Edición N° 429 - Enero 2019

Que Hay

Mallas solares para crear fachadas estéticas y funcionales

Una buena opción para protegerse del sol en lugares que lo requieren todo el año. Se fabrican de aluminio, aunque también pueden estar hechas de cobre, latón, acero inoxidable.

La firma Shoppinglass añade las mallas solares a su amplia gama de productos. La apariencia de casi cualquier edificio puede beneficiarse de bloques personalizados de fachada de malla de color. Son hechas a medida, modernas, y se pueden utilizar para crear superficies pulidas y lúdicas. También son muy duraderas y su versatilidad permite adaptarse a todo tipo de edificios.

También actúa como una eficaz pantalla solar dado que cubren la fachada del sol y reducen la necesidad de energía de refrigeración. Son adecuadas para una variedad de aplicaciones y se pueden utilizar para crear fachadas completas o simplemente para levantar la apariencia de una.

Normalmente se utiliza aluminio como material ya que es más liviano que el acero y muy resistente a la intemperie, además de ser reciclable y de bajo mantenimiento. También pueden estar hechas de cobre, latón y acero inoxidable a prueba de ácidos.

Se las puede recubrir con polvo de cualquier color de la extensa carta de colores RAL (código que define un color mediante un conjunto de dígitos). El recubrimiento en polvo proporciona una superficie protegida contra los rayos UV, resistente a la intemperie y de larga duración. Además, se las puede cubrir con un revestimiento antigrafiti, de modo que cualquier grafiti sea removible.

Fachadas de malla como sombrillas

Las mallas de protección solar pueden integrarse en una fachada o utilizarse para elevar su apariencia. Se ha demostrado que la protección solar externa es el método más eficaz para prevenir el sobrecalentamiento de los edificios.

No solamente ofrecen protección solar sino que evitan el deslumbramiento y los reflejos que distraen del exterior, lo que mejora las condiciones y la seguridad en el trabajo y el confort general del interior.

Una malla de protección solar detiene la mayor parte de la radiación térmica incluso antes de que llegue a la ventana. Como la malla no está unida a la ventana, permite que el aire fluya libremente y evita que el calor quede atrapado entre la malla y la ventana. Usando varias formas de mallas, se pueden crear soluciones individuales y únicas.