Edición N° 433 - Mayo 2019
Tel Aviv, la ciudad Bauhaus
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Panoramica del barrio Ciudad Blanca.
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Avenida Rothchild, uno de los ejes urbanos de Ciudad Blanca.
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Plaza Bialik, un típico rincón de Ciudad Blanca.
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Edificio de la Bauhaus.
Los edificios inspirados en la escuela alemana hoy son un patrimonio arquitectónico de la ciudad. Se concentran en el barrio denominado Ciudad Blanca que ha sido reconocido por la Unesco como patrimonio de la humanidad.
En el corazón de la ciudad de Tel Aviv se encuentra el barrio White City (Ciudad Blanca), llamado así por el color blanco de sus edificios de líneas modernas, inspirados en la arquitectura de la Bauhaus. Fueron construidos por inmigrantes alemanes de origen judío en las décadas de 1920 y 1930. Varios de ellos eran profesionales formados la famosa escuela de arte y diseño creada en 1919 por Walter Gropius en la ciudad de Weimar, que luego fue cerrada en 1933 por los nazis cuando llegaron al poder en Alemania.
Aprovechando las enseñanzas de aquel estilo arquitectónico racionalista y moderno, aquellos arquitectos instalados en Tel Aviv intentaron recrear la cultura centroeuropea del café como centro social, pero en un clima cálido como el de Israel. Por eso buscaron crear casas de líneas puras y sin adornos, optimizando la entrada de luz, la ventilación y los rincones con buena sombra debajo de habitaciones montadas sobre pilares. El resultado fue un grupo de más de cuatro mil viviendas, que se caracterizan por sus líneas geométricas, su funcionalidad y sencillez. Esos balcones construidos sobre pilares, los techos planos y las estrechas ventanas de la Ciudad Blanca son ahora un símbolo de Tel Aviv.
Los turistas de hoy pasean ante la mayor colección mundial de edificios de un estilo, el moderno internacional*, desarrollados en el entorno de una ciudad jardín con calles comerciales y residenciales bien definidas. Como destacó la Unesco en el 2003, el barrio es “un ejemplo sobresaliente de síntesis de las tendencias del Movimiento Moderno en arquitectura y planeamiento urbano a comienzos del siglo XX”. Estas influencias europeas se adaptaron al clima, los materiales, la cultura y tradición local.
La mayoría de estas viviendas se han restaurado desde que en el 2003 la Unesco declaró a la Ciudad Blanca “patrimonio cultural de la humanidad”. Esto le dio nueva vida al barrio, ahora repleto de bares, restaurantes, galerías de arte, tiendas de diseño y bulevares con jardines.
Buena parte de las joyas arquitectónicas que atrapan a los turistas están ubicadas en el Rothschild Boulevard, donde se lucen la Baumel House, la Rubinsky Braun Haus y la antigua embajada de Rusia, aunque también se agrupan junto a la plaza Dizengoff Square y otras calles de la ciudad hebrea.
La municipalidad de Tel Aviv creó un centro de documentación dedicado al barrio en el cual más de 1.500 edificios fueron preservados, desde el 2007.
Fuente
www.clarin.com
(*) Se conoce como Estilo Internacional a un conjunto de arquitecturas que comparten las características formales más puristas del Movimiento Moderno y, en menor medida, las funcionalistas. El nombre, que triunfó en el mundo anglosajón como sinónimo de Movimiento Moderno