Edición N° 396 - Abril 2016

Una ópera en el corazón de África

 

 

El proyecto inicial “casa de la ópera” devenido en el complejo “villa de la ópera”.

Dos años antes de morir, el artista, cineasta y autor teatral alemán Christoph Schlingensief logró embarcar al arquitecto Diébédo Francis Kéré en su sueño de levantar una ópera en el corazón de África. Christoph convenció al arquitecto de que un proyecto que ayuda a dar forma y a despertar la identidad cultural de un grupo contribuye enormemente al desarrollo de un país.

A finales de agosto de 2009, Burkina Faso sufrió las peores inundaciones de los últimos años. Kéré y Thomas Goerge, escenógrafo de Christoph, que en ese momento viajaban por Burkina Faso con el fin de localizar un solar para la ubicación de la ópera, fueron testigos del desastre natural y de la destrucción que causó. Unas horas después de que el agua retrocediera, una de las posibles localizaciones situada en la intersección entre los asentamientos oficiales e informales de la capital, había desaparecido. Las viviendas quedaron arrasadas y las personas que vivían allí habían perdido todo en unas pocas horas. A raíz de lo sucedido incorporaron al proyecto un prototipo de vivienda con el objetivo de ayudar a la gente a reconstruir sus hogares. De esta forma se inició el proyecto de la Villa de la ópera.

Situado en Laongo en una superficie de 12 hectáreas, el proyecto plantea la construcción de una ópera, una escuela para 500 niños con programa de música y de teatro, un prototipo de vivienda y un centro de salud, conocido como Centre de santé et de promotion sociale o Csps. También se prevén instalaciones básicas como un pozo y paneles solares. Para la construcción de la ópera, el elemento más emblemático del proyecto, se decide reciclar un escenario diseñado y construido previamente para una obra de teatro en Alemania. La estructura base y el escenario giratorio se mantienen y sólo se cubren los asientos y paredes interiores con telas del país africano. Una cubierta de 15 metros de altura completa y protege el escenario y las gradas de asientos de las inclemencias del tiempo. Alrededor de la ópera se sitúan las viviendas, diseñadas a base de módulos que permiten su autoconstrucción.

Tras la muerte de Schlingensief en 2010, meses después de haber comenzado la construcción de la villa, el proyecto ha seguido adelante con el apoyo del gobierno alemán y también gracias a la contribución de instituciones y de artistas como Marina Abramovic, Pipilotti Rist, Christo, Olafur Eliasson y Andreas Gursky, entre otros.

 

Fuente

www.arquitecturaviva.com 

 

 

El arquitecto

Diébédó Francis Kéré. Gando, Burkina Faso, 1965. No guarda un retrato de cuando era niño. “No teníamos cámara”, explica. Primogénito del jefe de un poblado que todavía no cuenta con agua ni con electricidad, Kéré fue también el primero de su pueblo que aprendió a leer. Gracias a una beca, estudió carpintería en Berlín. Allí también se convirtió en arquitecto. Su primer trabajo consistió en reunir dinero para levantar una escuela en su localidad. A esa escuela le siguió otra. Y el año pasado inauguró una clínica. Hoy ha realizado encargos en otros países, como el Museo del Barro en Malí. Su obra aspira a reforzar la cultura local, mejorar la vida de las personas y replantear el papel del arquitecto.

Obtuvo diversos premios entre los que se cuentan los premios Holcim: el regional África Medio Oriente y el Global Holcim oro; el Kenneth Hudson 2015; el BSI Seis Architectural Award  2010; el Marcus Award 2011 de la Universidad de Wisconsin, Milwaukee; el Mundial de Arquitectura Sostenible 2009; el  Internacional de Arquitectura Sostenible Fassa Bortolo 2008 (mención especial)l; el Grupo Zumtobel  2007 para la sostenibilidad y la humanidad en el entorno construido; el Aga Khan de Arquitectura 2004; el Erich Schelling 2014; y finalista del premio Edificio del año 2016 en la categoría arquitectura comercial por el proyecto Camper Pop-up Tienda en Vitra Campus.

Fue nombrado Caballero de la Orden Nacional del Mérito en Burkina Faso en el 2006.

 

 

Fuente

Anatxu Zabalbeascoa

http://elpais.com

 

 

 

 

Revista

Ver ediciones anteriores

Suscribete

Y recibí cada mes la revista Mandu'a

Suscribirme ahora