Edición N° 437 - Septiembre 2019

Noti Mandu'a

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  Arquitecto Ricardo Meyer (decano Fada), Berta Rojas, Paquito D'Rivera, profesora doctora Zully Vera de Molinas (rectora UNA) e ingeniero químico Cristian Cantero (secretario general UNA)

Berta Rojas y Paquito D’Rivera, doctores honoris causa

Berta Rojas, la compatriota concertista de guitarra, y Paquito D´Rivera (Francisco de Jesús Rivera Figueras), músico cubano de jazz, clarinetista y saxofonista alto, tenor y soprano, recibieron el título de doctor honoris causa -que las universidades conceden como reconocimiento a los méritos especiales- entregado por la profesora doctora Zully Vera de Molinas, rectora de la Universidad Nacional de Asunción (UNA); fue padrino el arquitecto Ricardo Meyer, decano de la Facultad de Arquitectura Diseño y Arte de la Universidad Nacional de Asunción (Fada/UNA). 

Fue el  pasado 5 de agosto luego de la clase magistral que brindaron en el auditorio de la Fada, con los saxofonistas Paula Esquivel, Marcelo Ortigoza, y los clarinetistas Fidias Santiago García Ramírez y José María Pereira Bareiro.

Berta Rojas

Es la profesora y guitarrista clásica paraguaya de mayor trascendencia internacional. En el año 2012 estuvo nominada por primera vez a los Premios Grammy Latino, en la categoría mejor álbum instrumental por el disco Día y medio, grabado junto a Paquito D’Rivera. En el 2014 recibió su segunda nominación a los Grammy Latino por su álbum Salsa Roja, en la categoría mejor álbum clásico. En el 2015 recibió una nueva nominación, esta vez por el álbum Historia del Tango, grabado junto a la Camerata Bariloche, en la categoría mejor álbum de tango.

Paquito D’Rivera

Hijo del saxofonista y director de orquesta cubano Tito D’Rivera. Empezó a estudiar música a los cinco años y a los siete ya era un niño prodigio que actuaba en público. A esa edad firmó un contrato con la célebre compañía fabricante de instrumentos musicales Selmer.

Una de las leyendas vivas de la música latina, el cubano Paquito D’Rivera, con 14 premios Grammy en su currículum, defendió que “el jazz es el género más impuro que existe... y esa es su principal virtud”.