Edición N° 377 - Septiembre 2014

Steven Holl se adueñó del “Imperiale” 2014

Reconocido por su habilidad para mezclar espacio y luz con una gran sensibilidad contextual y por utilizar conceptos únicos en cada uno de sus proyectos.

La Asociación de Arte Japón (JAA, por su sigla en inglés) ha galardonado al estadounidense Steven Holl con el Praemium Imperiale de Arquitectura - probablemente, después del Pritzker, uno de los premios más importantes-, quien  será honrado en una ceremonia en Tokio el próximo 15 de octubre.
La declaración oficial del jurado señala que “los trabajos de Holl son internacionalmente considerados, ante todo como resultado de su filosofía con respecto a la unificación de la ‘experiencia’ del espacio, como se ilustra a través del color y la luz, con la historia y cultura de cada sitio de construcción”.
Desde su inauguración en 1989, este premio anual de las artes ha reconocido a las “contribuciones sobresalientes en el desarrollo, difusión y progreso de las artes” en los campos de la arquitectura, pintura, escultura, música y teatro/cine, y cada uno recibe 15 millones de yenes (alrededor de 150.000 dólares) y una medalla. Sólo un puñado de arquitectos han recibido este premio, incluyendo a James Stirling, Tadao Ando, Alvaro Siza, Richard Rogers, Jean Nouvel, Toyo Ito, Zaha Hadid y Jacques Herzog + Pierre de Meuron.
“Estoy doblemente agradecido por este premio”, dijo Steven Holl, “porque la arquitectura es parte de la pintura, la escultura y la música, y con este premio, la JAA reconoce a todas las artes. Segundo, porque mis primeras posibilidades como arquitecto y mis primeras invitaciones de publicación vinieron de Japón, y mi primera construcción sustancial fue en Fukuoka (Japón) en 1989, así que estoy muy agradecido de regresar para este importante premio”.

En el mundo de Holl la luz es protagonista

Steven Holl. Arquitecto estadounidense, nacido el 9 de diciembre de 1947, en Bremerton, Washington. Se graduó en 1971, en la Universidad de Washington, prosiguiendo sus estudios en Roma y realiza un curso de posgrado en la Architectural Association of London, en 1976, año en que, tras iniciar su carrera en California,  establece su propia empresa, Steven Holl Architects, en la ciudad de Nueva York.

Según la descripción de la propia oficina, “con cada proyecto, la firma explora nuevos caminos para integrar un idea organizadora con la esencia programática y funcional de un edificio. Antes de imponer un estilo sobre diferentes lugares y climas, el carácter único de un programa y un lugar se convierten en el punto de partida para una idea arquitectónica”.
“Mientras se ancla cada proyecto en un sitio específico y sus circunstancias, la oficina se esfuerza en obtener un principio profundo en la experiencia del tiempo, el espacio, la iluminación y los materiales. El fenómeno del espacio de una sala, la luz del sol entrando a través de una ventana, y los colores y reflejos de los materiales en un muro y el piso. Todos forman relaciones integrales”.

Steven Holl, con una formación artística esencialmente europea, resalta la importancia que tiene la interrelación de todas las artes: “La música, la plástica, la literatura tienen que ir ligadas siempre a la arquitectura”, ha dado cuenta de proyectos culturales, cívicos, académicos y residenciales, tanto en los Estados Unidos como a nivel internacional.

En el mundo de Holl, la luz tiene un protagonismo fundamental: divide los espacios y traza las líneas. Holl afirma que hay que respetar la memoria del lugar en el que se construye el proyecto. Ahí es donde piensa el artista que brota la poesía y la capacidad de emocionarnos.
Es reconocido por su habilidad para mezclar espacio y luz, con una gran sensibilidad contextual y por utilizar conceptos únicos en cada uno de sus proyectos. Considerado como uno de los mejores arquitectos americanos, sus edificios destacan por el uso de formas cúbicas y por el empleo de vidrio y de superficies alabeadas.
Es profesor de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Columbia. Ha dictado conferencias, realizado numerosas exposiciones y publicado un gran número de  textos entre los que se encuentran Anchoring, Parallax -libro sobre la percepción del espacio que ha obtenido el premio Princeton de Arquitectura-, Idea and Phenomena, Luminosity/Porosity, Architecture Spoken, Scale y Color, Light, Time.
Autor de una ingente obra, el Casino Knokke en Knokke-Heis (Bélgica), en la que la abstracción se levanta con un absoluto respeto hacia el entorno, Holl aseguró que “sólo la arquitectura comprometida con el medio ambiente está en condiciones de sobrevivir al futuro”. Una de sus premisas es que “no debe haber ni una sola agresión al entorno y, además, hay que pensar en que las fuentes de energía se agotan y debemos aprovechar lo que tenemos”.
Sus críticos le achacan un excesivo apego a lo estético en detrimento de la funcionalidad de los edificios. Las críticas más fuertes las ha recibido por la construcción de la residencia Simmons Hall del campus del MIT, comúnmente conocida como la esponja. No obstante el edificio ganó la Medalla Harleston Parker y también el Honor Award for Architecture del Instituto Americano de Arquitectos (AIA por su denominación en inglés).

Salto arquitectónico

La carrera de Holl dio un salto con la construcción del Kiasma, Museo de Arte Contemporáneo de Helsinki, que se inauguró en 1998, y fue elogiado por su innovadora forma de adecuarse a las necesidades de los artistas y de resaltar sus obras. “El Kasma rompió los moldes de las ideas preestablecidas sobre los museos”, dice. Y se explica: “la gente tiene ideas controvertidas sobre los museos: por un lado está esa caja blanca, minimalista y neutra que roba la luz de las obras de arte. Un fracaso, un mal ejemplo de ese tipo es el Moma de Nueva York”.

“En el otro lado se encuentra ese edificio expresivo que no ofrece el entorno adecuado a la obra de arte, donde el museo se convierte en un objeto ‘per se’, lo que pone en un compromiso su propia razón de existir”, comenta Holl, para luego añadir: “Yo encontré una tercera vía arquitectónica con espacios llenos de energía y expresión, pero con esa neutralidad precisa para acoger y dejar que brillen las obras de arte”. Esa tercera vía la ha aplicado después en la ampliación del antiguo Museo de Arte de Nelson-Atkins de Kansas, es un edificio formado por cinco volúmenes de cristal basado en una arquitectura que contrasta con el edificio original, logrando mostrar armoniosamente la síntesis entre patrimonio y modernidad; y recientemente en el Centro de Arte de la localidad de Herning en Dinamarca.

Holl, un arquitecto humanista cuya prioridad ha sido siempre adaptar sus obras al entorno -ya sean grandes proyectos como viviendas unifamiliares con el fin de salvaguardar el medioambiente, ha visto en sus 30 años de carrera discurrir su disciplina por etapas tan diferentes que su ánimo ha pasado, de un marcado pesimismo inicial, al optimismo que hoy le embarga. “Hace 30 años -apunta- se vivía un momento reaccionario en América, el postmodernismo, donde los elementos históricos se usaban sin pensar, sin cuidado alguno; lo que dio como resultado unas construcciones y proyectos urbanísticos muy negativos. Le siguió el deconstructivismo, también reaccionario, pues ignoraba los elementos esenciales de la arquitectura frente al argumento del estilo”.
Holl cita a un profesor suyo para ilustrar el momento actual: “Un edificio tiene que ofrecer aún más cuando entras, de lo que ves cuando lo miras desde fuera. Hoy tenemos la suerte de que la guerra de estilos ha quedado atrás y el trabajo arquitectónico tiene mayor nivel, sobre todo porque hay un tipo de clientes ilustrados que generan ese tipo de arte. Además, contamos con el potencial tecnológico que permite hacer una arquitectura ecológica y, a la vez, de gran intensidad artística”, señala Holl para quien “La mejor arquitectura es la que está en equilibrio con el espacio y la luz que la inspiran, pero que, por otro lado, posee un alto grado de funcionalidad”.

Obras representativas

Holl es autor de multitud de obras de diferente carácter, dispersas por la geografía mundial, desde la Capilla de San Ignacio en Seattle, el Museo Kiasma de Arte Contemporáneo en Helsinki, Museo Nelson-Atkins en Kansas City, hasta proyectos más recientes como el megacomplejo residencial Linked Hybrid en Pekín, el Centro Knut Hamsun en Hamaroy (Noruega), la Ciudad del surf y los océanos de Biarritz, (Francia), el conjunto híbrido Sliced Porosity Block en Chengdú (China), la casa y galería privada Daeyang en las colinas del distrito de Kangbuk, al norte de Seúl y, la recientemente inaugurada, ampliación de la Escuela de Arte de Glasgow (Escocia).
A ellas se agregan otras igualmente representativas como el Cranbrook Institute of Science en Bloomfield Hills, Michigan; Casa Planar en Paradise Valley, Arizona; Casa Turbulence, Nuevo México; Casa Stretto en Dallas, Texas (1989-92); Oficinas Sarphatistraat, Ámsterdam; Bellevue Arts Museum, Bellevue, Washington; nuevo centro Higgins Hall en el Pratt Institute de Brooklyn; fachada de la Galería Art & Architecture, Nueva York; Hybrid Building en  Seaside, Florida; Biblioteca Berlin AGB, Berlín, Alemania; College of Architecture and Landscape Architecture, University of Minnesota, Minneapolis; Construcción residencial experimental en Fukuoka y conjunto residencial Makuhari en Chiba, Japón; nueva residencia del embajador suizo en Washington DC; edificio de doctorados de las facultades de Ciencias Económicas y Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, su primera obra de arquitectura diseñada en Latinoamérica (2012); Museo de Arte Contemporáneo de Herning, Dinamarca (2009), y el rascacielos horizontal en Shenzhen, China (2009);


A ellas se suman otros trabajos, algunos de ellos premiados, tales como la Casa Berkowitz-Odgis en la  isla Martha’s Vineyard, Estados Unidos; oficinas de la compañía Shaw, Nueva York; edificio adosado al Instituto de Ciencias Cranbrook en Bloomfield Hills; Casa Y en Catskills Mountains; Museo de Arte Bellevue, Washington; Planta Purificadora de Agua en Toronto, Canadá; Planta de tratamiento de aguas y Parque Whitney en Hamden, Estados Unidos; Residencia de estudiantes Simmons Hall, Cambridge; Casa para un Coleccionista de Clavos en Essex (Reino Unido); Casa escrita con Luz, Long Island; Casa Turbulencia, Abiquiú, Estados Unidos; Centro para visitantes Loisium, Langenlois, Austria; Casa Bidimensional, Phoenix; Museo de Arte y Arquitectura de Nanjing, China; proyecto Nueva Sede de la Región de Lombardía, Milán; Departamento de Filosofía de la New York University, Estados Unidos; proyecto vela híbrida, renovación del  Casino Knokke en Knokke-Heist, Bélgica; proyecto Salas de Cine Busán, Corea; proyecto La Casa de los Soles, Lago de Garda, Italia; Centro de Arte Herning, Dinamarca; proyecto Centro Vanke en Shenzhen, China; y el proyecto Parque del Diseño Mundial en Seúl, Corea.

Las más significativas

La obra de Holl  se extiende por todo el mundo y, últimamente, como los grandes de su oficio, trabaja más en los países de Oriente en expansión. Al respecto asegura que él y sus colegas encuentran en esos lugares “la oportunidad de hacer realidad sus utopías”.
Convencido de que el arquitecto está “en manos del cliente”, pues el resultado, dice, “es una colaboración entre ambos, al 50 por ciento”, Holl ya descubrió en su primer viaje a Oriente a “un tipo de comprador especial. Un cliente con una cierta ambición dotada de ingenuidad, con el deseo de hacer una arquitectura vanguardista y ecológica “. Como ejemplo, el arquitecto contó cómo llevó a Beijing la idea de un “proyecto híbrido: “Hubo un gran silencio tras mi exposición. Y al final dijeron: ‘¡Vamos a hacerlo todo!’. Y, aunque la mitad de ese proyecto estaba sólo en mi cabeza, pronto empezamos a construirlo”, continúa Holl”.

Linked Hybrid

Dentro de sus proyectos más recientes se encuentra el Linked Hybrid, complejo de uso mixto en Beijing, China (2009), se trata de, como lo llaman sus autores, una “ciudad dentro de la ciudad”; un espacio urbano que contiene 8 torres con 622 departamentos de lujo, cines, galerías, comercio, un hotel de 60 habitaciones, kindergarten y estacionamientos subterráneos. El elemento distintivo del proyecto es una cinta continua de puentes que conectan las ocho torres a nivel del piso 20. Esta cinta contiene programas como cafés, galerías y miradores, y otros recintos de mayores dimensiones como gimnasio y una piscina de 16 carriles.

La Texas Stretto House, una verdadera obra de arte

La casa Stretto fue proyectada para unos clientes que eran a su vez dueños de una magnífica colección de arte y de un terreno extraordinario. Éstos no le pusieron ningún condicionante al arquitecto: “Puedes hacer lo que quieras”, le dijeron.
Cuando Holl  visitó el terreno sobre el que tenía que trabajar, se encontró con un paisaje caracterizado por un arroyo que alimentaba a tres estanques. Éstos estaban contenidos entre pequeños muros de hormigón por los que saltaba el agua con el sonido de un constante murmullo.

El poder evocador del agua

Conversando con uno de sus estudiantes, que también asistía a clases de música en la prestigiosa escuela Juilliard de Nueva York, Holl le preguntó si sabía de alguna composición musical que estuviese estructurada de forma paralela al agua que corría por el lugar. El estudiante le habló de la forma stretto, donde una fase musical se solapa con otra.
Entonces, la pieza del stretto, música para instrumentos de cuerda, percusión y celesta, escrita en el año 1936 por el compositor húngaro Béla Bartók, vino a sus mentes. La pieza musical está dividida en cuatro movimientos y se caracteriza por superposiciones entre instrumentos de percusión (pesados) y de cuerda (ligeros). Potentes movimientos de divisiones rítmicas y énfasis irregulares hacen que el tiempo parezca detenerse o acelerarse con una velocidad irresistible.
La forma stretto permite a Steven Holl dividir el espacio de tal forma que cada parte es importante para la siguiente. Los movimientos del espacio evolucionan de distintas formas: la superficie del suelo sobrepasa el siguiente nivel; el techo solapa las paredes, y los muros curvilíneos introducen la luz del día en la vivienda. El agua que desborda las presas y parece simbolizar los solapes de la forma stretto también toma parte en este juego al reflejar en el paisaje las superposiciones del interior de la casa.
En la casa Stretto, el arquitecto Steven Holl hace una llamada a los sentidos y juega con la percepción artística y el entendimiento del lugar. Es en definitiva el placer de experimentar la arquitectura por secuencias de luz, espacios, texturas, olores y sonidos.

Ciudad del surf y del océano

Este proyecto fue ganador de un concurso internacional para Biarritz, Francia, un recinto cultural dedicado al estudio de los océanos y a la práctica de este deporte acuático. Es un diseño innovador que pretende evocar grandes olas, para que el visitante se sienta como si estuviera bajo el agua. Innovador tanto por fuera como por dentro, se trata de un edificio en forma de ola, situado “bajo el cielo - bajo el mar”.
La ciudad construida en concreto, con inmensos cristales, tiene una estructura cóncava para generar una serie de rampas de patinaje.
La Ciudad del Océano y del Surf tiene, además, un auditorio, una tienda, un restaurante y varias plazas para disfrutar del lugar al aire libre.
La artista brasileña Solange Fabião colaboró en la museografía, en la decoración interior y en la intervención paisajista que conecta los distintos espacios con la topografía del terreno.
El llamado ‘quiosco surfista’ es el punto neurálgico, pues funciona como vestíbulo del museo y distribuidor hacia todas las áreas de exposición. Incluso, cuenta con andadores que conectan con la playa y el mar.
Este museo es el segundo en Biarritz relacionado con el mar, aunque el primero con el surf.

Casa Daeyang

Como experimento paralelo a una investigación sobre la arquitectura de la música, el neoyorquino Steven Holl ha concebido la casa y galería privada Daeyang, en las colinas del distrito de Kangbuk, al norte de Seúl. La geometría de los edificios se inspira en el croquis de una partitura del compositor húngaro-canadiense, recientemente fallecido, Anhalt István, titulada Sinfonía de Módulos. La galería, subterránea, se ilumina mediante claraboyas, y se sitúa bajo una lámina de agua de la que ‘emergen’ tres pabellones -uno de acceso, otro para la vivienda y un tercero como espacio para celebrar eventos-, que se reflejan en el agua del estanque. La idea del espacio como silencio que se activa por la luz se materializa a través de 55 tragaluces lineales en las cubiertas de los tres pabellones, las cuales permiten que la iluminación varíe en función de la hora del día o la estación del año, y cuyas proporciones siguen la sucesión de Fibonacci

Complejo residencial en Makuhari

El complejo residencial constituye un proyecto rico en tensión, que se basa en las relaciones espaciales entre los diversos cuerpos edificados. Todos los recorridos de acceso y las galerías se han situado tras las paredes; un sistema de pasillo abierto permite el empleo de instalaciones menos costosas. Los pesados volúmenes forman silenciosamente el contexto discontinuo del bloque; la idea de “viviendas activas” encerradas en “edificios silenciosos” acompaña al visitante en un viaje, tanto por el espacio concreto como por el metafórico.

Premios y distinciones

A lo largo de su carrera, el arquitecto estadounidense cosechó laureles tanto él como sus trabajos. Citaremos algunos de ellos.
El AIA capitulo Nueva York lo premió por el Andrew Cohen Apartment,  la Pace Collection Showroom (ambas obras en Nueva York, la Urban Proposal, distrito de Porta Vittoria de Milán, las oficinas del Grupo Shaw & Co. de NY, la Casa Stretto en Texas, y el Instituto de Ciencias Cranbrook en Bloomfield Hills.
En 1989 recibió el Nacional AIA por la Berkowitz-Ogdis House de Martha’s Vineyard en Massachussets.
Fue galardonado con el premio “Progressive Architecture” por el Void space/hinged space housing de Fukuoka, Japón; y con el premio a la Excelencia del Diseño de la Comisión de Arte de Nueva York por la Renovación del Teatro Strand y por  el Museo de la Ciudad de Cassino, Italia.
En 1997 le entregan la Medalla de Honor del AIA capitulo Nueva York, y el  National AIA Religious Architecture por la Capilla de San Ignacio de Washington, obra que también fue premiada al año siguiente con el National AIA Design. En 1998 le otorgan el Premio Chrysler por la innovación en el diseño. 
El Kiasma, Museo de Arte Contemporáneo de Helsinki fue premiado con el  National AIA Design y el diseño para el Simmons Hall del MIT ganó la medalla Harleston Parker 2004.
En el 2000 es nombrado Miembro de la Academia Americana de las Artes y las Letras; en el 2003, Miembro honorario del Royal Institute of British Architects; y en el 2001, la Revista Time lo catalogó como el Mejor Arquitecto de América por sus “edificios que satisfacen tanto el espíritu como la vista”.
En el 2002 le entregan el Premio Nacional de Diseño de Arquitectura del Museo Cooper-Hewitt del Smithsonian Institution; la Gran Medalla de Oro de Francia en el 2001, la Medalla Alvar Aalto en 1998 el Premio Fronteras del Conocimiento y Cultura en el apartado de Arte otorgado por la Fundación BBVA, en el 2008 y el “RIBA Jencks Award” en el 2010.
Entre otros galardones también logró el  Premio de Arquitectura Arnold W. Brunner de la Academia Americana de las Artes y las Letras, la Medalla de Oro del AIA en el 2012; el Leaf New Built por la ampliación del Museo de Arte Nelson Atkins; el Premio al Mérito en Arquitectura división Nueva York del AIA  por la Escuela de Arte de la Universidad de Iowa; institución que también galardonó el Higgins Hall del Pratt Institute de Brooklyn y la Nueva Residencia de la Embajada de Suiza con el Premio Honor.

Galería de Imágenes

 


Fuentes
www.ecured.cu
www.plataformaarquitectura.cl
http://noticias.arq.com.mx
http://es.wikipedia.org