Edición N° 433 - Mayo 2019

Precauciones en el análisis de la coyuntura

 

 

A la pregunta “¿cuál es la coyuntura en Paraguay hoy?” no se la puede responder en forma rápida, si se quiere abarcar la realidad en forma relativamente exhaustiva. Para empezar, las realidades son generalmente muy complejas. Y las económico financieras, las sociales y las ambientales ni qué decir. El enciclopedista alemán Friedrich Nietzsche, más conocido como filósofo, escribía ya en el siglo XIX que “Las realidades son tan complejas que no las puede aprehender cabalmente ni siquiera el filólogo más avezado”.

 

Cuidado con la percepción

Además, con el lenguaje hay que ir con cuidado porque, al decir del  también enciclopedista británico Lewis Carroll, más conocido como escritor, también del siglo XIX, “¡Las palabras crean sus propias realidades!”. Así que, imagínese el lector lo que le puede pasar a uno cuando pretende escudriñar realidades casi inescrutables como las de la coyuntura. Pero como no tenemos otros instrumentos a mano que no sean la observación y la descripción de lo que vemos, a través del lenguaje, y no nos queda otra opción que la de utilizarlo para explicar cómo estamos. Más aún teniendo en cuenta que, al decir de otro filósofo alemán, Martin Heidegger, ya en el siglo XX, “El lenguaje es el hogar del ser humano”.

 

Unos y otros, los extremos opuestos

Algunos endiosan el crecimiento económico, sin preguntarse si es equitativo. Otros echan pestes sobre la mirada unidimensional al “fetiche PIB”. Algunos describen al Paraguay como “la China en Sudamérica”, exagerando insoportablemente la vigente fortaleza macroeconómica en este país pequeño en términos geográficos, demográficos y económicos. Algunos más hablan sin empacho de que se habría reducido la pobreza a una mínima expresión. Pero otros lo ven lleno de miseria.

Por otro lado, algunos no ven ningún desequilibrio en el ambiente ni en términos de bosques ni de procesamiento de residuos orgánicos ni de utilización masiva de pesticidas en la agricultura comercial. Otros, sin embargo, lo han clasificado ya como uno de los peores países depredadores de bosques en el mundo, que no llega ni siquiera a poner en marcha un alcantarillado elemental en las zonas VIP de los centros urbanos.

 

Observadores locales e internacionales

Esta polarización se observa aquí y desde el exterior. De allí la importancia de calibrar bien el enfoque del análisis de coyuntura. A veces no se tiene tiempo ni de hablar de la mala educación impartida a nuestros educandos, sobre todo a nivel de educadores, ni de la desprotección, en la que se encuentra la inmensa mayoría de la población, en términos de seguros médicos y de jubilación.

El tiempo disponible para el análisis de coyuntura frecuentemente es determinante de la profundidad del mismo.

En los medios de prensa escrita, el espacio es tirano: no hay lugar para escribir todo lo necesario. Peor es la radio: se dispone sólo de algunos minutos para las entrevistas sobre la situación actual. Y aún peor son los canales de TV: le dan a uno dos minutos para hablar de la ¡heterogeneidad estructural o de la prejudicialidad administrativa!

 

Un caso específico

En una radio me dieron quince minutos para describir el estado de nuestra sociedad, en términos abarcantes. Pude hablar de la macro y microeconomía, de la justicia social y de la ecología, pero no tuve tiempo de analizar la educación ni la seguridad social.

Tampoco de que nuestro país sigue teniendo fortaleza macroeconómica y que nuestra sociedad tiene su atractividad. La hospitalidad de sus habitantes es legendaria. Y la “minga” (cooperación para con los marginados), sigue siendo una realidad ante propios y extraños. Además, a no olvidarse de que Paraguay ha progresado en términos de democracia formal (elecciones libres, libertad de prensa, de reunión y de asociación así como de libertad económica) y que todavía hace falta mucho por hacer para lograr justicia, en términos generales. Y por supuesto que siguen imperando la corrupción y la impunidad.

Los delitos económicos tradicionales fueron ampliados con delitos más sofisticados y el crimen organizado se está expandiendo en el país. En suma, vale la pena conocer mejor el Paraguay que reduciéndolo a un apretado análisis de coyuntura.

 

Doctor Ricardo Rodríguez Silvero

 

Revista

Ver ediciones anteriores

Suscribete

Y recibí cada mes la revista Mandu'a

Suscribirme ahora