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Año 41 - N° 483 - Julio 2023

Editorial

Los grandes desafíos del nuevo gobierno

El gobierno de la República que asumirá en agosto próximo tendrá frente a sí grandes y graves desafíos en un mundo tecnologizado cada vez más asediado por dificultades. A nivel local existen varios retos que tendrá que enfrentar. Provienen del proceso propio del país y del juego incesante de intereses de la política internacional.

El problema más grave del país es la pobreza que afecta a un vasto sector de la población porque tiene consecuencias transversales que afectan al desenvolvimiento de las personas en la sociedad. Su causa es la falta de trabajo, la cultura del conformismo, el asistencialismo del Estado sin una exigencia orgánica a los beneficiarios para buscar una mejor calidad de vida, la ausencia de una política pública de empleo eficaz, la sustitución de mano de obra por tecnología y la falta de estímulos a los empresarios que generan puestos laborales.

El presidente electo ha prometido 500.000 nuevos empleos. Ello demandará combatir las raíces de la pobreza inteligencia, creatividad y, sobre todo, establecer las condiciones de mercado capaces de absorber la mano de obra ociosa. Este es el otro gran desafío: reactivar una economía que no se repone del agudo golpe recibido de la pandemia y otras circunstancias adversas durante el actual gobierno.

La inseguridad reinante será otro escollo a enfrentar. Se origina en el narcotráfico con creciente inserción en la política, el crimen organizado, la delincuencia transnacional, la drogadicción y policías cómplices de malvivientes.

El sistema de corrupción en el sector público amparado por la impunidad otorgada por administradores de justicia venal también se presenta como grave dificultad por lo que habrá que tomar medidas para sanear el Poder Judicial.

Salud y educación seguirán siendo deudas pendientes que habrá que pagar en parte al menos dotando de más recursos y cobertura a los servicios sanitarios públicos, legislando sobre los seguros privados para contener su voracidad y reorganizando el IPS. En educación, la postergada y polémica reforma se hace imprescindible e ineludible.

En el tablero internacional, será clave la renegociación favorable al Paraguay del anexo C del Tratado de Itaipú para revertir el trato leonino recibido del Brasil durante medio siglo. Por otro lado, habrá que reorientar el Mercosur, encontrar una salida a la relación con China continental sin descuidar a Taiwan y cambiar la diplomacia de cobro de sueldos por una que promueva y alcance logros para los intereses de nuestro país.

No es poco ni fácil lo que aguarda al gobierno entrante. Es de esperar, sin embargo, que dejando de lado el sectarismo y los intereses personales de su entorno -de Cartes sobre todo-, se dedique a gobernar con coraje y lucidez para solucionar las aspectos más candentes de la vida de la República.

 

 
 

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