Edición N° 434 - Junio 2019
Templo de Yaguarón, prevenir antes que lamentar
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Interior del templo
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Altar mayor.
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Restauración, obra actualmente paralizada.
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Detalles del techo.
Incertidumbre, tristeza e impotencia son sensaciones que ahondan en torno al templo de San Buenaventura de la ciudad de Yaguarón, departamento de Paraguarí, y cuyo valor histórico, cultural y religioso es invaluable. Esta iglesia fue declarada patrimonio histórico cultural por Ley 2206 del 2003 y hoy clama por una urgente restauración, ya que desde el 2015 las obras se encuentran paralizadas. La imperiosa necesidad de ejecutar medidas de conservación permitirá que la estructura edilicia perdure aún más con el tiempo
Yaguarón es un poblado de origen indígena que en 1586 los frailes Luis de Bolaños y Alonso de San Buenaventura establecieron como misión franciscana*. La construcción del templo fue iniciada en 1755 y finalizada en 1772. La iglesia de San Buenaventura de Yaguarón, que sigue siendo centro religioso y cultural de la ciudad y de la región, se caracteriza por la notable sencillez de su exterior, en contraste con la riqueza y exuberancia del interior, rasgos característicos de la espiritualidad franciscana.
Sin embargo, como los años también van dejando sus huellas, actualmente este templo, considerado patrimonio histórico cultural, clama una inmediata restauración. Debido a la falta de una respuesta inmediata de los organismos que deben responsabilizarse ante esta situación, el pueblo yaguaronino exige acciones urgentes y efectivas llevadas a cabo por profesionales competentes en el área.
Los tallados en madera, el arte y la espiritualidad plasmados en este templo poseen un valor incalculable que debería ser atesorado. Antolín Alemán, sacristán de la iglesia de Yaguarón hace 19 años, comenta que el templo está compuesto totalmente de madera, todas talladas a mano por los guaraníes, dirigidos por los franciscanos y diseñado por el maestro escultor portugués José de Sousa Cavadas.
“El altar mayor es un catecismo abierto, pues a través de las imágenes los franciscanos evangelizaban y enseñaban a los indígenas que no sabían leer. Todo lo que se observa es una reliquia que tenemos en nuestro país y que las personas de esta ciudad valoramos mucho, por este motivo nos urge que se dé inicio a la restauración de la iglesia. En el 2014 trabajó una empresa que nos perjudicó bastante porque presentaron documentos falsos en el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (Mopc), adulteraron el monto en el banco, y se denunció. Actualmente nuestra sacristía está prácticamente desmantelada”, comenta.
Afirma el sacristán que el Mopc realizó la segunda licitación y se le adjudicó nuevamente a la misma empresa, que solamente había cambiado de nombre. “El pueblo yaguaronino se manifestó, se cerraron rutas para que esa gente no vuelva y desde ese momento se paralizó todo el trabajo. Ahora estamos esperando nueva licitación con este gobierno, ya que nuestra sacristía es una capilla muy hermosa y los lugareños estamos preocupados”.
Por su parte, el arquitecto restaurador Hugo Bogado Barrios, con posgrado en restauración de monumentos arquitectónicos y patrimonio cultural por la Unesco en 1976, refiere que la iglesia de San Buenaventura de Yaguarón es el más importante bien cultural con el que cuenta la República del Paraguay, en materia de templo períptero (corredor jeré).
“Cabe resaltar que nuestro país tiene muy buenos especialistas formados por la Unesco en el Cuzco, Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Grecia con pasantías en Egipto. Esta intervención urgente se debería abordar con la limpieza a través de expertos en el área, quienes se encargarían de la eliminación de ácaros o polvillos, que corroen sistemáticamente las bases, y pigmentos, así como la sanitación urgente con productos especiales para el efecto”, indica el profesional al tiempo que explica que el proceso constará de una metodología de etapas: “La primera consiste en la exploración, la segunda en la liberación y después de éstas, las intervenciones propiamente de la restauración, que son consolidación, reestructuración, reintegración; en casos de colapsos, la reconstrucción, con criterios de anastilosis (técnica de reconstrucción de monumentos en ruinas gracias al estudio metódico de los diferentes elementos que componen su arquitectura)”.
Además señala que en este proceso aparecen intervenciones paralelas como: remodelación, transportación (volver a poner los retablos en sus sitios originales) y reproducción. “Es importante prever en el protocolo las intervenciones posteriores a la restructuración, como el mantenimiento, la conservación y, sobre todo, la reversibilidad. Las intervenciones específicas para salvaguardar la estructura de la iglesia son las de reestructurar todo el maderamen que sea necesario, con restauración o recambio y criterios de reversibilidad”, apunta.
Bogado afirma que lo acontecido por el incendio en la catedral de Notre Dame es un siniestro similar al que sucede en Yaguarón, con distintas provocaciones, una por el fuego y la otra por negligencia de los responsables. Por ello es importante la urgente restauración con especialistas nacionales capacitados. Lo que el tiempo no logró destruir, que no lo destruya nuestra negligencia.
En tanto, el doctor Luis Rodríguez, intendente municipal de Yaguarón, destaca: “Cuando se realizó el desmonte de la sacristía se dañaron ciertas piezas, por ese motivo ahora nos urge la reconstrucción. Las maderas y los pilares también necesitan restauración de modo a evitar que se derrumbe, ya que no sabemos el estado en el que se encuentra ese maderamen”.
Agrega que “el Mopc es el órgano que tiene la lapicera para firmar este proceso de restauración, pues posee los fondos necesarios para tal fin. No obstante, la comunidad, la municipalidad y la Iglesia católica también estamos a la par gestionando fondos privados para este proceso de restauración”.
El intendente añade que desde el 2015 se encuentra paralizado el proceso de restauración debido a que las personas que ejecutaron el trabajo no estaban realmente capacitadas para llevar a cabo la reforma de esta clase de obra. Existen ciertos obstáculos con respecto a la necesidad de la iglesia; por ejemplo, el llamado exige profesional en policromía con experiencia de cinco años y aquí en nuestro país no tenemos, es decir, los especialistas no cumplen con todos los requerimientos necesarios, así como la falta de empresas de restauración que puedan llevar a cabo eficazmente el trabajo. Incluir todo eso en el llamado genera discrepancias con las normas de contrataciones públicas y da lugar a protestas de las empresas y, por ende, la nulidad de los llamados.
Desde el Mopc
El jefe de la Dirección de Obras Públicas, del Mopc, arquitecto José Nicolás Kronawetter, menciona que la súbita suspensión de la obra en su fase de consolidación estructural y restauración de la policromía no permitió que los trabajos concluyeran y dejó al templo, así como a sus componentes, vulnerables a diversos factores. Desde entonces, se encuentran las piezas desmontadas, correctamente clasificadas y embaladas, pero lamentablemente no se ha podido contratar una nueva empresa para continuar los trabajos, a pesar de los cinco llamados realizados, en diferentes modalidades.
Acota que una vez conocida la anulación y declarada la suspensión definitiva, se firmó un convenio interinstitucional entre el Mopc y la Municipalidad de Yaguarón, el 21 de marzo de 2016, en virtud del cual, la comuna yaguaronina es la responsable de mantener en buen estado (limpieza, seguridad) las instalaciones del templo, la imaginería con sus atributos y objetos en depósito, así como todas las piezas desmontadas del cielorraso artesonado de la sacristía, hasta que el Mopc realice un nuevo llamado para continuar con las obras.
El arquitecto Kronawetter señala que las empresas que se presentaron no cumplen con los requerimientos dispuestos en el pliego de bases y condiciones de los llamados. Cabe resaltar que existen en nuestro país técnicos, profesionales y empresas sumamente calificadas, solo que al parecer éstas no se presentan a las licitaciones y las que lo hacen, no cumplen con los requerimientos dispuestos en el pliego de bases y condiciones de los llamados. Hasta el cuarto llamado, que incluía la restauración y puesta en valor del templo en su totalidad y su entorno inmediato, tenía un costo referencial de 23.128.089.182 guaraníes. La cartera de Obras dispone de los fondos suficientes.
“También estamos en contacto con la Unesco para analizar la posibilidad de que se haga cargo de los trabajos restantes para completar la restauración integral y puesta en valor de todo el templo. Desde el quinto llamado se cambió el alcance de los trabajos los que se dividieron en dos lotes, uno de restauración y otro de obras civiles, con la aprobación de la Secretaría Nacional de Cultura: el lote 1 incluye la restauración del retablo y del cielorraso de la sacristía, así como la fumigación de todo el templo. Mientras que el lote 2 se basaría en completar obras de infraestructura vial inconclusas, en la calle Buenaventura Gamarra (calle peatonal adoquinada), cercado perimetral de la plazoleta del templo y las veredas sobre la Ruta 1. Actualmente se está preparando el sexto llamado, con algunas mejoras en el pliego y, por otro lado, ya se están evaluando las ofertas del llamado Mopc 28/2019 LCO-para el servicio de fumigación de la iglesia de Yaguarón”.
(*) La historia del origen de Yaguarón presenta tres situaciones:
1. Antes de la llegada de los colonizadores, Yaguarón ya existía como táva indígena, con nativos traídos de Acahay.
2. Según antiguos historiadores, fue fundado por Domingo Martínez de Irala, en 1539 (sin fecha). Respecto de estas dos situaciones, la página yaguaron.gov.py señala: Según Josefina Plá: “Existían lugares en los cuales esos núcleos indígenas recalaban, por diversos motivos, con cierta asiduidad. Uno de esos lugares fue ‘Yaguarón’, pueblo de indios fundado según parece en el año 1539”. Yaguarón ya existía, tal vez con el nombre de ‘Yaguarú’. Con relación a este hecho, dice la escritora: “A la llegada de los españoles existían ya en estas tierras pueblos, en su sentido etimológico”.
3. Historiadores actuales afirman que fue fundado por los frailes franciscanos Luis Bolaños y Alonso de San Buenaventura, en 1586.
Cinco llamados realizados
El arquitecto Kronawetter afirma que sólo se contrató el primer llamado, pero se hicieron otros cuatro llamados:
- Primer llamado ID 282404: el Contrato Mopc N° 384/2014, para los trabajos de restauración y puesta en valor de la iglesia San Buenaventura de la ciudad de Yaguarón, adjudicado al consorcio C&C fue anulado por la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas- Dncp, mediante Resolución Dncp N°3019/2015, 06-oct-15.
- Segundo llamado ID 318400, convocatoria internacional, que se declaró desierta por Resolución Mopc N° 334/17.
-Tercer llamado ID 330620, se adjudicó a la empresa Caraguatay SA por Resolución Mopc N°882/17 y posteriormente, se canceló el llamado por Resolución Mopc N° 1318/17.
-Cuarto llamado ID 330620, se adjudicó a la empresa Barrail Hermanos SA por Resolución Mopc N°882/17 y posteriormente la Dncp anula la adjudicación por Resolución Dncp N° 633/18.
- Quinto llamado ID 353272, se declaró desierto el Lote 1, y el Lote 2 fue adjudicado por Resolución Mopc N°238/19 a la empresa Alfa & Omega SA, posteriormente se anuló la adjudicación porque la empresa adjudicada fue inhabilitada por la Dncp.
Toda la documentación referente a los llamados se encuentra en la página de la Dncp: www.contrataciones.gov.py, pudiendo acceder con el nombre del llamado o con el ID.
Delicia Arzamendia