Perdí dinero en mi trabajo… Mi trabajo me da un dolor de cabeza enorme… Me peleo con mis empleados y contratistas… Hay un desorden total en la obra… El cliente me está por matar, son palabras que escuchamos o alguna vez dijimos quienes pasamos por la dirección de obras.
Todos estos problemas los podemos minimizar con un buen equipo de trabajo.
El dicho señala que si quieres llegar rápido camina solo, si quieres llegar lejos camina acompañado. Nadie consigue muchas cosas solo. Con apoyo de las personas podemos llegar lejos, sin ellas poco podemos hacer. Son quienes a nuestro alrededor nos pueden renovar día a día y también nos pueden hacer la vida un fiasco.
El objetivo de cualquier empresa debe ser perdurar en el tiempo y obtener la mayor rentabilidad posible durante toda su existencia.
Pero ¿cuál es el equipo ganador? Esto debemos tenerlo claro. El equipo ganador es el que consigue la rentabilidad esperada, con la satisfacción del cliente y ejecutando todas las tareas de forma ordenada y cordial.
La pregunta es ¿cómo lo conseguimos? Con los ítems que señalamos a continuación.
Para alguien que no tiene un destino fijo, cualquier puerto le da lo mismo. Por ello es importante saber a dónde queremos llegar y no terminar en un lugar o situación en la cual no queremos estar. Las metas y objetivos deben ser claros, reales y ser comunicados eficientemente a los miembros del equipo.
Líder es el que influye en los demás, cambia sus maneras de pensar y de actuar. Como los empresarios líderes de equipo influyen en las personas que tienen bajo su cargo es de vital importancia para la organización, que los mismos tengan la capacidad de motivar y dirigir a la gente. Sin liderazgo los equipos vagan de manera aleatoria según el comportamiento y parecer de cada individuo.
Deben existir planes de comunicación efectiva de los niveles superiores a lo inferiores y también entre los de un mismo nivel. Ésta debe enfocarse de manera consciente dentro de la empresa; carteles, planillas y formularios son medios válidos para la misma.
En las obras es esencial que la comunicación sea de manera escrita; hasta las indicaciones al personal lo mejor es dejar anotado o dibujado si es algún proceso constructivo.
En matemáticas, uno más uno son dos; pero con la gente es distinto, uno más uno pueden ser tres, cuatro o diez. Las personas que se llevan bien y son colaborativas entre sí, muchas veces pueden generar más de lo que harían solitariamente. Esa colaboración debe ser una forma de actuar y se debe estimular desde los niveles gerenciales.
Considerar siempre el conocimiento que debemos tener sobre las personas que colaboran con nosotros para entender sus capacidades y no sobrepasarlas. Muchas veces, nos dicen que pueden hacer algo pero en realidad no están capacitadas o nunca lo hicieron y se cometen muchos errores. La selección de los integrantes del equipo es fundamental.
Si se quiere ganar hay que tener las estrategias bien claras y esto es trabajo de los directores. Las estrategias de compras, de nuevos productos, de sistemas de trabajo, de precios, son algunos de los ejemplos que se puede aplicar en las obras.
La recomendación es que el nivel de remuneración sea un tanto superior a la media del mercado. Cuando esto se aplica, los integrantes siempre valorarán más a la empresa, habrá menos rotación y más compromiso.
Es una inversión y la mejor de todas. Invertir en maquinaria, equipos, informática, siempre es menos rentable que hacerlo en la capacitación de los colaboradores. En encuestas realizadas a nivel mundial hablan de que el desarrollo y progreso profesional es más apreciado que la propia remuneración.
Al cerrar un proyecto o ciclo se deben analizar los errores y puntos flojos en los trabajos, tomando las medidas necesarias para que en el futuro no se repitan.
Todas estas características llevan a organizar efectivamente nuestro equipo de manera que se cumplan con los fines.
El esfuerzo necesario para lograr la colaboración de nuestro plantel es una tarea que debe realizarse conscientemente.
Ingeniero Aníbal Alarcón
Alar Constructora