a la mayor cantidad de personas en el menor tiempo posible será uno de los grandes desafíos para el Gobierno y la sociedad civil.

 

Otro gran reto es la reactivación económica dado que con las medidas restrictivas para la protección contra el coronavirus el sector productivo fue perjudicado. Muchas empresas se han visto obligadas a cerrar dejando sin empleo a sus trabajadores y en muchos casos quedaron con cuantiosas deudas.

La falta de trabajo ha afectado tanto a empleados como a empleadores. Las medidas paliativas del Gobierno han sido insuficientes. Si bien el levantamiento parcial de las medidas estrictas para proteger la salud, en los últimos meses del año pasado, ha ayudado a una relativa reactivación, todavía queda mucho trecho por recorrer.

El impacto de esta realidad en el pago de impuestos ha sido muy grande, razón por la que el Estado se vio cercenado de recursos y obligado a tomar onerosos préstamos para enfrentar la coyuntura. Es obvio que dentro de poco se sentirá también las consecuencias de esa medida de emergencia.

Esta situación exige del Gobierno la adopción de medidas económicas adecuadas para recuperar al menos parte del terreno perdido.

Un momento de gran relevancia en la vida nacional llegará con las elecciones municipales suspendidas el año pasado. El Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) marcó su realización para el 10 de octubre. Será una oportunidad para votar por el cambio para desterrar la corrupción de las autoridades municipales, su desidia e incapacidad para responder a las necesidades de la gente dándoles soluciones.

Es harto conocido que muchos se quejan de sus intendentes y concejales y, sin embargo, vuelven a sufragar a favor de aquellos ineptos y deshonestos que no han satisfecho las expectativas ciudadanas. Es de esperar que la historia no se repita al menos en proporciones tan sensibles como las que habitualmente se constatan.

Otro gran desafío en marcha es la renegociación de Itaipú. Hasta ahora no se ha visto nada significativo que permita pensar que el actual Gobierno reparará la injusticia plasmada en el Tratado donde la parte de león se reservó el Brasil.

La reforma educativa, la lucha contra la delincuencia, la seguridad y una Justicia depurada de funcionarios coimeros y entregados a la voluntad de algunos políticos son otras tareas pendientes aún.

No será un año fácil. De las autoridades de los tres poderes del Estado y la sociedad civil deseosa de vivir en un país mejor a pesar de los obstáculos dependerá lo que se viva en estos 12 meses. Confluyendo en metas comunes, cada sector haciendo lo suyo con responsabilidad y madurez, se podrá ir superando de a poco los muchos problemas que existen.

 

 
 

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