Todos los ganadores de las distintas categorías con autoridades de la XI BIAU, locales y extranjeras
Varios espacios de la ciudad -el barrio La Chacarita, la estación central del Ferrocarril, el Centro cultural Juan de Salazar y el Teatro municipal- fueron protagonistas de exposiciones, conferencias y debates, así como la presentación de trece proyectos de mejoramiento de un barrio periférico de Asunción, una muestra de cine y diversas actividades populares, fieles al tema de esta Bienal.
En la ceremonia de inauguración, que tuvo lugar en el Teatro municipal Ignacio A. Pane y contó con la presencia de Francisco Javier Martín Ramiro, director general de Arquitectura, Vivienda y Suelo del Ministerio de Fomento de España; Luis Comerón, presidente del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (Cscae) y Carlos Jiménez, presidente del Colegio de Arquitectos del Paraguay (Cap), se dio a conocer la lista de obras ganadoras del Panorama de Obras y se han entregado los premios que otorga la XI Biau, el Iberoamericano de arquitectura y urbanismo y a los que destacan en las categorías que presenta el evento, en esta versión “extramuros” con el agregado de fotografía denominado Habitando Iberoamérica.
Entre las obras ganadoras predominan los espacios colectivos: equipamientos públicos, centros culturales, docentes o recreativos; aunque también se han destacado residencias y rehabilitaciones y corresponde a la Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, España, México, Paraguay, Perú, Portugal, Uruguay y Venezuela (ver Mandu’a agosto 2019).
Todas ellas fieles al espíritu de la XI BIAU, el habitar, el habitante, propuestas muy potentes que se hicieron pensando en quién y cómo las habitará. Asimismo, se ha reconocido como premio especial de esta categoría a dos proyectos: Sesc 24 de Maio de Paulo Mendes da Rocha + Mmbb Arquitetos, Brasil, y Museo del clima en Lleida (2008-2018) de Toni Gironès Saderra, España.
Publicaciones
Libro: Las guias de arquitetura de Projetos Constrídos de Portugal de A+A Books (varios autores) bajo la coordinación editorial de María Melo y Michel Toussaint.
Publicaciones periódicas: Bartlebooth (Protocolos y Más allá de lo humano), iniciativa editorial por Antonio Giráldez López, Begoña Hermida Castro y Pablo Ibáñez Ferrera (varios autores) de España.
Otros soportes: Baraja de cartas, un día, una arquitecta, de David Hernández Falagán y Zaida Muxí Martínez, de España.
El jurado decidió otorgar mención especial a App Guía de Arquitectura de Madrid” del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, España y Un día, una arquitecta de Inés Moisset, Florencia Marciani, Daniela Arias, Argentina.
Textos de investigación
Primer premio: El bello desorden. De la armonía vitruviana al descubrimiento de lo caótico como fuente de la estética arquitectónica de Carlos Santamarina-Macho.
Segundo premio: La línea del agua. El monumento a la partisana de Carlo Scarpa en Venecia de Carmen Martínez Arroyo, Rodrigo Pemjean Muñoz y Enrique Delgado Cámara.
Tercer premio: El japonismo en Marion Mahony Griffin y Walter Burley Griffin. De los conceptos gráficos del Ukiyo-e hacia una estrategia proyectual alternativa de Javier Mosquera González. Accésit para Renders habitados y arquitectura desierta. El mensaje oculto de la arquitectura revelado por la fotografía de Felipe Samarán Saló.
Trabajos Académicos
Los premios fueron para Encontré una silla. Dos miradas a la cotidianidad de Loreto Corisco González, España, y P.M.A - Protótipo Mocambo Anfíbio de Aline Kellen Teixeira Barros Rabelo, Brasil.
El jurado decidió otorgar mención especial a Homeopatía Urbana: Procesos de regeneración del tejido urbano a través del vacío. Sector Petare Norte- La Urbina, Caracas, de Beatriz Adriana Gamero Rodríguez & Nicole García Vogt, Venezuela; Centro educativo y de investigación docente en Pozohondo, Albacete, de Rocío Hernández Gálvez. España; y a Modernos y olvidados. Jóvenes arquitectos madrileños de los años 1960 de Cristina Ramírez López, España.
Exposición de fotografía Habitando Iberoamérica
Esta nueva categoría de la Biau concede dos premios: del Jurado y Popular.
El jurado compuesto por José Luis Ayala (Paraguay), David Basulto (Chile) y José Luis Uribe (Chile) tras examinar las 1226 propuestas presentadas, acordó conceder el premio ex aequo a Luis Cristaldo, Giorgia dal Bianco, Tito Maximiliano Gonza, Natalia Franco Meza, Ignacio Cristofori y Sara Martinez Zena.
Y el premio Popular fue para Federica Bresin, Olga Rivero, Dana Noelia Cuadra, Mariana Alves e Isabelle Rizzo.
Las fotografías estuvieron expuestas en la Estación Central del Ferrocarril.
Fotos: Biau
En octubre pasado tuvo lugar en Asunción la undécima edición de la Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo -XI Biau-. A lo largo de una semana, del 6 al 11, distintos enclaves de la ciudad fueron sede de exposiciones, conferencias y debates, así como una muestra de cine y actividades populares, además de la entrega de los premios que otorga la Biau en cada una de sus ediciones: el Iberoamericano de Arquitectura y Urbanismo y los correspondientes a las distintas categorías del evento.
Para el premio Iberoamericano se recibieron 38 propuestas y el jurado -compuesto por Javier Martín Ramiro, director general de Arquitectura, Vivienda y Suelo; Laureano Matas Trenas, secretario general del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España; Francisco Mangado Beloqui, coordinador general de las Bienales; Arturo Franco y Ana Román, comisarios de la XI Biau; José Cubilla, coordinador de la XI BIAU en el Paraguay; Gloria Cabral / Solano Benítez. Asunción, presidentes del jurado Panorama de Obras XI Biau y Javier Corvalán- tras analizar las candidaturas ha decidido conceder ex aequo a los arquitectos César Ortiz-Echagüe Rubio (Madrid, 1927) y Jorge Enrique Scrimaglio (Rosario, 1937).
El jurado destacó que “Ambos arquitectos han supuesto un sólido referente de la arquitectura Iberoamericana a lo largo de los años desde su fuerte condición marginal y periférica. Sus figuras han permanecido ocultas y alejadas de los circuitos mediáticos pero sus arquitecturas han sabido multiplicar su interés a lo largo de los años hasta situarse en el centro del discurso contemporáneo.
De esta manera, se honró a un arquitecto español afincado durante sus primeros años entre Pamplona y Madrid que logró responder con serenidad, contención y un innegable compromiso con la sostenibilidad y el sentido común en obras como los Comedores de la Seat (empresa española de automóviles) en Barcelona o el Colegio Tajamar en Madrid.
Arquitecto menos conocido entre las nuevas promociones, pero de una talla y carácter equivalente al de otros maestros como Alejandro de la Sota incluso Francisco de Asís Cabrero prácticamente de su misma generación.
Y a un arquitecto rosarino de fuerte influencia Wrightiana que ha ido modelando su propio lenguaje desde lo local y lo universal, utilizando el ladrillo y sus posibilidades de una manera muy personal y que le sirve como articulador de espacios y relaciones ambientales.
Su trabajo ha significado un indudable referente para arquitectos rosarinos de generaciones posteriores como Rafael Iglesia, Marcelo Villafañe o el más joven Nicolás Campodónico, sirviendo como primer eslabón de una marcada arquitectura local contemporánea. Su influencia ha llegado hasta nuestros anfitriones paraguayos en esta Biau”.
Semblanza de los ganadores
César Ortiz-Echagüe (Madrid, 1927). Arquitecto por la Escuela Técnica de Arquitectura de Madrid en 1952, obtuvo el premio anual por su proyecto fin de carrera de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Fábrica Seat
Su primer proyecto llegó de la mano de la fábrica Seat, quien le encargó unos pequeños comedores en Barcelona, en 1954. El proyecto recibió el premio Reynolds en 1957 y con el éxito del edificio, la marca comenzó a confiar en el recién fundado estudio Ortiz-Echagüe/Echaide (1954) nuevos y más importantes proyectos.
Encontró en la arquitectura miesiana una inspiración para el movimiento de industrialización español, campo en el que aparecerán sus primeros grandes clientes: Seat y el Banco Popular Español. Destacan en esta etapa el Conjunto de edificios de la filial de la Seat en Barcelona (1959-1964), el Depósito de automóviles de la filial de la Seat en Madrid (1964), así como la Sucursal del Banco Popular Español en la Gran Vía de Madrid (1958).
Más adelante, el estudio se especializó en el campo de la enseñanza, una etapa que se extendió hasta el final de su carrera profesional. En este ciclo se destacó el Instituto Tajamar (1961-1966) en Vallecas y el Colegio Retamar (1967), en Somosaguas. Esta última obra pone el broche final, disolviendo el estudio en este mismo año.
Paralelamente, Ortiz Echagüe ha dedicado parte de su labor a la difusión y reivindicación de la arquitectura española mediante publicaciones, artículos y conferencias a nivel europeo como el trabajo monográfico Dreissig Jahre Spanische Architektur en la revista suiza Werk en 1962, o 40 años de arquitectura española en la revista portuguesa Binario en 1960.
En el año 1975 se traslada a vivir a Roma. En 1983 es ordenado sacerdote por el Papa Juan Pablo II, trasladándose finalmente en 1985 a Alemania, y desvinculándose del mundo de la arquitectura.
Jorge Scrimaglio (Rosario, 1937). Arquitecto por la Escuela de Arquitectura de Rosario, en 1961. Previamente había comenzado su formación en la Escuela Industrial de la Nación General José de San Martín, dando lugar a unos años de trabajo en talleres de carpintería, herrería y fundición.
Casa Alorda
Destacó desde sus inicios por la naturalidad y organicidad de arquitecturas que buscan integrar al hombre con la naturaleza, contrastando con el movimiento más racional de sus compañeros.
En un curso de verano conoció a Eduardo Sacriste quien lo adopta como alumno predilecto. Gracias a esta amistad, comienza a impartir clases en sus últimos años de carrera, iniciando su labor docente.
Paralelamente, y antes de terminar su formación, recibió encargos procedentes de familiares y de la propia universidad, incluyendo una vivienda para el director de la escuela. A los 50 años, Scrimaglio había construido más de 25 obras, realizado decenas de diseños de mobiliario y escritos donde intentaba condensar su forma de pensar.
Su arquitectura es una evolución de una filosofía de vida que lo ha llevado a ser cabeza de diversos movimientos ecologistas. Su pensamiento, basado en el organicismo, comprende el edificio como un conjunto vivo.
Entre sus obras más importantes destacan la casa Yapeyú (1957), la capilla del Espíritu Santo, en Rosario (1962), la casa Alorda (1968-1973) en Rosario, la casa Prieto (1975) y la estación YPF (Arroyo Seco-1983). Algunas de sus obras han sido declaradas “Obra de Interés Cultural” por la Subsecretaría de Cultura de la Municipalidad de Rosario.
Fuente
https://Biau2019.com