Edición N° 504 - Mayo 2025

Passivhaus en Paraguay

 

La Arq. María Gloria Melián, docente de la Facultad de Ciencias y Tecnología de la Universidad Católica, ha sido un nexo clave colaborando con la revista Mandu’a para facilitar esta entrevista exclusiva con el Ing. Villagasa y compartir su visión sobre la aplicabilidad del estándar Passivhaus en el contexto local.

En el marco de su compromiso con la promoción de la arquitectura sustentable, la Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción” ha impulsado la realización del primer curso intensivo de Passivhaus en Paraguay. Este hito se concretó con la visita del Ing. Arq. Técnico Andreu Villagasa, especialista en edificación de alta eficiencia energética, quien arribó al país de la mano del ICE BOX CHALLENGE, una iniciativa educativa y demostrativa organizada por el Instituto Latinoamericano de Passivhaus (ILAPH) y el Green Building Council de Paraguay (GBC PY).

Un estándar internacional adaptado al trópico

Desde agosto de 2024, la Maestría en Sustentabilidad en Diseño y Construcción de la UCA transita su segunda edición, con un enfoque profundo en eficiencia energética, uno de los ejes de investigación centrales de la facultad. En este marco, el curso intensivo sobre Passivhaus se organizó en conjunto con Save Energy Now, con el apoyo técnico del ILAPH y el GBC PY.

Durante su estadía, el Ing. Villagasa abordó en profundidad los desafíos de adaptar este estándar europeo a un país con clima cálido y húmedo como Paraguay.

“Uno de los mayores retos es controlar la ganancia solar directa y gestionar adecuadamente la humedad,” explica. “La envolvente térmica debe ser diseñada con precisión, incluyendo aislamiento, protecciones solares exteriores y ventilación mecánica con recuperación de energía —o de frío, en este caso— que mantenga una alta calidad de aire interior sin un gran consumo eléctrico.”

Contrario a la percepción común, Passivhaus no implica un “superaislamiento” extremo ni el uso de materiales importados. Según Villagasa, su aplicación en Paraguay es perfectamente viable incluso con técnicas tradicionales, siempre que se implementen criterios clave: continuidad de aislamiento, hermeticidad, control de puentes térmicos y sistemas de ventilación con recuperación.

“Esto representa un desafío técnico, pero también una enorme oportunidad para innovar con materiales locales y desarrollar una industria nacional que acompañe esta transformación,” añade.

Una caja de hielo que lo dice todo

Una de las actividades más impactantes de esta iniciativa fue el Ice Box Challenge Asunción, realizado en la Costanera. Tres bloques de hielo de una tonelada se colocaron en estructuras con diferentes niveles de eficiencia térmica: una con construcción tradicional, otra bajo la Norma Paraguaya de Construcción Sostenible, y una tercera construida bajo criterios Passivhaus.

Los resultados hablaron por sí solos:

Además de ser una demostración visual, el evento funcionó como concurso entre estudiantes universitarios. El equipo ganador fue de la Facultad de Ciencias y Tecnología de la UCA, lo cual refuerza el rol de la academia como motor de cambio en la arquitectura paraguaya.

Mucho más que eficiencia energética

Passivhaus ofrece beneficios que van más allá del ahorro. Villagasa destaca, por ejemplo, el impacto positivo en la salud: “Una vivienda Passivhaus mantiene un ambiente libre de contaminantes, humedad excesiva y mohos, lo que mejora directamente la salud respiratoria y el bienestar de las personas.”

El confort también es una constante. “Las temperaturas son estables, sin zonas frías o sobrecalentamientos, y el silencio interior mejora significativamente, lo que repercute incluso en la salud mental,” señala el experto.

¿Y los costos?

En cuanto a la inversión inicial, Villagasa aclara: “No se trata de encarecer la construcción, sino de optimizar desde el diseño. Aunque algunos componentes aún no estén normalizados en Paraguay, el ahorro energético de entre 70% y 90% a lo largo de la vida útil del edificio lo compensa ampliamente.”

Con el contexto energético favorable de Paraguay —donde predomina la generación hidroeléctrica— el mensaje es claro: tener una fuente limpia no implica que debamos consumir sin límites.

“El mejor kilovatio es el que no se necesita. Un edificio Passivhaus usa al máximo los recursos pasivos disponibles: orientación, sombra, ventilación natural. Es una arquitectura que piensa antes de construir,” sentencia Villagasa.

Educar para transformar

Consultado sobre cómo empezar a aplicar Passivhaus, el especialista es contundente: formación. “El primer paso es entender los principios básicos del estándar. Para avanzar, la mejor vía es formarse como Passivhaus Designer, una acreditación técnica reconocida a nivel internacional.”

Esta es justamente la apuesta del curso desarrollado por la UCA: una formación intensiva con enfoque práctico, orientada a generar masa crítica de profesionales capacitados.

“La idea es sembrar una semilla. Que cada profesional formado se convierta en agente de cambio. La transformación empieza por la educación y por un compromiso ético con lo que diseñamos,” afirma Villagasa.

Tendencias globales, aplicación local

Passivhaus es parte de una ola más amplia: el diseño centrado en el bienestar del usuario, la salud, el confort térmico pasivo y el bajo impacto ambiental. A esto se suman tecnologías como el modelado BIM, la simulación energética o el análisis de ciclo de vida.

“Paraguay tiene la oportunidad de dar un salto cualitativo y adoptar directamente las mejores prácticas globales,” asegura.

El camino es ahora

Frente a la crisis climática, la volatilidad energética y las nuevas exigencias de bienestar, Passivhaus no es una moda, es una respuesta estructural. Y como señala Villagasa, la eficiencia energética no se discute, se vive.

Una vez que alguien entra a un espacio Passivhaus, ya no se pregunta ¿por qué hacerlo?, sino ¿por qué no lo hicimos antes?.

Nota de la redacción: Agradecemos especialmente a la Arq. María Gloria Melián, de la Universidad Católica, por su colaboración con esta publicación y por facilitar el contacto con el Ing. Arq. Técnico Andreu Villagasa, cuya visita aportó valiosas herramientas para seguir avanzando hacia una arquitectura más sustentable en Paraguay.